o_19npu3ehk19qb1iip1f5i1u16vlaa.pdf

14.06.2015 Views

E DUCANDO : 12 BENEFICIOS DE YOGA EN NIÑOS Por: Karina Castelar (Ramjeet Kaur) Lic. en Comunicación, terapeuta alternativa y maestra de Kundalini yoga para niños Mi hijo no se concentra… Mi hija de kinder padece gastritis nerviosa… Van tres veces que corren a mi hijo de la escuela… Mi hijo se “frustra” cada vez que no “gana”… El psicólogo me dijo que mi hijo padece Déficit de Atención… Mi hija ¡no puede estarse quieta!... Mi hijo está “deprimido” y ¡tiene 9 años!...

Actualmente, cuatro de cada diez alumnos en edad pre-escolar y seis de cada diez a nivel primaria, presentan uno o varios de los síntomas anteriormente citados. La exigencia de los padres, los estándares de excelencia académica en las escuelas, la presión social de pertenencia y la competitividad en las áreas y disciplinas extraescolares en donde se desenvuelven los niños después de asistir toda la mañana a clases, están generando niveles de alto estrés en los pequeños. ¿Cómo puede usted concebir que un niño o niña en edad preescolar presente colitis o gastritis nerviosa?. Desafortunadamente y sin intención alguna de dañar a un hijo, los padres se han abocado a darle a sus pequeños, de acuerdo a la medida de sus posibilidades, “todo lo que ellos no tuvieron”, así que las tardes completas están llenas de un abanico interminable de actividades que les permitan “ser mejores” cada día y estar “preparados” para enfrentarse a un mundo lleno de “competencia”. Lamentablemente, en el afán de satisfacer los “deseos de papá o mamá” el niño, cada vez desde más temprana edad, comienza a presentar los patrones de comportamiento de un adulto sometido a presión continua: frustración, intolerancia, irritabilidad, impaciencia, sobre-exigencia, insomnio, falta de apetito o sobre alimentación, angustia, enojo, desinterés por lo que hace, falta de concentración… situaciones que finalmente terminan, en la mayoría de los casos en una terapia, porque tanto maestros como padres de familia se preguntan: ¿qué le estará pasando a este niño? La respuesta es muy sencilla: el cuerpo, la mente y el corazón del pequeño, están pidiendo AYUDA. Ayuda para solventar las exigencias que le “presenta la vida” al enfrentarse a días saturados de trabajo físico y mental. ¿Se ha dado usted cuenta de cuántas veces su hijo o hija se han enfermado últimamente?, le puedo asegurar que usted ¡es miembro V.I.P. de su pediatra!, ¿y sabe por qué?, porque también el sistema inmunológico del pequeño se ve afectado por el estrés. La exigencia de los padres, los estándares de excelencia académica en las escuelas, la presión social de pertenencia y la competitividad en las áreas y disciplinas extraescolares en donde se desenvuelven los niños después de asistir toda la mañana a clases, están generando niveles de alto estrés en los pequeños.

Actualmente, cuatro de cada diez alumnos en edad pre-escolar<br />

y seis de cada diez a nivel primaria, presentan uno o varios de los<br />

síntomas anteriormente citados. La exigencia de los padres, los<br />

estándares de excelencia académica en las escuelas, la presión<br />

social de pertenencia y la competitividad en las áreas y disciplinas<br />

extraescolares en donde se desenvuelven los niños después de<br />

asistir toda la mañana a clases, están generando niveles de alto<br />

estrés en los pequeños.<br />

¿Cómo puede usted concebir que un niño o niña en edad preescolar<br />

presente colitis o gastritis nerviosa?. Desafortunadamente<br />

y sin intención alguna de dañar a un hijo, los padres se han<br />

abocado a darle a sus pequeños, de acuerdo a la medida de sus<br />

posibilidades, “todo lo que ellos no tuvieron”, así que las tardes<br />

completas están llenas de un abanico interminable de actividades<br />

que les permitan “ser mejores” cada día y estar “preparados” para<br />

enfrentarse a un mundo lleno de “competencia”. Lamentablemente,<br />

en el afán de satisfacer los “deseos de papá o mamá” el niño, cada<br />

vez desde más temprana edad, comienza a presentar los patrones<br />

de comportamiento de un adulto sometido a presión continua:<br />

frustración, intolerancia, irritabilidad, impaciencia, sobre-exigencia,<br />

insomnio, falta de apetito o sobre alimentación, angustia, enojo,<br />

desinterés por lo que hace, falta de concentración… situaciones<br />

que finalmente terminan, en la mayoría de los casos en una terapia,<br />

porque tanto maestros como padres de familia se preguntan:<br />

¿qué le estará pasando a este niño?<br />

La respuesta es muy sencilla: el cuerpo, la mente y el corazón<br />

del pequeño, están pidiendo AYUDA.<br />

Ayuda para solventar las exigencias que le “presenta la vida” al<br />

enfrentarse a días saturados de trabajo físico y mental. ¿Se ha dado<br />

usted cuenta de cuántas veces su hijo o hija se han enfermado<br />

últimamente?, le puedo asegurar que usted ¡es miembro V.I.P.<br />

de su pediatra!, ¿y sabe por qué?, porque también el sistema<br />

inmunológico del pequeño se ve afectado por el estrés.<br />

La exigencia de los<br />

padres, los estándares<br />

de excelencia<br />

académica en las<br />

escuelas, la presión<br />

social de pertenencia<br />

y la competitividad en<br />

las áreas y disciplinas<br />

extraescolares en<br />

donde se desenvuelven<br />

los niños después<br />

de asistir toda la<br />

mañana a clases, están<br />

generando niveles<br />

de alto estrés en los<br />

pequeños.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!