INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile

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Nacional en el que Recabarren quedo en minoría. En tal ocasión, Recabarren impugnó este acuerdo manifestando: "Este incidente que me he visto obligado a provocar tiene por objeto defender los intereses del presente y porvenir del Partido Comunista, amenazado por la vanidad y la petulancia de afiliados novicios que ignoran el verdadero objetivo de nuestro partido" 363 . Es probable que esta aguda polémica, junto a la decepción política por la escasa concurrencia a un mitin en contra del Golpe Militar y la frustración amorosa por el abandono de su compañera, hayan conducido a Recabarren a tomar la decisión final del suicidio. Después de su muerte, continuaron las críticas, en algunos casos abiertas y en otros encubiertas, a la trayectoria de Recabarren. En julio de 1934, un militante del PC y delegado del Comité Ejecutivo de la FOCH se atrevió a decir que "Recabarren sobrestimó al proletariado del carbón y del salitre, no dándole importancia a la organización del campo; no combatió el imperialismo, tuvo enormes ilusiones democrático-burguesas, no armó ideológicamente al proletariado. Nuestro compañero Recabarren no nos enseño nada" 364 . Es probable que este virulento ataque, realizado en plena era stalinista, tenga relación con la simpatía que Recabarren, como otros de su época, tuvo por Trotsky. En 1921, Recabarren había publicado en Antofagasta en la imprenta El Socialista La III Internacional Comunista con una carátula donde estaban las fotografías de Lenin y Trotsky." A su regreso de la Unión Soviética, donde participó como delegado al IV Congreso de la Internacional Comunista y a la reunión de la Internacional de los Sindicatos Rojos, Recabarren publicó en 1923 una obra titulada La Rusia Obrera y Campesina, donde incluyó numerosos artículos de Trotsky. Debajo de la imagen de éste, puso: "Generalísimo del Ejército Rojo de Rusia". En relación a la crítica de que Recabarren no daba importancia a la organización del campo", podemos desmentirlo con la cita mencionada anteriormente. Con respecto a la crítica de que "no combatió al imperialismo", es conveniente distinguir entre la praxis concreta realizada por Recabarren y su falta de teorización sobre la cuestión nacional. No exixte ninguna duda de la actividad antiimperialista de Recabarren, pues precisamente su acción sindical en los centros mineros del salitre, del cobre y del carbón estaba dirigida justamente contra las empresas imperialistas. Las huelgas que alentaba y la organización sindical en las minas tocaban sin duda de manera directa el corazón del capital monopólico más importante invertido en Chile. En una de las cartas a Carlos Alberto Martínez, (13-8-1919), informaba del paro total en "el mineral de Chuquicamata, que ha sido terrible para los yanquis" 365 . En rigor, Recabarren no alcanzó a sistematizar un pensamiento nacional-antiimperialista acabado. En sus ensayos y artículos hay referencias a la lucha contra el capital extranjero, pero no hay una teorización sobre la cuestión nacional, problema por lo demás escasamente abordado por los precursosres del marxismo latinoamericano. Con respecto a que Recabarren no señaló el carácter de la revolución en los países semicoloniales, nos parece una crítica exagerada, que no se atiene a la evolución del pensamiento político de Recabarren. En honor a la verdad, podríamos señalar que en su juventud Recabarren estuvo influido por las ideas gradualistas para llegaral socialismo, sobre todo después de su viaje a Europa en 1908, donde se entrevistó con Pablo Iglesias, Jean Jaurés, Emile Valdevelde y otros sectores centristas de la II Internacional. Durante la primera guerra mundial fue modificando su posición hasta llegar a la concepción de la Revolución Socialista, luego del triunfo de los Soviets. A partir de entonces, su posición es inequívoca. Sin embargo, podría señalarse que no alcanzó a teorizar sobre la combinación de las tareas nacional-antiimperialistas y agrarias en un proceso ininterrumpido al socialismo. Pero nadie puede sostener con seriedad que Recabarren ignorara el problema, sobre todo después de su asistencia al IV Congreso de la Internacional Comunista, donde precisamente se discutió como tema central el carácter de la revolución en los países coloniales y semicoloniales, a través de la presentación de las conocidas "Tesis de Oriente". En cuanto a que Recabarren no "armó ideológicamente al proletariado" y "no enseñó nada", son epítetos que se contestan con la propia trayectoria de su vida. 362 118

