INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile

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ebeliones de los trabajadores, de los levantamientos mapuches y de la posterior huelga general de 1890 y la guerra civil de 1891. Los rasgos fundamentales del Estado denominado "portaliano" comenzaron a debilitarse durante los gobiernos liberales, a tal punto que Balmaceda retomó las atribuciones presidencialistas que le otorgaba la Constitución de 1833. En todo caso, Balmaceda no fue un paradigma del Estado "portaliano" porque mientras éste representó a la burguesía comercial y terrateniente, Balmaceda pretendió reflejar las aspiraciones de la burguesía minera y financiera. En síntesis, la crisis del Estado "portaliano" no comienza hacia 1900 sino que viene desde muchas décadas antes. El Parlamento empezó a jugar desde la segunda mitad del siglo XIX un papel cada vez más relevante en la redistribución de las entradas del Estado en beneficio de las diversas tracciones de la clase dominante representadas en el Congreso. Precisamente, el golpe de timón de Balmaceda tenía por objetivo mediatizar ese reparto, utilizando las entradas fiscales - fundamentalmente la renta salitrera- en beneficio del país y de las obras de infraestructura que podía promover el Estado. Durante la "República Parlamentaria" los gobiernos que administraron el Estado -con más entradas fiscales que antes- prosiguieron la política económica iniciada en la segunda mitad del siglo XIX, que correspondía a los intereses del capitalismo primario exportador chileno. La redistribución de la renta salitrera en beneficio de la clase dominante se hizo mediante ciertas operaciones, analizadas por Luis Barros y Ximena Vergara: "... conversión a moneda nacional de las letras de cambio que percibía el Estado en oro a título de aranceles aduaneros sobre la exportación de salitre. En esta operación se conjugaron la colocación en forma de empréstitos a la banca privada de los ingresos fiscales, una política crediticia irrestricta por parte de la banca y, por último, la devaluación sistemática de la moneda nacional. La conjugación de estos elementos configuró una situación que puede resumiese en los siguientes términos. Los usuarios del crédito, así como los propietarios de la banca se constituyen en permanentes deudores del Estado pagando sus compromisos en moneda depreciada con la siguiente ventaja para los deudores" 369 . Hacia 1920, otros sectores burgueses, especialmente ligados a la embrionaria industria de sustitución de algunas importaciones, buscaban un cambio en las funciones del Estado, especialmente en lo relacionado con la necesidad de sistematizar un cuerpo de leyes sociales a través de la aprobación de un Código del Trabajo, una mayor incidencia del Estado en la economía, salud, vivienda y educación, y una mayor legitimidad en los procesos electorales a fin de evitar la crisis política que se veía venir. Alessandri e Ibáñez trataron, como veremos, de cubrir a su manera esas urgentes necesidades, favorecidos por la tendencia europea y norteamericana que postulaba relevantes transformaciones en las funciones del Estado. Entre los problemas a resolver por el Estado estaba la fijación de las fronteras con Perú, Bolivia y Argentina, cuestión geopolítica central para evitar conflictos bélicos. El Tratado de Ancón (1883), firmado por Chile y Perú, recien se llevó a la práctica en 1929: la administración dé Arica quedó para Chile y la de Tacna pasó a Perú. La cuestión de límites con Bolivia se resolvió con el Tratado de Paz de 1904 que ratificó la soberanía de Chile sobre la provincia de Antofagasta, a cambio de una indemnización económica y facilidades de tránsito, además de la construcción por parte de Chile del Ferrocarril de Arica a La Paz. Una de las disputas más agudas se suscitó en torno a la Puna de Atacama,que era parte de la provincia de Antofagasta pero había sido cedida en secreto por Bolivia a la Argentina. Paralelamente, subsistía el conflicto por la delimitación de la Patagonia, creándose en 1901 y 1902 un clima belicista. Para resolver la crisis se suscribieron los "Pactos de Mayo" en 1902, por los cuales Argentina y Chile se comprometieron a someter al arbitraje las disputas territoriales y a disminuir la carrera armamentista. La falta de solución de la cuestión límitrofe volvió a expresarse en el conflicto del Beagle y en 1994 en el fallo sobre Laguna del Desierto. En rigor, si Chile perdió parte de la Patagonia fue porque su clase dominante la menospreció en el siglo XIX, prefiriendo conquistar el norte salitrero. 122

