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1 Las patologías reproductivas son una de las causas más ...

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CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 1<br />

I.1.- PROCESOS PATOLÓGICOS REPRODUCTIVOS<br />

<strong>Las</strong> patologías <strong>reproductivas</strong> <strong>son</strong> <strong>una</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>causas</strong> más importantes <strong>de</strong> pérdidas<br />

económicas en el sector vacuno, <strong>de</strong>bido a los costes directos por tratamientos, gastos <strong>de</strong><br />

reposición y servicios veterinarios y a los costes indirectos, por disminución <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

producciones (An<strong>de</strong>r<strong>son</strong>, 2000; Espí y cols., 2000).<br />

El aborto es <strong>una</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> consecuencias más graves <strong>de</strong> estos procesos y su<br />

etiología muy difícil <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar. Los abortos, suelen ser la consecuencia <strong>de</strong> procesos<br />

que se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sarrollar semanas e incluso meses antes, <strong>de</strong> tal forma que la causa<br />

pue<strong>de</strong> haber <strong>de</strong>saparecido en el momento <strong>de</strong>l mismo. Igualmente, el feto pue<strong>de</strong> ser<br />

retenido en el útero durante un largo período tras producirse su muerte, apareciendo<br />

fenómenos <strong>de</strong> autolisis que facilitan la proliferación <strong>de</strong> diversos microorganismos y que<br />

dificultan la viabilidad <strong>de</strong>l agente etiológico y la observación <strong>de</strong> lesiones (Espí y cols.,<br />

2000; Suárez, 2003).<br />

La variación <strong>de</strong> la prevalencia <strong>de</strong> los distintos agentes infecciosos, entre<br />

poblaciones, se <strong>de</strong>be a factores como: <strong>las</strong> condiciones ambientales, el tipo <strong>de</strong><br />

producción, la alimentación, el manejo, el movimiento <strong>de</strong> animales, <strong>las</strong> poblaciones<br />

silvestres <strong>de</strong>l entorno, los métodos <strong>de</strong> diagnóstico <strong>de</strong> laboratorio disponibles y la calidad<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras empleadas en dicho diagnóstico (An<strong>de</strong>r<strong>son</strong>, 2000; Espí y cols., 2000).<br />

<strong>Las</strong> patologías <strong>reproductivas</strong> tratadas en este estudio: diarrea vírica bovina<br />

(BVD), rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR) y neosporosis bovina, <strong>son</strong> <strong>las</strong> incluídas<br />

en los programas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> <strong>las</strong> Asociaciones <strong>de</strong> Defensa Sanitaria Gana<strong>de</strong>ra<br />

(ADSG) <strong>de</strong> Galicia.<br />

Así, la BVD es <strong>una</strong> enfermedad ampliamente difundida y su implicación,<br />

probada en muchos <strong>de</strong> los abortos estudiados en nuestra comunidad autónoma (Eiras y<br />

cols., 1999; Mora y cols., 2000). La inclusión <strong>de</strong> esta enfermedad en los programas <strong>de</strong>


2 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

<strong>las</strong> ADSG es la respuesta, <strong>de</strong> la administración autonómica, a la <strong>de</strong>manda por parte <strong>de</strong>l<br />

sector, <strong>de</strong>bido a <strong>las</strong> graves pérdidas económicas generadas por este proceso.<br />

Por otra parte, aunque en la actualidad la IBR no parece ser problemática en<br />

Galicia, el abandono <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>ción sistemática en los últimos años, el hecho <strong>de</strong> estar<br />

incluída en la lista <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>claración obligatoria <strong>de</strong> la Organización<br />

Mundial <strong>de</strong> Sanidad Animal (OIE) y la existencia <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> control y/o<br />

erradicación en muchos países <strong>de</strong> nuestro entorno, que pue<strong>de</strong>n suponer trabas en el libre<br />

comercio <strong>de</strong> animales en el mercado común, justifican la inclusión <strong>de</strong> esta enfermedad<br />

en los programas sanitarios <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG.<br />

Por último, la neosporosis bovina se reveló, recientemente, como la causa más<br />

importante <strong>de</strong>l aborto bovino y ya es probada, su implicación en muchos <strong>de</strong> los abortos<br />

estudiados en Galicia y en otras regiones gana<strong>de</strong>ras importantes (Espí y cols., 2000;<br />

Mora y cols., 2000). Su reciente <strong>de</strong>scubrimiento, conlleva la existencia <strong>de</strong> muchas<br />

incógnitas sobre sus mecanismos patológicos, así como la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar<br />

técnicas <strong>de</strong> diagnóstico <strong>de</strong> laboratorio a<strong>de</strong>cuadas.


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 3<br />

I.2.- DIARREA VÍRICA BOVINA (BVD)<br />

La BVD es <strong>una</strong> enfermedad infectocontagiosa, <strong>de</strong>l ganado vacuno, <strong>de</strong><br />

distribución mundial, <strong>de</strong>scrita por primera vez en Estados Unidos (Olaf<strong>son</strong> y cols.,<br />

1946). En 1953, se <strong>de</strong>scribió un nuevo proceso que recordaba a la BVD, pero se<br />

diferenciaba <strong>de</strong> ella porque afectaba a pocos animales y la letalidad era muy elevada. Se<br />

<strong>de</strong>nominó enfermedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> mucosas (MD), por <strong>las</strong> lesiones erosivas que se observaron<br />

(Ramsey y Chivers, 1953). En 1961, se pudo <strong>de</strong>mostrar que el virus aislado <strong>de</strong> un<br />

animal que pa<strong>de</strong>cía la MD era el mismo que el <strong>de</strong> la BVD, con lo que se pasó a <strong>de</strong>finir<br />

como el síndrome BVD/MD, que engloba a un grupo <strong>de</strong> procesos clínicos con etiología<br />

común (Gillespie y cols., 1961).<br />

I.2.1.- ETIOLOGÍA<br />

El virus <strong>de</strong> la diarrea vírica bovina (BVDV) pertenece a la familia Flaviviridae,<br />

género Pestivirus. En este género se incluyen otros virus, como el <strong>de</strong> la peste porcina<br />

clásica (PPC) y el <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> la frontera <strong>de</strong>l ganado ovino (BD).<br />

El virión posee <strong>una</strong> envoltura lipídica, con tres glicoproteínas (gp) estructurales<br />

(gp48/E0; gp25/E1; gp53/E2). La gp53/E2 es la responsable <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong><br />

anticuerpos (Acs) neutralizantes (Álvarez, 1997; Boulanger y cols., 1992). La cuarta<br />

proteína estructural (p14/C) se halla en la nucleocápsi<strong>de</strong> icosaédrica. El genoma vírico<br />

se organiza en <strong>una</strong> ca<strong>de</strong>na simple <strong>de</strong> ácido ribonucleico (RNA), <strong>de</strong> polaridad positiva,<br />

con 12,5-16,5 Kilobases. Presenta regiones <strong>de</strong> alta variabilidad que codifican para <strong>las</strong> 4<br />

proteínas estructurales anteriormente mencionadas y para 7 no estructurales (p20/Npro,<br />

p7, p125/NS2-3, p10/NS4A, p32/NS4B, p58/NS5A, p25/NS5B) (fig. 1.1).<br />

La p20/Npro es característica <strong>de</strong>l género Pestivirus y tiene actividad proteolítica.<br />

De la p7 no se conoce exactamente su función pero parece estar relacionada con la<br />

infectividad <strong>de</strong>l virus. La p125/NS2-3, por su carácter proteolítico, participa en la


4 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

escisión <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> <strong>las</strong> proteínas no estructurales, al igual que la p10/NS4A. La<br />

p32/NS4B parece tener un papel en la citopatogenicidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> cepas citopáticas. Por<br />

último, la p58/NS4A interviene en la síntesis <strong>de</strong>l RNA vírico y la p25/NS5B tiene<br />

actividad RNA polimerasa (Lai y cols., 1999).<br />

5´UTR p14/c gp25/E1 p7 p10/NS4A 3´UTR<br />

NCP gp53/E2 p125/NS2-3 p58/NS5A p25/NS5B<br />

p20/Npro gp48/E0 p32/NS4B<br />

p54/NS2 p80/NS3 CP<br />

Figura 1.1.- Organización <strong>de</strong>l genoma <strong>de</strong>l BVDV.<br />

Existen dos biotipos (formas <strong>de</strong> presentación diferentes) según el efecto que<br />

<strong>de</strong>sarrollan en los cultivos celulares (Lee y Gillespie, 1957): no citopático (NCP) y<br />

citopático (CP). <strong>Las</strong> cepas CP producen la lisis celular al cabo <strong>de</strong> 2-3 días posinoculación<br />

(Hoff y cols., 1997). El biotipo NCP constituye el 90-95% <strong>de</strong> los aislados y<br />

es el único que produce infección persistente al po<strong>de</strong>r atravesar la placenta e infectar al<br />

feto (Dubovi, 1992; Kampa, 2006). El biotipo CP se asocia únicamente a la MD<br />

(Boulanger y cols., 1992).<br />

Serológicamente, los dos biotipos no se distinguen, pero sí lo hacen atendiendo a<br />

ciertas proteínas no estructurales. La cepa NCP contiene la p125/NS23 que se produce<br />

en gran cantidad en la célula infectada durante la replicación <strong>de</strong>l virus (Álvarez y Arias,<br />

2000; Deregt y Leewen, 1995). La cepa CP también presenta la p125/NS23, pero en<br />

menor cantidad, ya que normalmente se escin<strong>de</strong> para producir la p80/NS3 y la p54/NS2<br />

(Boulanger y cols., 1992). La p54/NS2 se pue<strong>de</strong> encontrar también en la cepa NCP,<br />

pero la p80/NS3 es exclusiva <strong>de</strong> la CP, por tanto es un antígeno (Ag) específico <strong>de</strong> la<br />

misma (Álvarez, 1997; Boulanger y cols., 1992).<br />

Comparando <strong>las</strong> secuencias genómicas <strong>de</strong> <strong>las</strong> cepas <strong>de</strong>l virus se pudieron<br />

establecer dos genotipos: BVDV-1 y BVDV-2. El BVDV-1 o clásico, posee 14


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 5<br />

subtipos i<strong>de</strong>ntificados (Giangaspero y Harasawa, 2004). El BVDV-2, con 4 subtipos<br />

reconocidos, está asociado al síndrome hemorrágico y a <strong>las</strong> formas agudas y graves<br />

(Giangaspero y Harasawa, 2004; Hamers y cols., 2001). En un estudio realizado en<br />

España sobre 24 aislados <strong>de</strong>l BVDV (Arias y cols., 2003) y en otro realizado en Galicia<br />

a partir <strong>de</strong> 15 animales persistentemente infectados (PI) (Diéguez-Casalta, 2007) no se<br />

evi<strong>de</strong>nció la presencia <strong>de</strong> este genotipo. Aún así, no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scartar la existencia en<br />

nuestro territorio <strong>de</strong> BVDV-2 ya que Galicia, es un gran importador <strong>de</strong> ganado <strong>de</strong> países<br />

como Alemania o Francia, en don<strong>de</strong> ya se i<strong>de</strong>ntificaron virus <strong>de</strong> dicho genotipo (Vilcek<br />

y cols., 2004). Igualmente, en el vecino Portugal, ya se i<strong>de</strong>ntificaron virus <strong>de</strong>l BVDV-2<br />

(Barros y cols., 2006).<br />

I.2.2.- EPIDEMIOLOGÍA<br />

I.2.2.1.- Prevalencia<br />

La BVD es <strong>una</strong> enfermedad <strong>de</strong> distribución mundial con gran<strong>de</strong>s diferencias<br />

regionales, siendo endémica en los países con mayor producción bovina y alta <strong>de</strong>nsidad<br />

<strong>de</strong> rebaños (Alenius y cols., 1996).<br />

En los países que no realizan programas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la BVD existe <strong>una</strong> gran<br />

variación regional con un rango <strong>de</strong> prevalencia por rebaño <strong>de</strong>l 29,2-98% (29,2%-36%<br />

Portugal; 56,1%-98% Italia; 70% Lituania; 57% Escocia), situación que se repite en<br />

otras zonas antes <strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> control 19-90% (60% Bretaña;<br />

46% Suecia; 60-90% Alemania; 19% Noruega; 64% Dinamarca) salvo en el caso <strong>de</strong><br />

Finlandia con <strong>una</strong> prevalencia inicial <strong>de</strong>l 1% (tabla 1.1).


6 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

Área Año P. an (%) P. reb (%) Autores<br />

Alto Minho (Portugal) 27,0 29,2 Niza y cols., 2004; 2005<br />

Norte Portugal 30,0 36,0 Soares y cols., 2006<br />

Roma (Italia) 1999 56,1 Ferrari y cols., 1999<br />

Piamonte (Italia) 2003 78,0<br />

Campania (Italia) 2004 79,0 Guercio y cols., 2004<br />

Sicilia (Italia) 2004 98,0<br />

Norte Italia 1999 91,0 Luzzago y cols., 1999<br />

Bretaña (Francia) 1998-2004 60,0-33,0 Joly y cols., 2005<br />

Suecia 1991-2005<br />

Hult y Lindberg, 2004<br />

46,0-4,0<br />

Niskanen y cols., 1991<br />

Sajonia (Alemania) 1994 60,0 Gae<strong>de</strong> y cols., 2004<br />

Norte Alemania 2004 90,0 Eiken y cols., 2004<br />

Eslovenia 1999 17,8 Grom y Barlic-Maganja, 1999<br />

Lituania 2004 70,0 Mockeliuniene y cols., 2004<br />

Austria 2005 42,7 Rossmanith y cols., 2005<br />

Noruega 1991 19,0 Loken y cols., 1991<br />

Dinamarca 1991 64,0 Houe y Meyling, 1991<br />

Escocia 1999 57,0 Synge y cols., 1999<br />

Finlandia 1999-2003<br />

Nuotio y cols., 1999<br />

1,0- 0,2<br />

Rikula y cols., 2005<br />

Tabla 1.1.- Estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la BVD en Europa. P.an= prevalencia por animal. P.reb=<br />

prevalencia por rebaño.<br />

En <strong>las</strong> regiones que aplican programas <strong>de</strong> control, se observó <strong>una</strong> evolución<br />

favorable en el tiempo. Son ejemplos los casos <strong>de</strong> Bretaña 60%-33% (1998-2004),<br />

Suecia 46%-4% (1991-2004) y Finlandia 1%-0,15% (1991-2003). Otros países que<br />

también <strong>de</strong>sarrollan en la actualidad programas <strong>de</strong> lucha <strong>son</strong> Alemania, Eslovenia,<br />

Noruega y Dinamarca (tabla 1.1).<br />

En España existen varios estudios <strong>de</strong> seroprevalencia en diferentes zonas y<br />

comunida<strong>de</strong>s gana<strong>de</strong>ras que evi<strong>de</strong>ncian la amplia difusión <strong>de</strong> la BVD (tabla 1.2).<br />

Área Año Población P. an (%) P. reb (%) Autores<br />

A Coruña 2001 Leche 57,1 Guitián, 2001<br />

Asturias 1988 General 48,8 84,4 Prieto, 1988<br />

Asturias 2001 Leche 21,1 86,0 Mainar-Jaime y cols., 2001<br />

Andalucía 1997 Carne (extensivo) 100,0 Gómez-Pacheco y cols., 1997<br />

Andalucía 2006 General 42,3 70,9 Gómez-Pacheco y cols., 2006<br />

León 1994 Leche 51,3 91,5 Álvarez y cols., 1994<br />

Extremadura 1997 General 53,3 Marín, 1997<br />

Madrid 2004 General 65,6 94,2 Vega y cols., 2004<br />

Tabla 1.2.- Estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la BVD en España. P.an= prevalencia por animal. P.reb= prevalencia<br />

por rebaño.


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 7<br />

I.2.2.2.- Factores <strong>de</strong> riesgo<br />

La fuente principal <strong>de</strong> difusión y mantenimiento <strong>de</strong> la infección <strong>son</strong> los PI que<br />

eliminan el virus en secreciones y excreciones (saliva, semen, orina, leche, etc.) <strong>de</strong><br />

forma continua y en gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s a lo largo <strong>de</strong> toda su vida (Houe, 1999;<br />

Niskanen y cols., 2000; Radostits y Littlejohns, 1988).<br />

Otra fuente <strong>de</strong> contagio, aunque menos eficaz, <strong>son</strong> los animales en la fase aguda<br />

<strong>de</strong> la infección, que eliminan el virus durante 4-10 días post-infección (p.i.) y en menor<br />

cantidad que los PI (Duffell y Harkness, 1985).<br />

También es importante señalar el hecho <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> otras especies que<br />

pue<strong>de</strong>n ser reservorio <strong>de</strong>l BVDV como <strong>son</strong>: el ovino, caprino, otros rumiantes<br />

domésticos o silvestres y el cerdo (Arias y cols., 2003; Baker, 1987; Duncan y cols.,<br />

2008; Moennig, 1990).<br />

El empleo <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>s vivas, en hembras gestantes seronegativas, pue<strong>de</strong><br />

provocar el nacimiento <strong>de</strong> un PI al ser capaz, el virus <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>, <strong>de</strong> atravesar <strong>las</strong><br />

barrera transplacentaria (Corrales y cols., 2001; Ruiz y cols., 1996). Igualmente, <strong>las</strong><br />

operaciones quirúrgicas, con instrumental contaminado, también pue<strong>de</strong>n ser vehículos<br />

<strong>de</strong> infección (vía yatrogénica) (Corrales y cols., 2001). Se comprobó, por ejemplo, la<br />

transmisión por el empleo <strong>de</strong> la misma aguja en animales seropositivos tras haberla<br />

usado previamente en un animal PI. Se observó la viabilidad <strong>de</strong>l virus hasta 3 días en la<br />

aguja (Guun, 1993). Igualmente, mediante el empleo <strong>de</strong> un guante <strong>de</strong> exploración rectal<br />

en <strong>una</strong> hembra PI, se comprobó la transmisión a 8 hembras seronegativas en <strong>las</strong> que se<br />

usó el mismo guante (Lang-Ree y cols., 1994).<br />

La forma más frecuente <strong>de</strong> transmisión entre rebaños es la incorporación <strong>de</strong> un<br />

PI, <strong>una</strong> hembra gestante que porte un PI o un animal en la fase aguda <strong>de</strong> la infección.<br />

Otras formas <strong>de</strong> transmisión <strong>son</strong> el empleo <strong>de</strong> semen o embriones infectados (monta<br />

natural, inseminación artificial o transferencia <strong>de</strong> embriones) (Álvarez-Martínez y cols.,<br />

2002; Meyling y Jensen, 1988; Voges y cols., 1998).


8 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

La transmisión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los rebaños, como ya comentamos anteriormente, se<br />

<strong>de</strong>be principalmente a los PI, siendo la vía <strong>de</strong> contagio más frecuente la oro-nasal y en<br />

menor medida el semen, orina y heces (Houe, 1999; Nettleton y Entrican, 1995). Así<br />

mismo, se comprobó, <strong>de</strong> forma experimental, que alg<strong>una</strong>s moscas hematófagas pue<strong>de</strong>n<br />

transmitir la enfermedad (Guun, 1993; Tarry y cols., 1991).<br />

I.2.3.- PATOGENIA Y CUADRO CLÍNICO<br />

Debido a la afinidad <strong>de</strong>l BVDV por <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> inmunocompetentes, se produce<br />

<strong>una</strong> inmunosupresión transitoria, en los animales con infección aguda o <strong>una</strong> respuesta<br />

inmunológica alterada permanentemente, en los PI (Moennig, 1990). Estos animales <strong>son</strong><br />

más sensibles a otros procesos, dando lugar a enfermeda<strong>de</strong>s concomitantes o<br />

secundarias, que hacen todavía más variado el cuadro clínico relacionado con la BVD<br />

(Baker, 1987; Gómez-Pacheco, 1999).<br />

Dependiendo <strong>de</strong> la vía <strong>de</strong> entrada, el virus se pue<strong>de</strong> multiplicar en la mucosa <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> vías respiratorias altas o en el tejido ovárico y testicular, produciéndose<br />

posteriormente la diseminación sistémica a todos los órganos (con preferencia <strong>de</strong>l<br />

sistema linfoi<strong>de</strong>), bien como virus libre en suero, bien asociado a célu<strong>las</strong> sanguíneas <strong>de</strong><br />

la serie blanca, sobre todo linfocitos y monocitos. La viremia comienza a los 4-5 días<br />

p.i. y se mantiene hasta el día 15 p.i. (Baker, 1995).<br />

I.2.3.1.- Infección aguda<br />

Se consi<strong>de</strong>ra que en un 70-90% <strong>de</strong> los casos los animales no presentan<br />

manifestaciones clínicas (Baker, 1987; Gómez-Pacheco, 1999).<br />

La infección aguda produce <strong>una</strong> respuesta inmune, tanto celular como humoral,<br />

<strong>de</strong> larga duración. Los Acs neutralizantes <strong>son</strong> <strong>de</strong>tectables, generalmente, entre la 2ª y 4ª<br />

semana p.i., alcanzan su título máximo entre la 5ª-10ª semana p.i. y persisten<br />

prácticamente toda la vida <strong>de</strong>l animal (Baker, 1987; Howard, 1990; Prieto, 1991). Esta


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 9<br />

respuesta inmune es muy específica, por lo que los animales se pue<strong>de</strong>n reinfectar con<br />

cepas diferentes antigénicamente (Baker, 1995; Howard, 1990).<br />

El cuadro <strong>de</strong> diarrea vírica bovina, afecta fundamentalmente a animales entre<br />

los 6 meses y los 2 años <strong>de</strong> edad y aunque la morbilidad es elevada, la letalidad es muy<br />

baja o nula. Tras un período <strong>de</strong> incubación, <strong>de</strong> 5 a 7 días, los animales presentan fiebre<br />

mo<strong>de</strong>rada, leucopenia, <strong>de</strong>presión, anorexia, flujo nasal, disminución <strong>de</strong> la producción<br />

láctea y a veces diarrea. En alg<strong>una</strong>s ocasiones, también se pue<strong>de</strong>n observar úlceras o<br />

erosiones en la cavidad bucal. Los animales <strong>de</strong>sarrollan Acs neutralizantes contra el virus<br />

y se recuperan en pocos días (Baker, 1995).<br />

La infección venérea pue<strong>de</strong> producir <strong>una</strong> disminución en la tasa <strong>de</strong> concepción,<br />

abortos y reabsorciones fetales que se traducen en un aumento <strong>de</strong> la repetición <strong>de</strong> celos.<br />

Los toros infectados excretan el virus en el semen <strong>de</strong> manera continua o transitoria, más<br />

allá <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> viremia, <strong>de</strong>bido a la multiplicación local <strong>de</strong>l virus en la vesícula<br />

seminal y en la próstata (Baker, 1987).<br />

El síndrome hemorrágico se <strong>de</strong>scribió por primera vez, en Estados Unidos<br />

(Rhebhun y cols., 1989), asociado a la infección aguda por el BVDV, pero con<br />

trombocitopenia grave y hemorragias. Los virus aislados hasta el momento como<br />

causantes <strong>de</strong> este proceso pertenecen al genotipo 2 (Baker, 1995; Deregt y Loewen,<br />

1995). Afecta a animales adultos y se caracteriza por la presencia <strong>de</strong> diarrea<br />

sanguinolenta, hemorragias petequiales, equimosis en mucosas, fiebre y leucopenia.<br />

También se pudo observar, que los animales a los que se les inyectaba el tratamiento por<br />

vía parenteral, sangraban en el punto <strong>de</strong> inoculación (Baker, 1995).<br />

La infección aguda grave se <strong>de</strong>scribió por primera vez, en el Reino Unido<br />

(Hibberd y Turkington, 1993), asociado a <strong>una</strong> cepa NCP <strong>de</strong>l genotipo 2, que afectaba a<br />

animales <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la explotación (Baker, 1995; Deregt y Loewen,<br />

1995). Clínicamente se observó anorexia, pérdida <strong>de</strong> producción láctea, diarrea profusa,<br />

cojeras, erosiones en lengua y faringe y <strong>una</strong> elevada letalidad (De la Fuente y cols.,<br />

1996).


