INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile

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El desarrollo de la conciencia de clase fue desigual, ya que el proletariado del salitre aventajó en tal sentido al resto de la clase trabajadora del campo y la ciudad, como también fue desigual otros países latinoamericanos. Por ejemplo, la Revolución Mexicana de 1910-20 mostró claramente el grado desigual de conciencia entre el campesinado -que fue la principal fuerza motriz de la rebelión- y sectores del proletariado que apoyaron la ideología burguesa y reformista. En sentido inverso, tres décadas después, la Revolución Boliviana mostró que el proletariado minero fabril estaba más avanzado que el campesinado 173 . La evolución de la conciencia de clase no es lineal sino discontinua. No hay conciencia de clase dada de una vez y para siempre; va cambiando, avanza (como ocurrió con el proletariado chileno de 1900-1907) y retrocede (de 1907-1912). El estadio o grado de la conciencia no siempre es el mismo. Puede cambiar rápidamente, sobre todo en períodos de ascenso popular, como sucedió en nuestro país con ocasión de las movilizaciones de la Asamblea Obrera de la Alimentación en 1919. Para comprender a cabalidad el proceso histórico de lucha de los explotados y oprimidos no basta considerar sólo la conciencia de clase del proletariado sino la de otros segmentos de trabajadores, que no son estrictamente proletarios mineros o fabriles, sobre todo, capas de la población, como las mujeres, los indígenas, los sectores medios, los obreros no organizados, que también salieron a las calles en las rebeliones de 1903 y 1905, en la toma de Puerto Natales y en las marchas de la Asamblea Obrera de la Alimentación. En esos procesos, se fue combinando la conciencia de clase de los trabajadores con la conciencia de género de las mujeres y de territorialidad de los pobladores, como asimismo con la conciencia étnica de los indígenas o, mejor dicho, de los Pueblos Originarios. Al mismo tiempo, núcleos de trabajadores comenzaron a transitar por la fase superior, elevándose a los primeros peldaños de la conciencia política de clase. Este proceso, iniciado con la "Unión Socialista" y el Partido Obrero Socialista "Francisco Bilbao" en 1889, alcanzó su expresión más definida con el POS en 1912. A Recabarren le corresponde el mérito fundamental en este proceso de surgimiento de la conciencia política de clase. Su elección como diputado obrero en 1906 y, posteriormente en 1920, su candidatura a la Presidencia de la República, primer candidato obrero a la presidencia, fueron expresiones elocuentes de este cambio cualitativo de la conciencia de clase a la conciencia política de clase. Aunque la formación de esta conciencia se concreta en la lucha de clases del país, no puede desconocerse la influencia que sobre ella ejercieron los acontecimientos internacionales. En tal sentido, está probado que la revolución Mexicana y la Revolución Rusa de 1917 tuvieron una significativa influencia en los sectores políticos de la clase trabajadora chilena y, especialmente, en el Partido Obrero Socialista. La prensa obrera 174 , los folletos editados por Recabarren, sus cursos de formación política y los libros clásicos de los fundadores del marxismo y del anarquismo jugaron un papel importante. Pero así como sin teoría no hay práctica social acertada, del mismo modo no hay expresión concreta de la teoría sin una activa práctica social. La conciencia política de clase no es el resultado de un saber libresco sino el reflejo dinámico de los conocimientos, funcionales al combate, con las múltiples experiencias de los trabajadores, de cuya práctica social surgen básicamente los nuevos aportes a la teoría. La clave para entender el papel alcanzado por Recabarren -a diferencia de otros precursores del marxismo latinoamericano- residió precisamente en su capacidad de concretar una praxis en que se combinaron sus dotes de organizador y de pensador. La independencia y autonomía política de clase se fue logrando en la FOCH y en la I.W.W. no solo a través de la lucha contra los patrones sino también en ruptura con la ideología del Estado y la clase dominante, que atraviesa todas las manifestaciones de la vida cotidiana. Las huelgas generales del proletariado salitrero, como las del campo y la ciudad, desempeñaron un papel decisivo en el desarrollo de la conciencia política de clase porque los trabajadores se enfrentaron no 66