Gobiernos Los gobiernos de la denominada "República Parlamentaria" -Jorge Montt (1891-1896), Federico Errázuriz (1896-1901), Germán Riesco (1901-1906), Pedro Montt (1906-1910), Ramón Barros Luco (1910-1915), Juan Luis Sanfuentes (1915-1920), cuya actuación ya hemos visto en concreto en capítulos anteriores- fueron la expresión de la alianza entre la burguesía criolla y el imperialismo inglés. Esta alianza, propulsora del derrocamiento de Balmaceda, se mantuvo hasta que las empresas norteamericanas lograron proyectar en el plano político su acelerada penetración económica. La rivalidad interimperialista se expresó no solamente en la lucha por el control de las materias primas sino también en la pugna por ejercer una mayor influencia política en los gobiernos chilenos. Cualquier análisis de los cambios de gobierno de 1900 a 1930 debe tener en cuenta esta lucha interimperialista, que se reflejará en el apoyo a determinadas corrientes políticas o a los golpes militares. Esto se pondrá de manifiesto en la década de 1920, con la ascensión al gobierno de Alessandri y el general Ibáñez, respaldados por Estados Unidos. En el período que analizamos, la influencia de Inglaterra era todavía preponderante. Su alianza con la burguesía criolla le garantizaba el trato de nación favorecida, privilegio que se manifestaba en el comercio de exportación e importación y en las facilidades para adquirir los yacimientos salitreros que ponía en venta el Estado o la burguesía minera. Pedro Montt, en su Mensaje Presidencial de 1909 justificaba la privatización pidiendo al Congreso que "autorizara a enajenar retazos salitreros en Tarapacá. El precio de estos retazos y el de la oficina "Peña Grande", de propiedad fiscal, cuya venta os propondré, suministrarían los recursos necesarios para la realización de la mayor parte de las obras que he indicado y otras de igual naturaleza en el sur de la República" 370 . Uno de los hombres más filo-británico era Agustín Edwards. "En ciertas ocasiones defendió los intereses de Inglaterra hasta el punto de oírse llamar "Ministro inglés de Chile en Londres" 371 . Los gobiernos que se sucedieron entre 1891 y 1920 representaban los intereses generales de las diferentes fracciones de la clase dominante. Sin embargo, la burguesía minera, que había jugado un papel decisivo en los gobiernos liberales de la segunda mitad del siglo XIX, comenzó hacia 1910 a perder influencia a causa de su debilitamiento como sector productivo. En este período no hubo ninguna fracción burguesa hemegónica en el bloque de la clase dominante. La oligarquía terrateniente debió compartir el poder con el resto de las fracciones burguesas, acentuándose su pérdida de influencia en la nueva alianza que llevó al poder a Arturo Alessandri. Esta especie de "empate político" entre las diferentes fracciones realzó el papel jugado por el Parlamento. La rotativa ministerial, provocado por el Congreso, hizo entrar en crisis el régimen presidencialista. El historiador Guillermo Feliú Cruz ha contabilizado los sucesivos cambios ministeriales: "Desde 1886 hasta 1918 desfilgaron 425 ministros y ninguno permaneció 2 años en su cargo, 18 se mantuvieron un año, 8 alcanzaron a completar 2 semanas en el gobierno y, por último, uno duró 3 días" 372 . La explicación de este acrecentado poder político del Parlamento reside en que todas las fracciones burguesas querían ejercer un control en el reparto de la renta salitrera. Las corrientes políticas, que representaban en el Congreso a esas fracciones burguesas, se dieron cuenta de que era más fácil repartirse la renta salitrera a través de las Cámaras de diputados y senadores. No querían correr el riesgo de que surgiera un nuevo régimen presidencialista, como el de Balmaceda, que innovara en política salitrera. Para consolidar las atribuciones del Parlamento, ni siquiera tuvieron que modificar la constitución de 1833, que aparentemente era presidencialista. Se limitaron a utilizar aquellos artículos de la vieja constitución que otorgaban prerrogativas al Congreso Nacional: interpelación a los ministros, censura al ministerio, suspensión o aplazamiento en la consideración de leyes y acusación política al gabinete. Julio Heise sostiene que "la burguesía triunfante en 1891 pensó que estos cuatro elementos del parlamentarismo criollo utilizados desde 1850 eran suficientes para llevar una vida política normal. De ahí que tampoco estimó necesario organizar la victoria, 123

Gobiernos<br />

Los gobiernos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nominada "República Parlamentaria" -Jorge Montt (1891-1896),<br />

Fe<strong>de</strong>rico Errázuriz (1896-1901), Germán Riesco (1901-1906), Pedro Montt (1906-1910), Ramón<br />

Barros Luco (1910-1915), Juan Luis Sanfuentes (1915-1920), cuya actuación ya hemos visto en<br />

concreto en capítulos anteriores- fueron la expresión <strong>de</strong> la alianza entre la burguesía criolla y el<br />

imperialismo inglés. Esta alianza, propulsora <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rrocamiento <strong>de</strong> Balmaceda, se mantuvo hasta<br />

que las empresas norteamericanas lograron proyectar en el plano político su acelerada penetración<br />

económica. La rivalidad interimperialista se expresó no solamente en la lucha por el control <strong>de</strong> las<br />

materias primas sino también en la pugna por ejercer una mayor influencia política en los gobiernos<br />

chilenos. Cualquier análisis <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong> 1900 a 1930 <strong>de</strong>be tener en cuenta esta<br />

lucha interimperialista, que se reflejará en el apoyo a <strong>de</strong>terminadas corrientes políticas o a los<br />

golpes militares. Esto se pondrá <strong>de</strong> manifiesto en la década <strong>de</strong> 1920, con la ascensión al gobierno<br />

