Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva ...
Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva ...
Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El resto de imág<strong>en</strong>es pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el templo Mpudieron formar parte de la ofr<strong>en</strong>da votiva de Numasya que el carácter plural de <strong>los</strong> xoana / simulacram<strong>en</strong>cionados <strong>los</strong> pudiera haber <strong>en</strong>globado de formaconjunta. Pero también podemos imaginar que alg<strong>una</strong>de las imág<strong>en</strong>es fueran evid<strong>en</strong>cias votivas de otrosdevotos que frecu<strong>en</strong>taron el templo. De nuevo <strong>los</strong>inv<strong>en</strong>tarios de <strong>los</strong> santuarios de De<strong>los</strong> resultan sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>teexplícitos a este respecto mostrándonosnaos y pronaos donde las estatuas de culto compart<strong>en</strong>espacio con todo tipo de imág<strong>en</strong>es <strong>en</strong> madera policromada,piedra y bronce, junto a todo tipo de objetos <strong>en</strong>bronce, plata y oro (ID 1417). Por supuesto, Numastuvo también que t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>te la necesidad de unsacerdocio responsable para estos cultos específicos,ya que el ritual egipcio era sumam<strong>en</strong>te detallado <strong>en</strong>las rutinas diarias que implicaban un contacto directocon las imág<strong>en</strong>es. Como nos recuerda la iniciaciónisíaca de Lucio narrada por Apuleyo (Metam.), lasobligaciones <strong>en</strong> <strong>los</strong> santuarios egipcios eran muyprecisas y todos <strong>los</strong> devotos t<strong>en</strong>ían un alto s<strong>en</strong>tido deformar parte de <strong>una</strong> comunidad de iniciados pot<strong>en</strong>ciada<strong>en</strong> las diversas fiestas anuales (cf. RUIZ DE ARBULO1996). Desgraciadam<strong>en</strong>te carecemos <strong>en</strong> <strong>Emporion</strong> decualquier información al respecto.Fabre, Mayer y Rodà han datado la lápida de Numaspor criterios paleográficos a mediados del sigloI aC; <strong>una</strong> cronología que Alvar (2004) ha sugeridoremontar algunos años para hacerla coincidir conel apoyo que Sila brindó <strong>en</strong> Roma a <strong>los</strong> pastóforosisíacos permiti<strong>en</strong>do la inauguración de su colegio.Pero nosotros consideramos más lógico p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong><strong>una</strong> cronología “alta” para la inscripción que t<strong>en</strong>ga<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el contexto histórico emporitano. Nos preguntamossi no deberíamos remontar esa fecha algomás para hacerla coincidir con <strong>los</strong> finales del sigloII aC, un mom<strong>en</strong>to de <strong>en</strong>orme actividad económicay social <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno de <strong>Emporion</strong> con la fundaciónde la <strong>nueva</strong> ciudad republicana (MAR y RUIZ DE ARBULO1993, 203-266). Los criterios exclusivam<strong>en</strong>te paleográficosno resultan <strong>en</strong> absoluto concluy<strong>en</strong>tes paraescoger <strong>en</strong>tre <strong>una</strong> u otra cronologías y sin embargo<strong>los</strong> argum<strong>en</strong>tos históricos y arqueológicos nos parec<strong>en</strong>de peso. Al fin y al cabo, si la época de Sila fue favorablea <strong>los</strong> isíacos <strong>en</strong> Roma hemos de recordar quemi<strong>en</strong>tras tanto <strong>en</strong> Hispania la guerra civil sertorianallevaba la inseguridad total al valle del Ebro y toda lacosta mediterránea hispana <strong>en</strong> la década de <strong>los</strong> añosset<strong>en</strong>ta aC con distintos ejércitos vagando <strong>en</strong> todasdirecciones y ciudades costeras que <strong>una</strong> famosa cartade Cn. Pompeyo al S<strong>en</strong>ado <strong>en</strong> el año 75 aC describedel todo empobrecidas (Salustio, Orat. et Epist., cf.MAR y RUIZ DE ARBULO 1993, 267-271). Desde luego noera ese un bu<strong>en</strong> mom<strong>en</strong>to para <strong>los</strong> grandes negocios.Por otra parte, si situamos el epígrafe greco-latinode Numas a mediados del siglo I aC también hemosde recordar que <strong>en</strong>tre <strong>los</strong> años 58 y 48 aC <strong>los</strong> cultosisíacos fueron repetidam<strong>en</strong>te prohibidos <strong>en</strong> Romapor el S<strong>en</strong>ado para det<strong>en</strong>er su notable influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><strong>los</strong> círcu<strong>los</strong> plebeyos