INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile

conocimiento de algunos oficiales" 452 escribía un miembro del gobierno de Trucco, el Ministro de
Educación de entonces.
Asimismo, constató una nueva insubordinación, como la del Regimiento. "Maipo" de
Valparaíso, el 5 de septiembre, que obligó al gobierno a enviar tropas de la Escuela de Infantería de
San Benardo, al mando del general Pedro Lagos; los rebeldes se rindieron el día 7, "después de un
tiroteo en el que murió el soldado del Maipo, Reinaldo Quintana. Lo del Maipo fue tan serio y
mostró tanta debilidad por parte de su comandante, de sus Oficiales y suboficiales que fueron
separados de sus cargos 453 .
Tres días antes se había rebelado la base Naval de Quintero, decidiendo un grupo remitir
"un cable de adhesión a los rebeldes de Coquimbo. Estos pidieron de inmediato que les enviaran
aviones, porque sabían que serian atacados por la aviación del Ejército. A cambio de esto, les
prometieron que el destructor Sargento Aldea zarparía de inmediato para Quintero (...) Los oficiales
quedaron entonces en el casino de suboficiales en calidad de rehenes (...) leyeron (los insurrectos)
un telegrama del comando rebelde del Latorre ordenando la destrucción de la base y la inutilización
del material de vuelo, lo que realizaron parcialmente" 454 . Finalmente, esta rebelión fue sofocada por
el Regimiento Coraceros de Viña del Mar, el día 6 de septiembre, dos días antes de que se rindieran
los marinos en Talcahuano.
Estos sucesos demuestran que la rebelión no se limitó solamente a la Marina sino que
también se extendió a sectores del Ejército y de Carabineros, algunos de ellos quizás involucrados
desde ante otros por adherir o plegarse a la marina, que se atrevió a luchar por la misma
reivindicación que ellos sentían: impedir la rebaja de sueldos. En todo caso, estos hechos
demuestran que continuaba la fractura al interior de las Fuerzas Armadas.
El 5 de septiembre, después de haber detenido a todos los oficiales, emitieron un segundo
comunicado, redactado por el cabo Manuel Astica Fuentes y el marinero Augusto Zagal Anabalón,
del Almirante Latorre, en el que reafirmaban los puntos anteriores y exigían la suspensión de la
deuda externa, la subdivisión de las tierras y la entrega por parte de los millonarios de fondos al
Gobiemo, "para que éste organice industrias y proporcione trabajo a los obreros", además de gravar
con "un mayor impuesto a los terrenos no cultivados en proporción al número de hectáreas.
Terminaban precisando las reivindicaciones para los marineros" 455 .
El Ministro de Hacienda, Arturo Prat Carvajal, responsabilizó al cabo Astica de ser el autor
de la rebelión: "peligroso sujeto, jefe del Estado Mayor del Latorre" 456 . Al mismo tiempo, designó
como mediador al estudiante Bernardo Leighton, entonces miembro de la Juventud Conservadora,
quien cuenta que al subir al Latorre se encontró con Astica: "yo lo conozco y sé cuales son sus
aptitudes. Actuó durante muchos años con obreros católicos" 457 .
Los dirigentes de la rebelión emitieron un nuevo comunicado el 4 de septiembre en el cual
ratificaron la unidad de la Marina y "el apoyo de las fuerzas obreras de tierra" 458 . Ante la amenaza
de ataque aéreo, enviaron una nota pública al Gobierno, que a la letra decía : "Declaramos ante la
conciencia del país que en estos momentos las tripulaciones, al ver la actitud antipatriótica del
Gobierno y al considerar que, el único remedio para la situación es el cambio de régimen social,
hemos decidido unirnos a las aspiraciones del pueblo; zarpa junto con nosotros una comisón de
obreros que representa el sentir del proletariado de la Nación, de la Federación Obrera de Chile y
del Partido Comunista. La lucha civil a que nos ha inducido el Gobierno se transforma, en este
momento, en una Revolución Social" 459 .
Ese mismo día 5 de septiembre se producía en Talcahuano un enfrentamiento entre el
Ejército y la Marinería, que se había sublevado dos días antes al mando del suboficial Orlando
Robles Osses, del buque Araucano. En la Base Naval de Talcahuano adhirieron a la rebelión el
crucero Blanco Encalada y los submarinos Quidora, Fresia, Guacolda, Thompson, Simpson y
O'Brien, además de los buques Orompello, Elicura, Janequeo, Sibbad y Chacabuco. De inmediato
zarparon rumbo a Coquimbo, donde se unieron a los destroyers O'Higgins, Serrano, Orella,
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