INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile

fabricación y especulación en la venta de mercaderías (...). Se insinúa la conveniencia de crear y
organizar una oficina contra el sabotaje" 480 .Esta denuncia oficial muestra claramente que la
burguesía organizó de inmediato el sabotaje económico contra el gobierno, recurriendo al boicot, a
la especulación en moneda extranjera y al mercado negro. El sabotaje económico patronal fue
creando las condiciones para el golpe de Estado, táctica empleada 49 años más tarde.
Algunos sectores profesionales entraron en el proceso de radicalización política, ligándose a
las luchas de los trabajadores. Aunque los profesionales de izquierda eran minoria en sus
respectivas agrupaciones gremiales, fueron capaces de organizar comités revolucionarios de médicos,
dentistas, ingenieros y abogados. El Comité Revolucionario de Ingenieros difundió
profusamente una declaración en la que manifestaba: "La conmoción política recientemente
ocurrida determinó cambios fundamentales. Se abandonaron las doctrinas clásicas del
individualismo feroz que nos consumía y la conciencia ciudadana abrió ancho piso a la concepción
socialista (...). Hemos creado las bases de una formidable herramienta de trabajo: la Corporación de
Ingenieros y Técnicos Socialistas de Chile. Acerca de la doctrina socialista en que se sustenta el
nuevo gobierno aplaude sin reservas su programa de acción inmediata. Consciente de su misión
vigilará la obra para ayudarla en su marcha incontenible, para condenar todo desvío. El comité
Revolucionario de Ingenieros" 481 .
La Reforma Universitaria.
El movimiento estudiantil, recuperado del profundo retroceso sufrido bajo la dictadura de
Ibáñez, trató de ligar las luchas universitarias con el proceso revolucionario que vivía el país. El
estudiantado había ganado mucho prestigio por su participación en las manifestaciones que
culminaron con la caída de la dictadura Ibañista. Con esa fuerza exigieron que se eligiera Ministro
de Educación de una terna compuesta por Carlos Vicuña Fuentes, Pedro León Ugalde y Pedro
Godoy. Al mismo tiempo nombraron una Comisión mixta de profesores y estudiantes, entre los
cuales estaba Julio Barrenechea, Enrique Sepúlveda y Magallanes Diaz Triviño, que elaboró un
programa de Reforma Universitaria, aprobado en sus lineas generales durante los días de la
"República Socialista: autonomía docente, administrativa y económica de la Universidad,
incluyendo la inviolabilidad territorial de los recintos universitarios, estando prohibido ocuparlos
por las Fuerzas Armadas; contribuir a la creación y mantenimiento de universidades para obreros:
"dilucidar los problemas económicos, sociales, políticos y morales y colaborar en el conocimiento,
utilización y desarrollo de la riqueza social".
Asimismo, se planteó el problema de la generación del poder en la universidad: "La
autoridad máxima seria el Consejo Superior de Profesores, alumnos y egresados, elegidos por cada
estamento, en proporción de 4, 2 y 1. El Consejo Superior elige a su vez, el 16 de junio de 1932,
autoridades universitarios, incluyendo el Rector, desechando el procedimiento de presentación de
ternas al gobierno. Los estudiantes proponen además un sofisticado plan de financiamiento
universitario, con el fin de eliminar los aranceles de matricula, que se consigue a través de
impuestos directos e indirectos a la riquezas 482 . Fue ampliamente agitada la consigna de libre
asistencia a clases, control del rendimiento de los profesores por los alumnos y, sobre todo, la
alianza obrero-estudiantil para relacionar el proceso de reforma universitaria con las luchas del
movimiento obrero.
A la cabeza de esta dinámica estudiantil estuvo el grupo "Avance", constituido por
adherentes de la Izquierda Comunista, de los diversos grupos socialistas y del PC, que en 1932
ganaron la presidencia de la FECH con Roberto Alvarado. En dicho grupo se destacaron varias
mujeres, entre ellas Haydée Alarcón enfrentando al grupo "Avance". Emergió "Renovación",
encabezado por Bernardo Leighton, Manuel Garretón, Ignacio Palma, Eduardo Frei, Radomiro
Tomic y Rafael Agustin Gumucio.
La República Indígena.
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