más humildes (MALAISE 1972,362-377). En el 50 aC, el propio cónsul L. EmilioPaulo tuvo que romper a hachazos las puertas deltemplo de <strong>Isis</strong> al negarse a hacerlo <strong>los</strong> obreros paralibrar la colina capitolina de <strong>los</strong> cultos extranjeros.Y recordemos que el texto de la lápida de Numastambién está escrito <strong>en</strong> latín.Sin embargo si situamos la ofr<strong>en</strong>da de Numas tansolo <strong>una</strong>s décadas antes, a fines del siglo II aC, elpanorama económico y social cambia radicalm<strong>en</strong>te.Los puertos de Puteoli y Neápolis estaban comunicadosdirectam<strong>en</strong>te con De<strong>los</strong> a través de <strong>una</strong> rutamarítima estable int<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te recorrida <strong>en</strong> la segundamitad del siglo II aC A su vez, De<strong>los</strong> era <strong>en</strong> el Egeoel punto de unión <strong>en</strong>tre itálicos, sirios y alejandrinospara el tráfico de <strong>los</strong> productos exóticos de Arabiay el Ori<strong>en</strong>te llegados a través de Siria y el tráficopor el mar Rojo (MALAISE 1972, 268-275). Hasta diezalejandrinos difer<strong>en</strong>tes aparec<strong>en</strong> como ofer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>el Serapeo C de De<strong>los</strong> (ROUSSEL 1916). Anualm<strong>en</strong>te,ci<strong>en</strong>tos de barcos efectuaban las travesías <strong>en</strong>tre <strong>los</strong>difer<strong>en</strong>tes puertos y lógicam<strong>en</strong>te con el<strong>los</strong> viajaronlas devociones de patronos y marineros. En el año105 aC, <strong>Serapis</strong> poseía ya un gran templo <strong>en</strong> Puteolim<strong>en</strong>cionado <strong>en</strong> un famoso epígrafe latino (CIL I,577) relativo a la construcción de <strong>una</strong> puerta, reparaciónde muros y adecuación de altares, capillasy estatuas in area quae est ante Aedes Serapi transviam y sabemos que también Pompeya tuvo desdefinales del siglo II aC un Iseum ornado con estatuillasimportadas de Egipto y monum<strong>en</strong>tos de basaltocubiertos de jeroglíficos (TRAN TAM TINH 1964; AllaRicerca di Iside 1995).Podemos pues preguntarnos qué razones tuvo elalejandrino Numas para dedicar un santuario egipcio<strong>en</strong> <strong>una</strong> ciudad de tradición cultural griega como<strong>Emporion</strong> utilizando <strong>una</strong> lápida bilingüe greco-latina.En nuestra opinión, la explicación vi<strong>en</strong>e dada por lapropia economía de la ciudad greco-ibérica de <strong>Emporion</strong>y la <strong>nueva</strong> ciudad itálica construida junto a lamisma, un puerto comercial que <strong>en</strong> esos mom<strong>en</strong>tos(fines del siglo II aC) asistía a la llegada masiva de <strong>los</strong>vinos campanos y <strong>los</strong> aceites de la Apulia / Calabriajunto a las vajillas de Campani<strong>en</strong>se A y B, cerámicascomunes campanas, morteros y lucernas. El alejandrinoNumas debió llegar a <strong>Emporion</strong> proced<strong>en</strong>te del golfode Nápoles y sin duda otros comerciantes marítimoscomo él fueron <strong>los</strong> primeros devotos del nuevo santuarioemporitano. Pero no debemos p<strong>en</strong>sar con elloque nuestras esculturas hubieran sido realizadas <strong>en</strong>la Campania. Tal cosa no resulta posible. Antes deAugusto, por lo que sabemos, no existían allí talleresde escultores que trabajaran con mármoles griegos.En <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> II y I aC las esculturas de mármol griegollegaban a Campania proced<strong>en</strong>tes directam<strong>en</strong>te deGrecia y el Egeo.Poco más podemos ya decir. Hemos int<strong>en</strong>tado demostrarque el contexto arqueológico, las evid<strong>en</strong>ciasiconográficas y la epigrafía permit<strong>en</strong> proponer <strong>una</strong>explicación coher<strong>en</strong>te que t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta todos <strong>los</strong>datos disponibles para <strong>los</strong> hallazgos del templo Memporitano. Nuestra propuesta por reconocer a <strong>Serapis</strong>y no a Asklepios <strong>en</strong> la gran estatua emporitanarefleja simplem<strong>en</strong>te todavía hoy las dudas popularescon las que Tácito (Hist., IV, 83) describió el fervorg<strong>en</strong>eral por el gran dios alejandrino: “En cuanto almismo dios (<strong>Serapis</strong>), muchos cre<strong>en</strong> que es Esculapioporque sana a <strong>los</strong> <strong>en</strong>fermos, otros Osiris, antiquísimadeidad de aquel pueblo; otros pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> que es Jú-129