10 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.2.3.2.- Infección fetal<br />

El BVDV en raras ocasiones infecta a fetos <strong>de</strong> vacas seropositivas por<br />

exposición natural al virus. Parece, por lo tanto, que los Acs maternos <strong>son</strong> capaces <strong>de</strong><br />

prevenir la infección transplacentaria (Brock, 2003; Duffell y cols., 1984). En la<br />

inmunización <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>ción, la protección fetal no se pue<strong>de</strong> garantizar,<br />

especialmente si la pauta <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción no es rigurosa (Cortesse y cols., 1998; Graham<br />

y cols., 2004). En el caso <strong>de</strong> hembras seronegativas gestantes, si sufren <strong>una</strong> infección<br />

aguda, en la mayoría <strong>de</strong> los casos, se produce <strong>una</strong> infección transplacentaria. <strong>Las</strong><br />

consecuencias <strong>de</strong> la infección <strong>de</strong> estas hembras seronegativas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n, sobre todo, <strong>de</strong>l<br />

momento <strong>de</strong> la gestación en que se produce la infección (Baker, 1987; Baker, 1995; De<br />

la Fuente y cols., 1996).<br />

Así, si la infección se produce en los primeros 125 días <strong>de</strong> gestación, pue<strong>de</strong><br />

ocasionar la muerte embrionaria, abortos o la consecuencia más grave que es, el<br />

nacimiento <strong>de</strong> un PI. El feto posee un sistema inmune inmaduro que no le permite<br />

reaccionar ante la presencia <strong>de</strong>l virus, <strong>de</strong>sarrollando inmunotolerancia. La mayor<br />

frecuencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> PI se produce entre el día 30 y 90 <strong>de</strong> gestación, reduciéndose<br />

la probabilidad a medida que la infección fetal se aproxima al día 125 (Roe<strong>de</strong>r y cols.,<br />

1986). Normalmente, los PI, tienen un índice <strong>de</strong> crecimiento mucho menor y la<br />

mortalidad ronda el 50% en el primer año <strong>de</strong> vida, ya que la inmunosupresión que<br />

pa<strong>de</strong>cen los hace más sensibles a <strong>las</strong> infecciones (Roth y cols., 1986). Sin embargo,<br />

cada vez es más frecuente la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> PI adultos sin ning<strong>una</strong> sintomatología<br />

apreciable (Mars y Van Maanen, 2005; Niza-Ribeiro y cols., 2004).<br />

La muerte embrionaria provoca la aparición <strong>de</strong> celos irregulares y<br />

empeoramiento <strong>de</strong> los índices reproductivos (McGowan y cols., 1993).<br />

Los abortos <strong>son</strong> más frecuentes en los 4 primeros meses <strong>de</strong> gestación aunque<br />

también se han <strong>de</strong>scrito en fases más tardías (Done y cols., 1980; Duffell, 1984; Roe<strong>de</strong>r<br />

y cols., 1986). Los fetos <strong>son</strong> expulsados, normalmente, entre 10-60 días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 11<br />

infección por BVDV, por lo que frecuentemente están momificados (Done y cols.,<br />

1980; Scoot y cols., 1973).<br />

Si la infección se produce entre los 125-180 días <strong>de</strong> gestación, se pue<strong>de</strong>n<br />

observar alteraciones fetales, sobre todo en el sistema nervioso central, por el hecho <strong>de</strong><br />

no haberse completado la organogénesis (Duffell y Harkness, 1985). <strong>Las</strong> alteraciones<br />

más frecuentes <strong>son</strong> la hipop<strong>las</strong>ia cerebelar (Brown y cols., 1973; Hewicker-Tratwein,<br />

1995; Scoot y cols., 1973) y <strong>las</strong> lesiones oculares (Brown y cols., 1975; Roe<strong>de</strong>r y cols.,<br />

1986).<br />

Finalmente, la infección en el último tercio <strong>de</strong> gestación, rara vez tiene<br />

consecuencias para el feto. Los terneros nacen con normalidad y tienen Acs<br />

neutralizantes (precalostrales) frente al BVDV (Done y cols., 1980).<br />

I.2.3.3.- Enfermedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> mucosas<br />

La MD se observó, únicamente, en animales PI (cepa NCP) que sufren <strong>una</strong><br />

superinfección, con <strong>una</strong> cepa CP antigénicamente similar (homóloga) o diferente<br />

(heteróloga) a la NCP (Brownlie, 1985) o por recombinación o mutación <strong>de</strong> la cepa<br />

NCP (Bolin, 1995; Boulanger y cols., 1992).<br />

Existen, clínicamente, dos formas <strong>de</strong> MD (aguda y crónica), cuya presentación<br />

parece estar relacionada con el grado <strong>de</strong> homología existente entre <strong>las</strong> dos cepas que<br />

intervienen en el proceso (Baker, 1995; Gómez-Pacheco, 1999).<br />

La MD aguda afecta a animales entre los 6 meses y los 2 años <strong>de</strong> edad y la<br />

morbilidad suele rondar el 5%. Cursa con pirexia (40-41ºC), <strong>de</strong>presión, <strong>de</strong>bilidad,<br />

anorexia, taquicardia, polipnea, disminución <strong>de</strong> la producción láctea y con el paso <strong>de</strong> los<br />

días, emaciación y <strong>de</strong>shidratación. Los animales presentan erosiones en los labios,<br />

encías, lengua, paladar, ollares, cavidad nasal y espacios interdigitales. Estas lesiones<br />

pue<strong>de</strong>n confluir dando lugar a áreas <strong>de</strong> necrosis que provocan la aparición <strong>de</strong> úlceras y


12 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

como consecuencia ptialismo, flujo nasal y cojeras. Tras 3 o 4 días, aparece <strong>una</strong> diarrea<br />

acuosa, profusa y sanguinolenta. Son frecuentes <strong>las</strong> complicaciones por infecciones<br />

secundarias que agravan el estado <strong>de</strong>l animal. La letalidad es prácticamente <strong>de</strong>l 100% y<br />

se produce entre el 2º día y la 3ª semana p.i., <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la gravedad <strong>de</strong> los<br />

síntomas y <strong>las</strong> lesiones. En casos sobreagudos el animal muere antes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r observar<br />

la diarrea (Baker, 1987; Bolin, 1995).<br />

La MD crónica se produce en aquellos animales PI en los que <strong>las</strong> cepas CP y<br />

NCP <strong>son</strong> antigénicamente diferentes (Bolin, 1995). El proceso se caracteriza por<br />

inapetencia, mal aspecto y pérdida progresiva <strong>de</strong> peso hasta la emaciación. La diarrea<br />

pue<strong>de</strong> ser continua o intermitente, al igual que el flujo nasal. En ocasiones, se presentan<br />

áreas <strong>de</strong> alopecia e hiperqueratinización en el cuello, piel perineal, prepucial, vulvar y<br />

en la zona <strong>de</strong> inserción <strong>de</strong> los cuernos y en <strong>las</strong> pezuñas. Estas lesiones no se curan y<br />

pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>rivar en cojeras. Son frecuentes, igualmente, <strong>las</strong> infecciones secundarias. Los<br />

animales pue<strong>de</strong>n vivir durante meses y mueren como consecuencia <strong>de</strong> su extrema<br />

<strong>de</strong>bilidad (Baker, 1987; Bolin, 1995).<br />

I.2.4.- DIAGNÓSTICO<br />

La BVD presenta <strong>una</strong> gran variedad <strong>de</strong> manifestaciones clínicas que van, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

los procesos subclínicos, hasta <strong>las</strong> muertes en los casos más graves, pudiendo<br />

observarse también cuadros entéricos, respiratorios o reproductivos, cuya gravedad<br />

pue<strong>de</strong> variar por la existencia <strong>de</strong> infecciones secundarias o concomitantes. Esta amplia<br />

variedad <strong>de</strong> síntomas, hace que el diagnóstico clínico sea muy difícil por lo que, el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> laboratorio y los estudios epi<strong>de</strong>miológicos, se convierten en herramientas<br />

fundamentales para la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l proceso.<br />

I.2.4.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> rebaños infectados<br />

El primer paso, para cualquier programa <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la BVD, es la realización<br />

<strong>de</strong> un estudio <strong>de</strong> prevalencia que permitirá conocer el estado inmunológico <strong>de</strong>l rebaño,


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 13<br />

mediante un muestreo significativo, por grupos <strong>de</strong> edad. A pesar <strong>de</strong> que la prueba<br />

serológica <strong>de</strong> referencia sigue siendo la seroneutralización (SN), la técnica más<br />

frecuentemente empleada es el ELISA <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs (ELISA-Ac) que permite<br />

muestrear un número gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> animales en poco tiempo y a bajo coste (Rossi y Kiesel,<br />

1971). Por otra parte, la existencia <strong>de</strong> ELISA-Ac que <strong>de</strong>terminan la presencia <strong>de</strong> Acs<br />

anti-p80, permite diferenciar los Acs <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección <strong>de</strong> campo <strong>de</strong> los<br />

proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>ción con vac<strong>una</strong>s inactivadas (Álvarez, 1997; Makoschey y<br />

cols., 2007; Niza-Ribeiro y cols., 2005).<br />

Para po<strong>de</strong>r interpretar los resultados serológicos es necesario indicar que la<br />

seropositividad, en el grupo <strong>de</strong> animales jóvenes mayores <strong>de</strong> 8 meses, es un indicador<br />

<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección activa (Ferrari y cols., 1999; Houe, 1999). La<br />

aparición <strong>de</strong> Acs, en los animales menores <strong>de</strong> 8 meses, pue<strong>de</strong> tener un origen materno<br />

por la ingestión <strong>de</strong> calostro (Mainar-Jaime y cols., 2001).<br />

I.2.4.2.- Detección <strong>de</strong> PI<br />

Ante la sospecha <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> circulación vírica es necesaria la<br />

i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los animales PI. Se sospechará, en primer lugar, <strong>de</strong> los animales<br />

seronegativos, aunque pue<strong>de</strong>n existir animales PI con Acs con origen en reinfecciones,<br />

vac<strong>una</strong>ción o calostro (Gómez-Pacheco, 1999; Houe y cols., 2006). La técnica más<br />

empleada es el ELISA <strong>de</strong> captura <strong>de</strong> antígeno (ELISA-Ag) que permite el diagnóstico<br />

rápido y barato <strong>de</strong> un número gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> muestras (Álvarez y Arias, 2000; Dubovi,<br />

1990).<br />

Actualmente, se está extendiendo el empleo <strong>de</strong> la reacción en ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> la<br />

polimerasa-retrotranscripción (PCR-RT) en el diagnóstico <strong>de</strong> rutina, por el aumento <strong>de</strong><br />

la oferta comercial y su alta sensibilidad (Se). Permite el empleo <strong>de</strong> muestras colectivas<br />

(mezc<strong>las</strong> <strong>de</strong> sueros <strong>de</strong> varios animales y leche <strong>de</strong> tanque (LT)) (Houe y cols., 2006). En<br />

este sentido, un resultado negativo sobre la muestra <strong>de</strong> LT, permite <strong>de</strong>scartar la<br />

presencia <strong>de</strong> infección en el grupo <strong>de</strong> animales en lactación aunque es necesario,


14 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

i<strong>de</strong>ntificar a los animales que en ese momento estén en el período <strong>de</strong> secado (Mars y<br />

Van Maanen, 2005; Renshaw y cols., 2000; Sandvik, 1999).<br />

También es fundamental, el control <strong>de</strong> los animales que nazcan en el primer año<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la eliminación <strong>de</strong> la infección <strong>de</strong>l rebaño, para evitar la presencia <strong>de</strong> nuevos<br />

PI proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> animales gestantes en el período <strong>de</strong> la circulación <strong>de</strong>l BVDV. Una<br />

alternativa, para el diagnóstico <strong>de</strong> estos animales, es el ELISA-Ag sobre <strong>una</strong> muestra <strong>de</strong><br />

tejido auricular, que en varios estudios realizados presenta <strong>una</strong> Se y especificidad (Sp)<br />

<strong>de</strong>l 100% (Cornish y cols., 2005; Holmquist y cols., 2004). El empleo <strong>de</strong> esta muestra<br />

elimina los problemas <strong>de</strong> interferencias con la presencia <strong>de</strong> Acs calostrales en el<br />

diagnósitco <strong>de</strong> Ag a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> suero (Holmquist y cols., 2004;<br />

Huchzermeier y cols., 2004). También se pue<strong>de</strong> emplear la PCR-RT, pero es <strong>una</strong><br />

alternativa más cara.<br />

I.2.4.3.- Investigación <strong>de</strong> fetos y animales muertos<br />

El estudio <strong>de</strong> los abortos y <strong>de</strong> los animales muertos en el rebaño, pue<strong>de</strong> ser <strong>una</strong><br />

herramienta valiosa para poner <strong>de</strong> manifiesto la presencia <strong>de</strong>l BVDV.<br />

El aislamiento <strong>de</strong>l BVDV en cultivos celulares, a partir <strong>de</strong>l macerado <strong>de</strong><br />

órganos (pulmón, riñón, hígado, bazo, timo, parótida, placenta, etc.) y su posterior<br />

i<strong>de</strong>ntificación mediante inmunofluorescencia directa (IFD) o inmunoperoxidasa (IP) y,<br />

la IFD sobre cortes histológicos <strong>de</strong> los órganos anteriormente enumerados, <strong>son</strong> dos<br />

técnicas <strong>de</strong> diagnóstico muy empleadas tradicionalmente (Bechmann y cols., 1997). La<br />

elevada Se <strong>de</strong>l aislamiento vírico hace que, aunque este método ya no se emplee mucho<br />

en el diagnóstico rutinario, por su laboriosidad y lentitud, sea la técnica <strong>de</strong> referencia<br />

para la validación <strong>de</strong> nuevas técnicas <strong>de</strong> diagnóstico <strong>de</strong> laboratorio (Sandvik, 2005). La<br />

IFD, por su parte, es <strong>una</strong> técnica laboriosa que requiere <strong>una</strong> gran experiencia en la<br />

interpretación <strong>de</strong> los resultados (Bechmann y cols., 1997; Ruckerbauer y cols., 1971).<br />

En <strong>las</strong> últimas décadas, estos métodos se han visto, en parte, sustituidos por<br />

otros métodos como <strong>son</strong>, el ELISA-Ag y la PCR-RT, que permiten el diagnóstico <strong>de</strong> un


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 15<br />

número amplio <strong>de</strong> muestras en poco tiempo. En el primer caso, a bajo coste y en el caso<br />

<strong>de</strong> la PCR-RT, con <strong>una</strong> alta Se (Afshar y Eaglesome, 1990; Álvarez y Arias, 2000;<br />

Vilcek y cols., 2001).<br />

La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l BVDV en fetos es muy difícil ya que, en muchas<br />

ocasiones, la muerte <strong>de</strong>l feto y su expulsión, están muy separadas en el tiempo con lo<br />

que el virus ya no está presente (Ellis y cols., 1995; Prieto, 1991).<br />

La <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs específicos frente al BVDV en los líquidos fetales, permite<br />

sospechar <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección transplacentaria, cuando el feto ya es inmunocompetente. El<br />

análisis <strong>de</strong>l suero <strong>de</strong> la madre, pue<strong>de</strong> ser, igualmente, <strong>una</strong> fuente <strong>de</strong> información para el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> la BVD (An<strong>de</strong>r<strong>son</strong>, 2000; Eiras y Mén<strong>de</strong>z, 1999).<br />

I.2.5.- CONTROL Y PREVENCIÓN<br />

Los esfuerzos para la lucha contra la BVD <strong>de</strong>ben dirigirse hacia la prevención y<br />

el control <strong>de</strong> la infección. El diagnóstico precoz es la piedra angular en la lucha contra<br />

la enfermedad, junto con medidas <strong>de</strong> manejo y bioseguridad que minimicen los factores<br />

<strong>de</strong> riesgo (Gómez-Pacheco y cols., 2006; Mainar-Jaime y cols., 2001).<br />

Otro punto fundamental, para el éxito <strong>de</strong> cualquier actuación, es la implicación<br />

<strong>de</strong> los gana<strong>de</strong>ros que <strong>son</strong> los que tienen contacto directo y diario con el ganado y <strong>de</strong>ben<br />

aplicar todas <strong>las</strong> medidas necesarias (Alenius y cols., 1996; Driskell y Ridpath, 2006).<br />

I.2.5.1.- C<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños según su estado sanitario<br />

Para po<strong>de</strong>r establecer un programa <strong>de</strong> control y prevención <strong>de</strong> la BVD, el primer<br />

paso, es la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños según su situación sanitaria. El análisis<br />

serológico <strong>de</strong> los animales por grupos <strong>de</strong> edad, permite conocer la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong><br />

infección y la antigüedad <strong>de</strong> la misma (Houe, 1999).


16 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

Los rebaños se pue<strong>de</strong>n agrupar en tres categorías: Rebaños no infectados en los<br />

que los animales nacidos en la explotación <strong>son</strong> seronegativos. En España <strong>son</strong> muy<br />

escasos y generalmente correspon<strong>de</strong>n a explotaciones pequeñas, aisladas y cerradas<br />

(Vega y cols., 2004). Rebaños con infección reciente que tienen animales entre 8<br />

meses y 2 años, nacidos en la explotación, seropositivos. Rebaños con infección<br />

antigua en los que sólo existen animales seropositivos, nacidos en la explotación,<br />

mayores <strong>de</strong> 2 años (Houe, 1999).<br />

I.2.5.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados<br />

Si existe <strong>una</strong> alta prevalencia en el rebaño o animales seropositivos, en todos los<br />

grupos <strong>de</strong> edad, es probable que exista al menos un PI (Álvarez, 1997; Houe y cols.,<br />

1995).<br />

En los rebaños en los que se sospecha <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección activa es<br />

necesario proce<strong>de</strong>r a la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los PI y <strong>de</strong> los animales con viremia<br />

transitoria, mediante <strong>las</strong> técnicas <strong>de</strong> diagnóstico directas y/o indirectas, mencionadas<br />

en el apartado <strong>de</strong> diagnóstico (Alenius y cols., 1996; Baker, 1987).<br />

I.2.5.3.- Vigilancia y monitorización<br />

En <strong>las</strong> explotaciones no infectadas, con infecciones antiguas o en <strong>las</strong> que se haya<br />

eliminado <strong>una</strong> infección reciente, es fundamental evitar <strong>las</strong> reinfecciones mediante el<br />

establecimiento <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> bioseguridad sobre el movimiento <strong>de</strong> animales y<br />

per<strong>son</strong>as. Es fundamental, igualmente, conocer la situación <strong>de</strong> los rebaños con los que se<br />

relacionan (pastos y caminos comunes, vecindad, etc.) (Álvarez-Martínez y cols., 2002;<br />

Mainar-Jaime y cols., 2001; Rikula y cols., 2005).<br />

Es necesaria la realización <strong>de</strong> cuarentenas <strong>de</strong> <strong>las</strong> incorporaciones, para po<strong>de</strong>r<br />

realizar los análisis <strong>de</strong> laboratorio necesarios (<strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Ag y Ac) y controlar, la<br />

aparición <strong>de</strong> síntomas <strong>de</strong> enfermedad. <strong>Las</strong> hembras preñadas <strong>de</strong>berían ser aisladas en el


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 17<br />

momento <strong>de</strong>l parto hasta po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>scartar al ternero como PI (Alenius y cols., 1996;<br />

Álvarez-Martínez y cols., 2002; Baker, 1987).<br />

Si aún aplicando estas medidas el riesgo <strong>de</strong> infección sigue siendo alto (zonas <strong>de</strong><br />

alta prevalencia o <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> rebaños) se pue<strong>de</strong> recurrir a un programa <strong>de</strong><br />

vac<strong>una</strong>ción adaptado a cada situación (Gómez-Pacheco, 1999; Houe y cols., 2006).<br />

Para realizar <strong>una</strong> vigilancia en el tiempo y así conocer la evolución <strong>de</strong><br />

infecciones y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>tectar <strong>las</strong> reinfecciones en un rebaño, es necesario aplicar técnicas<br />

<strong>de</strong> monitorización <strong>de</strong>l rebaño.<br />

En los rebaños <strong>de</strong> leche, el análisis periódico <strong>de</strong> la LT, es la alternativa más<br />

barata para la monitorización ya que, es probada la buena correlación existente entre los<br />

niveles <strong>de</strong> Acs en el tanque con la seroprevalencia en el rebaño, salvo excepciones<br />

(Houe y cols., 2006; Joly y cols., 2005; Niskanen, 1993). El análisis seriado <strong>de</strong> esta<br />

muestra, permite la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> variaciones en dichos niveles <strong>de</strong> Acs y por tanto, la<br />

i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> nuevas infecciones (Houe, 1999, Lindberg y cols., 1999). En alg<strong>una</strong>s<br />

ocasiones, <strong>las</strong> variaciones no <strong>son</strong> <strong>de</strong>tectables en el momento <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> <strong>una</strong> nueva<br />

infección por lo que, para evitar esta situación, sería recomendable la alternancia <strong>de</strong>l<br />

análisis <strong>de</strong>l tanque con el <strong>de</strong> los animales jóvenes <strong>de</strong>l rebaño (Bitsch y cols., 2000;<br />

Ferrari y cols., 1999; Houe y cols., 2006).<br />

En los rebaños <strong>de</strong> carne la monitorización <strong>de</strong>berá realizarse mediante en análisis<br />

periódico <strong>de</strong> los animales jóvenes (Houe y cols., 2006).<br />

I.2.6.- IMPACTO ECONÓMICO<br />

<strong>Las</strong> pérdidas económicas en un rebaño, <strong>de</strong>bidas al BVDV, <strong>son</strong> difíciles <strong>de</strong><br />

cuantificar ya que, <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> factores como la<br />

virulencia <strong>de</strong> la cepa, el estado inmunitario <strong>de</strong>l rebaño y el estado reproductivo <strong>de</strong> los<br />

animales afectados (Houe, 1999).


