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11. Fundación

Una de las características más interesantes de la novela es que se trata de un futuro muy lejano, decenas de miles de años en el futuro pero con condiciones netamente humanas. En este futuro la humanidad se ha extendido por toda la Galaxia adoptando una forma de gobierno imperial llamado el Imperio Galáctico el cual por extensión, tanto en tiempo como en espacio, comienza a corromperse y estancarse en cuanto a nuevos conocimientos científicos asumiendo que todo lo que el hombre puede o debe descubrir ya está hecho.

Una de las características más interesantes de la novela es que se trata de un futuro muy lejano, decenas de miles de años en el futuro pero con condiciones netamente humanas. En este futuro la humanidad se ha extendido por toda la Galaxia adoptando una forma de gobierno imperial llamado el Imperio Galáctico el cual por extensión, tanto en tiempo como en espacio, comienza a corromperse y estancarse en cuanto a nuevos conocimientos científicos asumiendo que todo lo que el hombre puede o debe descubrir ya está hecho.

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— De ningún modo. Sus antepasados son grandes y sagrados; todos<br />

admitirán esto.<br />

Pero hay algunos que dicen que no es usted miembro de una de las Cinco<br />

Tribus.<br />

Pherl se inclinó hacia atrás.<br />

— Con todo el respeto a los implicados — dijo, sin ocultar su rencor—, las<br />

Cinco Tribus han empobrecido el linaje y aclarado la sangre. Ni cincuenta miembros<br />

de las Tribus están vivos.<br />

— Pero hay quienes dicen que la nación no está dispuesta a tener un gran<br />

maestre que no pertenezca a las Tribus. Y un favorito del gran maestre tan joven y<br />

recién ascendido es propenso a crearse grandes enemigos entre los importantes del<br />

Estado … se dice. Su excelencia está envejeciendo y su protección no durará hasta<br />

después de su muerte, cuando sea uno de los enemigos de usted el que<br />

indudablemente interpretar á las palabras de su Espíritu.<br />

Pherl torció el gesto.<br />

— Para ser extranjero sabe muchas cosas. Tales oídos están hechos para ser<br />

cortados.<br />

— Eso se puede decidir más tarde.<br />

— Deje que me anticipe. — Pherl se movió impacientemente en su asiento—<br />

. Usted va a ofrecerme riqueza y poder por medio de estas diabólicas maquinitas<br />

que lleva en su nave. ¿De acuerdo?<br />

— Supongamos que sí. ¿Qué tendría usted que objetar? ¿Únicamente sus<br />

normas del bien y del mal?<br />

Pherl meneó la cabeza.<br />

— De ninguna manera. Mire, extranjero, su opinión sobre nosotros, dado su<br />

pagano agnosticismo, es la que es…, pero yo no soy el rendido esclavo de nuestra<br />

mitología, aunque pueda parecerlo. Soy un hombre educado, señor, y También<br />

culto. Toda la profundidad de nuestras costumbres religiosas, en el sentido ritual<br />

más que el é tico, es para las masas.<br />

— Entonces, ¿cuál es su objeción? — apremió Ponyets, amablemente.<br />

— Justamente eso. Las masas. Es posible que esté dispuesto a tratar con<br />

usted, pero sus maquinitas deben usarse para que sean ú tiles. ¿Cómo podría venir<br />

a mí la riqueza, si yo tuviera que usar… ? ¿Qué es lo que vende?… Bueno, una<br />

navaja de afeitar, por ejemplo, sólo en el secreto más estricto. Incluso si mi barba<br />

estuviera mejor afeitada, ¿cómo me haría rico? ¿Y cómo me libraría de la muerte<br />

por gas o a manos de la espantada turba si me sorprendieran usándola?<br />

Ponyets se encogió de hombros.<br />

— Tiene usted razón. Podría decirle que el remedio sería educar a su propio<br />

pueblo sobre el empleo de los aparatos atómicos por su propia conveniencia y<br />

sustancial provecho de usted. Sería un trabajo gigantesco, no lo niego, pero el<br />

resultado sería aún más gigantesco. Sin embargo, eso es algo que le concierne a<br />

usted, no a mí, por el momento. Porque no le ofrezco ni navajas de afeitar, ni<br />

cuchillos, ni ningún instrumento mecánico.<br />

— ¿Qué me ofrece?<br />

— Oro. Directamente. Puede usted quedarse con la máquina que probé la<br />

semana pasada.<br />

Y entonces Pherl se puso rígido y la piel de su frente se movió<br />

espasmódicamente.<br />

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