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11. Fundación

Una de las características más interesantes de la novela es que se trata de un futuro muy lejano, decenas de miles de años en el futuro pero con condiciones netamente humanas. En este futuro la humanidad se ha extendido por toda la Galaxia adoptando una forma de gobierno imperial llamado el Imperio Galáctico el cual por extensión, tanto en tiempo como en espacio, comienza a corromperse y estancarse en cuanto a nuevos conocimientos científicos asumiendo que todo lo que el hombre puede o debe descubrir ya está hecho.

Una de las características más interesantes de la novela es que se trata de un futuro muy lejano, decenas de miles de años en el futuro pero con condiciones netamente humanas. En este futuro la humanidad se ha extendido por toda la Galaxia adoptando una forma de gobierno imperial llamado el Imperio Galáctico el cual por extensión, tanto en tiempo como en espacio, comienza a corromperse y estancarse en cuanto a nuevos conocimientos científicos asumiendo que todo lo que el hombre puede o debe descubrir ya está hecho.

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parte del imperio galáctico. Y ahora que el imperio había perdido el control sobre<br />

los rincones más alejados de la Galaxia, aquellos pequeños grupos de planetas se<br />

convertían en remos con nobles y reyes de opereta, y guerras inútiles y absurdas, y<br />

una vida que se desarrollaba patéticamente entre las ruinas.<br />

Una civilización en decadencia. La energía atómica olvidada. La ciencia<br />

degenerada en mitología… Hasta que llegó la <strong>Fundación</strong>. La <strong>Fundación</strong> que Hari<br />

Seldon había establecido sólo para ese propósito allí en Términus.<br />

Lee se encontraba junto a la ventana y su voz interrumpió la ensoñación de<br />

Hardin.<br />

— Han venido — dijo— en un coche último modelo, los pobres cachorros. —<br />

Dio unos pasos inseguros hacia la puerta y entonces miró a Hardin.<br />

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Hardin sonrió y le hizo un gesto con la mano para que se quedara.<br />

— He dado órdenes de que los conduzcan aquí.<br />

— ¡Aquí! ¿Para qué ? Les da mucha importancia.<br />

— ¿Por qué pasar por todas las ceremonias de una audiencia oficial con el<br />

alcalde?<br />

— Ya soy demasiado viejo para trámites burocráticos. Además de eso, el<br />

halago es muy útil cuando se trata con jovencitos, particularmente cuando no te<br />

compromete a nada. — Guiñó un ojo—. Siéntese, y deme su apoyo moral. Lo<br />

necesitaré con Sermak.<br />

— Ese muchacho, Sermak — dijo Lee, pesadamente—, es peligroso. Tiene<br />

seguidores, Hardin, así que no le subestime.<br />

— ¿He subestimado a alguien alguna vez?<br />

— Bueno, pues entonces arréstelo. Puede acusarlo de cualquier cosa.<br />

Hardin hizo caso omiso de este consejo.<br />

— Aquí está n, Lee. — En contestación a la señal, pisó el pedal de debajo de<br />

la mesa, y la puerta se deslizó hacia un lado.<br />

Los cuatro que componían la delegación entraron en fila y Hardin les indicó<br />

amablemente los sillones que había en semicírculo frente a su mesa. Ellos se<br />

inclinaron y esperaron a que el alcalde hablara primero.<br />

Hardin abrió la tapa de una caja de cigarros de plata curiosamente<br />

trabajada, que una vez perteneció a Jord Fara, de la antigua Junta de síndicos<br />

durante los días de los enciclopedistas. Era un genuino producto imperial de<br />

Santanni, aunque los cigarros que ahora contenía eran de fabricación nacional. Uno<br />

por uno, con grave solemnidad los cuatro delegados aceptaron cigarros y los<br />

encendieron con el ritual de costumbre.<br />

Sef Sermak era el segundo de la derecha, el más joven del grupo de<br />

jóvenes, y el más interesante con su reluciente bigote rubio recortado nítidamente,<br />

y sus ojos hundidos de color indefinido. Hardin prescindió de los otros tres casi<br />

inmediatamente; no eran más que números en un archivo. Se concentró en<br />

Sermak, el Sermak que, en su primera sesión del consejo municipal, ya había<br />

trastornado a aquel organismo sereno, y fue a Sermak a quien se dirigió :<br />

— He estado particularmente ansioso por verle, concejal, desde su excelente<br />

discurso del mes pasado. Su ataque contra la política extranjera de este gobierno<br />

fue hábil.<br />

Los ojos de Sermak se iluminaron.<br />

— Su interés me halaga. El ataque pudo ser hábil o no, pero de lo que no<br />

hay duda es de que fue justificado.

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