18 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

<strong>Las</strong> principales pérdidas económicas se <strong>de</strong>ben a la disminución <strong>de</strong> la producción<br />

láctea y cárnica, al empeoramiento <strong>de</strong> los índices reproductivos y al incremento en la<br />

aparición <strong>de</strong> otras enfermeda<strong>de</strong>s. También es importante el incremento <strong>de</strong> los gastos por<br />

tratamientos veterinarios directos o <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>las</strong> infecciones secundarias (Corrales y<br />

cols., 2001; Greiser-Wilke y cols., 2003; Houe, 2003) y para la eliminación <strong>de</strong> la<br />

infección <strong>de</strong>l rebaño (Djkhuizen y cols., 1995).<br />

El riesgo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s respiratorias se pue<strong>de</strong> incrementar <strong>de</strong>l 2% al 5%,<br />

mientras que el riesgo <strong>de</strong> otras enfermeda<strong>de</strong>s, principalmente diarreas neonatales, pue<strong>de</strong><br />

elevarse entre el 1% y el 10% (Diéguez y cols., 2009; Houe, 2003).<br />

Se estima que el BVDV es responsable <strong>de</strong>l 10% <strong>de</strong> los abortos que se producen<br />

en el ganado vacuno <strong>de</strong> España (Aduriz y cols., 1999). Un trabajo realizado en Galicia,<br />

sobre 132 fetos bovinos, <strong>de</strong>mostró la presencia <strong>de</strong>l BVDV en el 10,6% <strong>de</strong> ellos,<br />

mediante la técnica <strong>de</strong> IFD (Mora y cols., 2000).<br />

También se comprobó la asociación entre la presencia <strong>de</strong> BVD con el<br />

incremento <strong>de</strong> mamitis clínicas, retención placentaria y aumento <strong>de</strong> tratamientos para<br />

estimular el celo. El BVD aumenta el período entre partos por <strong>las</strong> implicaciones<br />

<strong>reproductivas</strong> que produce (Fourichon y cols., 2007; Niskanen y cols., 1995).<br />

Así mismo, el aumento <strong>de</strong> los gastos <strong>de</strong> reposición externa por la disminución <strong>de</strong><br />

los nacimientos, el aumento <strong>de</strong> la mortalidad y la eliminación prematura <strong>de</strong> animales<br />

infectados, incrementan igualmente, <strong>las</strong> pérdidas (Duffell y cols., 1986; Houe, 2003).<br />

Existen varios trabajos europeos que proponen mo<strong>de</strong>los para la estimación <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

pérdidas económicas en rebaños y poblaciones según la aptitud, tamaño <strong>de</strong> rebaños<br />

situación epi<strong>de</strong>milógica, etc. Estos trabajos revelaron el alto coste económico que<br />

supone, para un rebaño, la presencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección activa por BVD (Houe, 2003;<br />

Stott y cols., 2003; Swasdipan y cols., 2004).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 19<br />

I.3.- RINOTRAQUEÍTIS INFECCIOSA BOVINA (IBR)<br />

La IBR/Vulvovaginitis pustular infecciosa (IPV)/Balanopostitis pustular<br />

infecciosa (IPB) es <strong>una</strong> enfermedad infectocontagiosa, <strong>de</strong> difusión mundial, con gran<strong>de</strong>s<br />

variaciones <strong>de</strong> prevalencia y presentación. Su agente etiológico fue <strong>de</strong>scubierto en 1956<br />

(Madin y cols., 1956).<br />

I.3.1.- ETIOLOGÍA<br />

La IBR está producida por el herpesvirus bovino tipo 1 (BHV-1), género<br />

Herpesvirus, familia Herpesviridae que, como el resto <strong>de</strong> los géneros <strong>de</strong> la subfamilia<br />

Alphaherpesvirinae (Simplexvirus y Varicellovirus) a la que pertenece, se caracteriza<br />

por poseer un alto rango <strong>de</strong> hospedadores, un ciclo reproductivo corto, rápida<br />

propagación en cultivos celulares y la capacidad para establecer infecciones latentes<br />

(Muylkens y cols., 2007).<br />

El virión está formado por <strong>una</strong> doble ca<strong>de</strong>na lineal <strong>de</strong> ácido <strong>de</strong>soxirribonucleico<br />

(DNA) con 135.000-140.000 pares <strong>de</strong> bases. El genoma está compuesto por un<br />

segmento largo (U L ) y un segmento corto (U S ) (Muylkens y cols., 2007; Schynts y cols.,<br />

2003) (fig.1.2). La cápsi<strong>de</strong> es icosaédrica y con <strong>una</strong> envoltura lipídica con proyecciones<br />

en forma <strong>de</strong> espícu<strong>las</strong>. El diámetro varía entre los 150-200 nm (Leuzinger y cols., 2005;<br />

Santur<strong>de</strong> y Tabares, 1995; Valícek y Smíd, 1976). A medida que los equipos <strong>de</strong><br />

investigación se fueron perfeccionando, se pudieron estudiar <strong>las</strong> principales proteínas.<br />

Así, se i<strong>de</strong>ntificaron 38 proteínas estructurales y entre 5 y 15 no estructurales (Metzler y<br />

cols., 1986; Misra y cols., 1981). <strong>Las</strong> proteínas estructurales más <strong>de</strong>stacadas, <strong>son</strong> <strong>las</strong> 5<br />

gp (gB, gC, gD, gE y gG), que están implicadas en todos los estadíos <strong>de</strong> la infección.<br />

<strong>Las</strong> gB, gC y gD producen respuesta inmunitaria. Así la gB provoca la formación<br />

temprana <strong>de</strong> Acs neutralizantes mientras que en la gC y gD dicha respuesta es más<br />

tardía y variable (Baranowsky y cols., 1996; Li y cols., 1995; Van Drunen-Littel-Van<br />

<strong>de</strong>n Hurk y Babiuk, 1986).


20 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

Mediante el análisis <strong>de</strong> endonucleasas <strong>de</strong> restricción se establecieron 3 subtipos<br />

(1, 2 (a, b) y 3) que se diferencian por la presencia <strong>de</strong> uno o varios epitopos (Engels y<br />

cols., 1981; Metzler y cols., 1985). Parece probado que el subtipo 1 se excreta en títulos<br />

más altos y se disemina con más eficacia (Wentiuk y cols., 1993). Aunque los subtipos<br />

1 y 2a se suelen asociar con <strong>las</strong> formas respiratorias, el 2b con <strong>las</strong> formas <strong>reproductivas</strong><br />

y el subtipo 3 con encefalitis (Wentiuk y cols., 1993), <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> presentacion,<br />

podrían estar más relacionadas con la vía <strong>de</strong> entrada, que con el subtipo (Jones y<br />

Chowdhury, 2008).<br />

U L<br />

Us<br />

Figura 1.2.- Organización <strong>de</strong>l genoma <strong>de</strong>l BHV-1.<br />

I.3.2.- EPIDEMIOLOGÍA<br />

I.3.2.1.- Prevalencia<br />

La IBR es <strong>una</strong> enfermedad <strong>de</strong> distribución mundial con gran<strong>de</strong>s diferencias <strong>de</strong><br />

prevalencia entre países. La morbilidad que pue<strong>de</strong> llegar al 100% y la letalidad varían<br />

con la edad, la gravedad y la presencia <strong>de</strong> otras enfermeda<strong>de</strong>s secundarias que<br />

compliquen el proceso (Suárez y cols., 1995).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 21<br />

Borchers en 2006, estableció <strong>una</strong> prevalencia en Europa entre el 10-80% <strong>de</strong> los<br />

rebaños. Finlandia, Noruega, Suecia, Austria, Dinamarca, Suiza y Bolzano (Italia), tras<br />

la aplicación <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> erradicación durante décadas, están reconocidas por la<br />

OIE como zonas libres <strong>de</strong> IBR <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2003. En Alemania, tras un programa <strong>de</strong> control<br />

iniciado en 1997 y uno <strong>de</strong> erradicación que comenzó en 2002, la prevalencia por rebaño<br />

<strong>de</strong>scendió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 50% en 1996, hasta el 29,2% en 2004, con gran<strong>de</strong>s diferencias<br />

regionales (Teuffer, 2006). Otros países como Hungría, Holanda, Bélgica y Francia<br />

también están adoptando medidas <strong>de</strong> lucha contra la IBR (Ackerman y Engels, 2006;<br />

Pálfi y Földi, 2006) (tabla 1.3).<br />

Área (país) Año Población P. an (%) P. reb (%) Autores<br />

Alto Miño (Portugal) 2006 Carne (monte) 47,2 Soares y cols.,2006<br />

Venetto (Italia) 1999 Carne 47,0 Nar<strong>de</strong>lli y cols.,1999<br />

Italia 2006 General 61,0 Cavinari, 2006<br />

Hungría 1993 Leche 64,1 79,3 Tekes y cols., 1999<br />

Holanda 1996 General 70,3 Muñoz, 2005<br />

Bélgica 2000 Leche/carne/mixta 84,0/53,0/89,0 Boelaert y cols., 2000<br />

Alemania 2004 General 29,2 Teuffer, 2006<br />

Reino Unido 1996 General 50,0 Muñoz, 2005<br />

Francia 1996 General 10,0 Muñoz, 2005<br />

Tabla 1.3.- Estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la IBR en Europa. P.an= prevalencia por animal. P.reb= prevalencia por rebaño.<br />

La situación en España es difícil <strong>de</strong> conocer porque los trabajos existentes se<br />

refieren a poblaciones o aspectos <strong>de</strong> la enfermedad muy concretos. Aún así, dichos<br />

trabajos permiten evi<strong>de</strong>nciar la difusión <strong>de</strong> la enfermedad (tabla 1.4).<br />

Área Año Población P. an (%) P. reb (%) Autores<br />

A Coruña 2001 Leche 49,4 Guitián, 2001<br />

Asturias 1991 Leche 23,0 Prieto, 1991<br />

Asturias 1998 Leche y mixto 17,3 Guitián y cols., 1998<br />

Asturias 2006 General 55,0 Fernán<strong>de</strong>z-Cabezas, 2007<br />

Cantabria 2006 General 40,0 75,0 Fernán<strong>de</strong>z, 2007<br />

País Vasco 2006 General 25,0 45,8,0 Juste, 2007<br />

Andalucía 1997 Carne (extensivo) 96,0 Gómez-Pacheco y cols., 1997<br />

España 1995 General 30,0 50,0 Suárez y cols., 1995<br />

España 1988 Leche 54,0 Espuña y cols., 1988<br />

Tabla 1.4.- Estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la IBR en España. P.an= prevalencia por animal. P.reb= prevalencia por<br />

rebaño.<br />

En la actualidad, existe un programa <strong>de</strong> control a nivel nacional, en elaboración,<br />

que permitirá conocer la situación <strong>de</strong> la IBR en España, para po<strong>de</strong>r aplicar <strong>las</strong> medidas<br />

<strong>de</strong> lucha y control más a<strong>de</strong>cuadas y <strong>de</strong> manera más uniforme, en todo el territorio<br />

nacional.


22 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.3.2.2.- Factores <strong>de</strong> riesgo<br />

Los responsables <strong>de</strong>l mantenimiento y difusión <strong>de</strong> la enfermedad <strong>son</strong> los<br />

animales con infección aguda o con infección latente reactivada (Borchers, 2006;<br />

Pritchard y cols, 2003, Suárez y cols., 1995).<br />

El hospedador principal y única especie responsable <strong>de</strong> la diseminación <strong>de</strong>l virus<br />

es el ganado vacuno aunque, también se observaron signos clínicos en caprino y la<br />

presencia <strong>de</strong> Acs neutralizantes en ovejas, cabras y rumiantes silvestres (Ackermann y<br />

cols., 1986; Ackermann y Engels, 2006; Hasler y Engels, 1986).<br />

Los ruminantes silvestres y <strong>las</strong> garrapatas podrían actuar como reservorio <strong>de</strong>l<br />

virus durante períodos prolongados <strong>de</strong> tiempo (Taylor y cols., 1982).<br />

<strong>Las</strong> principales rutas <strong>de</strong> infección <strong>son</strong> la nasal y la monta natural o la<br />

inseminación artificial con semen contaminado <strong>de</strong> animales con infección aguda<br />

(Nuotio y cols., 2007; Suárez y cols., 1995).<br />

Por tanto, la transmisión entre rebaños se producirá, sobre todo, por la<br />

incorporación <strong>de</strong> animales portadores <strong>de</strong>l virus o por el empleo <strong>de</strong> semen o embriones<br />

contaminados (Drew y cols., 1987; Nuotio y cols., 2007).<br />

También es importante mencionar, la infección a partir <strong>de</strong> instrumentos,<br />

vehículos, alimentos o per<strong>son</strong>al contaminado (Suárez y cols., 1995).<br />

La transmisión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l rebaño se producirá a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> vías oro-nasal y<br />

genital o, como se mencionó anteriormente, a través <strong>de</strong> garrapatas.


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 23<br />

I.3.3.- PATOGENIA Y CUADRO CLÍNICO<br />

La enfermedad pue<strong>de</strong> cursar con cuadros clínicos muy diversos, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong><br />

la edad y estado inmunitario <strong>de</strong>l animal, virulencia <strong>de</strong> la cepa, ruta <strong>de</strong> infección y<br />

manejo <strong>de</strong>l rebaño. Así, se pue<strong>de</strong>n observar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> infecciones inaparentes hasta<br />

procesos letales, pudiendo producir cuadros respiratorios, digestivos, nerviosos y<br />

reproductivos y con mucha menor frecuencia, mamitis y <strong>de</strong>rmatitis (Miller, 1991;<br />

Müller, 2006).<br />

Dependiendo <strong>de</strong> la vía <strong>de</strong> entrada, el virus se multiplicará en la mucosa <strong>de</strong> tracto<br />

genital o <strong>de</strong> <strong>las</strong> vías respiratorias altas. La viremia es débil y transitoria y parece existir<br />

implicación <strong>de</strong> monocitos y macrófagos (Forman y cols., 1982).<br />

Tras la infección el virus induce <strong>una</strong> respuesta inmunitaria celular y humoral <strong>de</strong><br />

larga duración con la presencia <strong>de</strong> Acs durante toda la vida <strong>de</strong>l animal (Jones y<br />

Chowdhury, 2008; Müller, 2006).<br />

I.3.3.1.- Forma respiratoria-ocular<br />

El período <strong>de</strong> incubación es <strong>de</strong> 2-7 días. La vía <strong>de</strong> contagio es la nasal y ocular<br />

y los animales enfermos pue<strong>de</strong>n eliminar el virus durante 10-16 días p.i. (Suárez y cols.,<br />

1995). Los animales presentan fiebre, apatía, anorexia, disnea con respiración<br />

superficial y tos seca y persistente. En ocasiones, adoptan posturas ortopneicas, como la<br />

apertura <strong>de</strong> la boca y extremida<strong>de</strong>s anteriores, para facilitar la respiración y mitigar el<br />

dolor. También se pue<strong>de</strong> observar secreción nasal, lagrimeo y salivación excesiva<br />

<strong>de</strong>bido a la inflamación <strong>de</strong> mucosas. En los animales jóvenes los signos se intensifican<br />

pudiendo también presentar, mal pelaje y escalofríos (Müller, 2006).<br />

Si no existen infecciones secundarias, la fase aguda pue<strong>de</strong> durar 5-10 días con<br />

recuperación total en 4-5 semanas (Sanjuán y cols., 1995). Debido a la acción<br />

inmunosupresora <strong>de</strong>l virus, es frecuente la aparición <strong>de</strong> infecciones bacterianas


24 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

secundarias (Pasteurella haemolytica, Pasteurella multocida, Haemophilus sommnus)<br />

que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>rivar en neumonías (Yates, 1982).<br />

I.3.3.2.- Forma reproductiva<br />

En la IPV e IPB el período <strong>de</strong> incubación es <strong>de</strong> 1-4 días y el contagio se produce<br />

a través <strong>de</strong> fluidos vaginales y seminales, abortos, tejidos fetales y placenta. El virus<br />

pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>tectado en <strong>las</strong> secreciones vaginales entre 8-14 días p.i. y en <strong>las</strong> seminales<br />

entre 14-22 días p.i. (Suárez y cols., 1995). Los animales presentan hipertermia e<br />

inquietud. En <strong>las</strong> hembras se observa micción frecuente y mucosa e<strong>de</strong>matosa con<br />

pústu<strong>las</strong> que confluyen y en ocasiones, secreción vaginal mucopurulenta. Los machos se<br />

muestran reacios a la monta y presentan inflamación prepucial con pústu<strong>las</strong> en pene y<br />

prepucio (Müller, 2006; Sanjuán y cols., 1995).<br />

<strong>Las</strong> alteraciones en la reproducción <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l momento <strong>de</strong> la infección. En<br />

<strong>las</strong> primeras fases <strong>de</strong> gestación se produce muerte embrionaria y salida a celo. Si la<br />

gestación es avanzada, se pue<strong>de</strong> producir aborto (más frecuente entre el 6º y 8º mes). El<br />

intervalo entre la muerte fetal y la expulsión es variable (hasta 100 días) con lo que, el<br />

aspecto <strong>de</strong>l feto, pue<strong>de</strong> presentar distintos grados <strong>de</strong> autolisis. Si la infección es a<br />

término, pue<strong>de</strong>n nacer terneros infectados, poco viables, que mueren a <strong>las</strong> pocas horas<br />

o, terneros sanos con Acs (Müller, 2006; Sanjuán y cols., 1995).<br />

I.3.3.3.- Forma nerviosa o meningoencefalítica<br />

Se presenta, fundamentalmente, en terneros menores <strong>de</strong> 6 semanas con escasa<br />

inmunización frente al BHV-1. Pue<strong>de</strong>n morir sin presentar signos clínicos aunque lo<br />

más frecuente es que comience con la aparición <strong>de</strong> fiebre e incapacidad para comer y<br />

beber, para continuar con: incoordinación motora, movimientos en círculo, espasmos,<br />

salivación excesiva, parálisis <strong>de</strong> la lengua, nistagmo y ceguera. La fase terminal se<br />

<strong>de</strong>sarrolla con postración, convulsiones, coma y muerte (Sanjuán y cols., 1995).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 25<br />

I.3.3.4.- Forma sistémica<br />

Infección generalizada, observada en terneros recién nacidos, con cuadro<br />

neumoentérico (diarrea, abdomen retraído, síntomas respiratorios) y <strong>de</strong>senlace fatal, en<br />

pocos días (Sanjuán y cols., 1995).<br />

I.3.3.5.- Latencia<br />

Se <strong>de</strong>fine como la persistencia silenciosa <strong>de</strong>l virus en el organismo. Es típica <strong>de</strong><br />

los herpesvirus. El virus pue<strong>de</strong> permanecer en esta forma latente durante toda la vida <strong>de</strong>l<br />

hospedador o reactivarse, periódicamente, <strong>de</strong> manera espontánea, por procesos que<br />

provoquen alteración <strong>de</strong>l estado inmune <strong>de</strong>l animal como: estrés, tratamientos con<br />

corticoi<strong>de</strong>s, parto, transporte, infecciones bacterianas o víricas, alta carga parasitaria,<br />

etc. (Jones, 2003; Thiry y cols., 1984; Thiry y cols., 1987).<br />

La latencia tiene <strong>una</strong> localización nerviosa, principalmente en los ganglios<br />

trigémino (IBR) y sacro (IPV) (Ackermann y cols., 1982; Ackermann y Wyler, 1984).<br />

También pue<strong>de</strong> permanecer en el sistema nervioso central (SNC), (bulbo olfatorio,<br />

médula oblonga) y en macrófagos, linfocitos y célu<strong>las</strong> epiteliales (Forman y cols., 1982;<br />

Jones, 2003).<br />

I.3.4.- DIAGNÓSTICO<br />

La gran variedad <strong>de</strong> cuadros clínicos existentes junto con la presencia <strong>de</strong> otras<br />

enfermeda<strong>de</strong>s secundarias, que influyen en el curso <strong>de</strong> la enfermedad y la gravedad <strong>de</strong><br />

los síntomas, así como la participación en muchos síndromes reproductivos y<br />

respiratorios, nos da <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la gran dificultad que tiene el diagnóstico clínico <strong>de</strong> la<br />

IBR.


26 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.3.4.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> rebaños infectados<br />

Al igual en el caso <strong>de</strong> la BVD, la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs específicos en el suero o en la<br />

leche, <strong>de</strong> un grupo significativo <strong>de</strong> animales, es muy útil para <strong>de</strong>tectar explotaciones con<br />

infección subclínica y conocer la situación <strong>de</strong> un rebaño con respecto a la enfermedad<br />

(Ackermann y Engels, 2006).<br />

Cada vez se emplea más la muestra <strong>de</strong> LT, ya que permite conocer la situación<br />

<strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> animales en lactación. En el caso <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> aptitud cárnica, se<br />

pue<strong>de</strong>n analizar <strong>las</strong> mezc<strong>las</strong> <strong>de</strong> sueros <strong>de</strong> animales por grupos <strong>de</strong> edad (Frankena y cols.,<br />

1997; Nuotio y cols., 2007).<br />

El ELISA es la técnica <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs más empleada, <strong>de</strong>bido a la gran<br />

cantidad <strong>de</strong> protocolos comerciales que existen en el mercado, con buenos valores <strong>de</strong> Se<br />

y Sp y al hecho <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r realizar el análisis <strong>de</strong> un colectivo en poco tiempo y a bajo<br />

coste.<br />

Existe <strong>una</strong> nueva generación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>s marcadoras, en <strong>las</strong> que el virus está<br />

modificado, mediante la <strong>de</strong>lección <strong>de</strong> secuencias que codifican ciertas gp (gC, gG, gE).<br />

El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> ELISA-Ac específicos frente a estas proteínas (anti-gC, anti-gG o antigE)<br />

permite diferenciar los Acs <strong>de</strong>bidos a infecciones naturales (resultado positivo) <strong>de</strong><br />

los generados por vac<strong>una</strong>ción con vac<strong>una</strong> marcadora (resultado negativo). En la<br />

mayoría <strong>de</strong> dichas vac<strong>una</strong>s, la gp <strong>de</strong>leccionada es la gE. Este hecho se <strong>de</strong>be a que la gE,<br />

no tiene gran importancia para la generación <strong>de</strong> los primeros Acs neutralizantes, si no<br />

que induce <strong>una</strong> respuesta humoral tardía (Babiuk y cols., 1996; Beer y König, 2006;<br />

Schwyzer y Ackermann, 1996).<br />

La presencia <strong>de</strong> Acs en un animal pue<strong>de</strong> tener un origen variado: calostro,<br />

vac<strong>una</strong>ción, animales que superaron la infección y animales con infección latente. Por<br />

eso, es fundamental realizar un diagnóstico <strong>de</strong> rebaño y <strong>una</strong> encuesta epi<strong>de</strong>miológica,<br />

que facilitarán la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los rebaños con infección. La presencia <strong>de</strong><br />

seropositividad en el grupo <strong>de</strong> animales jóvenes mayores <strong>de</strong> 8 meses es un indicador <strong>de</strong>


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 27<br />

la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección activa (Ferrari y cols., 1999; Houe, 1999). La aparición <strong>de</strong><br />

Acs en los animales menores <strong>de</strong> 8 meses pue<strong>de</strong> tener un origen materno, por la<br />

ingestión <strong>de</strong> calostro (Mainar-Jaime y cols., 2001).<br />

I.3.4.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados<br />

La <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> los animales infectados es muy difícil, ya que la mayoría <strong>de</strong><br />

ellos no presentan síntomas y a<strong>de</strong>más, el BHV-1 sólo es <strong>de</strong>tectable, a partir <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

secreciones, durante la fase <strong>de</strong> multiplicación <strong>de</strong>l virus en la mucosa <strong>de</strong> <strong>las</strong> vías <strong>de</strong><br />

entrada.<br />

Por tanto, se pue<strong>de</strong> intentar la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l virus a partir <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong><br />

secreciones nasales, oculares, prepuciales o vaginales. El aislamiento <strong>de</strong>l virus en<br />

cultivos celulares sensibles al BHV-1, es <strong>una</strong> técnica con alta Se y Sp, pero costosa,<br />

laboriosa y lenta. El virus <strong>de</strong>l IBR produce efecto citopático (ECP) con redon<strong>de</strong>amiento<br />

celular, formación <strong>de</strong> sincitios, lisis y <strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> infectadas<br />

(An<strong>de</strong>r<strong>son</strong>, 2000; Lucas y cols., 1986). Es un diagnóstico difícil porque la obtención <strong>de</strong><br />

estas muestras es complicada y con frecuencia existen contaminaciones fúngicas o<br />

bacterianas que dificultan el diagnóstico (Espí y cols., 2000; Mora y cols., 2000).<br />

Otra alternativa <strong>de</strong> diagnóstico, a partir <strong>de</strong> estas muestras, es la IFD. Es <strong>una</strong><br />

técnica más económica y rápida pero que requiere gran especialización y su Se <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />

mucho <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> la infección en la que se recoja la muestra (Lucas y cols., 1986;<br />

Mora y cols., 2000; Yus y cols., 1995).<br />

Actualmente, se están <strong>de</strong>sarrollando protocolos comerciales <strong>de</strong> reacción en<br />

ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> la polimerasa (PCR), para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong>l DNA <strong>de</strong>l BHV-1, que podrían<br />

ser <strong>una</strong> alternativa al aislamiento vírico y a<strong>de</strong>más, parece ser capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar animales<br />

con enfermedad latente (Moore y cols., 2000; Muylkens y cols., 2007).