Capítulo XII ESTADO, GOBIERNOS Y MILITARES Existen numerosas investigaciones acerca de los orígenes del Estado nacional en el siglo XIX y de sus nuevas funciones a partir de la década de 1930, pero no hay ninguna relevante en América Latina -con excepción de la de Bernardo Tovar 366 sobre el papel del Estado en las primeras décadas del siglo XX. Ante la ausencia de serios análisis sobre esta época, se ha repetido livianamente la conocida frase de que el Estado, antes de la década de 1930, se limitó a practicar la política del laissez faire, laissez passer, es decir, "dejad hacer, dejad pasar". La verdad es que el Estado tuvo un cierto papel intervencionista. Aunque adhería a la teoría librecambista, no por eso dede desempeñar un papel relativamente activo en el proceso de acumulación de capital, llegando a intervenir para "administrar las crisis" que fueron varias, como se ha dicho en el capítulo sobre economía. Se ha menospreciado la relación del Estado chileno con la economía a principios del siglo XX, cuando los datos demuestran que fijaba la política monetaria y emitía los decretos claves sobre la reconversión. Fue el promotor de las obras de infraestructura de caminos, puentes, ferrocarriles y telecomunicaciones. Intervino en el régimen salarial y la dictación de leyes sociales. Fijaba los porcentajes en los derechos de exportación de las materias primas, percibía la renta salitrera y redistribuía otros ingresos aduaneros. Era el único aval de los empréstitos contraídos con la banca internacional, además de dictar las leyes de inmigración. El Estado -receptor de la renta salitrera- procuraba que el nitrato se vendiera a precios elevados, pues percibía, por ejemplo, 28 peniques por quintal exportado en 1917. Cuando bajó drásticamente la demanda de salitre, Chile se desplomó, sobre todo a raíz de la prohibición de Alemania en 1921 de importar salitre. Se barajó entonces la posibilidad de que la Asociación de Productores fuera reemplazada por un organismo dirigido por el Estado, capaz de centralizar el poder vendedor. El 18 de mayo de 1921, el gobierno envió al parlamento un proyecto de Ley destinado a concretar la idea de que se reconozca "al Estado el derecho exclusivo de adquirir todo el salitre y el yodo" para venderlo por su propia cuenta. Parte de este ingreso se destinaría, según el artículo 8, "preferentemente a atender el servicio de amortización de la deuda externa". Pero ya era tarde: el salitre sintético había sustituido, en gran medida, al natural. Inclusive, sin ese poder "la tritulación salitrera ha dado en cuarenta años-decía un analista de la época- algo como 5.000 millones de pesos" 367 . Parece obvio, pero a veces se olvida: el salitre fue la base fundamental de la acumulación capitalista en Chile, desde 1880 hasta la década de 1920. El Estado chileno -sostenía Alejandro Silva de la Fuente- "es inmensamente rico; sus entradas ordinarias son relativamente considerables; tiene extensas salitreras, grandes territorios en el sur y posee una gran red de ferrocarriles". Esta manifiesta importancia del Estado, hizo decir a Agustín Edward Mac-Clure en la Convención del Partido Nacional (1910) que la intervención del Estado en "obras que muchos consideran de la exclusiva incumbencia de los particulares, es acaso más procedente en Chile que en otras naciones por la desproporción desmesurada que existe entre la riqueza fiscal y la riqueza privada" 368 . Sus descendientes se sonrojarían hoy ante tamaño desatino. El Estado estimuló el poblamiento de "la Frontera" interior; fomentó la inmigración europea otorgando terrenos del Fisco a las familias de colonos que se avecindaron en el sur, además de dictar las leyes que aceleraron la usurpación de tierras a los mapuches. Para esta expansión era fundamental la utilización del concepto de Estado-nación, que conlleva el aplastamiento de las nacionalidades originarias en función de la instauración de una sola nación. La realidad histórica jugaría una mala pasada a esta teoría, pues en casi todos los países, incluído Chile, siguieron existiendo las nacionalidades originarias. Sólo los que hacen apología del Estado pueden llegar a decir que la nación se forma a partir del Estado o que éste precede a aquélla. Es efectivo que el 119

Nacional en el que Recabarren quedo en minoría. En tal ocasión, Recabarren impugnó este<br />

acuerdo manifestando: "Este inci<strong>de</strong>nte que me he visto obligado a provocar tiene por objeto<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r los intereses <strong>de</strong>l presente y porvenir <strong>de</strong>l Partido Comunista, amenazado por la vanidad y la<br />

petulancia <strong>de</strong> afiliados novicios que ignoran el verda<strong>de</strong>ro objetivo <strong>de</strong> nuestro partido"<br />

363 . Es<br />

probable que esta aguda polémica, junto a la <strong>de</strong>cepción política por la escasa concurrencia a un<br />

mitin en contra <strong>de</strong>l Golpe Militar y la frustración amorosa por el abandono <strong>de</strong> su compañera, hayan<br />

conducido a Recabarren a tomar la <strong>de</strong>cisión final <strong>de</strong>l suicidio.<br />

Después <strong>de</strong> su muerte, continuaron las críticas, en algunos casos abiertas y en otros<br />

encubiertas, a la trayectoria <strong>de</strong> Recabarren. En julio <strong>de</strong> 1934, un militante <strong>de</strong>l PC y <strong>de</strong>legado <strong>de</strong>l<br />

