Bitácora Rumbo y Travesía - Scouts del Perú

Soy cariñoso con mi familia
y acepto las decisiones
que se toman en mi casa
Cuando nacemos dependemos totalmente de nuestros padres
para alimentarnos, asearnos, cuidarnos y darnos afecto. Al
crecer adquirimos más autonomía, y por lo tanto, poco a poco vamos siendo
menos dependientes de nuestros mayores. Nuestra familia sigue brindándonos
alimento, protección, cuidado y amor; y será así durante toda nuestra vida.
Hay quienes piensan que por haber crecido deben ser menos cariñosos, que
eso es de niños pequeños... nada más falso. Todos necesitamos dar y recibir
afecto, esto no tiene edad, lo necesitan los adultos como tus padres, lo
necesitan los niños y también tú.
Los abrazos y los besos son una de las formas en que podemos demostrar
cariño, pero no es la única. Una sonrisa, una palabra afectuosa, unos minutos
para conversar, un regalo, una
carta, un gesto amable, una
comida sabrosa... son también
maneras de expresar nuestro
afecto a los demás.
Y tú,
¿de qué manera
le muestras a tu
familia que
la quieres?
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