28 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.3.4.3.- Investigación <strong>de</strong> fetos y animales muertos<br />

Al igual que en apartado anterior, el aislamiento <strong>de</strong>l virus en cultivos celulares<br />

y la PCR, a partir <strong>de</strong> macerados <strong>de</strong> vísceras (pulmón, riñón, hígado, bazo, etc.), <strong>son</strong><br />

técnicas con alta Se y Sp. Por otro lado, la IFD y la IP, a partir <strong>de</strong> cortes histológicos,<br />

<strong>son</strong> alternativas <strong>de</strong> diagnóstico.<br />

La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l BHV-1 en fetos es muy difícil ya que, en muchas<br />

ocasiones, la muerte <strong>de</strong>l feto y su expulsión están muy separadas en el tiempo con lo<br />

que el virus ya no está presente (An<strong>de</strong>r<strong>son</strong>, 2000).<br />

La <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs específicos frente al BHV-1 en los líquidos fetales permite<br />

sospechar <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección transplacentaria cuando el feto ya es inmunocompetente. El<br />

análisis <strong>de</strong>l suero <strong>de</strong> la madre, pue<strong>de</strong> dar, igualmente, mucha información para el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> la enfermedad (An<strong>de</strong>r<strong>son</strong>, 2000; Eiras y Mén<strong>de</strong>z, 1999).<br />

I.3.5.- CONTROL Y PREVENCIÓN<br />

I.3.5.1.- C<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños según su estado sanitario<br />

Ante la sospecha <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección por IBR, el primer paso, <strong>de</strong>bería ser la<br />

investigación <strong>de</strong>l estado sanitario <strong>de</strong> rebaño, mediante la realización <strong>de</strong> <strong>una</strong> encuesta<br />

epi<strong>de</strong>miológica y un estudio <strong>de</strong> seroprevalencia, por grupos <strong>de</strong> edad, para establecer la<br />

presencia y antigüedad <strong>de</strong>l proceso (Houe, 1999).<br />

El empleo sistemático <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>ción, con vac<strong>una</strong>s convencionales, dificulta la<br />

c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños ya que, mediante ELISA, no se pue<strong>de</strong>n distinguir los Acs<br />

<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección natural <strong>de</strong> los originados por un programa <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción<br />

(Ackermann y Engels, 2006; Nar<strong>de</strong>lli y cols., 1999). En España, el empleo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

vac<strong>una</strong>s marcadoras es muy reciente, siendo sólo obligatorias en los programas <strong>de</strong> <strong>las</strong>


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 29<br />

ADSG <strong>de</strong> Galicia, Asturias y Cantabria, por lo que es imposible conocer con certeza la<br />

prevalencia real <strong>de</strong> la enfermedad. Por tanto, los programas <strong>de</strong> erradicación, <strong>de</strong>berán<br />

consi<strong>de</strong>rar como infectado a todo animal seropositivo a gE (Beer y König, 2006;<br />

Furtado-Flores y cols., 1993).<br />

En la actualidad, existen 2 líneas <strong>de</strong> actuación en los programas <strong>de</strong> erradicación<br />

<strong>de</strong> la IBR en Europa. Países como Dinamarca, Austria, Finlandia e Italia, no contemplan<br />

la vac<strong>una</strong>ción, mientras que en otros, como Alemania y Francia, la vac<strong>una</strong>ción forma<br />

parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones incluídas en los programas <strong>de</strong> erradicación (Beer y König,<br />

2006; Borchers, 2006; Franken, 2006; Nar<strong>de</strong>lli y cols., 1999).<br />

En España, dada la situación actual, con el empleo extendido <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>s no<br />

marcadoras, que impi<strong>de</strong>n conocer la prevalencia real <strong>de</strong> la infección, un programa <strong>de</strong><br />

control <strong>de</strong>bería comenzar por la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los rebaños no infectados. En los<br />

rebaños positivos con baja prevalencia se podría intentar la eliminación <strong>de</strong> los animales<br />

seropositivos. En los rebaños con seroprevalencia elevada o con peligro <strong>de</strong> sufrir<br />

reinfecciones, podría incluírse el empleo <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>s marcadoras, en <strong>las</strong> primeras etapas<br />

<strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> control. Así, los rebaños se podrán c<strong>las</strong>ificar en tres grupos:<br />

explotaciones no infectadas que <strong>son</strong> aquel<strong>las</strong> en <strong>las</strong> que los animales <strong>son</strong> seronegativos<br />

a Acs anti-gE; explotaciones con infección reciente, en <strong>las</strong> que existentes animales,<br />

entre 8 meses y 2 años, positivos a Acs anti-gE y; explotaciones con infección antigua,<br />

que sólo tienen animales positivos a Acs anti-gE, entre los mayores <strong>de</strong> 2 años (Cavinari,<br />

2006).<br />

I.3.5.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados<br />

Los rebaños, en los que exista <strong>una</strong> alta prevalencia o animales jóvenes<br />

seropositivos, <strong>son</strong> sospechosos <strong>de</strong> tener circulación vírica. En estos casos, es necesario<br />

realizar <strong>una</strong> investigación <strong>de</strong> los animales con cuadros clínicos compatibles con la IBR<br />

y <strong>de</strong> todos aquellos que, aún sin sintomatología, puedan ser infectados asintomáticos o<br />

latentes (Solís-Cal<strong>de</strong>rón y cols., 2003).


30 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

En caso <strong>de</strong> aparición <strong>de</strong> problemas respiratorios o reproductivos tras la<br />

incorporación <strong>de</strong> animales en la granja, éstos serán los principales sospechosos.<br />

Si por el contrario, aún aplicando estrictamente <strong>las</strong> medidas <strong>de</strong> bioseguridad<br />

necesarias, se <strong>de</strong>tectara un brote <strong>de</strong> IBR, se podría sospechar que el origen está en la<br />

activación <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección latente (Pritchard y cols., 2003).<br />

I.3.5.3.- Vigilancia y monitorización<br />

En <strong>las</strong> explotaciones no infectadas, lo fundamental es evitar el contagio<br />

aplicando medidas <strong>de</strong> bioseguridad y vigilancia. Es importante el control <strong>de</strong> todos los<br />

animales <strong>de</strong> nueva incorporación, mediante análisis serológicos y cuarenta, para po<strong>de</strong>r<br />

observar la aparición <strong>de</strong> síntomas clínicos.<br />

En <strong>las</strong> explotaciones infectadas con síntomas, se <strong>de</strong>ben aislar los animales<br />

enfermos y extremar <strong>las</strong> medidas <strong>de</strong> manejo en todo el rebaño (para evitar fenómenos <strong>de</strong><br />

inmunosupresión por estrés), aplicar tratamientos sintomáticos y evitar <strong>las</strong> infecciones<br />

secundarias que agravarían el proceso. En estos rebaños y en los que sufren infección<br />

subclínica es necesario, intentar localizar a los animales portadores y con infección<br />

latente, responsables <strong>de</strong> la diseminación y mantenimiento <strong>de</strong>l proceso (Solana y Da<br />

Silva, 1995). Normalmente, estos animales <strong>son</strong> seropositivos, salvo en el caso <strong>de</strong> los<br />

portadores latentes seronegativos, que se originan cuando la infección se produce en<br />

animales que aún conservan Acs calostrales (Álvarez-Martínez y cols., 2002; Müller,<br />

2006).<br />

En los casos en los que no se pueda controlar un brote o en rebaños negativos<br />

con alto riesgo <strong>de</strong> infección (zonas con alta prevalencia) pue<strong>de</strong> ser a<strong>de</strong>cuada la<br />

aplicación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>s (Thiry y cols., 2006). <strong>Las</strong> vac<strong>una</strong>s utilizadas <strong>de</strong>ben ser<br />

marcadoras, para po<strong>de</strong>r distinguir los Acs por vac<strong>una</strong>ción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong><br />

infecciones naturales (Ackermann y Engels, 2006; Beer y König, 2006; Chowdhury y<br />

cols., 2000; Whitbeck y cols., 1996). <strong>Las</strong> vac<strong>una</strong>s marcadoras más ampliamente usadas,<br />

en los programas <strong>de</strong> erradicación <strong>de</strong> los países europeos, <strong>son</strong> <strong>las</strong> que poseen la gE


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 31<br />

<strong>de</strong>leccionada (Jones y Chowdhury, 2008). A pesar <strong>de</strong> no ser <strong>las</strong> vac<strong>una</strong>s más eficaces<br />

(Kaashoek y cols., 1998), se <strong>de</strong>mostró que, frente a otras vac<strong>una</strong>s, no producen<br />

reactivación <strong>de</strong> latencias (Butchi y cols., 2007; Kaashoek y cols., 1998).<br />

La vigilancia periódica <strong>de</strong>l rebaño, mediante la monitorización con técnicas <strong>de</strong><br />

diagnóstico colectivo (LT, mezc<strong>las</strong> <strong>de</strong> sueros), pue<strong>de</strong> alertar <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> <strong>una</strong><br />

infección o controlar la evolución <strong>de</strong> un rebaño en el que se haya eliminado <strong>una</strong><br />

infección, mediante la observación <strong>de</strong> <strong>las</strong> variaciones en los niveles <strong>de</strong> Acs en la LT o<br />

seroconversiones en el grupo <strong>de</strong> animales control (Ackermann y Engels, 2006;<br />

Borchers, 2006; Solana y Da Silva, 1995).<br />

I.3.6.- IMPACTO ECONÓMICO<br />

Al igual que el caso <strong>de</strong> la BVD, <strong>las</strong> pérdidas causadas por la IBR <strong>son</strong> muy<br />

difíciles <strong>de</strong> cuantificar ya que <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> factores<br />

como la virulencia <strong>de</strong> la cepa, la vía <strong>de</strong> entrada, el estado inmunitario <strong>de</strong>l rebaño, el<br />

estado reproductivo <strong>de</strong> los animales infectados, el número <strong>de</strong> animales <strong>de</strong>l rebaños y <strong>las</strong><br />

condiciones <strong>de</strong> manejo (Houe, 1999; Pritchard y cols., 2003).<br />

Se estima que la mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> cepas <strong>de</strong> BHV-1 que circulan por Europa <strong>son</strong> <strong>de</strong><br />

baja virulencia, por lo que en la mayoría <strong>de</strong> los rebaños, la infección cursa <strong>de</strong> forma<br />

subclínica, siendo menores <strong>las</strong> pérdidas generadas.<br />

<strong>Las</strong> principales pérdidas se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> su participación en el síndrome<br />

respiratorio bovino, <strong>de</strong> la disminución <strong>de</strong> la producción láctea y cárnica y <strong>de</strong>l<br />

empeoramiento <strong>de</strong> los índices reproductivos. También es importante, la valoración <strong>de</strong>l<br />

incremento <strong>de</strong> los gastos por tratamientos veterinarios y los generados por el aumento<br />

<strong>de</strong> la reposición externa, por la disminución <strong>de</strong> los nacimientos, la mayor mortalidad y<br />

la eliminación prematura <strong>de</strong> animales infectados (Borchers, 2006; Houe, 2003).


32 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

Es importante <strong>de</strong>stacar, que en un futuro próximo, <strong>las</strong> principales repercusiones<br />

economicas provendrán <strong>de</strong> <strong>las</strong> limitaciones al movimiento <strong>de</strong> animales y sus productos<br />

(semen, embriones), que vendrán impuestas por los países <strong>de</strong>clarados libres <strong>de</strong> IBR. Por<br />

otra parte, siendo España un país eminentemente importador, es necesario evitar que se<br />

convierta en un país receptor <strong>de</strong> animales infectados (Álvarez-Martínez, 2006).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 33<br />

I.4.- NEOSPOROSIS BOVINA<br />

La neosporosis bovina es <strong>una</strong> enfermedad parasitaria <strong>de</strong>l ganado bovino que<br />

cursa con aborto, mortalidad neonatal o nacimiento <strong>de</strong> terneros con síntomas<br />

neuromusculares o sanos, pero crónicamente infectados. Tiene <strong>una</strong> gran importancia<br />

económica por <strong>las</strong> pérdidas <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> los abortos, la disminución <strong>de</strong> producción<br />

láctea y cárnica y por los gastos <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l proceso.<br />

Fue diagnosticada por primera vez, en Noruega, en perros con transtornos<br />

nerviosos (Bjerkas y cols., 1984), siendo i<strong>de</strong>ntificado el agente etiológico, en 1988<br />

(Dubey y cols., 1988). Su <strong>de</strong>scubrimiento como causa <strong>de</strong> aborto en el ganado vacuno se<br />

produjo en 1989 (Dubey y Lindsay, 1989).<br />

Es pues, <strong>una</strong> enfermedad relativamente reciente, que aún tiene muchos campos<br />

<strong>de</strong> investigación abiertos, pero que ya se ha revelado como el agente más importante en<br />

los abortos <strong>de</strong>l ganado vacuno (An<strong>de</strong>r<strong>son</strong> y cols., 1991; Dubey y Lindsay, 1996), tanto<br />

en su forma <strong>de</strong> presentación endémica, epidémica o esporádica (Davi<strong>son</strong> y cols., 1999b;<br />

Dubey, 2003b).<br />

Existen estudios que evi<strong>de</strong>ncian la presencia <strong>de</strong> Acs frente al patógeno en<br />

humanos (Nam y cols., 1998) y aunque, aún no se ha aislado el parásito, sí se han<br />

podido establecer infecciones experimentales en macaco (Barr y cols., 1994).<br />

I.4.1.- ETIOLOGÍA<br />

La enfermedad está producida por un protozoo intracelular, Neospora caninum<br />

(N.caninum) cuyo género está incluido en la familia Sarcocystidae, junto con lo géneros<br />

Toxop<strong>las</strong>ma y Sarcocystis (Dubey y cols., 1988).


34 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

En <strong>las</strong> infecciones naturales se <strong>de</strong>tectaron tres estadíos <strong>de</strong>l parásito: taquizoítos,<br />

bradizoítos en quistes tisulares y esporozoítos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ooquistes. Los dos primeros se<br />

encuentran en el hospedador intermediario, mientras que, los ooquistes <strong>son</strong> eliminados,<br />

exclusivamente, por el hospedador <strong>de</strong>finitivo (Basso y cols., 2001; Dubey y Lindsay,<br />

1996).<br />

Los taquizoítos tienen morfología ovoi<strong>de</strong>. Son la forma <strong>de</strong> multiplicación rápida<br />

<strong>de</strong>l parásito durante la fase aguda <strong>de</strong> la infección. Penetran en la célula hospedadora<br />

mediante invasión activa y se localizan en vacuo<strong>las</strong> en el citop<strong>las</strong>ma. Una célula<br />

infectada pue<strong>de</strong> contener varias vacuo<strong>las</strong> <strong>de</strong> hasta 100 taquizoítos. <strong>Las</strong> célu<strong>las</strong> diana<br />

están en el SNC, músculo esquelético, músculo cardíaco y en el endotelio (Dubey y<br />

Lindsay, 1996). Tras la rotura <strong>de</strong> la célula infectada, los taquizoítos se liberan, pudiendo<br />

infectar a nuevas célu<strong>las</strong> (Buxton y cols., 2002; Hemphill y cols., 1999).<br />

Los quistes titulares tienen forma redon<strong>de</strong>ada u oval. Se encuentran en el<br />

tejido nervioso y con menor frecuencia, en el músculo estriado (Lindsay y cols., 1996).<br />

Pue<strong>de</strong>n contener hasta 200 bradizoítos que <strong>son</strong> la forma <strong>de</strong> resistencia endógena <strong>de</strong>l<br />

parásito y se asocian a la fase <strong>de</strong> infección crónica (Dubey y Lindsay, 1996).<br />

Los ooquistes <strong>son</strong> subesféricos y los causantes <strong>de</strong> la diseminación <strong>de</strong> la<br />

infección. El perro, como hospedador <strong>de</strong>finitivo, elimina ooquistes que esporulan en el<br />

ambiente liberando esporoquistes que contienen cuatro esporozoítos (McAllister y<br />

cols., 1998). La ingestión <strong>de</strong> estos ooquistes por parte <strong>de</strong>l ganado vacuno (hospedador<br />

intermediario) permite la continuación <strong>de</strong>l ciclo (Dijkstra y cols., 2001a).<br />

El ciclo biológico <strong>de</strong> N.caninum incluye <strong>una</strong> amplia variedad <strong>de</strong> hospedadores<br />

silvestres y domésticos. Se <strong>de</strong>mostró la existencia <strong>de</strong> diversos hospedadores<br />

<strong>de</strong>finitivos: perro (Lindsay y cols., 1999; McAllister y cols., 1998), coyote (Gondim y<br />

cols., 2004), zorros y lobos (Sobrino y cols., 2008). Estos cánidos, se infectan al ingerir<br />

tejidos <strong>de</strong> hospedadores intermediarios, con quistes titulares. Los ooquistes, eliminados<br />

en <strong>las</strong> heces <strong>de</strong> estos animales, <strong>son</strong> infectivos a <strong>las</strong> 24 horas <strong>de</strong> ser liberados al ambiente<br />

(McAllister y cols., 1998) (fig.1.3).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 35<br />

Los hospedadores intermediarios (vacas, ovejas, búfalos, ciervos, perros, etc.)<br />

se pue<strong>de</strong>n infectar por vía transplacentaria o transmisión horizontal, por la ingestión <strong>de</strong><br />

alimentos, agua o placentas infectadas (Dijkstra y cols., 2001a). Los esporozoítos se<br />

liberan en el tracto digestivo y, por vía sanguinea y linfáticas, alcanzan los tejidos en<br />

don<strong>de</strong> formarán posteriormente quistes titulares (SNC, músculo esquelético) (Dubey y<br />

Lindsay, 1996) (fig.1.3).<br />

Exógena<br />

Endógena<br />

Infección primaria<br />

Ternero infectado<br />

Aborto<br />

Vacas persistentemente<br />

infectadas<br />

Figura 1.3.- Esquema <strong>de</strong> la transmisión <strong>de</strong> Neospora caninum en el ganado vacuno.


36 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

Un perro que consuma fetos, placentas u otros tejidos infectados, pue<strong>de</strong> eliminar<br />

ooquistes aún siendo seronegativo (Dubey y cols., 2007). Igualmente, un perro que<br />

actúe como hospedador intermediario, pue<strong>de</strong> ser seropositivo e infectar a su camada, <strong>de</strong><br />

manera asintomática o presentando miositis, parálisis y/o <strong>de</strong>rmatitis (Dubey, 1999).<br />

En el caso <strong>de</strong>l ganado vacuno la principal vía <strong>de</strong> contagio es la vertical. La<br />

presencia <strong>de</strong> infección activa en la madre (infección oral o reactivación <strong>de</strong> quistes<br />

titulares) permite que el parásito alcance el torrente sanguíneo y atraviese la placenta<br />

infectando al feto. El resultado será el aborto o el nacimiento <strong>de</strong> un ternero infectado<br />

congénitamente (Dubey y Lindsay, 1996; Dubey y cols., 2007).<br />

En España se han i<strong>de</strong>ntificado varias cepas <strong>de</strong>l parásito, que presentan diferente<br />

virulencia. Pue<strong>de</strong>n estar relacionadas con la evolución <strong>de</strong> la infección en el rebaño, la<br />

trasmisión y <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> la infección (Regidor-Cerrillo y cols., 2008; Rojo-<br />

Montejo y cols., 2009).<br />

I.4.2.- EPIDEMIOLOGÍA<br />

I.4.2.1.- Prevalencia<br />

Los estudios <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> N.caninum, en el ganado europeo, reflejan <strong>una</strong><br />

amplia distribución, con gran<strong>de</strong>s diferencias regionales, que varían entre el 1-60% <strong>de</strong><br />

prevalencia por animal y el 1-59% por rebaño (tabla 1.5). Son valores difíciles <strong>de</strong><br />

comparar por <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s diferencias existentes entre <strong>las</strong> poblaciones estudiadas y <strong>las</strong><br />

técnicas <strong>de</strong> diagnóstico empleadas (Bartels y cols., 2006a). Diversos estudios revelan<br />

que existe <strong>una</strong> mayor prevalencia en rebaños con historial <strong>de</strong> abortos (Pereira-Bueno y<br />

cols., 1999a; Pitel y cols., 2001).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 37<br />

Área Año Población P. an (%) P. reb (%) Autores<br />

1996 Leche 4,1 Conraths y cols., 1996<br />

Alemania 1998 Leche 27,0 Schares y cols., 1998<br />

2006 Leche/carne 49,0/41,0 Bartels y cols., 2006a<br />

Francia 1997 Leche/carne 26,0/14,0 Klein y cols., 1997<br />

Dinamarca 1997 Leche 1,0-59,0 Lind y cols., 1997<br />

Suiza<br />

1997 Leche 23,0 Hentrich y cols., 1997<br />

1998 Leche 11,5 Gottstein y cols., 1998<br />

Suecia 1995 Leche 28,6 Holmdahl y cols., 1995<br />

1996 Leche 29 Björkman y cols., 1996<br />

Holanda 2004 Leche/carne 9,9/13,0 76,0/61,0 Bartels y cols., 2006a<br />

Suecia 2004 Leche 1,3 30,0<br />

Portugal 2006 General 11,9 Lopes y cols., 2006<br />

Italia 2001 Leche/carne 11,0 50,4/33,3 Otranto y cols., 2003<br />

Bélgica 2002 Leche/carne 29,0/14,0 De Meerschaman y cols., 2002<br />

Tabla 1.5.- Estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> N. caninum en Europa. P.an= prevalencia por animal. P.reb=<br />

prevalencia por rebaño.<br />

Los estudios realizados en España, aunque escasos, reflejan <strong>una</strong> situación similar<br />

al resto <strong>de</strong> Europa con <strong>una</strong> la amplia prevalencia <strong>de</strong> N.caninum (tabla 1.6).<br />

Área Año Población P. an (%) P. reb (%) Autores<br />

Pontevedra 1999 Leche/carne 19,1/13,8<br />

Mixta/extensivo 23,3/6,2<br />

Arnaiz y cols., 2001<br />

León 1999 Leche/carne 35,9/17,9 83,2/55,1 Quintanilla-Gozalo y cols., 1999<br />

Galicia 2003 Leche / carne 16,5/16,0 63,0/ 46,0 Bartels y cols., 2006a<br />

Navarra 2001 Leche 10,0-57,8 Caballero-<strong>de</strong> Toro y cols., 2001<br />

Asturias 1997 General 29,6 30,6 Mainar-Jaime y cols., 1999<br />

Tabla 1.6.- Estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> N. caninum en España. P.an= prevalencia por animal. P.reb= prevalencia<br />

por rebaño.<br />

I.4.2.2.- Factores <strong>de</strong> riesgo<br />

El contagio por N. caninum se pue<strong>de</strong> producir por dos vías: vertical (congénita o<br />

transplacentaria) y horizontal (postnatal). La transmisión vertical se produce a partir <strong>de</strong><br />

<strong>una</strong> hembra infectada que infecta a su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia durante la fase <strong>de</strong> gestación. La<br />

transmisión horizontal, por el contrario, se produce por la ingestión <strong>de</strong> comida y bebida<br />

contaminada (Bergeron y cols., 2000; Hall y cols., 2005; Thurmond y cols., 1997).<br />

La transmisión vertical, es la forma más eficaz para la difusión y<br />

mantenimiento <strong>de</strong> la infección en bovino. Esta vía <strong>de</strong> contagio se <strong>de</strong>scubrió, al<br />

comprobar la presencia <strong>de</strong> Acs precalostrales en terneros <strong>de</strong> vacas seropositivas<br />

(Davi<strong>son</strong> y cols., 1999a; Hietala y Thurmond, 1999). Una vez adquirida la infección, los<br />

animales permanecen infectados <strong>de</strong> por vida, pudiendo contagiar a su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia en


38 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

el 78-88% <strong>de</strong> los casos <strong>de</strong> manera consecutiva o alternativa (Álvarez y cols., 1999; Paré<br />

y cols., 1996) hasta al menos 5 o 6 generaciones (Björkman y cols., 1996; Frössling y<br />

cols., 2005). Diversos trabajos indican, sin embargo, que la transmisión vertical por sí<br />

sola no es capaz <strong>de</strong> mantener la infección en el rebaño (Antony y William<strong>son</strong>, 2001;<br />

Dubey y cols., 2007; French y cols., 1999).<br />

Por tanto, la transmisión horizontal también juega un papel importante, aunque<br />

menos eficaz, en el mantenimiento <strong>de</strong>l proceso (Dijkstra y cols., 2001b; Dubey, 1999;<br />

Hall y cols., 2005; McAllister y cols., 1998). La existencia <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> contagio<br />

quedó <strong>de</strong>mostrada al <strong>de</strong>scubrir que los perros eran los hospedadores <strong>de</strong>finitivos <strong>de</strong>l<br />

protozoo. <strong>Las</strong> heces contienen ooquistes que pue<strong>de</strong>n contaminar el agua y los alimentos<br />

y ser ingeridos por el ganado vacuno (De Marez y cols., 1999; Gondim y cols., 2002;<br />

Hietala y Thurmond, 1999; McAllister y cols., 1998).<br />

También se <strong>de</strong>mostró la relación entre la presencia y <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> perros, con la<br />

mayor seroprevalencia <strong>de</strong> los rebaños (Paré y cols., 1998). Igualmente, la alta<br />

prevalencia encontrada en perros <strong>de</strong> granja, hasta el 51% (Collantes-Fernán<strong>de</strong>z y cols.,<br />

2008), pone <strong>de</strong> manifiesto la importancia <strong>de</strong> la transmisión horizontal en el<br />

mantenimiento <strong>de</strong> la infección por N. caninum.<br />

El hallazgo <strong>de</strong> DNA <strong>de</strong> N. caninum, en el semen <strong>de</strong> toros infectados <strong>de</strong> manera<br />

natural, hizo sospechar que podía ser otra vía <strong>de</strong> infección horizontal, aunque se<br />