Comité Ejecutivo <strong>de</strong> la FOCH se atrevió a <strong>de</strong>cir que "Recabarren sobrestimó al proletariado <strong>de</strong>l<br />

carbón y <strong>de</strong>l salitre, no dándole importancia a la organización <strong>de</strong>l campo; no combatió el imperialismo,<br />

tuvo enormes ilusiones <strong>de</strong>mocrático-burguesas, no armó i<strong>de</strong>ológicamente al proletariado.<br />

Nuestro compañero Recabarren no nos enseño nada" 364 .<br />

Es probable que este virulento ataque, realizado en plena era stalinista, tenga relación con la<br />

simpatía que Recabarren, como otros <strong>de</strong> su época, tuvo por Trotsky. En 1921, Recabarren había<br />

publicado en Antofagasta en la imprenta El Socialista La III Internacional Comunista con una<br />

carátula don<strong>de</strong> estaban las fotografías <strong>de</strong> Lenin y Trotsky." A su regreso <strong>de</strong> la Unión Soviética,<br />

don<strong>de</strong> participó como <strong>de</strong>legado al IV Congreso <strong>de</strong> la Internacional Comunista y a la reunión <strong>de</strong> la<br />

Internacional <strong>de</strong> los Sindicatos Rojos, Recabarren publicó en 1923 una obra titulada La Rusia<br />

Obrera y Campesina, don<strong>de</strong> incluyó numerosos artículos <strong>de</strong> Trotsky. Debajo <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong><br />

éste, puso: "Generalísimo <strong>de</strong>l Ejército Rojo <strong>de</strong> Rusia".<br />

En relación a la crítica <strong>de</strong> que Recabarren no daba importancia a la organización <strong>de</strong>l<br />

campo", po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>smentirlo con la cita mencionada anteriormente. Con respecto a la crítica <strong>de</strong><br />

que "no combatió al imperialismo", es conveniente distinguir entre la praxis concreta realizada por<br />

Recabarren y su falta <strong>de</strong> teorización sobre la cuestión nacional. No exixte ninguna duda <strong>de</strong> la<br />

actividad antiimperialista <strong>de</strong> Recabarren, pues precisamente su acción sindical en los centros<br />

mineros <strong>de</strong>l salitre, <strong>de</strong>l cobre y <strong>de</strong>l carbón estaba dirigida justamente contra las empresas<br />

imperialistas. Las huelgas que alentaba y la organización sindical en las minas tocaban sin duda <strong>de</strong><br />

manera directa el corazón <strong>de</strong>l capital monopólico más importante invertido en <strong>Chile</strong>. En una <strong>de</strong> las<br />

cartas a Carlos Alberto Martínez, (13-8-1919), informaba <strong>de</strong>l paro total en "el mineral <strong>de</strong><br />

Chuquicamata, que ha sido terrible para los yanquis" 365 .<br />

En rigor, Recabarren no alcanzó a sistematizar un pensamiento nacional-antiimperialista<br />

acabado. En sus ensayos y artículos hay referencias a la lucha contra el capital extranjero, pero no<br />

hay una teorización sobre la cuestión nacional, problema por lo <strong>de</strong>más escasamente abordado por<br />

los precursosres <strong>de</strong>l marxismo latinoamericano.<br />

Con respecto a que Recabarren no señaló el carácter <strong>de</strong> la revolución en los países<br />

semicoloniales, nos parece una crítica exagerada, que no se atiene a la evolución <strong>de</strong>l pensamiento<br />

político <strong>de</strong> Recabarren. En honor a la verdad, podríamos señalar que en su juventud Recabarren<br />

estuvo influido por las i<strong>de</strong>as gradualistas para llegaral socialismo, sobre todo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su viaje a<br />

Europa en 1908, don<strong>de</strong> se entrevistó con Pablo Iglesias, Jean Jaurés, Emile Val<strong>de</strong>vel<strong>de</strong> y otros<br />

sectores centristas <strong>de</strong> la II Internacional. Durante la primera guerra mundial fue modificando su<br />

posición hasta llegar a la concepción <strong>de</strong> la Revolución Socialista, luego <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong> los Soviets.<br />

A partir <strong>de</strong> entonces, su posición es inequívoca. Sin embargo, podría señalarse que no alcanzó a<br />

teorizar sobre la combinación <strong>de</strong> las tareas nacional-antiimperialistas y agrarias en un proceso<br />

ininterrumpido al socialismo. Pero nadie pue<strong>de</strong> sostener con seriedad que Recabarren ignorara el<br />

problema, sobre todo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su asistencia al IV Congreso <strong>de</strong> la Internacional Comunista, don<strong>de</strong><br />

precisamente se discutió como tema central el carácter <strong>de</strong> la revolución en los países coloniales y<br />

semicoloniales, a través <strong>de</strong> la presentación <strong>de</strong> las conocidas "Tesis <strong>de</strong> Oriente". En cuanto a que<br />

Recabarren no "armó i<strong>de</strong>ológicamente al proletariado" y "no enseñó nada", son epítetos que se<br />

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