24.06.2015 Views

09. Preludio a la Fundación

La historia comienza con la llegada de Hari Seldon al planeta-ciudad de Trántor desde su planeta natal, Helicón, para asistir a una Convención de Matemáticos. Allí se verá envuelto en un conflicto entre el alcalde de Wye, un Sector de Trántor, y el Emperador Galáctico Cleón I. Ambos quieren apoderarse de la psicohistoria que Seldon ha intuido que se puede desarrollar a partir de ciertas formulaciones matemáticas puramente teóricas. Así, se ve forzado a huir por varios Sectores del planeta Trántor (capital del Imperio Galáctico), en las que entra en contacto con las leyendas sobre la Tierra y los robots.

La historia comienza con la llegada de Hari Seldon al planeta-ciudad de Trántor desde su planeta natal, Helicón, para asistir a una Convención de Matemáticos. Allí se verá envuelto en un conflicto entre el alcalde de Wye, un Sector de Trántor, y el Emperador Galáctico Cleón I. Ambos quieren apoderarse de la psicohistoria que Seldon ha intuido que se puede desarrollar a partir de ciertas formulaciones matemáticas puramente teóricas. Así, se ve forzado a huir por varios Sectores del planeta Trántor (capital del Imperio Galáctico), en las que entra en contacto con las leyendas sobre la Tierra y los robots.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Seldon miró con disimulo. Era conveniente que, de acuerdo con <strong>la</strong> atmósfera funeraria, cada rostro,<br />

cuando no miraba el monitor televisivo, estuviera inclinado hacia el suelo en triste<br />

concentración.<br />

Seldon preguntó:<br />

—¿Cómo crees que pueda abrirse? —preguntó él.<br />

—Una p<strong>la</strong>ca de entrada.<br />

—No veo ninguna.<br />

—No está indicada, pero veo una leve diferencia de color ahí. ¿Lo notas? ¿Cuántos puntos?<br />

¿Cuántas veces?<br />

—Probaré. Vigi<strong>la</strong> y dame con el pie si alguien mira hacia aquí.<br />

Contuvo el aliento como distraído, tocó, pulsó el punto descolorido, no consiguió nada; después,<br />

apoyó toda <strong>la</strong> palma de <strong>la</strong> mano y presionó.<br />

La puerta se abrió en silencio, sin un chasquido, si un crujido. Seldon <strong>la</strong> traspasó tan de prisa<br />

como pudo y Dors lo siguió. La puerta se cerró tras ellos<br />

—Lo que me preocupa es si alguien nos habrá visto —musitó Dors.<br />

—Los Ancianos deben pasar esta puerta con frecuencia.<br />

—Bien. ¿Creerá alguien que somos Ancianos?<br />

Seldon esperó, y después dijo:<br />

—Si hemos sido observados —dijo—, y alguien cree que está mal, <strong>la</strong> puerta hubiera vuelto a<br />

abrirse a los quince segundos de nuestra entrada.<br />

—Es posible, aunque también es posible que no haya nada que ver o que hacer de este <strong>la</strong>do<br />

de <strong>la</strong> puerta y a nadie le importe nuestra entrada.<br />

—Esto queda por ver —masculló Seldon.<br />

La habitación estrecha donde habían entrado estaba algo oscura, pero al ir adentrándose en<br />

el<strong>la</strong>, <strong>la</strong> luz aumentó. Había sillones amplios y cómodos, mesitas, varios sofás, un gran refrigerador<br />

y armarios.<br />

—Si esto es el «Nido» de los Ancianos —observó Seldon—, debo decir que están bien insta<strong>la</strong>dos,<br />

pese a <strong>la</strong> austeridad del propio Sacratorium.<br />

—Así era de esperar. El ascetismo de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se dirigente, excepto de cara al público, es muy raro.<br />

Escribe esto en tu libreta de notas para aforismos psicohistóricos. —Miró en derredor—. Y no hay<br />

ningún robot.<br />

—Un nido es un lugar alto, recuérdalo, y el techo no lo es. Debe haber pisos más arriba. Ése<br />

debe ser el camino —indicó una escalera alfombrada.<br />

Pero no avanzó hacia el<strong>la</strong> sino que miró vagamente. Dors adivinó lo que buscaba.<br />

—Olvídate de los ascensores —le advirtió—. En Mycogen se cultiva el primitivismo, no lo habrás<br />

olvidado, ¿verdad? No va a haber ascensores y lo que es más, si ponemos nuestros pesos al pie<br />

de <strong>la</strong> escalera, tampoco se moverá hacia arriba. Vamos a tener que subir<strong>la</strong> andando. Quizá<br />

varios tramos.<br />

—¿Subir<strong>la</strong>?<br />

—De acuerdo con <strong>la</strong> naturaleza de <strong>la</strong>s cosas, debe conducir al «nido»..., suponiendo que lleve a<br />

alguna parte. ¿Quieres verlo o no?<br />

Juntos se dirigieron hacia <strong>la</strong> escalera y empezaron a subir.<br />

Ascendieron tres pisos y, a medida que lo hacían, <strong>la</strong> luz iba disminuyendo perceptible y<br />

firmemente.<br />

—Me considero estar en buena forma —dijo Seldon, respirando hondo—, pero odio esto.<br />

—No estás acostumbrado a este determinado tipo de ejercicio físico —observó Dors; el<strong>la</strong>, en<br />

cambio, no acusaba ninguna molestia física.<br />

Al final del tercer tramo, <strong>la</strong> escalera terminaba y otra puerta se encontraba ante ellos.<br />

—¿Y si está cerrada con l<strong>la</strong>ve? —dijo más para sí que para Dors—. ¿Intentamos forzar<strong>la</strong>?<br />

—¿Por qué iba a estar cerrada con l<strong>la</strong>ve precisamente ésta, cuando <strong>la</strong> de más abajo no lo estaba?<br />

Si es <strong>la</strong> que corresponde al «Nido» de los Ancianos, me figuro que habrá un tabú en todos los que<br />

entren, excepto en los Ancianos, y un tabú es mucho más fuerte que cualquier cerradura.<br />

—Bueno, para aquellos que lo aceptan —observó Seldon, aunque no hizo el menor movimiento<br />

hacia <strong>la</strong> puerta.<br />

—Todavía estamos a tiempo de retroceder, puesto que vaci<strong>la</strong>s. En realidad, yo te aconsejaría que<br />

dieras <strong>la</strong> vuelta.<br />

—Mi vaci<strong>la</strong>ción se debe a que desconozco qué encontraremos dentro. Si está vacío... —añadió con<br />

voz más fuerte—: Pues estará vacío. —Dio un paso ade<strong>la</strong>nte, y empujó <strong>la</strong> puerta.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!