<strong>de</strong> Alessandri y el general Ibáñez, respaldados por Estados Unidos.<br />

En el período que analizamos, la influencia <strong>de</strong> Inglaterra era todavía prepon<strong>de</strong>rante. Su<br />

alianza con la burguesía criolla le garantizaba el trato <strong>de</strong> nación favorecida, privilegio que se<br />

manifestaba en el comercio <strong>de</strong> exportación e importación y en las facilida<strong>de</strong>s para adquirir los<br />

yacimientos salitreros que ponía en venta el Estado o la burguesía minera.<br />

Pedro Montt, en su Mensaje Presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> 1909 justificaba la privatización pidiendo al<br />

Congreso que "autorizara a enajenar retazos salitreros en Tarapacá. El precio <strong>de</strong> estos retazos y el<br />

<strong>de</strong> la oficina "Peña Gran<strong>de</strong>", <strong>de</strong> propiedad fiscal, cuya venta os propondré, suministrarían los<br />

recursos necesarios para la realización <strong>de</strong> la mayor parte <strong>de</strong> las obras que he indicado y otras <strong>de</strong><br />

igual naturaleza en el sur <strong>de</strong> la República" 370 .<br />

Uno <strong>de</strong> los hombres más filo-británico era Agustín Edwards. "En ciertas ocasiones <strong>de</strong>fendió<br />

los intereses <strong>de</strong> Inglaterra hasta el punto <strong>de</strong> oírse llamar "Ministro inglés <strong>de</strong> <strong>Chile</strong> en Londres" 371 .<br />

Los gobiernos que se sucedieron entre 1891 y 1920 representaban los intereses generales <strong>de</strong><br />

las diferentes fracciones <strong>de</strong> la clase dominante. Sin embargo, la burguesía minera, que había jugado<br />

un papel <strong>de</strong>cisivo en los gobiernos liberales <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX, comenzó hacia 1910<br />

a per<strong>de</strong>r influencia a causa <strong>de</strong> su <strong>de</strong>bilitamiento como sector productivo. En este período no hubo<br />

ninguna fracción burguesa hemegónica en el bloque <strong>de</strong> la clase dominante. La oligarquía<br />

terrateniente <strong>de</strong>bió compartir el po<strong>de</strong>r con el resto <strong>de</strong> las fracciones burguesas, acentuándose su<br />

pérdida <strong>de</strong> influencia en la nueva alianza que llevó al po<strong>de</strong>r a Arturo Alessandri.<br />

Esta especie <strong>de</strong> "empate político" entre las diferentes fracciones realzó el papel jugado por<br />

el Parlamento. La rotativa ministerial, provocado por el Congreso, hizo entrar en crisis el régimen<br />

presi<strong>de</strong>ncialista. El historiador Guillermo Feliú Cruz ha contabilizado los sucesivos cambios<br />

ministeriales: "Des<strong>de</strong> 1886 hasta 1918 <strong>de</strong>sfilgaron 425 ministros y ninguno permaneció 2 años en<br />

su cargo, 18 se mantuvieron un año, 8 alcanzaron a completar 2 semanas en el gobierno y, por<br />

último, uno duró 3 días" 372 . La explicación <strong>de</strong> este acrecentado po<strong>de</strong>r político <strong>de</strong>l Parlamento resi<strong>de</strong><br />

en que todas las fracciones burguesas querían ejercer un control en el reparto <strong>de</strong> la renta salitrera.<br />

Las corrientes políticas, que representaban en el Congreso a esas fracciones burguesas, se dieron<br />

cuenta <strong>de</strong> que era más fácil repartirse la renta salitrera a través <strong>de</strong> las Cámaras <strong>de</strong> diputados y<br />

senadores. No querían correr el riesgo <strong>de</strong> que surgiera un nuevo régimen presi<strong>de</strong>ncialista, como el<br />

<strong>de</strong> Balmaceda, que innovara en política salitrera.<br />

Para consolidar las atribuciones <strong>de</strong>l Parlamento, ni siquiera tuvieron que modificar la<br />

constitución <strong>de</strong> 1833, que aparentemente era presi<strong>de</strong>ncialista. Se limitaron a utilizar aquellos<br />

artículos <strong>de</strong> la vieja constitución que otorgaban prerrogativas al Congreso Nacional: interpelación a<br />

los ministros, censura al ministerio, suspensión o aplazamiento en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> leyes y<br />

acusación política al gabinete. Julio Heise sostiene que "la burguesía triunfante en 1891 pensó que<br />

estos cuatro elementos <strong>de</strong>l parlamentarismo criollo utilizados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1850 eran suficientes para<br />

llevar una vida política normal. De ahí que tampoco estimó necesario organizar la victoria,<br />

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