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64 REVISTA ARGENTINA DE CARDIOLOGÍA / VOL 83 SUPLEMENTO 2 / JUNIO 2015<br />
VALVULOPATÍA TRICUSPÍDEA<br />
La valvulopatía tricuspídea es, en general, bien tolerada<br />
durante largo tiempo aunque en ocasiones provoca<br />
insuficiencia cardíaca con gran impacto sobre la sintomatología<br />
del paciente. Las decisiones terapéuticas son<br />
entonces difíciles y de resultado pobre en muchos casos.<br />
ESTENOSIS TRICUSPÍDEA<br />
Tabla 1. Recomendaciones para la evaluación de la gravedad de<br />
la estenosis tricuspídea<br />
Parámetro Clase Nivel de<br />
evidencia<br />
Gradiente medio > 5 mm Hg. IIa B<br />
Área por ecuación de continuidad < 1 cm 2 .<br />
Tiempo de hemipresión > 190 mseg. IIa C<br />
Presión media de la aurícula derecha IIa B<br />
(cateterismo) > 15 mm Hg.<br />
La estenosis tricuspídea (ET) se presenta con una<br />
frecuencia mucho menor que la insuficiencia, y en su<br />
forma adquirida es patrimonio casi exclusivo de la enfermedad<br />
reumática (1) y excepcionalmente consecuencia<br />
de un síndrome carcinoide, un tumor, un trombo de<br />
la aurícula derecha (AD) o una gran vegetación.<br />
La afección reumática de la válvula tricúspide hoy<br />
se halla en franco descenso en países desarrollados y<br />
en menor medida en nuestro país y países subdesarrollados.<br />
Es excepcional su presentación aislada, ya<br />
que casi siempre acompaña a la valvulopatía mitral.<br />
El porcentaje de afección tricuspídea en pacientes con<br />
valvulopatía mitral reumática oscila entre el 9% y el<br />
24% de los casos, siendo significativamente más elevado<br />
en las series de países en vías de desarrollo. (2 ,5)<br />
A menudo, los signos clínicos están enmascarados<br />
por los relacionados con las lesiones valvulares asociadas,<br />
especialmente la estenosis mitral, pese a lo cual los<br />
pacientes con ET significativa se presentan con franca<br />
ingurgitación yugular (ondas a cañón) hepatomegalia,<br />
edema de miembros inferiores, ascitis y ocasionalmente<br />
anasarca al tener aumento de la presión venosa sistémica.<br />
El procedimiento de elección para su evaluación<br />
es el eco-Doppler color cardíaco, (3) aunque los parámetros<br />
utilizados (básicamente los mismos que<br />
en la estenosis mitral) no tienen el mismo grado de<br />
validación. Para el diagnóstico cualitativo, el rasgo<br />
anatómico característico es el engrosamiento valvar<br />
con restricción de la motilidad y apertura en domo, lo<br />
cual tiene una sensibilidad del 100%. (4) La evaluación<br />
cuantitativa es más difícil. El tiempo de hemipresión<br />
puede utilizarse con menor seguridad que en la estenosis<br />
mitral utilizando 190 en el numerador en lugar de<br />
220, siempre que el paciente se halle en ritmo sinusal<br />
y con una frecuencia menor de 100 latidos por minuto.<br />
Se consideran signos específicos de estenosis grave un<br />
área valvular menor de 1 cm 2 por ecuación de la continuidad,<br />
(3) un tiempo de hemipresión > 190 mseg y<br />
un gradiente medio mayor de 5 mm Hg. Este gradiente<br />
de presión muy bajo se halla muy influido por las variaciones<br />
respiratorias. La presencia de una dilatación<br />
auricular derecha moderada a grave y una dilatación<br />
sin colapso de la vena cava inferior son importantes<br />
signos de apoyo, pero no específicos correlacionando<br />
con una presión media de la AD de 15 mm Hg medida<br />
por cateterismo (Tabla 1). (6)<br />
La válvula tricúspide es una estructura compleja<br />
que, a diferencia de las válvulas aórtica y mitral,<br />
no es posible visualizar en una sola vista utilizando<br />
ecocardiografía bidimensional, ya sea transtorácica o<br />
transesofágica; por ello, distintos autores sugieren que<br />
la ecocardiografía tridimensional permite visualizar<br />
más correctamente el aparato valvular tricuspídeo y<br />
así evaluar el área valvular por planimetría. (5-7)<br />
Un apartado especial merece el síndrome carcinoide,<br />
en el que se observa una inmovilidad grave de las valvas,<br />
con imposibilidad de abrir y cerrar, acompañando en la<br />
mayoría de los casos a una valvulopatía pulmonar.<br />
El tratamiento de la ET grave es a base de diuréticos<br />
para disminuir la precarga y de betabloquentes para<br />
aumentar el tiempo de llenado ventricular. Pero sin<br />
duda el tratamiento indicado es el intervencionista. La<br />
valvuloplastia con balón (asociada con valvuloplastia<br />
mitral cuando fuere necesario) ofrece buenos resultados<br />
si bien aún no hay series extensas que lo certifiquen.<br />
(8-10) La comisurotomía a cielo abierto suele<br />
tener un resultado funcional satisfactorio y se practica<br />
en el curso de la misma intervención en que se efectúe<br />
la reparación de la lesión mitral. El reemplazo valvular<br />
queda reservado solo para pacientes con regurgitación<br />
grave coexistente (Tabla 2).<br />
Tabla 2. Recomendaciones para el tratamiento de la estenosis<br />
tricuspídea<br />
Recomendaciones Clase Nivel de<br />
evidencia<br />
Betabloqueantes en pacientes sintomáticos. I C<br />
Bloqueantes cálcicos, digoxina. I C<br />
Diuréticos en presencia de signos de I C<br />
congestión.<br />
Valvuloplastia con balón en pacientes con I C<br />
estenosis tricuspídea grave, sintomáticos y<br />
sin insuficiencia tricuspídea grave<br />
concomitante.<br />
Reemplazo valvular en pacientes con I C<br />
estenosis tricuspídea grave sintomáticos<br />
que serán sometidos a cirugía cardíaca.<br />
Tratamiento farmacológico en pacientes III C<br />
con congestión sistémica y tendencia a<br />
la hipotensión.<br />
Valvuloplastia en pacientes con III C<br />
insuficiencia tricuspídea grave asociada.