<strong>de</strong>mostró que este tipo <strong>de</strong> transmisión es poco frecuente (Caetano-da-Silva y cols.,<br />

2004; Ferre y cols., 2005; Ortega-Mora y cols., 2003; Osoro y cols., 2009).<br />

Igualmente se <strong>de</strong>mostró la presencia <strong>de</strong>l DNA <strong>de</strong> N. caninum en leche, incluso<br />

en el calostro (Moskwa y cols., 2003; Moskwa y cols., 2007), pero no se pudo<br />

comprobar la infección natural por esta vía (Dijkstra y cols., 2001a).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 39<br />

I.4.3.- PATOGENIA Y CUADRO CLÍNICO<br />

El aborto, endémico o epidémico, es la consecuencia más importante <strong>de</strong> la<br />

infección por N. caninum. Los abortos endémicos se relacionan, normalmente, con <strong>las</strong><br />

infecciones crónicas y la transmisión vertical <strong>de</strong>l parásito (Björkman y cols., 1996;<br />

Davi<strong>son</strong> y cols., 1999b; Dijskstra y cols., 2001b; Pereira-Bueno y cols, 2000; Schares y<br />

cols., 2002). Los abortos epidémicos, por su parte, parecen estar más relacionados con<br />

infecciones postnatales recientes (Dijskstra y cols., 2001b; Schares y cols., 2002;<br />

Wouda y cols., 1997). Esta situación sugiere que la patogenia <strong>de</strong>l aborto por N. caninum<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> presentación <strong>de</strong>l aborto (Wouda y cols., 1997).<br />

I.4.3.1.- Infección aguda<br />

Los taquizoítos <strong>son</strong> la forma <strong>de</strong> multiplicación rápida <strong>de</strong>l parásito y los<br />

responsables <strong>de</strong> la infección aguda (Dubey y cols., 1988; Hemphill y cols., 1999). La<br />

multiplicación masiva <strong>de</strong> los taquizoítos en <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> parasitadas, produce su<br />

<strong>de</strong>strucción, con formación <strong>de</strong> áreas <strong>de</strong> necrosis, que <strong>son</strong> la principal lesión observable.<br />

Si <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> <strong>son</strong> <strong>de</strong>l SNC pue<strong>de</strong> producir transtornos neuromusculares graves (Barr y<br />

cols., 1991b).<br />

Los abortos <strong>son</strong> el único signo <strong>de</strong> infección en los adultos y se producen, bien<br />

por la invasión placentaria que provoca necrosis y placentitis, bien por lesiones graves<br />

en los órganos <strong>de</strong>l feto (Barr y cols., 1994; Malley y cols., 2003). Los abortos se pue<strong>de</strong>n<br />

producir en cualquier época <strong>de</strong>l año y <strong>de</strong> forma esporádica, endémica o como un brote<br />

epidémico (Pereira-Bueno y cols., 1999b). Aunque se pue<strong>de</strong>n presentar en cualquier<br />

fase <strong>de</strong> la gestación, <strong>son</strong> más frecuentes, entre los 5-7 meses (Buxton y cols., 2002;<br />

González y cols., 1999). <strong>Las</strong> consecuencias para el feto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> factores como: el<br />

momento <strong>de</strong> la infección, magnitud, infectividad y duración <strong>de</strong> la parasitemia, respuesta<br />

inmune <strong>de</strong> la madre, entre otros (Innes y cols., 2002).<br />

Si la infección tiene lugar en <strong>las</strong> primeras fases <strong>de</strong> gestación, se produce<br />

reabsorción fetal. Si es en el segundo tercio <strong>de</strong> gestación, pue<strong>de</strong> provocar aborto o el


40 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

nacimiento <strong>de</strong> terneros infectados congénitamente. Finalmente, en el último tercio <strong>de</strong><br />

gestación, lo más frecuente es el nacimiento <strong>de</strong> terneros sanos, con altos títulos <strong>de</strong> Acs<br />

precalostrales, infectados congénitamente (Dubey, 2003a).<br />

I.4.3.2.- Infección crónica y reactivación<br />

Con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la inmunidad, los taquizoítos se transforman en bradizoítos,<br />

dando lugar a la fase lenta <strong>de</strong> multiplicación, en forma <strong>de</strong> quistes tisulares localizados,<br />

sobre todo, en el SNC. Esta forma <strong>de</strong>l parásito sigue siendo infectiva durante largos<br />

períodos <strong>de</strong> tiempo (Barr y cols., 1992; Dubey y cols., 1988).<br />

Un estado <strong>de</strong> inmuno<strong>de</strong>presión, como pue<strong>de</strong> ser la gestación, pue<strong>de</strong> producir la<br />

reactivación <strong>de</strong>l proceso mediante la liberación <strong>de</strong> los bradizoítos que se transforman en<br />

taquizoítos dando lugar a otra infección aguda (Quinn y cols., 2002).<br />

I.4.4.- DIAGNÓSTICO<br />

Al igual que en la BVD y la IBR, el diagnóstico clínico <strong>de</strong> la neosporosis bovina<br />

es complicado. En los animales adultos, el único síntoma suele ser la aparición <strong>de</strong>l<br />

aborto. Al ser <strong>una</strong> infección que, fundamentalmente, se transmite por vía<br />

transplacentaria, la existencia <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> aborto en los ascendientes o<br />

<strong>de</strong>scendientes pue<strong>de</strong> ser un dato importante (Schares y cols., 2002). Así mismo, <strong>las</strong><br />

existencia <strong>de</strong> repeticiones <strong>de</strong> abortos, la edad <strong>de</strong>l feto y la observación frecuente <strong>de</strong><br />

fetos momificados pue<strong>de</strong>n ser orientativos (Pereira-Bueno y cols., 1999b).<br />

I.4.4.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> rebaños infectados<br />

Es importante la realización <strong>de</strong> estudios seroepi<strong>de</strong>miológicos, para conocer la<br />

presencia <strong>de</strong> N.caninum en el rebaño. Se pue<strong>de</strong> comenzar por el análisis <strong>de</strong> los animales<br />

que hayan abortado y en caso <strong>de</strong> positividad, continuar el control por sus ascendientes y


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 41<br />

<strong>de</strong>scendientes. Posteriormente, el diagnóstico se pue<strong>de</strong> hacer extensivo al resto <strong>de</strong><br />

rebaño, para i<strong>de</strong>ntificar a los animales seronegativos, a partir <strong>de</strong> los que se podrá<br />

realizar la reposición (Hall y cols., 2005; Ortega-Mora, 1999).<br />

I.4.4.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados<br />

El diagnóstico indirecto, para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs específicos frente a<br />

N.caninum, es la forma más a<strong>de</strong>cuada y eficaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar la infección. Se han<br />

<strong>de</strong>sarrollado diferentes pruebas serológicas siendo, la inmunofluorescencia indirecta<br />

(IFI) y el ELISA, <strong>las</strong> técnicas más empleadas (Dubey y Schares, 2006; Ferre y cols.,<br />

2003; Pereira-Bueno y cols., 2003). Existen varios ELISA comerciales, indirectos y <strong>de</strong><br />

competición, para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs frente a N.caninum, a partir <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> suero,<br />

fluidos fetales y leche. En la actualidad, se están optimizando ELISA <strong>de</strong> avi<strong>de</strong>z que<br />

permitirán diferenciar <strong>las</strong> infecciones recientes <strong>de</strong> <strong>las</strong> crónicas (Aguado-Martínez y<br />

cols., 2005; Björkman y cols., 2003).<br />

Los animales adultos <strong>de</strong>sarrollan Acs frente a N.caninum, <strong>de</strong>tectándose IgM a<br />

partir <strong>de</strong>l día 12 p.i. e IgG <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día 29 p.i. con un máximo el día 35 p.i. Es<br />

importante señalar que en <strong>las</strong> infecciones crónicas, los niveles <strong>de</strong> Acs fluctúan, siendo<br />

más altos en el momento <strong>de</strong>l aborto para ir disminuyendo con el tiempo y volver a<br />

incrementarse en <strong>una</strong> nueva gestación (Arnaiz-Seco y cols. 2004; Quintanilla-Gozalo y<br />

cols., 2000).<br />

I.4.4.3.- Investigación <strong>de</strong> fetos<br />

El examen histológico, sobre tejidos fetales, permite la observación <strong>de</strong> lesiones<br />

<strong>de</strong>generativas e inflamatorias en cerebro y corazón que pue<strong>de</strong>n hacer sospechar <strong>de</strong><br />

N.caninum como causa <strong>de</strong>l aborto (Barr y cols., 1991a).<br />

<strong>Las</strong> técnicas inmunohistoquímicas (IHQ), permiten la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l<br />

parásito en los cortes <strong>de</strong> tejido fetal (Lindsay y Dubey, 1989b; van Maanen y cols.,


42 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

2004). Habitualmente se utiliza, como técnica <strong>de</strong> confirmación, <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras que<br />

histológicamente mostraron lesiones compatibles. Ambas técnicas <strong>son</strong> poco sensibles,<br />

porque el feto no suele tener muchos tejidos afectados y por los procesos autolíticos que<br />

dificultan el diagnóstico.<br />

El aislamiento <strong>de</strong>l parásito se pue<strong>de</strong> realizar empleando cultivos celulares o por<br />

inoculación en ratones. Son técnicas que no han tenido mucho éxito ya que, en muchas<br />

ocasiones, en <strong>las</strong> muestras la carga parasitaria es baja o no es viable (Conrad y cols.,<br />

1993; Lindsay y Dubey, 1989a).<br />

Existen diversos protocolos <strong>de</strong> PCR comerciales para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong>l DNA en<br />

tejidos fetales (sobre todo encéfalo), con valores <strong>de</strong> Se y Sp muy buenos, que la hacen<br />

ser la técnica <strong>de</strong> diagnóstico directo más empleada en la actualidad, a pesar <strong>de</strong> su alto<br />

coste y laboriosidad (McInnes y cols., 2006; Ockeoma y cols., 2004). La <strong>de</strong>sigual<br />

distribución <strong>de</strong>l parásito, en los órganos <strong>de</strong>l feto hace, que la elección <strong>de</strong> los mismos,<br />

sea un factor <strong>de</strong>cisivo para un correcto diagnóstico, así Baszler y cols., 1999,<br />

observaron la mayor frecuencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección en cerebro y Collantes-Fernán<strong>de</strong>z y cols.,<br />

2006, en cerebro, seguido <strong>de</strong>l corazón e hígado, tanto en abortos epidémicos como<br />

endémicos.<br />

Por otra parte, los fetos inmunocompetentes <strong>son</strong> capaces <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar Acs<br />

específicos frente a N.caninum. El hallazgo <strong>de</strong> Acs en los fluidos fetales confirma la<br />

infección <strong>de</strong>l feto. Por el contrario, un resultado negativo no es concluyente ya que, el<br />

feto pue<strong>de</strong> no ser inmunocompetente en el momento <strong>de</strong> la infección o, haber<br />

transcurrido poco tiempo entre la infección y la muerte (Pereira-Bueno y cols., 1999b).<br />

I.4.5.- CONTROL Y PREVENCIÓN<br />

Dado que la principal vía <strong>de</strong> contagio <strong>de</strong> la enfermedad es la transmisión<br />

vertical, <strong>las</strong> medidas <strong>de</strong> prevención y lucha <strong>de</strong>berán ir encaminadas a minimizar esta<br />

tipo <strong>de</strong> contagio, sin por ello <strong>de</strong>scuidar el control <strong>de</strong> la infección postnatal.


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 43<br />

El objetivo <strong>de</strong>be ser, pues, la reducción <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> hembras seropositivas<br />

para conseguir ralentizar la diseminación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l rebaño.<br />

I.4.5.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los rebaños y animales infectados<br />

<strong>Las</strong> actuaciones se pue<strong>de</strong>n dividir en dos fases. La primera será la i<strong>de</strong>ntificación<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> hembras y “estirpes” seropositivas, mediante un estudio <strong>de</strong> seroprevalencia sobre<br />

todo el rebaño o sobre el grupo <strong>de</strong> hembras que en algún momento sufrieron un aborto y<br />

<strong>de</strong> sus ascen<strong>de</strong>ntes y <strong>de</strong>scendientes. Posteriormente, se realizará la eliminación <strong>de</strong> los<br />

animales seropositivos (Álvarez y cols., 1999).<br />

I.4.5.2.- Vigilancia y monitorización<br />

En los rebaños seronegativos, se pue<strong>de</strong> evitar la entrada <strong>de</strong> nuevas infecciones<br />

con medidas básicas <strong>de</strong> bioseguridad, como la realización <strong>de</strong> cuarentena a todos los<br />

animales <strong>de</strong> nueva incorporación y la realización <strong>de</strong> pruebas serológicas, para evitar la<br />

introducción <strong>de</strong> animales seropositivos en el rebaño (Haddad y cols., 2005).<br />

En los rebaños infectados, el control se basará en intentar minimizar los<br />

contagios. Para evitar la transmisión horizontal, es necesaria la aplicación <strong>de</strong> medidas<br />

higiénicas, como impedir el acceso <strong>de</strong> los perros a <strong>las</strong> instalaciones, para evitar la<br />

contaminación <strong>de</strong>l alimento <strong>de</strong>l ganado. Igualmente, la eliminación <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong> los<br />

abortos y placentas, evitará el contagio en los perros (Ortega-Mora, 1999). El<br />

hacinamiento <strong>de</strong> los animales también pue<strong>de</strong> aumentar la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong><br />

transmisión (Otranto y cols., 2003; Quintanilla-Gozalo y cols., 1999).<br />

Para disminuir la transmisión vertical, será necesaria la eliminación <strong>de</strong> los<br />

animales seropositivos. En el caso <strong>de</strong> explotaciones con baja prevalencia, se pue<strong>de</strong><br />

realizar <strong>una</strong> eliminación drástica <strong>de</strong> estos animales pero, en rebaños con alta<br />

prevalencia, esta medida no es factible económicamente. En estos casos, se pue<strong>de</strong><br />

comenzar con la eliminación <strong>de</strong> <strong>las</strong> vacas que tienen antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> abortos o que


44 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

tienen hijas seropositivas y la reposición con novil<strong>las</strong> seronegativas, hasta llegar a <strong>una</strong><br />

prevalencia baja, que nos permita eliminar al resto <strong>de</strong> los animales seropositivos <strong>de</strong><br />

manera gradual (Jensen y cols., 1999).<br />

Dos estudios realizados recientemente, mediante la inseminación artificial <strong>de</strong><br />

vacas fri<strong>son</strong>as-holstein seropositivas, con semen <strong>de</strong> toros fri<strong>son</strong>es y <strong>de</strong> diferentes razas<br />

<strong>de</strong> aptitud cárnica, revelaron que, el empleo <strong>de</strong> razas <strong>de</strong> carne, disminuye el riesgo <strong>de</strong><br />

aborto en los rebaños lecheros (Almería y cols., 2009; López-Gatius y cols., 2005).<br />

La monitorización <strong>de</strong>l rebaño se pue<strong>de</strong> realizar mediante técnicas serológicas.<br />

El análisis <strong>de</strong> sueros individuales nos permitirá conocer la variación en el número <strong>de</strong><br />

animales seropositivos. El empleo <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT es <strong>una</strong> alternativa eficaz y barata<br />

que permite visualizar la fluctuación <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> Acs y aproximar el nivel <strong>de</strong><br />

prevalencia <strong>de</strong>l rebaño, pero no es muy útil en rebaños con prevalencia menor <strong>de</strong>l 10-<br />

15%. Por esta razón, no es <strong>una</strong> técnica recomendable para <strong>de</strong>scartar la infección en un<br />

rebaño pero sí para realizar el seguimiento serológico <strong>de</strong> los rebaños infectados (Bartels<br />

y cols., 2005; Varcasia y cols., 2006).<br />

I.4.6.- IMPACTO ECONÓMICO<br />

El coste económico que la infección por N. caninum genera en un rebaño es muy<br />

variable y difícil <strong>de</strong> cuantificar. Depen<strong>de</strong> <strong>de</strong> muchos factores como <strong>son</strong>: el nivel <strong>de</strong><br />

seroprevalencia, la aptitud <strong>de</strong> rebaño, el sistema <strong>de</strong> producción, condiciones <strong>de</strong> manejo,<br />

el tipo <strong>de</strong> aborto (endémico, epidémico), la ruta <strong>de</strong> transmisión, el número y <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong><br />

animales, la virulencia <strong>de</strong> la cepa, etc. (Bartels y cols., 2006b; Chi y cols., 2002; Dubey<br />

y cols., 2007; Häsler y cols., 2006; Lar<strong>son</strong> y cols., 2204; Reichel y Ellis, 2006).<br />

El aborto es la principal manifestación clínica <strong>de</strong> la neosporosis. Por tanto, la<br />

disminución <strong>de</strong> <strong>las</strong> producciones y el incremento <strong>de</strong> la reposición <strong>son</strong> <strong>las</strong> <strong>causas</strong><br />

principales <strong>de</strong> <strong>las</strong> pérdidas económicas (Dubey, 1999; Trees y cols., 1999).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 45<br />

También es necesario tener en cuenta el coste económico <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> los<br />

servicios veterinarios, sobre todo, a la hora <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar la presencia <strong>de</strong> la infección por<br />

N. caninum y para la eliminación <strong>de</strong> la infección <strong>de</strong>l rebaño. A<strong>de</strong>más, el diagnóstico <strong>de</strong><br />

la enfermedad se basa en el análisis <strong>de</strong> laboratorio, que es díficil y caro (Dubey y<br />

Schares, 2006).<br />

Existen diferentes opiniones sobre la influencia <strong>de</strong> la infección por N. caninum<br />

en la producción láctea. Así, mientras en varios estudios se <strong>de</strong>mostró la relación entre la<br />

infección y la disminución en dicha producción (Hernán<strong>de</strong>z y cols., 2001; Romero y<br />

cols., 2005; Thurmond y cols., 1997), otros autores no apreciaron dicha relación en sus<br />

trabajos (Hob<strong>son</strong> y cols., 2002; VanLeeuwen y cols., 2002).<br />

<strong>Las</strong> pérdidas directas por abortos <strong>son</strong> difíciles <strong>de</strong> cuantificar, tanto en los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche como en los <strong>de</strong> carne, porque la mayoría <strong>de</strong> los fetos <strong>son</strong> expulsados<br />

en el primer tercio <strong>de</strong> gestación. Habría que añadir, a<strong>de</strong>más, el incremento <strong>de</strong>l período<br />

entre partos y la disminución en el número <strong>de</strong> nacimientos. Así, se produce disminución<br />

en la producción <strong>de</strong> carne y aumento en los gastos <strong>de</strong> reposición en los rebaños (Dubey<br />

y cols., 2007; Hoar y cols., 1996).<br />

Por otra parte, el hecho <strong>de</strong> existir <strong>una</strong> probada relación entre la presencia <strong>de</strong> Acs<br />

y el aumento <strong>de</strong> probabilidad <strong>de</strong> aborto, hace que los animales seropositivos tengan un<br />

mercado más reducido y disminuya el valor <strong>de</strong> la recría seropositiva (Trees y cols.,<br />

1999).


46 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.5.- ENTORNO GEOGRÁFICO Y ECONÓMICO<br />

La pertenencia <strong>de</strong> España a la Unión europea (UE) ha provocado un<br />

acercamiento al concepto europeo <strong>de</strong> explotación agraria, pasando <strong>de</strong> ser un<br />

complemento <strong>de</strong> la economía familiar, a <strong>una</strong> empresa en la que lo fundamental es la<br />

relación coste-beneficio.<br />

El incremento en el intercambio intracomunitario <strong>de</strong> animales y sus productos<br />

llevó a un cambio substancial en los criterios <strong>de</strong> actuación en sanidad animal, para<br />

garantizar la seguridad sanitaria <strong>de</strong> la cabaña gana<strong>de</strong>ra europea. Estas actuaciones<br />

conjuntas, por lo general beneficiosas, pue<strong>de</strong>n resultar perjudiciales si no se tienen en<br />

cuenta los problemas y peculiarida<strong>de</strong>s regionales. Para po<strong>de</strong>r establecer líneas <strong>de</strong><br />

actuación sobre <strong>una</strong> población es necesario, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> conocer la situación sanitaria <strong>de</strong><br />

los rebaños, hacer un estudio <strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> la realidad sociocultural y medioambiental <strong>de</strong><br />

la región que, por su influencia en el establecimiento, difusión y mantenimiento <strong>de</strong><br />

cualquier patología, <strong>de</strong>be ser tenida en cuenta en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> cualquier programa <strong>de</strong><br />

control y lucha.<br />

Galicia, con 29.575 km 2 , está situada en el noroeste <strong>de</strong> la península ibérica,<br />

siendo <strong>una</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> regiones con mayor índice <strong>de</strong> pluviosidad <strong>de</strong> España. Sobre esta base<br />

territorial se asientan 29.998 núcleos <strong>de</strong> población integrados en 315 municipios. El<br />

hecho <strong>de</strong> que el 99,7% <strong>de</strong> estos núcleos tengan menos <strong>de</strong> 2.000 habitantes da <strong>una</strong> i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong>l marcado carácter rural <strong>de</strong> la población y <strong>de</strong> la gran dispersión geográfica (Instituto<br />

Galego <strong>de</strong> Estatística (IGE) 2005).<br />

La pequeña extensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> parce<strong>las</strong> (minifundios) <strong>de</strong>riva en <strong>una</strong> agricultura <strong>de</strong><br />

policultivo intensivo y <strong>una</strong> gana<strong>de</strong>ría tradicional, basada en el pastoreo rotacional, tan<br />

diferente al carácter latifundista <strong>de</strong>l centro y sur <strong>de</strong> España. Así mismo, la pequeña base<br />

territorial <strong>de</strong> <strong>las</strong> explotaciones, influye en el bajo número <strong>de</strong> animales por rebaño. En <strong>las</strong><br />

llanuras (buenos pastizales y climatología más benigna) predominan <strong>las</strong> explotaciones<br />

<strong>de</strong> aptitud láctea mientras que en <strong>las</strong> regiones montañosas abundan los rebaños <strong>de</strong> carne.


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 47<br />

La existencia <strong>de</strong> ganado en pastoreo extensivo, en montes <strong>de</strong> propiedad<br />

com<strong>una</strong>l, aunque reducido en número <strong>de</strong> cabezas, tiene gran importancia por el<br />

aprovechamiento <strong>de</strong> zonas <strong>de</strong> baja productividad y difícil acceso y por ser, el lugar <strong>de</strong><br />

conservación <strong>de</strong> <strong>las</strong> razas autóctonas gallegas en vías <strong>de</strong> extinción (cachena, cal<strong>de</strong>lá,<br />

limiá, vianesa y frieresa) que <strong>de</strong>stacan por su fuerte instinto maternal y su gran<br />

rusticidad.<br />

El peso económico que tiene el sector gana<strong>de</strong>ro bovino en Galicia se pue<strong>de</strong><br />

observar a partir <strong>de</strong> los datos recogidos en los Anuarios <strong>de</strong> Estadística <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong><br />

Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). En el año 2001, con 713.383 animales,<br />

Galicia poseía el 21,1% censo bovino <strong>de</strong> España, siendo el primer productor <strong>de</strong> leche<br />

con 1.856.218 miles <strong>de</strong> litros (29,3% <strong>de</strong> la producción española). La producción <strong>de</strong><br />

79.056.317 kg <strong>de</strong> carne (12,5% <strong>de</strong> la española) sitúa a esta comunidad como la 4ª<br />

productora nacional. En 2004, con 682.148 cabezas, poseía el 19% <strong>de</strong>l censo total <strong>de</strong><br />

España y con 2.168.990 miles <strong>de</strong> litros seguía siendo la 1ª productora <strong>de</strong> leche (34% <strong>de</strong>l<br />

total español) y con 94.035.866 kg (17,2% <strong>de</strong> España) la 3ª productora <strong>de</strong> carne. A<br />

pesar <strong>de</strong> la disminución en el número <strong>de</strong> cabezas en estos 4 años, Galicia experimentó<br />

un aumento en <strong>las</strong> producciones <strong>de</strong> carne y leche, lo que indica un aumento en el<br />

rendimiento productivo.<br />

El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> ganado vacuno en Galicia en 2003 y, el<br />

crecimiento experimentado en estos años, hace que esta población tenga cada vez mayor<br />

importancia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l porcentaje total <strong>de</strong>l ganado gallego (fig.1.4). Así, mientras que<br />

en el año 2003, <strong>las</strong> ADSG agrupaban al 4,6% <strong>de</strong> los rebaños y al 13% <strong>de</strong> los animales<br />

<strong>de</strong>l total <strong>de</strong>l censo vacuno gallego, en 2008, estas cifras se elevaron hasta el 27,7% <strong>de</strong><br />

los rebaños y el 36% <strong>de</strong> los animales (datos cedidos por la Consellería do Medio Rural).<br />

Por consiguiente, la implementación <strong>de</strong> programas sanitarios en estos rebaños pue<strong>de</strong><br />

suponer un primer paso para la ampliación <strong>de</strong> los mismos, en un futuro, al resto <strong>de</strong> la<br />

cabaña bovina gallega.


