Kurt Vonnegut Pájaro de celda - works
Kurt Vonnegut Pájaro de celda - works
Kurt Vonnegut Pájaro de celda - works
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
17<br />
Colgué aquella foto, en la que aparecíamos Kenneth Whistler y yo, sacada en el otoño<br />
<strong>de</strong> Milnovecientos Treintaicinco, en plena Gran Depresión, en mi <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> la<br />
RAMJAC: junto a la circular sobre las piezas <strong>de</strong> clarinete robadas. La había sacado Mary<br />
Kathleen, con mi cámara <strong>de</strong> fuelle, la mañana <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que oyéramos hablar a Whistler<br />
por primera vez. Whistler había hecho todo el camino hasta Cambridge <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Harían<br />
County, Kentucky, don<strong>de</strong> era minero y dirigente sindical, para hablar en un acto<br />
<strong>de</strong>stinado a recaudar dinero y apoyo para la <strong>de</strong>legación local <strong>de</strong> la Hermandad<br />
Internacional <strong>de</strong> Obreros <strong>de</strong> Adhesivos y Abrasivos.<br />
Por entonces, dirigían el sindicato los comunistas. Ahora lo dirigen gángsters.<br />
Precisamente, cuando yo ingresé en la cárcel, estaba a punto <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> Finletter el<br />
presi<strong>de</strong>nte vitalicio <strong>de</strong> la HITAA. Su hija <strong>de</strong> veintitrés años dirigía el sindicato <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />
villa <strong>de</strong> las Bahamas mientras él estaba en el talego. Él estaba en contacto telefónico con<br />
ella continuamente. Me explicó que casi todos los miembros <strong>de</strong>l sindicato eran negros e<br />
hispanos. Por los años treinta, todos eran blanquitos puros... la mayoría escandinavos. No<br />
creo que en los viejos tiempos hubieran <strong>de</strong>jado ingresar a un negro o a un hispano.<br />
Los tiempos cambian.<br />
Whistler habló aquella noche. La tar<strong>de</strong> antes, yo había hecho el amor por primera vez<br />
con Mary Kathleen O’Looney. En nuestro joven espíritu, esto se mezclaba en realidad,<br />
con la esperanza <strong>de</strong> oír e incluso hasta tocar a un verda<strong>de</strong>ro santo. ¿Qué mejor modo <strong>de</strong><br />
presentarnos a él, o a cualquier otro santo, supongo, que como Adán y Eva... oliendo<br />
intensamente a jugo <strong>de</strong> manzana?<br />
Mary Kathleen y yo hicimos el amor en el apartamento <strong>de</strong> un profesor agregado <strong>de</strong><br />
antropología llamado Arthur von Strelitz. Estaba especializado en los cazadores <strong>de</strong><br />
cabezas <strong>de</strong> las islas Salomón. Hablaba su idioma y respetaba sus tabús. Confiaban en él.<br />
Estaba soltero. Tenía la cama <strong>de</strong>shecha. El apartamento estaba en la tercera planta <strong>de</strong> una<br />
casa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la calle Brattle.<br />
Una nota al pie para la historia: No sólo la casa, sino el mismo apartamento se<br />
utilizaría más tar<strong>de</strong> como lugar <strong>de</strong> filmación <strong>de</strong> una película muy popular llamada Love<br />
Story. La estrenaron durante mi primera época con la Administración Nixon. Mi mujer y<br />
yo fuimos a verla cuando la pusieron en Chevy Chase. Era una historia falsa y artificiosa<br />
sobre un estudiante anglosajón rico que se casaba con una estudiante italiana pobre, en<br />
total oposición a la voluntad <strong>de</strong> su padre. La chica moría <strong>de</strong> cáncer. Ray Milland<br />
interpretaba soberbiamente el papel <strong>de</strong> padre aristócrata. Era lo mejor <strong>de</strong> la película. Ruth<br />
lloró durante toda la sesión. Nos sentamos en la última fila <strong>de</strong>l cine por dos razones:<br />
porque así yo podía fumar y porque no habría nadie <strong>de</strong>trás para asombrarse <strong>de</strong> lo gorda<br />
que estaba Ruth. Pero yo no pu<strong>de</strong> concentrarme <strong>de</strong> veras en la historia porque conocía<br />
<strong>de</strong>masiado bien el apartamento don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrollaba. Estaba esperando que apareciesen<br />
en cualquier momento Arthur von Strelitz o Mary Kathleen O’Looney o incluso yo<br />
mismo.<br />
108