sólo a los patrones sino al propio Estado y las Fuerzas Armadas, en representación de la clase empresarial. No sólo fue traba la ideología populista y paternalista de Arturo Alessandri en 1920; también cumplió un papel mediatizador de la conciencia de clase la ideología del reformismo, que en el Chile de aquel entonces se expresó por vía de los partidos Radical y Demócrata. Capitulo VI EL CAMPESINADO Durante las primeras décadas del siglo XX se aceleró el proceso de subdivisión de la tierra, especialmente en la zona central. Este fenómeno no fue obviamente el resultado de ningún tipo de reforma agraria sino que tuvo como causa principal las sucesiones hereditarias. De este modo, se produjo un crecimiento del número de pequeños propietarios, muchos de los cuales eran de familias de latifundistas en decadencia. Por consiguiente, la fase de proliferación del minifundio chileno comienza en este período y se acentúa después de la década de 1930. En este año existían ya 57,360 minifundistas con menos de cinco hectáreas. Los pequeños propietarios Esta pequeña propiedad era trabajada por el campesino, su mujer y sus hijos. Como en general no contrataban peones o gañanes, podemos caracterizar a estas explotaciones como de tipo familiar. En algunas zonas, los pequeños agricultores se ayudaban mutuamente. Esta colaboración, denominada "mingaco" en la región centro-Sur, consistía en que varios campesinos cooperaban con su vecino en las tareas de siembra o cosecha, favor que éste devolvía en el momento que los otros necesitaban su ayuda. En la novela On Panta de Mariano Latorre, un campesino comentaba: se efectuaba "la cava de la viña de mi amigo, mediante esa ayuda común que en las serranías llaman mingaco" 175 . En los alrededores de las ciudades, como Santiago y Valparaíso, se afianzó una pequeña burguesía rural dedicada a la explotación de productos de granja para abastecer las necesidades de la urbe. En la zona sur se fueron instalando numerosos colonos a raíz de las ventajas aparentes que ofrecía la ley de Colonización del 13 de enero de 1898. Sin embargo, la afluencia de campesinos que llegaron a esta región en busca de nuevas tierras desbordó los planes del gobierno. Cinco mil campesinos, que con sus familias sumaban treinta mil personas, solicitaron tierras en el área destinada a la colonización. En un comentario sobre una nota del inspector de Colonización, el diario El Ferrocarril del 1º de agosto de 1903 señalaba: "Sucedió lo inesperado o mejor dicho lo esperado. Las cinco mil solicitudes fueron encarpetadas en el Ministerio de Colonización (...). El señor inspector de Tierras culpaba a la "exagerada liberalidad de la ley" de su fracaso y se manifiesta espantado del inmenso número de solicitudes que han llegado al Ministerio" 176 . La inspección de tierras impuso entonces restricciones a los colonos resolviendo que fueran enviados a colonizar las provincias de Llanquihue y Chiloé. Razón de fondo: el Estado quería reservar las mejores tierras de Malleco y Cautín para la burguesía agraria. El Partido Demócrata protestó por esta política que burlaba las aspiraciones de los campesinos que se habían trasladado a la región sureña. En el mitin realizado por dicho partido el 4 de octubre de 1903 se manifestó lo siguiente: "El pueblo de Santiago reunido en comicio público, teniendo presente: Que las tierras baldías del Estado son patrimonio de todos los chilenos (...) Que la ley ha otorgado derecho a los habitantes que lo solicitan, para obtener en propiedad la porción de tierras que ella designa. Acuerda: Que se suspendan los remates de tierras actualmente ocupadas por colonos que tramitan sus peticiones de radicación; pues, si se los ofrece radicarlos en sus posesiones 67

sólo a los patrones sino al propio Estado y las Fuerzas Armadas, en representación <strong>de</strong> la clase<br />

empresarial.<br />

No sólo fue traba la i<strong>de</strong>ología populista y paternalista <strong>de</strong> Arturo Alessandri en 1920;<br />

también cumplió un papel mediatizador <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong> clase la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l reformismo, que<br />

en el <strong>Chile</strong> <strong>de</strong> aquel entonces se expresó por vía <strong>de</strong> los partidos Radical y Demócrata.<br />

Capitulo VI<br />

EL CAMPESINADO<br />

Durante las primeras décadas <strong>de</strong>l siglo XX se aceleró el proceso <strong>de</strong> subdivisión <strong>de</strong> la tierra,<br />

especialmente en la zona central. Este fenómeno no fue obviamente el resultado <strong>de</strong> ningún tipo <strong>de</strong><br />

reforma agraria sino que tuvo como causa principal las sucesiones hereditarias. De este modo, se<br />

produjo un crecimiento <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> pequeños propietarios, muchos <strong>de</strong> los cuales eran <strong>de</strong> familias<br />