48 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

2003<br />

2004<br />

2005<br />

2006<br />

2007-8<br />

Figura 1.4.- Mapas <strong>de</strong> la expansión territorial<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG en Galicia por municipios entre<br />

los años 2003 y 2008.


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 49<br />

La pertenencia a <strong>las</strong> ADSG es voluntaria y los rebaños <strong>de</strong>be cumplir los<br />

requisitos dispuestos en la legislación <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> ADSG (RD 1880/1996; D<br />

91/2001; D 245/2002) y realizar, <strong>de</strong> manera obligatoria, el programa sanitario que se<br />

actualiza anualmente (Or<strong>de</strong> do 24/10/2008).<br />

El programa sanitario incluye el control, entre otros, <strong>de</strong> parasitos externos e<br />

internos, mamitis, enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>claración obligatoria, <strong>de</strong>sinfección,<br />

<strong>de</strong>sinsectación, <strong>de</strong>sratización y también, programas específicos <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la BVD,<br />

IBR, neosporosis bovina y paratuberculosis.<br />

Todos los programas específicos <strong>de</strong> control, comienzan con la realización <strong>de</strong> un<br />

estudio serológico <strong>de</strong> los animales, por grupos <strong>de</strong> edad, para po<strong>de</strong>r establecer la<br />

seroprevalencia <strong>de</strong> cada rebaño y la existencia <strong>de</strong> infecciones recientes. También es<br />

obligatorio, el control <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong> nueva incorporación, para evitar reinfecciones<br />

y por último, el seguimiento <strong>de</strong> los rebaños en el tiempo.<br />

En el programa <strong>de</strong> BVD es obligatoria la i<strong>de</strong>ntificación y eliminación <strong>de</strong><br />

animales PI. En el caso <strong>de</strong> IBR, está prohibido el empleo <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>s no marcadoras. En<br />

el programa <strong>de</strong> neosporosis bovina, se recomienda la eliminación <strong>de</strong> los animales<br />

positivos como fuente <strong>de</strong> reposición.<br />

Los objetivos <strong>de</strong> estos programas <strong>son</strong>: reducir la seroprevalencia en los rebaños,<br />

evitar nuevas infecciones e i<strong>de</strong>ntificar los rebaños libres. Así, en el futuro, se podrá<br />

realizar <strong>una</strong> c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> rebaños, para facilitar el control en el movimiento <strong>de</strong><br />

animales y, como base para programas <strong>de</strong> erradicación.


50 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.6.- PERFIL DE LA TESIS<br />

La presente tesis doctoral nace con el objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar herramientas <strong>de</strong><br />

trabajo encaminadas al control y disminución <strong>de</strong> la prevalencia <strong>de</strong> la BVD, la IBR y la<br />

neosporosis bovina, atendiendo a <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong>l sector vacuno gallego.<br />

Tras el primer capítulo, en el que se incluye la revisión bibliográfica <strong>de</strong> los tres<br />

procesos objeto <strong>de</strong> estudio, así como <strong>una</strong> pequeña reseña sobre el entorno geográfico y<br />

socio-económico, se procedió al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la investigación.<br />

En el segundo capítulo, se <strong>de</strong>sarrollan dos estudios serológicos para conocer la<br />

seroprevalencia <strong>de</strong> la BVD, la IBR y la neosporosis bovina en Galicia, en el año 2000, y<br />

en los rebaños <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, en el año 2004. Estos estudios <strong>son</strong> la base para la<br />

implementación <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> control ya que permiten, evaluar la situación <strong>de</strong><br />

partida, aplicar <strong>las</strong> medidas más a<strong>de</strong>cuadas, preveer la duración en el tiempo y <strong>las</strong> etapas<br />

<strong>de</strong>l programa y aproximar el coste económico.<br />

En el tercer y último capítulo, se exponen los trabajos realizados para adaptar <strong>las</strong><br />

técnicas <strong>de</strong> ELISA-Ac al diagnóstico <strong>de</strong> rebaño <strong>de</strong> BVD e IBR, a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong><br />

LT. El objetivo es convertirlo en <strong>una</strong> herramienta <strong>de</strong> diagnóstico, que permita establecer<br />

la seroprevalencia inicial y realizar los trabajos <strong>de</strong> vigilancia y monitorización en los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche. El empleo <strong>de</strong> esta técnica <strong>de</strong> análisis, disminuirá el coste <strong>de</strong> los<br />

programas <strong>de</strong> control y el tiempo <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas (recogida <strong>de</strong> muestras,<br />

diagnóstico <strong>de</strong> laboratorio, etc.).


CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL 51<br />

I.7.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />

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64 CAP.I: INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

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axudas ás entida<strong>de</strong>s recoñecidas como agrupacións <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa sanitaria<br />

gan<strong>de</strong>iras <strong>de</strong> Galicia (ADSG) e se convocan para o no 2009. DOG, 212:<br />

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CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 81<br />

II.1.- INTRODUCCIÓN<br />

Los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia permiten establecer, <strong>de</strong> manera bastante<br />

aproximada, la expansión <strong>de</strong> un proceso infeccioso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>una</strong> población concreta.<br />

Igualmente pue<strong>de</strong>n constituir el punto <strong>de</strong> partida para la elaboración <strong>de</strong> programas <strong>de</strong><br />

lucha y control adaptados a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dicha población (Alenius y cols., 1996).<br />

La probada presencia <strong>de</strong> la BVD, <strong>de</strong> la neosporosis bovina y en menor medida,<br />

<strong>de</strong> la IBR, en muchas patologías <strong>reproductivas</strong> <strong>de</strong> los rebaños bovinos gallegos, planteó<br />

la necesidad <strong>de</strong> conocer la verda<strong>de</strong>ra difusión que dichos procesos tienen en esta región<br />

(Eiras y cols., 1999; Mora y cols., 2000).<br />

La inclusión <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> control para estas tres enfermeda<strong>de</strong>s en los<br />

programas sanitarios <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> Galicia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2004, creó la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir<br />

la situación <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> los rebaños que <strong>las</strong> integran para así, po<strong>de</strong>r aplicar <strong>las</strong> medidas<br />

más a<strong>de</strong>cuadas en cada caso.<br />

Para intentar cubrir estas necesida<strong>de</strong>s se diseñaron dos estudios <strong>de</strong><br />

seroprevalencia, uno en el año 2000 y otro en el 2004. El objetivo <strong>de</strong>l primer estudio era<br />

estimar la seroprevalencia que la BVD, la IBR y la neosporosis, tenían en la cabaña<br />

bovina gallega en 2000. El segundo estudio se realizó para po<strong>de</strong>r establecer la situación<br />

epi<strong>de</strong>miológica <strong>de</strong> los rebaños pertenecientes a <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> Galicia, en 2004, con<br />

respecto a estos tres procesos.


82<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

II.2.- MATERIALES Y MÉTODOS<br />

II.2.1.- MUESTRAS<br />

II.2.1.1.- Estudio <strong>de</strong> seroprevalencia en Galicia en el año 2000<br />

La población objeto <strong>de</strong> estudio fue el censo <strong>de</strong> ganado vacuno, mayor <strong>de</strong> 1 año,<br />

existente en Galicia en el año 2000 (36.481 explotaciones <strong>de</strong> leche y 38.241 <strong>de</strong> carne)<br />

según los datos recogidos en la “Campaña <strong>de</strong> Saneamento Gan<strong>de</strong>iro” <strong>de</strong> ese año. Para<br />

que el tamaño <strong>de</strong> muestra (n) fuera significativo, se consi<strong>de</strong>ró un tamaño <strong>de</strong> población<br />

infinito, un nivel <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>l 95% (z) y un 5% <strong>de</strong> error (e) partiendo <strong>de</strong> <strong>una</strong><br />

prevalencia esperada (p) y siendo q = 1 - p (Thrusfield, 1997):<br />

n = z 2 pq/e 2<br />

Para po<strong>de</strong>r establecer la prevalencia esperada (PE) se consultaron varios estudios<br />

<strong>de</strong> seroprevalencia sobre estas enfermeda<strong>de</strong>s, en distintas poblaciones bovinas<br />

españo<strong>las</strong>.<br />

Existen diversos trabajos <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> la BVD en ganado vacuno <strong>de</strong> leche.<br />

Entre ellos, Mainar-Jaime y cols., 2001, establecieron <strong>una</strong> prevalencia por rebaño <strong>de</strong>l<br />

86% en el ganado lechero <strong>de</strong> Asturias, sobre <strong>una</strong> población <strong>de</strong> características similares a<br />

la gallega. Los estudios <strong>de</strong> BVD sobre ganado <strong>de</strong> carne eran, sin embargo, muy escasos.<br />

Por su parte, los datos <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> la IBR hallados <strong>son</strong> escasos y puntuales<br />

y el empleo extendido <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>ción, impi<strong>de</strong> conocer la difusión real <strong>de</strong> la<br />

enfermedad (Guitián y cols., 1998).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 83<br />

Igualmente, los trabajos <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> la neosporosis bovina existentes, con<br />

anterioridad al año 2000, <strong>de</strong>bido al hecho <strong>de</strong> ser <strong>una</strong> enfermedad <strong>de</strong> aparición reciente,<br />

se reducían a estudios en poblaciones muy concretas (Pereira-Bueno y cols., 1999a).<br />

Ante esta situación, se consi<strong>de</strong>ró <strong>una</strong> PE <strong>de</strong>l 50% (situación más <strong>de</strong>sfavorable<br />

por requerir un mayor tamaño <strong>de</strong> muestra) (Thrusfield, 1997) para todos los casos, salvo<br />

para la prevalencia <strong>de</strong> la BVD, en los rebaños lecheros, que se estableció en el 86%, al<br />

consi<strong>de</strong>rar como PE la obtenida por Mainar-Jaime cols., 2001, en su estudio.<br />

Se comenzó el estudio por la provincia <strong>de</strong> Lugo, la <strong>de</strong> mayor importancia<br />

gana<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuatro gallegas. Los valores <strong>de</strong> prevalencia obtenidos en <strong>las</strong> granjas <strong>de</strong><br />

leche fueron <strong>de</strong>l 70% en IBR y <strong>de</strong>l 80% en BVD y neosporosis bovina y en <strong>las</strong> <strong>de</strong> carne,<br />

<strong>de</strong>l 50% IBR y neosporosis bovina y <strong>de</strong>l 70% en BVD. Estos valores <strong>de</strong> seroprevalencia<br />

fueron empleados, como PE, en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras tres provincias (A Coruña,<br />

Ourense y Pontevedra). Se consi<strong>de</strong>ró como positivo a todo rebaño en el que al menos<br />

uno <strong>de</strong> sus animales era seropositivo.<br />

Los rebaños analizados se escogieron, mediante un muestreo aleatorio estratificado,<br />

para cada municipio y aptitud, previo estudio <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> cada<br />

municipio, en el censo total <strong>de</strong> su provincia. <strong>Las</strong> muestras <strong>de</strong> suero empleadas se obtuvieron<br />

mediante venopunción, con tubos <strong>de</strong> vacío, <strong>de</strong> la vena caudal. Tras el <strong>de</strong>suerado, los sueros<br />

fueron almacenados a -80º C hasta su empleo. Se analizaron todos los animales mayores <strong>de</strong><br />

1 año, siendo el tamaño final <strong>de</strong> muestra y su distribución los resumidos a continuación.<br />

En la tabla 2.1, se refleja el número <strong>de</strong> rebaños y animales incluídos en el estudio,<br />

para cada enfermedad, según la provincia y aptitud. No se analizaron <strong>las</strong> explotaciones <strong>de</strong><br />

aptitud mixta, por no ser representativas en el total <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> la población estudiada.


84<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Nº <strong>de</strong> rebaños Nº <strong>de</strong> animales<br />

Provincia Aptitud IBR BVD Neosporosis IBR BVD Neosporosis<br />

Lugo<br />

Leche 140 90 140 2969 1838 3002<br />

Carne 121 121 121 1122 1119 1128<br />

A Coruña<br />

Leche 138 105 105 2178 1640 1654<br />

Carne 141 120 141 802 725 834<br />

Ourense<br />

Leche 35 35 35 484 483 486<br />

Carne 57 50 57 526 445 530<br />

Leche 62 47 47 407 302 300<br />

Pontevedra<br />

Carne 66 56 66 240 208 236<br />

Galicia<br />

Leche 375 277 327 6038 4263 5442<br />

Carne 385 347 385 2690 2497 2728<br />

Tabla 2.1.- Tamaño <strong>de</strong> muestra <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l año 2000 (nº <strong>de</strong> rebaños y animales) para cada<br />

enfermedad estudiada por aptitud y por provincia.<br />

En la tabla 2.2 se pue<strong>de</strong>n observar los tamaños medios <strong>de</strong> los rebaños según la<br />

aptitud y la provincia.<br />

Aptitud Lugo A Coruña Ourense Pontevedra Galicia<br />

Leche 21,1 15,8 13,8 6,6 16,1<br />

Carne 9,3 5,9 9,3 3,6 7,1<br />

Tabla 2.2.- Tamaño medio <strong>de</strong> rebaño en el estudio <strong>de</strong>l año 2000 por<br />

aptitud y provincia.<br />

En la figura 2.1 se pue<strong>de</strong> observar el porcentaje <strong>de</strong> los rebaños para cada aptitud,<br />

incluídos en cada uno <strong>de</strong> los 4 grupos establecidos, según el número <strong>de</strong> animales (1-10,<br />

11-30, 31-50 y > 50).<br />

100%<br />

80%<br />

60%<br />

40%<br />

20%<br />

0%<br />

Leche<br />

79%<br />

Carne<br />

62%<br />

42%<br />

45%<br />

Total<br />

31%<br />

20%<br />

10%<br />

5%<br />

2%<br />

3% 0% 2%<br />

1-10 11-30 31-50 > 50<br />

Figura 2.1.- Gráfico <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> rebaños por tamaño, según la aptitud, en el estudio <strong>de</strong>l año 2000.<br />

Por su parte, en <strong>las</strong> figuras 2.2 y 2.3, se pue<strong>de</strong> observar la localización<br />

geográfica <strong>de</strong> los municipios en los que se obtuvieron <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong><br />

aptitud láctea y cárnica, respectivamente.


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 85<br />

■ 1 rebaño<br />

■ 4 rebaños<br />

■ 7 rebaños<br />

■ 11 rebaños<br />

■ 2 rebaños<br />

■ 5 rebaños<br />

■ 8 rebaños<br />

■ 3 rebaños<br />

■ 6 rebaños<br />

■ 9 rebaños<br />

Figura 2.2.- Mapa <strong>de</strong> la distribución por municipios <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche muestreados en el estudio <strong>de</strong>l 2000, con el<br />

número <strong>de</strong> rebaños obtenidos en cada uno <strong>de</strong> ellos.


86<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

■ 1 rebaño<br />

■ 3 rebaños<br />

■ 5 rebaños<br />

■ 7 rebaños<br />

■ 2 rebaños<br />

■ 4 rebaños<br />

■ 6 rebaños<br />

■ 10 rebaños<br />

Figura 2.3.- Mapa <strong>de</strong> la distribución por municipios <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> carne muestreados en el estudio <strong>de</strong>l 2000, con el<br />

número <strong>de</strong> rebaños recogidos en cada uno <strong>de</strong> ellos.


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 87<br />

año 2004<br />

II.2.1.2.- Estudio <strong>de</strong> seroprevalencia en <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> Galicia en el<br />

En este estudio se incluyeron todos los rebaños pertenecientes a <strong>las</strong> 15 ADSG<br />

existentes <strong>de</strong> Galicia en el año 2004. En 585 <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea, se conocía<br />

la situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción frente a BVD: 159 vac<strong>una</strong>dos (3511 animales) y 426 no<br />

vac<strong>una</strong>dos (8242 animales). En el caso <strong>de</strong> IBR, el número <strong>de</strong> rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea<br />

con situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción conocida fue <strong>de</strong> 859: 222 vac<strong>una</strong>dos (4883 animales) y 637<br />

no vac<strong>una</strong>dos (12077 animales).<br />

En la tabla 2.3 se resume el número <strong>de</strong> rebaños y animales analizados en el<br />

estudio <strong>de</strong> seroprevalencia, agrupados según la aptitud <strong>de</strong>l rebaño (leche, carne y mixta)<br />

y la ADSG a la que pertenecían. Se consi<strong>de</strong>raron <strong>de</strong> aptitud mixta los rebaños con <strong>una</strong><br />

distribución <strong>de</strong>l 40-60% <strong>de</strong> animales <strong>de</strong> aptitud láctea y cárnica.<br />

Nº rebaños Nº animales<br />

ADSG Leche Carne Mixtas Total Leche Carne Mixtas Total<br />

1 2 85 1 88 92 1302 19 1413<br />

2 59 59 1776 1776<br />

3 100 100 1689 1689<br />

4 99 99 1485 1485<br />

5 395 572 88 1055 12184 6596 1501 20281<br />

6 32 131 6 169 1038 2237 166 3441<br />

7 87 87 1430 1430<br />

8 32 99 10 141 963 1306 207 2476<br />

9 99 5 104 1411 80 1491<br />

10 73 16 2 91 3196 317 42 3555<br />

11 27 9 36 1173 105 1278<br />

12 80 28 6 114 2603 424 77 3104<br />

13 61 2 2 65 2805 10 20 2835<br />

14 41 62 10 113 1493 761 148 2402<br />

15 404 16 11 431 12573 370 244 13187<br />

Total 1147 1464 141 2752 38120 21219 2504 61843<br />

Tabla 2.3.- Tamaño <strong>de</strong> muestra <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l año 2004 (nº <strong>de</strong> rebaños y animales) por aptitud y<br />

ADSG.


88<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

En la tabla 2.4 se incluye el tamaño medio <strong>de</strong> los rebaños según la aptitud.<br />

Aptitud Nº animales/nº rebaños Media<br />

Leche 38120/1147 33,2<br />

Carne 21219/1464 14,5<br />

Mixta 2504/141 17,8<br />

Tabla 2.4.- Tamaño medio <strong>de</strong> rebaño en el estudio <strong>de</strong>l<br />

año 2004 por aptitud.<br />

Por su parte, en la figura 2.4, se refleja la distribución <strong>de</strong> los rebaños según el<br />

tamaño y la aptitud.<br />

50%<br />

40%<br />

30%<br />

20%<br />

10%<br />

0%<br />

46%<br />

Leche<br />

46%<br />

46% 43% 46%<br />

39%<br />

Carne<br />

31%<br />

Mixta<br />

27%<br />

Total<br />

15% 15% 17%<br />

10%<br />

6%<br />

8%<br />

2% 3%<br />

1-10 11-30 31-50 > 50<br />

Figura 2.4.- Gráfico <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> rebaños por tamaño, según la aptitud, en el estudio <strong>de</strong>l año 2004.<br />

Por último, en la figura 2.5, se pue<strong>de</strong> ver la distribución geográfica <strong>de</strong> los<br />

municipios en los que se realizó la recogida <strong>de</strong> muetras para el estudio.


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 89<br />

Figura 2.5.- Mapa <strong>de</strong> los municipios integrados en ADSG en 2004, en cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> 4 provincias gallegas.


90<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

II.2.2.- TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO<br />

En el estudio <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> la BVD se utilizó un ELISA comercial <strong>de</strong><br />

competición (ELISA BVD/MD/BD p80 monocúpula, Institut Pourquier) para la<br />

<strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs frente a la proteína p80 <strong>de</strong>l virus, con el 97,6% <strong>de</strong> Se y el 97,3% <strong>de</strong><br />

Sp (valores facilitados por el Institut Pourquier), empleando los controles y puntos <strong>de</strong><br />

corte aconsejados en el test, expresados en % inhibición: > 40% negativo y ≤ 40%<br />

positivo.<br />

Para el estudio <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> la IBR se empleó un ELISA comercial <strong>de</strong><br />

competición (I<strong>de</strong>xx HerdChec IBRgB) que <strong>de</strong>tecta Acs específicos frente a la gB, con<br />

<strong>una</strong> Se <strong>de</strong>l 95,4% y Sp <strong>de</strong>l 99% (Kramps y cols., 1994), empleando los controles y<br />

puntos <strong>de</strong> corte indicados por el fabricante, expresados en términos <strong>de</strong> % inhibición: <<br />

45% negativo y ≥ 45% positivo.<br />

Para los análisis <strong>de</strong> la neosporosis bovina, en el estudio <strong>de</strong>l 2000, se utilizó un<br />

Elisa comercial indirecto (Hipra Civtest bovis Neospora) con un 83,3% <strong>de</strong> Se y un<br />

94,7% <strong>de</strong> Sp (Rebordosa y cols., 2001), empleando los controles y puntos <strong>de</strong> corte<br />

aconsejados por el fabricante, expresados en valores <strong>de</strong> índice relativo x 100 (IRPC): ≤<br />

6 negativo, > 6 positivo.<br />

En el trabajo <strong>de</strong> 2004, para el estudio <strong>de</strong> neosporosis bovina, se utilizó un<br />

ELISA comercial indirecto (I<strong>de</strong>xx Herdchek Neospora caninum) con el 98,6% <strong>de</strong> Se y<br />

el 98,9% <strong>de</strong> Sp (valores facilitados por I<strong>de</strong>xx Laboratories), empleando los controles y<br />

puntos <strong>de</strong> corte recomendados por el fabricante, expresados como valores <strong>de</strong> índice <strong>de</strong><br />

muestra (S/P): < 0,50 negativo y ≥ 0,50 positivo. Ambos ELISA emplean como Ag<br />

proteínas solubles <strong>de</strong> los taquizoítos.<br />

El empleo <strong>de</strong> diferentes kits <strong>de</strong> diagnótico en los estudios <strong>de</strong> neosporosis bovina,<br />

se <strong>de</strong>bió, únicamente, a motivos administrativos. Para comprobar si <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong><br />

seroprevalencias, entre ambos estudios, se podrían <strong>de</strong>ber al empleo <strong>de</strong> kits <strong>de</strong>


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 91<br />

diagnóstico diferentes, se analizaron 161 sueros positivos <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> 2004, con<br />

valores próximos al punto <strong>de</strong> corte (S/P entre 0,5-1), con el ELISA empleado en el<br />

estudio <strong>de</strong> 2000.<br />

II.2.3.- ANÁLISIS ESTADÍSTICO<br />

Los programas empleados para el análisis estadístico <strong>de</strong> los datos obtenidos en<br />

los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia fueron el SPSS 11.5 y Grahpad Instat.<br />

Se aplicó el estadístico χ2 para la comparación <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> prevalencia en<br />

función <strong>de</strong> distintos factores para cada estudio y entre ambos estudios, consi<strong>de</strong>rando<br />

significativos los valores <strong>de</strong> probabilidad ≤ 5% (p ≤ 0,05). Así, se realizó la<br />

comparación según la aptitud (leche, carne y mixta). Para la comparación según el<br />

tamaño <strong>de</strong> rebaño, se establecieron 4 grupos (1-9, 10-17, 18-29, > 29 animales) tras la<br />

aplicación <strong>de</strong> cuartiles en la variable <strong>de</strong> tamaño <strong>de</strong> rebaño <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> 2004. Se<br />

emplearon dichos grupos en ambos estudios, para po<strong>de</strong>r realizar la comparación entre<br />

ellos.<br />

Seguidamente se establecieron grupos según el porcentaje <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong>l<br />

rebaño. Para BVD se consi<strong>de</strong>raron 4 grupos según el riesgo <strong>de</strong> infección: sin riesgo <strong>de</strong><br />

infección, prevalencia < 5%; bajo riesgo <strong>de</strong> infección, entre el 5-25%; riesgo medio <strong>de</strong><br />

infección con problabilidad <strong>de</strong> tener PI o haberlos tenido, entre el 25-65% y alto riesgo<br />

