INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile
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También han soslayado con criterios parroquiales el hecho objetivo <strong>de</strong> que los cambios<br />
producidos en <strong>Chile</strong> fueron consecuencia <strong>de</strong> una nueva situación mundial, caracterizada por el<br />
advenimiento <strong>de</strong> una nueva era <strong>de</strong> el capitalismo - el imperialismo- con su exportación masiva <strong>de</strong><br />
los capitales <strong>de</strong> los países "centro" a los <strong>de</strong> la llamada "periferia". El impacto también se dio ee en<br />
el plano i<strong>de</strong>ológico, tanto <strong>de</strong> los pensadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha y centro -conservadores, liberales y<br />
radicales- como en la izquierda naciente. La influencia internacional obligó a repensar el papel <strong>de</strong>l<br />
estado. En fin, si no se analiza el contexto mundial en que se <strong>de</strong>sarrolló el proceso histórico<br />
chileno -con sus momentos <strong>de</strong> continuidad- ruptura- es imposible enten<strong>de</strong>rlo a cabalidad. No hay,<br />
a nuestro juicio, otra teoría y metodología para interpretar la historia, sobre todo cuando ella se<br />
hace mundial a partir <strong>de</strong>l siglo XV.<br />
El Contexto Internacional<br />
Si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la época colonial hispano-lusitana, América Latina quedó incorporada a la<br />
formación social capitalista mundial a través <strong>de</strong>l mercado internacional, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX<br />
no sólo formó parte <strong>de</strong> ese mercado sino también <strong>de</strong> la producción internacional. No pue<strong>de</strong><br />
enten<strong>de</strong>rse que nuestra historia y la <strong>de</strong>l propio sistema capitalista si no se analiza como una<br />
totalidad, en la que el fenómeno <strong>de</strong> la acumulación está interrelacionada a la escala universal. A<br />
partir <strong>de</strong> entonces, la internacionalización <strong>de</strong>l capital financiero fue <strong>de</strong>terminante; el proceso<br />
productivo se hizo mundial; El mercado ya lo era <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía varios siglos.<br />
El mundo comenzó así a ser permeado totalmente por el modo <strong>de</strong> producción capitalista,<br />
aunque siguieron existiendo áreas pre capitalistas que, al fin <strong>de</strong> cuentas, eran funcionales al<br />
sistema, como certeramente apuntó Rosa Luxemburgo. La ten<strong>de</strong>ncia al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>sigual,<br />
articulado, combinado, heterogéneo, diferenciado y multineal, se expresó en la era imperialista, con<br />
más fuerza que nunca en la historia. Quedó <strong>de</strong> manera por <strong>de</strong>más evi<strong>de</strong>nte la convivencia<br />
dinámica, contradictoria e interrelacionada entre factores exógenos, motores <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, con<br />
culturas <strong>de</strong>nominadas peyorativamente "atrasadas".<br />
La "belle époque" llevaba en su seno profundas contradicciones. Ante todo, una fuerte<br />
legalidad interimperialista que condujo a la I Guerra Mundial. La conflagración <strong>de</strong> 1914-18 trajo<br />
una profunda división en las filas <strong>de</strong>l movimiento obrero y <strong>de</strong> la Segunda Internacional. Mientras<br />
la mayoría <strong>de</strong> los partidos social<strong>de</strong>mócratas apoyaban a sus respectivas burguesías nacionales, un<br />
sector minoritario, agrupado en la Conferencia <strong>de</strong> Zimmerwald, resolvió a proposición <strong>de</strong><br />
Luxemburgo y Lenin oponerse a la guerra.<br />
De guerra surgió la revolución, llevando al triunfo a los obreros y campesinos rusos. Des<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> enero a octubre <strong>de</strong> 1927 los soviet <strong>de</strong>cidieron el curso <strong>de</strong> la historia rusa y, en parte mundial,<br />
instaurando el primer estado no capitalista <strong>de</strong> la historia universal. El triunfo <strong>de</strong> la revolución rusa<br />
fue la culminación <strong>de</strong> una fase ascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l movimiento obrero, iniciada en las últimas décadas<br />
<strong>de</strong>l siglo XIX. La orientación, organización y propaganda <strong>de</strong> la I Internacional había rendido<br />
rápidamente sus frutos. Los sindicatos y pequeños grupos políticos obreros se transformaron en<br />
po<strong>de</strong>rosas organizaciones. Los trabajadores se volcaron en bloque, como clase, hacia los nacientes<br />
sindicatos y partidos políticos <strong>de</strong>l proletariado.<br />
La polarización masiva <strong>de</strong> los trabajadores hacia sus organizaciones <strong>de</strong> clase se expresó<br />
también en el plano político. Los partidos social<strong>de</strong>mócratas, fundados casi en las dos últimas<br />
décadas <strong>de</strong>l siglo XIX, crecieron impetuosamente hasta agruparse en 1889 en la II Internacional.<br />
Paralelamente, el anarquismo se había <strong>de</strong>sarrollado vigorosamente en Italia, Francia y España, bajo<br />
la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la Internacional Negra, fundada en 1881 por los seguidores <strong>de</strong> Bakunín, Reclus,<br />
Malatesta y otros.<br />
Durante el siglo XIX la clase obrera llegó a tener una participación política relevante en<br />
algunos acontecimientos, como la revolución <strong>de</strong>l 48 en Francia y la Comuna <strong>de</strong> París, el siglo XIX<br />
se generaliza la intervención política <strong>de</strong>l proletariado en la lucha <strong>de</strong> clases. Las huelgas generales<br />
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