<strong>de</strong> latifundistas en <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia. Por consiguiente, la fase <strong>de</strong> proliferación <strong>de</strong>l minifundio chileno<br />

comienza en este período y se acentúa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1930. En este año existían ya 57,360<br />

minifundistas con menos <strong>de</strong> cinco hectáreas.<br />

Los pequeños propietarios<br />

Esta pequeña propiedad era trabajada por el campesino, su mujer y sus hijos. Como en<br />

general no contrataban peones o gañanes, po<strong>de</strong>mos caracterizar a estas explotaciones como <strong>de</strong> tipo<br />

familiar.<br />

En algunas zonas, los pequeños agricultores se ayudaban mutuamente. Esta colaboración,<br />

<strong>de</strong>nominada "mingaco" en la región centro-Sur, consistía en que varios campesinos cooperaban con<br />

su vecino en las tareas <strong>de</strong> siembra o cosecha, favor que éste <strong>de</strong>volvía en el momento que los otros<br />

necesitaban su ayuda. En la novela On Panta <strong>de</strong> Mariano Latorre, un campesino comentaba: se<br />

efectuaba "la cava <strong>de</strong> la viña <strong>de</strong> mi amigo, mediante esa ayuda común que en las serranías llaman<br />

mingaco" 175 . En los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, como Santiago y Valparaíso, se afianzó una<br />

pequeña burguesía rural <strong>de</strong>dicada a la explotación <strong>de</strong> productos <strong>de</strong> granja para abastecer las<br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la urbe.<br />

En la zona sur se fueron instalando numerosos colonos a raíz <strong>de</strong> las ventajas aparentes que<br />

ofrecía la ley <strong>de</strong> Colonización <strong>de</strong>l 13 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1898. Sin embargo, la afluencia <strong>de</strong> campesinos<br />

que llegaron a esta región en busca <strong>de</strong> nuevas tierras <strong>de</strong>sbordó los planes <strong>de</strong>l gobierno. Cinco mil<br />

campesinos, que con sus familias sumaban treinta mil personas, solicitaron tierras en el área<br />

<strong>de</strong>stinada a la colonización. En un comentario sobre una nota <strong>de</strong>l inspector <strong>de</strong> Colonización, el<br />

diario El Ferrocarril <strong>de</strong>l 1º <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1903 señalaba: "Sucedió lo inesperado o mejor dicho lo<br />

esperado. Las cinco mil solicitu<strong>de</strong>s fueron encarpetadas en el Ministerio <strong>de</strong> Colonización (...). El<br />

señor inspector <strong>de</strong> Tierras culpaba a la "exagerada liberalidad <strong>de</strong> la ley" <strong>de</strong> su fracaso y se<br />

manifiesta espantado <strong>de</strong>l inmenso número <strong>de</strong> solicitu<strong>de</strong>s que han llegado al Ministerio" 176 . La<br />

inspección <strong>de</strong> tierras impuso entonces restricciones a los colonos resolviendo que fueran enviados a<br />

colonizar las provincias <strong>de</strong> Llanquihue y Chiloé. Razón <strong>de</strong> fondo: el Estado quería reservar las<br />

mejores tierras <strong>de</strong> Malleco y Cautín para la burguesía agraria.<br />

El Partido Demócrata protestó por esta política que burlaba las aspiraciones <strong>de</strong> los<br />

campesinos que se habían trasladado a la región sureña. En el mitin realizado por dicho partido el 4<br />

<strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1903 se manifestó lo siguiente: "El pueblo <strong>de</strong> Santiago reunido en comicio público,<br />

teniendo presente: Que las tierras baldías <strong>de</strong>l Estado son patrimonio <strong>de</strong> todos los chilenos (...) Que<br />

la ley ha otorgado <strong>de</strong>recho a los habitantes que lo solicitan, para obtener en propiedad la porción <strong>de</strong><br />

tierras que ella <strong>de</strong>signa. Acuerda: Que se suspendan los remates <strong>de</strong> tierras actualmente ocupadas por<br />

colonos que tramitan sus peticiones <strong>de</strong> radicación; pues, si se los ofrece radicarlos en sus posesiones<br />

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