<strong>de</strong> presencia <strong>de</strong> PI, que <strong>son</strong> los rebaños <strong>de</strong> más <strong>de</strong>l > 65% <strong>de</strong> prevalencia (Bitsh y<br />

Ronsholt, 1995; Pritchard, 2001).<br />

Para IBR, se establecieron 4 grupos <strong>de</strong> prevalencia (Pritchard, 2001), con<br />

diferentes posibilida<strong>de</strong>s para llevar a cabo la erradicación. Así se consi<strong>de</strong>ra que en los<br />

rebaños con < 5% prevalencia, la erradicación es fácil, mediante la eliminación <strong>de</strong> los<br />

animales seropositivos. En los rebaños con prevalencia entre el 5-20%, la erradicación<br />

se pue<strong>de</strong> realizar en un corto período <strong>de</strong> tiempo. En los rebaños con el 20-60% y > 60%<br />

<strong>de</strong> prevalencia, la erradicación se podrá realizar a medio o largo plazo, respectivamente,


92<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

mediante la combinación <strong>de</strong> la eliminación <strong>de</strong> los animales seropositivos con la<br />

vac<strong>una</strong>ción con vac<strong>una</strong> marcadora, ya que <strong>son</strong> rebaños con riesgo <strong>de</strong> poseer animales<br />

infectados (Beer y König, 2006; Borchers, 2006; Nar<strong>de</strong>lli y cols., 1999; Thiry y cols.,<br />

2006).<br />

Y, para neosporosis bovina, los 4 grupos establecidos, según el nivel <strong>de</strong><br />

infección fueron: rebaños con un nivel bajo <strong>de</strong> infección (< 5% <strong>de</strong> prevalencia), en los<br />

que se podría eliminar, <strong>de</strong> manera rápida, la infección, mediante la eliminación <strong>de</strong> los<br />

animales seropositivos. Rebaños con bajo nivel <strong>de</strong> infección (5-20% <strong>de</strong> prevalencia),<br />

rebaños con nivel medio <strong>de</strong> infección (20-40% <strong>de</strong> prevalencia) y rebaños con <strong>una</strong> alto<br />

nivel <strong>de</strong> infección, con <strong>una</strong> prevalencia > 40%.<br />

Por último, se establecieron 3 grupos por edad, 12-24, 24-36 y > 36 meses, que<br />

permitirán establecer si existen diferencias <strong>de</strong> prevalencia según la edad.<br />

El análisis <strong>de</strong> los sueros <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong> todos los rebaños permitió obtener el<br />

valor <strong>de</strong> la prevalencia aparente (AP) (nº <strong>de</strong> animales seropositivos <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> animales<br />

analizados) <strong>de</strong> cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> enfermeda<strong>de</strong>s. La prevalencia real (TP) se calculó<br />

aplicando la fórmula (Noordhuizen y cols., 1997):<br />

TP = AP + Sp - 1/Se + Sp - 1<br />

En la TP por animal se emplearon los valores <strong>de</strong> Se y Sp indicados por el<br />

fabricante pero en la TP por rebaño (HTP), la Se (HSe) y la Sp (HSp) se hallaron a<br />

partir <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> la AP <strong>de</strong> los animales pertenecientes a rebaños positivos,<br />

prevalencia intrarrebaño (pPa) y <strong>de</strong> la media <strong>de</strong> animales <strong>de</strong> todos los rebaños incluidos<br />

en el estudio (n), según <strong>las</strong> fórmu<strong>las</strong> (Martin y cols., 1992):<br />

HSe = 1-(1-pPa) n<br />

HSp = (Sp) n


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 93<br />

Para obtener el intervalo <strong>de</strong> confianza (IC) <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> prevalencia, para un<br />

número elevado <strong>de</strong> muestras y el 95% <strong>de</strong> confianza, se aplicó la fórmula (Greiner y<br />

cols., 2000):<br />

IC: TP +/- 1,96 √ var TP siendo var TP = AP (1- AP)/n (Se+Sp-1) 2<br />

var = varianza, n = nº total <strong>de</strong> muestras<br />

La pPa se halló dividiendo el nº <strong>de</strong> animales seropositivos entre el nº total <strong>de</strong><br />

animales <strong>de</strong> los rebaños seropositivos (Martin y cols., 1992):<br />

pPa =<br />

nº animales positivos <strong>de</strong> los rebaños positivos<br />

nº total <strong>de</strong> animales <strong>de</strong> los rebaños positivos


94<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

II.3.- RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE<br />

BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

LA BVD<br />

II.3.1.- RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE<br />

Consi<strong>de</strong>rando como positivos todos los rebaños en los que al menos uno <strong>de</strong> sus<br />

animales era seropositivo, los valores <strong>de</strong> TP, AP y pPa obtenidos, en los estudios <strong>de</strong>l<br />

2000 y 2004, se resumen en <strong>las</strong> tab<strong>las</strong> 2.5 y 2.6, respectivamente. La estimación <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

prevalencias <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> 2000 reflejó la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> HTP significativamente<br />

mayor en los rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea (p < 0,001) que no se observa, sin embargo, en la<br />

TP <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong> dicha aptitud (p = 0,748).<br />

Por explotación<br />

Por animal<br />

Aptitud AP (%) HTP (IC) (%) AP (%) TP (IC) (%) pPa (%)<br />

Leche 77,6 66,0 (58,5-73,5) 31,2 30,0 (28,5-31,5) 35,4<br />

Carne 64,3 58,5 (52,5-64,5) 31,6 30,5 (28,6-32,4) 39,2<br />

Total 70,2 60,5 (55,6-65,4) 31,3 30,1 (28,9-31,3) 36,7<br />

Tabla 2.5.- Prevalencia aparente (AP), real (TP) e intrarrebaño (pPa) <strong>de</strong> la BVD, en el<br />

estudio <strong>de</strong> 2000, por explotación y animal, según la aptitud.<br />

En el estudio <strong>de</strong> 2004, por el contrario, se observó <strong>una</strong> seropositividad<br />

significativamente mayor (p < 0,001) en los rebaños y animales <strong>de</strong> carne.<br />

Por explotación<br />

Por animal<br />

Aptitud AP (%) HTP (IC) (%) AP (%) TP (IC) (%) pPa (%)<br />

Leche 79,8 49,9 (44,1-55,7) 22,8 21,2 (20,8-21,6) 27,1<br />

Carne 70,0 55,4 (52,4-58,4) 33,2 32,1 (31,4-32,8) 40,6<br />

Mixta 69,5 50,8 (38,8-62,8) 23,9 22,3 (20,6-24,0) 30,4<br />

Total 74,1 52,0 (49,0-55,0) 26,4 25,0 (24,6-25,4) 31,7<br />

Tabla 2.6.- Prevalencia aparente (AP), real (TP) e intrarrebaño (pPa) <strong>de</strong> la BVD, en el<br />

estudio <strong>de</strong> 2004, por explotación y animal, según la aptitud.<br />

Observando los valores <strong>de</strong> seroprevalencia hallados en ambos estudios se <strong>de</strong>tecta<br />

<strong>una</strong> menor prevalencia, próxima a la significación estadística (p = 0,055), <strong>de</strong> la HTP en<br />

<strong>las</strong> ADSG. Esta disminución se <strong>de</strong>be a los rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea (p = 0,044) ya que<br />

la disminución observada en los <strong>de</strong> carne no es significativa (p = 0,476).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 95<br />

Así mismo, se observó <strong>una</strong> menor TP significativa (p < 0,001) <strong>de</strong> los animales<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, <strong>de</strong>bida a la menor seropositividad <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong> leche (p < 0,001), ya<br />

que en los <strong>de</strong> carne es mayor (p = 0,121).<br />

Agrupadas <strong>las</strong> explotaciones por tamaño <strong>de</strong> rebaño, tras aplicar los cuartiles en<br />

la variable <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> rebaño, se observó, en ambos estudios, que el porcentaje <strong>de</strong><br />

rebaños positivos aumenta <strong>de</strong> manera significativa al aumentar el tamaño <strong>de</strong> los mismos<br />

(p < 0,001), como se refleja en la tabla 2.7.<br />

Tamaño Leche Carne Mixta Total<br />

rebaño 2000 2004 2000 2004 2004 2000 2004<br />

1-9<br />

65/111 63/101 144/257 307/609 26/48<br />

58,6% 62,4% 56% 50,4% 54,2%<br />

56,8% 52,7%<br />

10-17<br />

58/66 149/211 46/56 334/426 27/35<br />

87,9% 70,6% 82,1% 78,4% 77,1%<br />

85,2% 75,7%<br />

18-29<br />

59/64 255/319 28/29 266/301 22/32<br />

92,2% 80% 96,6% 88,4% 68,8%<br />

93,5% 83,3%<br />

> 29<br />

33/36 448/516 5/5 118/128 23/26<br />

91,7% 86,8% 100% 92,2% 88,5%<br />

92,7% 87,9%<br />

Tabla 2.7.- Porcentaje <strong>de</strong> seropositividad <strong>de</strong> la BVD por tamaño <strong>de</strong> rebaño y aptitud en ambos<br />

estudios.<br />

Tras establecer los grupos <strong>de</strong> rebaños según el riesgo <strong>de</strong> infección se pudo<br />

conocer el porcentaje <strong>de</strong> rebaños existentes en cada uno <strong>de</strong> ellos, que se resumen en la<br />

tabla 2.8.<br />

Grupo Leche Carne Mixta Total<br />

Prevalencia 2000 2004 2000 2004 2004 2000 2004<br />

< 5%<br />

69/277 369/1147 126/347 468/1464 55/141<br />

24,9% 32,1% 36,3% 32% 39%<br />

31,2% 32,4%<br />

5-25%<br />

86/277 422/1147 73/347 368/1464 38/141<br />

31% 36,8% 21% 25,1% 27%<br />

25,5% 30,1%<br />

25-65%<br />

79/277 234/1147 88/347 411/1464 35/141<br />

28,5% 20,4% 25,4% 28,1% 24,8%<br />

26,8% 24,7%<br />

> 65%<br />

43/277 122/1147 60/347 217/1464 13/141<br />

15,5% 10,6% 17,3% 14,8% 9,2%<br />

16,5% 12,8%<br />

Tabla 2.8.- Porcentaje <strong>de</strong> positividad <strong>de</strong> la BVD por grupos <strong>de</strong> riesgo <strong>de</strong> infección en ambos estudios (Pritchard,<br />

2001).<br />

El 56,7% <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l 2000 se encuentran en el grupo <strong>de</strong> bajo<br />

riesgo <strong>de</strong> infección (< 25%), el 26,8% en el <strong>de</strong> riesgo medio (25-65%) y el 16,5% sería<br />

rebaños con alto riesgo <strong>de</strong> circulación vírica (> 65%).


96<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Así mismo, en el estudio <strong>de</strong>l 2004, el 62,5% <strong>de</strong> los rebaños presentan bajo riesgo<br />

<strong>de</strong> infección, el 24,7% un riesgo medio y el 12,8% alta probabilidad <strong>de</strong> presentar<br />

circulación vírica.<br />

Comparando los resultados entre ambos estudios, se pue<strong>de</strong> observar la mejor<br />

situación <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l 2004, con un porcentaje significativamente<br />

mayor en los rebaños <strong>de</strong> bajo riesgo <strong>de</strong> infección y significativamente menor en los <strong>de</strong><br />

alto riesgo (p = 0,025 en ambos casos).<br />

Observando los datos obtenidos <strong>de</strong> los rebaños con animales menores <strong>de</strong> 24<br />

meses seropositivos, que se recogen en la tabla 2.9, se <strong>de</strong>tectó menor positividad en los<br />

rebaños <strong>de</strong> carne <strong>de</strong> ambos estudios, p = 0,123 y p = 0,011, para el estudio <strong>de</strong>l 2000 y<br />

2004, respectivamente.<br />

Igualmente se observó la existencia <strong>de</strong> un porcentaje significativamente menor<br />

(p = 0,032) <strong>de</strong> rebaños con animales seropositivos menores <strong>de</strong> 24 meses en el estudio<br />

<strong>de</strong>l 2004, en comparación con el estudio <strong>de</strong> 2000.<br />

Aptitud 2000 2004<br />

Leche 47/171 27,5% 217/1040 20,9%<br />

Carne 32/159 20,1% 149/916 16,3%<br />

Total 79/330 23,9% 366/1956 18,7%<br />

Tabla 2.9.- Porcentaje <strong>de</strong> rebaños con animales < 24<br />

meses positivos a BVD según aptitud y para ambos<br />

estudios.<br />

En la seropositividad por grupos <strong>de</strong> edad se observó, en ambos estudios, <strong>una</strong><br />

relación estadísticamente significativa (p < 0,001) entre la edad y la positividad,<br />

aumentando el número <strong>de</strong> animales positivos al aumentar la edad <strong>de</strong> los mismos. Estos<br />

datos se resumen en la tabla 2.10.<br />

Comparando ambos estudios se observó <strong>una</strong> menor positividad <strong>de</strong> los animales<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG en todos los grupos <strong>de</strong> edad, 12-24, 24-36 y > 36 meses (p = 0,018; p =<br />

0,003 y p < 0,001 respectivamente).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 97<br />

Edad Leche Carne Total<br />

meses 2000 2004 2000 2004 2000 2004<br />

12-24<br />

93/643 626/5489 46/280 244/1716<br />

14,5% 11,4% 16,4% 14,2%<br />

15,1% 12,1%<br />

25-36<br />

131/623 989/6405 52/251 356/2122<br />

21% 15,4% 20,7% 16,8%<br />

20,9% 15,8%<br />

> 36<br />

1078/2970 7023/26002 676/1950 6243/17854<br />

36,3% 27% 34,7% 35%<br />

35,7% 30,2%<br />

Tabla 2.10.- Porcentaje <strong>de</strong> seropositividad <strong>de</strong> la BVD por edad según la aptitud y para ambos<br />

estudios.<br />

Para po<strong>de</strong>r comprobar si la existencia <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos pudo influir en los<br />

resultados <strong>de</strong> seroprevalencia obtenidos para BVD, se observaron los resultados<br />

obtenidos en los 585 rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> 2004, en los que se<br />

conocía la situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción: 159 rebaños vac<strong>una</strong>dos (27,2%) y 426 (72,8%) no<br />

vac<strong>una</strong>dos. Los resultados se resumen en la tabla 2.11.<br />

Prevalencia Rebaños Vac (%) Rebaños no vac (%)<br />

< 5% 20,1 46,0<br />

5-25% 37,1 29,6<br />

25-65% 22,6 12,0<br />

> 65% 20,1 12,2<br />

Tabla 2.11.- Porcentaje <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos (vac)/no vac<strong>una</strong>dos<br />

(no vac) frente a BVD, por grupo <strong>de</strong> prevalencia, en 585 rebaños <strong>de</strong><br />

leche <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, con situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción conocida.<br />

Con los datos obtenidos, se pudo observar la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> relación<br />

estadísticamente significativa (p = 0,028), entre la presencia <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción y la mayor<br />

seroprevalencia <strong>de</strong>l rebaño. Analizando la seropositividad por animal, se observó,<br />

igualmente, esta relación (p < 0,001). En los rebaños vac<strong>una</strong>dos el 33,2% (1166/3511)<br />

<strong>de</strong> los animales fueron seropositivos, mientras que en los rebaños no vac<strong>una</strong>dos fueron<br />

un 19,5% (1604/8242).<br />

En la figura 2.6 se pue<strong>de</strong> observar la distribución <strong>de</strong> los rebaños, vac<strong>una</strong>dos y no<br />

vac<strong>una</strong>dos, según los grupos <strong>de</strong> prevalencia.


98<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

% <strong>de</strong> rebaños<br />

100%<br />

90%<br />

80%<br />

70%<br />

60%<br />

50%<br />

40%<br />

30%<br />

20%<br />

10%<br />

0%<br />

< 5% 5-25% 25-65% > 65%<br />

% <strong>de</strong> prevalencia<br />

No vac<br />

Vac<br />

Figura 2.6.- Gráfico <strong>de</strong> distribución, por grupos <strong>de</strong> prevalencia, <strong>de</strong> los rebaños<br />

no vac/vac, frente a BVD.<br />

LA IBR<br />

II.3.2.- RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE<br />

Los resultados <strong>de</strong> TP y AP y <strong>de</strong> pPa obtenidos se muestran en <strong>las</strong> tab<strong>las</strong> 2.12 y 2.13<br />

y reflejan unos valores, significativamente superiores, tanto en los rebaños como en los<br />

animales <strong>de</strong> aptitud láctea <strong>de</strong> ambos estudios (p < 0,001). Igual que en el caso <strong>de</strong> BVD, se<br />

consi<strong>de</strong>ró positivo todo rebaño con, al menos, un animal seropositivo.<br />

Por explotación<br />

Por animal<br />

Aptitud AP (%) HTP (IC) (%) AP (%) TP (IC) (%) pPa (%)<br />

Leche 64,5 58,3 (52,6-64,0) 42,4 43,2 (41,9-44,5) 53,8<br />

Carne 47,3 48,1 (42,2-54,0) 26,5 26,8 (25,0-28,6) 41,9<br />

Total 55,8 50,4 (46,4-54,4) 37,5 38,4 (37,3-39,5) 50,6<br />

Tabla 2.12.- Seroprevalencias aparente (AP), real (TP) e intrarrebaño (pPa) <strong>de</strong> la IBR en<br />

el estudio <strong>de</strong> 2000, por explotación y animal, según la aptitud.<br />

Por explotación<br />

Por animal<br />

Aptitud AP (%) HTP (IC) (%) AP (%) TP (IC) (%) pPa (%)<br />

Leche 65,3 51,5 (47,7-55,3) 36,9 37,8 (37,3-38,3) 50,3<br />

Carne 52,7 45,2 (42,2-48,2) 32,4 33,1 (32,4-33,8) 47,3<br />

Mixta 51,8 42,3 (32,4-52,2) 25,3 25,5 (23,7-27,3) 40,3<br />

Total 57,9 47,2 (44,9-49,5) 34,9 35,7 (35,3-36,1) 49,0<br />

Tabla 2.13.- Seroprevalencias aparente (AP), real (TP) e intrarrebaño (pPa) <strong>de</strong> la IBR en el<br />

estudio <strong>de</strong> 2004, por explotación y animal, según la aptitud.


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 99<br />

Entre ambos estudios no se observó diferencia significativa (p = 0,321) en la<br />

HTP ni en la TP por animal (p = 0,287). Sin embargo, se aprecia <strong>una</strong> menor TP en los<br />

animales <strong>de</strong> aptitud láctea y <strong>una</strong> mayor TP en los <strong>de</strong> aptitud cárnica (p < 0,018), en el<br />

estudio <strong>de</strong> 2004.<br />

Para estudiar la positividad <strong>de</strong> los rebaños por tamaño, se dividieron en 4<br />

grupos, aplicando los cuartiles en la variable <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> explotación. Se observó que<br />

el porcentaje <strong>de</strong> positividad se incrementa significativamente, conforme aumenta el<br />

tamaño <strong>de</strong> rebaño (p < 0,001), en todos los casos. Los resultados se resumen en la tabla<br />

2.14.<br />

Tamaño Leche Carne Mixta Total<br />

rebaño 2000 2004 2000 2004 2004 2000 2004<br />

1-9<br />

68/151 42/103 111/289 203/635 14/51<br />

45% 40,7% 38,4% 32% 27,5%<br />

40,7% 32,8%<br />

10-17<br />

59/84 121/228 44/60 242/425 25/37<br />

70,2% 53,1% 73,3% 57% 67,6%<br />

71,5% 56,2%<br />

18-29<br />

67/88 202/315 21/30 227/293 15/27<br />

76,1% 64,1% 70% 77,5% 55,6%<br />

74,6% 69,9%<br />

> 29<br />

48/52 384/501 6/6 99/111 19/26<br />

92,3% 76,6% 100% 89,2% 73,1%<br />

93,1% 78,7%<br />

Tabla 2.14.- Porcentaje <strong>de</strong> seropositividad <strong>de</strong> la IBR, por tamaño <strong>de</strong> rebaño y aptitud, en ambos<br />

estudios.<br />

Agrupadas <strong>las</strong> granjas, según el grupo <strong>de</strong> prevalencia, resultados recogidos en<br />

la tabla 2.15, se observó que, en el estudio <strong>de</strong> 2000, el 61,2% <strong>de</strong> los rebaños presentan<br />

<strong>una</strong> prevalencia menor <strong>de</strong>l 20%, el 18,2% entre el 20-60% y el 20,7% más <strong>de</strong> 60% <strong>de</strong><br />

prevalencia.<br />

Grupo Leche Carne Mixta Total<br />

Prevalencia 2000 2004 2000 2004 2004 2000 2004<br />

< 5%<br />

146/375 507/1147 205/385 748/1464 78/141<br />

39% 44,2% 53,2% 51,1% 55,3%<br />

46,2% 48,4%<br />

5-20%<br />

63/375 176/1147 51/385 253/1464 25/141<br />

16,8% 15,3% 13,2% 17,3% 17,7%<br />

15,0% 16,5%<br />

20-60%<br />

66/375 142/1147 72/385 173/1464 16/141<br />

17,6% 12,4% 18,7% 11,8% 11,3%<br />

18,2% 12,0%<br />

> 60%<br />

100/375 322/1147 57/385 290/1464 22/141<br />

26,7% 28,1% 14,8% 19,9% 15,6%<br />

20,7% 23,1%<br />

Tabla 2.15.- Porcentaje <strong>de</strong> positividad <strong>de</strong> la IBR, por grupos <strong>de</strong> prevalencia, en ambos estudios<br />

(Pritchard, 2001).<br />

En el estudio <strong>de</strong> 2004, el 64,9% <strong>de</strong> los rebaños presentan prevalencia menor <strong>de</strong>l<br />

20%, el 12,0% entre el 20-60% y el 23,1% más <strong>de</strong>l 60% <strong>de</strong> prevalencia.


100<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Comparando ambos estudios, se observó, en el estudio <strong>de</strong>l 2004, un mayor<br />

número <strong>de</strong> rebaños, con prevalencia menor <strong>de</strong>l 20% y mayor <strong>de</strong>l 60% (p = 0,007 y p =<br />

0,087, respectivamente) y <strong>una</strong> disminución <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong>l 20-60% <strong>de</strong> prevalencia (p <<br />

0,001).<br />

Observando los resultados, que se reflejan en la tabla 2.16, <strong>de</strong> los rebaños que<br />

poseían animales positivos menores <strong>de</strong> 24 meses, se pudo <strong>de</strong>tectar <strong>una</strong> presencia menor<br />

en los rebaños <strong>de</strong> carne, p = 0,068 y p = 0,005, en los estudios <strong>de</strong> 2000 y 2004,<br />

respectivamente.<br />

Así mismo, comparando ambos estudios, se comprobó la existencia <strong>de</strong> un<br />

menor porcentaje <strong>de</strong> positividad sin significación estadística (p = 0,091) en los rebaños<br />

<strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> 2004, tanto para los rebaños <strong>de</strong> leche (p = 0,115) como para los <strong>de</strong> carne<br />

(p = 0,534).<br />

Aptitud 2000 2004<br />

Leche 70/232 30,2% 260/1040 25%<br />

Carne 37/171 21,6% 180/916 19,7%<br />

Total 107/403 26,6% 440/1956 22,5%<br />

Tabla 2.16.- Porcentaje <strong>de</strong> rebaños con animales < 24<br />

meses seropositivos a IBR para ambos estudios, por<br />

aptitud.<br />

Al estudiar la positividad <strong>de</strong> los animales atendiendo a su edad, resultados en la<br />

tabla 2.17, se observó un aumento significativo <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> seropositividad al<br />

aumentar la edad <strong>de</strong> los animales, para ambas aptitu<strong>de</strong>s y estudios (p < 0,001).<br />

Comparando ambos estudios, en el estudio <strong>de</strong> ADSG, se apreció <strong>una</strong> menor<br />

positividad en los grupos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 12-24 y 24-36 meses (p< 0,001) y un aumento en<br />

el grupo <strong>de</strong> animales > 36 meses (p = 0,407). Estudiando los resultados, por aptitud, se<br />

pudo observar que la disminución <strong>de</strong> positividad se <strong>de</strong>bió, exclusivamente, a los<br />

animales <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche, ya que, en los rebaños <strong>de</strong> carne la positividad<br />

aumenta, en los tres grupos <strong>de</strong> edad.


