24.06.2015 Views

09. Preludio a la Fundación

La historia comienza con la llegada de Hari Seldon al planeta-ciudad de Trántor desde su planeta natal, Helicón, para asistir a una Convención de Matemáticos. Allí se verá envuelto en un conflicto entre el alcalde de Wye, un Sector de Trántor, y el Emperador Galáctico Cleón I. Ambos quieren apoderarse de la psicohistoria que Seldon ha intuido que se puede desarrollar a partir de ciertas formulaciones matemáticas puramente teóricas. Así, se ve forzado a huir por varios Sectores del planeta Trántor (capital del Imperio Galáctico), en las que entra en contacto con las leyendas sobre la Tierra y los robots.

La historia comienza con la llegada de Hari Seldon al planeta-ciudad de Trántor desde su planeta natal, Helicón, para asistir a una Convención de Matemáticos. Allí se verá envuelto en un conflicto entre el alcalde de Wye, un Sector de Trántor, y el Emperador Galáctico Cleón I. Ambos quieren apoderarse de la psicohistoria que Seldon ha intuido que se puede desarrollar a partir de ciertas formulaciones matemáticas puramente teóricas. Así, se ve forzado a huir por varios Sectores del planeta Trántor (capital del Imperio Galáctico), en las que entra en contacto con las leyendas sobre la Tierra y los robots.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

feliz. El status no se mantiene quieto, hay que luchar a cada momento para impedir que se<br />

hunda. Incluso los emperadores acaban mal <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong>s veces. Algún día, puede que<br />

regrese a Cinna y sea profesora.<br />

—Y tú educación trantoriana te dará el status.<br />

Dors se echó a reír.<br />

—Puede que sí, aunque, ¿a quién le importará en Cinna? Es un mundo aburrido, y siempre<br />

podré conseguir una subvención para venir aquí o ir allá a fin de llevar a cabo algo de<br />

investigación histórica. Ésta es <strong>la</strong> ventaja de mi especialidad.<br />

—Por el contrario, un matemático —dijo Seldon con un deje de amargura por algo que hasta<br />

entonces no le había preocupado— se supone que debe sentarse ante su computadora y pensar.<br />

Y hab<strong>la</strong>ndo de computadoras... —Vaciló. El desayuno había terminado y tuvo <strong>la</strong> impresión de<br />

que el<strong>la</strong> tendría mil cosas que atender. Mas no parecía tener mucha prisa por marcharse.<br />

—¿Sí? Hab<strong>la</strong>ndo de computadoras, ¿qué?<br />

—¿Crees que conseguirías permiso para utilizar <strong>la</strong> biblioteca de Historia?<br />

Ahora el<strong>la</strong> fue quien vaciló.<br />

—Creo que podrá arreg<strong>la</strong>rse. Si trabajas en programación matemática se te considerará,<br />

probablemente, como un casi miembro de <strong>la</strong> facultad, y yo puedo solicitar que se te conceda<br />

permiso. Sólo...<br />

—Sólo..., ¿qué?<br />

—No querría herir tus sentimientos, pero eres un matemático y dices que no sabes nada de<br />

historia. ¿Serás capaz de hacer uso de una biblioteca de Historia?<br />

Seldon sonrió.<br />

—Supongo que se utilizan computadoras muy parecidas a <strong>la</strong>s que hay en <strong>la</strong> biblioteca de<br />

Matemáticas.<br />

—En efecto, pero <strong>la</strong> programación para cada especialidad tiene sus peculiaridades. Desconoces los<br />

libro-pelícu<strong>la</strong>s de referencia, los métodos rápidos de selección y rechazo. Puedes ser capaz de<br />

encontrar un intervalo hiperbólico a oscuras...<br />

—¿Te refieres a un hiperbólico integral? —interrumpió Seldon a media voz.<br />

Dors lo ignoró.<br />

—Pero tal vez no sepas cómo encontrar los términos del Tratado de Poldark en menos de<br />

día y medio.<br />

—Supongo que puedo aprender.<br />

—Si..., si... —parecía turbada—. Si quieres, puedo hacerte una sugerencia. Doy una c<strong>la</strong>se<br />

semanal, una hora diaria, sin puntuación, sobre el empleo de <strong>la</strong> biblioteca. Es para los no<br />

graduados. ¿Considerarías lesivo para tu dignidad asistir a dicha c<strong>la</strong>se..., con los no graduados,<br />

quiero decir? Empieza dentro de tres semanas.<br />

—-Podrías darme c<strong>la</strong>ses particu<strong>la</strong>res. —Seldon se sorprendió del tono sugerente que observó en<br />

su propia voz. A el<strong>la</strong> no se le escapó.<br />

—C<strong>la</strong>ro que podría, pero creo que te irá mejor una c<strong>la</strong>se colectiva. Utilizaremos <strong>la</strong> biblioteca,<br />

¿comprendes?, y al final de <strong>la</strong> semana se te pedirá que localices información sobre determinados<br />

temas de interés histórico. Competirás con los otros estudiantes continuamente y eso te ayudará<br />

a aprender. Las c<strong>la</strong>ses particu<strong>la</strong>res serían menos eficientes, te lo aseguro. No obstante,<br />

comprendo <strong>la</strong> dificultad de competir con los jóvenes estudiantes. Si no lo haces tan bien como<br />

ellos puedes sentirte humil<strong>la</strong>do. Deberás recordar que ellos han estudiado Historia elemental y<br />

tú tal vez no.<br />

—No. Nada de «tal vez». Pero no temo a <strong>la</strong> competencia y no me importará ninguna humil<strong>la</strong>ción<br />

que pueda presentarse..., si consigo aprender los trucos del juego de <strong>la</strong> referencia histórica.<br />

Resultaba c<strong>la</strong>ro para Seldon que <strong>la</strong> joven empezaba a gustarle y que le encantaba <strong>la</strong> posibilidad de<br />

ser enseñado por el<strong>la</strong>. También se daba cuenta de que había llegado, mentalmente, a un punto<br />

crucial.<br />

Había prometido a Hummin intentar sacar una psicohistoria práctica, pero ésa había sido una<br />

promesa de <strong>la</strong> mente y no de los sentidos. Ahora, estaba decidido a agarrar <strong>la</strong> psicohistoria por<br />

el cuello, si fuera preciso, a fin de hacer<strong>la</strong> práctica. Tal decisión era debida, quizás, a <strong>la</strong><br />

influencia de Dors Venabili.<br />

¿O acaso Hummin había contado con ello? Hummin, decidió Seldon, podía ser una persona<br />

formidable en verdad.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!