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 101<br />

Edad Leche Carne Total<br />

meses 2000 2004 2000 2004 2000 2004<br />

269/921 1096/5190 46/298 295/1506<br />

12-24<br />

25,8% 20,8%<br />

29,2% 21,1% 15,4% 19,6%<br />

25-36<br />

373/916<br />

40,7%<br />

> 36 1800/4144<br />

43,4%<br />

1909/6241<br />

30,6%<br />

10735/25389<br />

42,3%<br />

45/272<br />

16,5%<br />

575/2060<br />

27,9%<br />

505/2000<br />

25,3%<br />

5738/17068<br />

33,6%<br />

35,1% 29,3%<br />

38,3% 38,9%<br />

Tabla 2.17.- Porcentaje <strong>de</strong> seropositividad <strong>de</strong> la IBR por grupos <strong>de</strong> edad y aptitud <strong>de</strong> los<br />

animales.<br />

Para po<strong>de</strong>r conocer la influencia que la existencia <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos pue<strong>de</strong><br />

tener sobre los valores <strong>de</strong> seroprevalencia hallados, se estudiaron 859 rebaños <strong>de</strong> aptitud<br />

láctea <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> ADSG, con situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción conocida: 222 (25,8%)<br />

rebaños vac<strong>una</strong>dos y 637 (74,2%) no vac<strong>una</strong>dos. Los resultados se presentan en la tabla<br />

2.18.<br />

Prevalencia Rebaños Vac (%) Rebaños no vac (%)<br />

< 5% 0,9 61,2<br />

5-20% 2,7 17,6<br />

25-60% 4,1 12,6<br />

> 60% 92,3 8,6<br />

Tabla 2.18.- Porcentaje <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos (vac)/no vac<strong>una</strong>dos<br />

(no vac) frente a BVD, por grupo <strong>de</strong> prevalencia, en 859 rebaños <strong>de</strong><br />

leche <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, con situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción<br />

conocida.<br />

Como era <strong>de</strong> esperar, se evi<strong>de</strong>nció la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> relación, estadísticamente<br />

significativa, entre la presencia <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción y la alta seroprevalencia <strong>de</strong>l rebaño (p <<br />

0,001). Analizando la seropositividad por animal, se observó igualmente, <strong>una</strong><br />

seropositividad mayor en los animales <strong>de</strong> los rebaños vac<strong>una</strong>dos, con un 95,9%<br />

(4683/4883) <strong>de</strong> animales seropositivos, frente al 16,7% (2016/12077) <strong>de</strong> animales<br />

seropositivos en los rebaños no vac<strong>una</strong>dos (p < 0,001).<br />

En la figura 2.7 se pue<strong>de</strong> observar la proporción <strong>de</strong> rebaños, vac<strong>una</strong>dos y no<br />

vac<strong>una</strong>dos, para los distintos grupos <strong>de</strong> seroprevalencia. Los rebaños no vac<strong>una</strong>dos se<br />

distribuyeron, principalmente, en los grupos <strong>de</strong> menor prevalencia, mientras que por el<br />

contrario, el mayor porcentaje <strong>de</strong> los rebaños vac<strong>una</strong>dos, se encontró entre los grupos <strong>de</strong><br />

mayor prevalencia.


102<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

% <strong>de</strong> rebaños<br />

100%<br />

80%<br />

60%<br />

40%<br />

20%<br />

No vac<br />

Vac<br />

0%<br />

< 5 20-60 20-60 > 60<br />

% prevalencia<br />

Figura 2.7.- Gráfico <strong>de</strong> distribución, por grupos <strong>de</strong> prevalencia, <strong>de</strong> los rebaños<br />

no vac/vac, frente a IBR.<br />

II.3.3.- RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE<br />

NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Los resultados <strong>de</strong> TP, AP y pPa <strong>de</strong>l 2000, agrupados en la tabla 2.19, reflejaron<br />

<strong>una</strong> seropositividad, significativamente mayor, tanto en los rebaños como en los<br />

animales <strong>de</strong> aptitud láctea (p < 0,001), mientras que la mayor pPa pertenece a los<br />

rebaños <strong>de</strong> aptitud cárnica.<br />

Por explotación<br />

Por animal<br />

Aptitud AP (%) HTP (IC) (%) AP (%) TP (IC) (%) pPa (%)<br />

Leche 72,2 32,6 (20,6-44,6) 18,9 17,4 (16,1-18,7) 21,9<br />

Carne 47,3 29,1 (19,6-38,6) 15,3 12,8 (11,1-14,5) 23,1<br />

Total 58,7 25,8 (18,2-33,4) 17,7 15,9 (14,8-17,0) 22,2<br />

Tabla 2.19.- Seroprevalencias aparente (AP), real (TP) e intrarrebaño (pPa) <strong>de</strong> N.caninum<br />

en el estudio <strong>de</strong> 2000 por explotación y animal según la aptitud.<br />

En los resultados <strong>de</strong>l AP, TP y pPa obtenidos en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, que se<br />

recogen en la tabla 2.20, se observó <strong>una</strong> mayor HTP en los <strong>de</strong> leche (p < 0,001),<br />

mientras que la TP y la pPa <strong>son</strong> significativamente mayores en los animales <strong>de</strong> aptitud<br />

cárnica (p < 0,001).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 103<br />

Por explotación<br />

Por animal<br />

Aptitud AP (%) HTP (IC) (%) AP (%) TP (IC) (%) pPa (%)<br />

Leche 91,5 87,7 (85,4-90,0) 22,5 21,9 (21,5-22,3) 23,6<br />

Carne 79,8 76,7 (73,7-79,7) 25,6 25,1 (24,5-25,7) 28,3<br />

Mixta 82,3 78,4 (70,7-86,1) 25,4 24,9 (23,1-26,7) 28,6<br />

Total 84,8 80,6 (78,9-82,3) 23,7 23,2 (22,9-23,5) 25,4<br />

Tabla 2.20.- Seroprevalencias aparente (AP), real (TP) e intrarrebaño (pPa) <strong>de</strong> N.caninum<br />

en el estudio <strong>de</strong> 2004 por explotación y animal según la aptitud.<br />

Comparando ambos estudios, se observó que la seroprevalencia es mayor para<br />

los rebaños y animales, <strong>de</strong> ambas aptitu<strong>de</strong>s, en el estudio <strong>de</strong> 2004 (p < 0,001).<br />

Para comprobar la hipótesis <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> prevalencia, por el empleo <strong>de</strong><br />

diferentes ELISA en cada estudio, se sometió a 161 sueros positivos, con valores <strong>de</strong> S/P<br />

cercanos al punto <strong>de</strong> corte (S/P 0,5-1), en el estudio <strong>de</strong>l 2004, a un análisis con el<br />

ELISA empleado en el 2000. En los resultados, resumidos en la tabla 2.21, se observó<br />

que un 75,8% <strong>de</strong> sueros positivos con el ELISA-I<strong>de</strong>xx fueron negativos con el ELISA-<br />

Hipra. Así mismo, un 11,2% <strong>de</strong> sueros positivos con el ELISA-I<strong>de</strong>xx, resultaron<br />

dudosos con el ELISA-Hipra. El grado <strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> positividad fue <strong>de</strong>l 6,9% para<br />

los sueros con valores entre 0,5-0,8 y <strong>de</strong>l 23,7% en los <strong>de</strong> 0,8-1.<br />

I<strong>de</strong>xx (2004)<br />

Hipra (2000)<br />

Negativo Dudoso Positivo<br />

Positivo S/P (0,5-0,8) 89/102 (87,3%) 6/102 (5,9%) 7/102 (6,9%)<br />

Positivo S/P (0,8-1) 33/59 (55,9%) 12/59 (20,3%) 14/59 (23,7%)<br />

Tabla 2.21.- Comparación <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong> los sueros, próximos al punto <strong>de</strong> corte con<br />

el ELISA <strong>de</strong> I<strong>de</strong>xx (S/P 0,50), analizados con el ELISA <strong>de</strong> Hipra.<br />

Al agrupar los rebaños, atendiendo al tamaño, se pudo observar, en ambos<br />

estudios, un incremento <strong>de</strong> la seropositividad al aumentar el tamaño <strong>de</strong>l rebaño (p <<br />

0,001). Estos resultados se resumen en la tabla 2.22.<br />

Tamaño Leche Carne Mixta Total<br />

rebaño 2000 2004 2000 2004 2004 2000 2004<br />

1-9<br />

57/124 69/101 106/289 380/609 32/48<br />

46% 68,3% 36,7% 62,4% 66,7%<br />

53,3% 63,5%<br />

10-17<br />

61/73 188/211 46/60 372/426 31/35<br />

83,6% 89,1% 76,7% 87,3% 88,6%<br />

80,5% 87,9%<br />

18-29<br />

72/82 299/319 24/30 290/301 30/32<br />

87,8% 93,7% 80% 96,3% 93,8%<br />

85,7% 94,9%<br />

> 29<br />

46/48 494/516 6/6 126/128 23/26<br />

95,8% 95,7% 100% 98,4% 88,5%<br />

96,3% 96,0%<br />

Tabla 2.22.- Porcentaje <strong>de</strong> seropositividad <strong>de</strong> N.caninum, por tamaño <strong>de</strong> rebaño y aptitud, en ambos<br />

estudios.


104<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>terminar el grado <strong>de</strong> infección, los rebaños se agruparon en 4<br />

niveles, según el porcentaje <strong>de</strong> prevalencia. Los resultados se pue<strong>de</strong>n observar en la<br />

tabla 2.23.<br />

Leche Carne Mixta Total<br />

Prevalencia 2000 2004 2000 2004 2004 2000 2004<br />

0-5%<br />

101/327 174/1147 207/385 335/1464 28/141<br />

30,9% 15,17% 53,7% 22,9% 19,8%<br />

43,3% 19,5%<br />

5-20%<br />

108/327 433/1147 69/385 381/1464 37/141<br />

33% 37,8% 17,9% 26% 26,2%<br />

24,9% 30,9%<br />

20-40%<br />

78/327 342/1147 63/385 409/1464 40/141<br />

23,9% 29,8% 16,4% 27,9% 28,4%<br />

19,8% 28,7%<br />

> 40%<br />

40/327 198/1147 46/385 339/1464 36/141<br />

12,2% 17,3% 11,9% 23,2% 25,5%<br />

12,1% 20,8%<br />

Tabla 2.23.- Porcentaje <strong>de</strong> positividad <strong>de</strong> N.caninum, según el grado <strong>de</strong> infección, por aptitud, en ambos<br />

estudios.<br />

Observando el porcentaje <strong>de</strong> rebaños que poseían animales positivos < 24<br />

meses, resumido en la tabla 2.24, se <strong>de</strong>tectó menor positividad, con significación<br />

estadística, en los rebaños <strong>de</strong> carne <strong>de</strong> ambos estudios (p < 0,001).<br />

Aptitud 2000 2004<br />

Leche 77/208 37% 495/1040 47,6%<br />

Carne 20/238 8,4% 235/916 25,7%<br />

Total 97/446 21,7% 730/1956 37,3%<br />

Tabla 2.24.- Porcentaje <strong>de</strong> rebaños con animales < 24<br />

meses positivos a N.caninum, por aptitud, en ambos<br />

estudios.<br />

Estudiando los resultados <strong>de</strong> positividad <strong>de</strong> los animales, según la edad, tabla<br />

2.25, se observó un incremento <strong>de</strong> seropositividad al aumentar la edad <strong>de</strong> los animales,<br />

en ambos estudios y para ambas aptitu<strong>de</strong>s (p < 0,001).<br />

Edad Leche Carne Total<br />

meses 2000 2004 2000 2004 2000 2004<br />

12-24<br />

112/800 570/5489 27/309 222/1716<br />

14,0% 10,4% 8,7% 12,9%<br />

12,6% 11,0%<br />

25-36<br />

148/810 900/6405 37/282 324/2122<br />

18,3% 14,1% 13,1% 15,3%<br />

17,0% 14,4%<br />

> 36<br />

769/3678 6394/26002 353/2135 5683/17854<br />

20,9% 24,6% 16,5% 31,8%<br />

19,3% 27,5%<br />

Tabla 2.25.-Seropositividad <strong>de</strong> N.caninum por grupos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> los animales según la aptitud y<br />

para cada estudio.


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 105<br />

Para establecer la existencia <strong>de</strong> variaciones en los niveles <strong>de</strong> Acs, según la edad<br />

<strong>de</strong> los animales, se hallaron <strong>las</strong> medias <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsidad óptica (DO)<br />

corregidas: IRPC en el estudio <strong>de</strong>l 2000 y cociente S/P en el <strong>de</strong>l 2004, que se resumen<br />

en la tabla 2.26.<br />

Edad Valores <strong>de</strong> DO corregida<br />

meses 2000 (IRPC) 2004 (S/P)<br />

12-24 35,8 4,9<br />

24-36 49,3 6,7<br />

> 36 62,3 7,3<br />

Tabla 2.26.- Valores medios <strong>de</strong> los niveles<br />

<strong>de</strong> Acs <strong>de</strong> los animales, según a edad, en<br />

ambos estudios.<br />

Se evi<strong>de</strong>nció un incremento, significativo estadísticamente (p < 0,001), <strong>de</strong> los<br />

niveles medios <strong>de</strong> Acs para todos los grupos, al aumentar la edad <strong>de</strong> los animales.


106<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

II.4.- DISCUSIÓN<br />

Uno <strong>de</strong> los factores que más pue<strong>de</strong> influir en los resultados <strong>de</strong> HTP hallados, es<br />

el tamaño medio <strong>de</strong> los rebaños incluídos en los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia (Álvarez y<br />

cols., 1994; Corrales y cols., 2001; Gómez-Pacheco y cols., 2006; Guercio y cols.,<br />

2004; Mockeliuniene y cols., 2004). Es importante <strong>de</strong>stacar el mayor tamaño <strong>de</strong> los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche frente a los <strong>de</strong> carne, 16,1 frente a 7,1 en el estudio <strong>de</strong> 2000 y 33,2<br />

frente a 14,5 en el estudio <strong>de</strong> 2004. Así mismo, el tamaño medio <strong>de</strong> los rebaños se<br />

duplica, en los rebaños <strong>de</strong> ambas aptitu<strong>de</strong>s, en el estudio <strong>de</strong> 2004 frente al <strong>de</strong> 2000.<br />

BVD<br />

II.4.1.- DISCUSIÓN DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE LA<br />

En España existen varios estudios <strong>de</strong> seroprevalencia, en diferentes zonas y<br />

comunida<strong>de</strong>s gana<strong>de</strong>ras, que nos permitieron comparar la situación encontrada en<br />

Galicia con la existente en el resto <strong>de</strong>l territorio.<br />

Así en Asturias, un estudio realizado sobre el ganado <strong>de</strong> leche, estableció <strong>una</strong><br />

prevalencia por rebaño <strong>de</strong>l 86% y por animal <strong>de</strong>l 21,1% (Mainar-Jaime y cols., 2001).<br />

En Andalucía, obtuvieron <strong>una</strong> prevalencia por rebaño <strong>de</strong>l 70,9% y por animal <strong>de</strong>l 42,3%<br />

(Gómez-Pacheco y cols., 2006). En <strong>las</strong> granjas lecheras <strong>de</strong> León, la prevalencia por<br />

rebaño fue <strong>de</strong>l 91,5% y la prevalencia por animal <strong>de</strong>l 51,3% (Álvarez y cols., 1994). En<br />

la Comunidad madrileña, el 94,2% <strong>de</strong> los rebaños y el 65,6% <strong>de</strong> los animales fueron<br />

seropositivos (Vega y cols., 2004). En Extremadura, se obtuvo un 53,3% <strong>de</strong> prevalencia<br />

por animal (Marín, 1997).<br />

La BVD tiene <strong>una</strong> distribución mundial (50-90% <strong>de</strong> los animales y 70-100%<br />

<strong>de</strong> los rebaños) con gran<strong>de</strong>s diferencias regionales, siendo endémica en los países con<br />

mayor producción bovina y alta <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> rebaños (Alenius y cols., 1996; Baker,<br />

1987; Corrales y cols., 2001; Houe, 1999; Vega y cols., 2004).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 107<br />

En los países o regiones europeas que no realizan programas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la<br />

BVD existen gran<strong>de</strong>s variaciones regionales en la prevalencia por rebaño, siendo<br />

ejemplos: Portugal con el 29,2% - 36% (Niza-Ribeiro y cols., 2004; Niza-Ribeiro y<br />

cols., 2005; Soares y cols., 2006), Italia con el 56,1% - 98% (Ferrari y cols., 1999;<br />

Guercio y cols., 2004), Lituania con el 70% (Mockeliuniene y cols., 2004) o Escocia<br />

con el 57% (Synge y cols., 1999).<br />

Esta alta prevalencia también existía en otras regiones antes <strong>de</strong> la<br />

implementación <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> control: 60% <strong>de</strong> Bretaña (Joly y cols., 2005), 46% <strong>de</strong><br />

Suecia (Greiser-Wilke y cols., 2003; Nuotio y cols., 1999), 60-90% <strong>de</strong> Alemania (Eiken<br />

y cols., 2004; Gae<strong>de</strong> y cols., 2004), 19% <strong>de</strong> Noruega y 64% <strong>de</strong> Dinamarca (Greiser-<br />

Wilke y cols., 2003; Nuotio y cols., 1999). La excepción era Finlandia con <strong>una</strong><br />

prevalencia inicial <strong>de</strong>l 1% (Nuotio y cols., 1999).<br />

La consulta <strong>de</strong> todos estos trabajos permitió conocer la alta difusión que la BVD<br />

tiene en España y en Europa. Comparando los valores <strong>de</strong> seroprevalencia aportados por<br />

dichos estudios, con los observados en el presente trabajo, se pue<strong>de</strong> concluir que la<br />

situación <strong>de</strong> la cabaña gana<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Galicia es similar e incluso mejor, que la existente en<br />

otras regiones españo<strong>las</strong> y otros países europeos que no realizan programas <strong>de</strong> control<br />

<strong>de</strong> la BVD o al comienzo <strong>de</strong> su implementación.<br />

El ELISA empleado en ambos estudios <strong>de</strong>tecta Acs específicos frente a la p80.<br />

La p80 es <strong>una</strong> proteína no estructural que sólo da lugar a la formación <strong>de</strong> Acs durante la<br />

replicación <strong>de</strong>l virus, como consecuencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección <strong>de</strong> campo o tras <strong>una</strong><br />

vac<strong>una</strong>ción con vac<strong>una</strong> viva (Álvarez, 1997; Deregt y cols., 2005; Graham y cols.,<br />

2003; Kampa, 2006). Por tanto, como este ELISA no <strong>de</strong>tecta Acs <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong><br />

vac<strong>una</strong>ciones con vac<strong>una</strong> inactivada y el empleo <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong> viva, en Galicia, es<br />

escaso, los resultados encontrados en estos estudios <strong>son</strong> un reflejo <strong>de</strong> la difusión <strong>de</strong> la<br />

BVD en Galicia, sin interferencias <strong>de</strong> Acs por vac<strong>una</strong>ciones. Un animal seropositivo<br />

será pues, aquel que tras sufrir <strong>una</strong> infección logró superarla y está sano o un PI que<br />

haya sufrido <strong>una</strong> reinfección (Álvarez y cols., 2000).


108<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

<strong>Las</strong> pruebas realizadas sobre la influencia que la vac<strong>una</strong>ción podría tener en los<br />

resultados <strong>de</strong> seroprevalencia, reflejaron la existencia <strong>de</strong> dicha relación. Aún así, no se<br />

observa <strong>una</strong> clara ten<strong>de</strong>ncia ya que sólo el 20,1% <strong>de</strong> los rebaños vac<strong>una</strong>dos presentaron<br />

un prevalencia > 65%. Igualmente, el número <strong>de</strong> animales seropositivos <strong>de</strong> los rebaños<br />

vac<strong>una</strong>dos se estableció en el 33,2%. Normalmente la vac<strong>una</strong>ción se realiza cuando se<br />

confirma la existencia <strong>de</strong> BVD en el rebaño. Es <strong>de</strong>cir, la positividad observada en los<br />

rebaños vac<strong>una</strong>dos, se <strong>de</strong>bió a los animales que sufrieron <strong>una</strong> infección natural.<br />

La existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> diferencia apreciable, entre los valores <strong>de</strong> AP y la HTP,<br />

sobre todo, en los rebaños <strong>de</strong> leche <strong>de</strong>l 2004, se <strong>de</strong>be a la influencia que tiene el tamaño<br />

<strong>de</strong> rebaño, en la obtención <strong>de</strong> dichos valores. Así, cuanto mayor sea el número <strong>de</strong><br />

animales <strong>de</strong>l rebaño, menor es la HSp, es <strong>de</strong>cir, aumenta la posibilidad <strong>de</strong> diagnosticar<br />

como seropositivo un animal que en realidad es seronegativo. Este hecho supondría un<br />

incremento en el número <strong>de</strong> rebaños falsamente positivos. La fórmula <strong>de</strong> la HTP,<br />

incluye <strong>una</strong> corrección que minimiza dicho riesgo (Delgado y cols., 2005).<br />

La mayor HTP, <strong>de</strong>tectada en <strong>las</strong> explotaciones <strong>de</strong> leche, en el estudio <strong>de</strong>l 2000,<br />

se pue<strong>de</strong> explicar teniendo en cuenta que se consi<strong>de</strong>ró como positivo, todo rebaño en el<br />

que al menos uno <strong>de</strong> sus animales lo era. Al ser significativamente mayor el tamaño <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> explotaciones <strong>de</strong> aptitud láctea, la probabilidad <strong>de</strong> que estas granjas sean positivas es<br />

mayor (Guitián y cols., 1998; Solis-Cal<strong>de</strong>rón y cols., 2003). El hecho <strong>de</strong> que no exista<br />

<strong>una</strong> diferencia, estadísticamente significativa, en la TP por animal y <strong>de</strong> que la pPa sea<br />

más elevada para los rebaños <strong>de</strong> aptitud cárnica, respalda la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la mayor<br />

seropositividad <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche, <strong>de</strong>bido a su mayor tamaño.<br />

En el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, la TP por rebaño y animal y la pPa fueron<br />

mayores en la población <strong>de</strong> aptitud cárnica. Esta situación se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ber a la diferente<br />

intensidad, a la hora <strong>de</strong> aplicar medidas <strong>de</strong> control ya que, al igual que en otros países<br />

europeos, <strong>las</strong> explotaciones <strong>de</strong> carne suelen tener sistemas <strong>de</strong> producción extensivos que<br />

dificultan la aplicación <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> bioseguridad que en el caso <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong><br />

leche, <strong>de</strong> producción mayoritariamente intensiva, <strong>son</strong> más sencil<strong>las</strong> <strong>de</strong> incluír en la<br />

rutina <strong>de</strong> trabajo (Guitián, 2001).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 109<br />

La baja pPa hallada, reflejó la presencia <strong>de</strong> animales seropositivos en muchos<br />

rebaños. Por otra parte, teniendo en cuenta que en los rebaños en los que existen PI, la<br />

seroprevalencia es elevada, se pudo concluir que el número <strong>de</strong> explotaciones con PI no<br />

fue elevado (Bitsch y Ronsholt, 1995; Pritchard, 2001).<br />

Comparando ambos estudios, se observó que la TP es menor en los rebaños y<br />

animales <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, por la menor seroprevalencia <strong>de</strong> los rebaños y animales <strong>de</strong><br />

aptitud láctea. Posiblemente, la mejor situación observada en los rebaños <strong>de</strong> leche, se<br />

<strong>de</strong>ba a la aplicación más estricta <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> control y bioseguridad, que disminuyen<br />

el riesgo y la difusión <strong>de</strong> la infección en el rebaño.<br />

Por otra parte, <strong>las</strong> granjas pertenecientes a <strong>las</strong> ADSG, suelen ser rebaños que ya<br />

venían realizando prácticas para el control <strong>de</strong> la BVD como <strong>son</strong>, la i<strong>de</strong>ntificación y<br />

eliminación <strong>de</strong> animales PI y medidas <strong>de</strong> bioseguridad, encaminadas a minimizar la<br />

aparición <strong>de</strong> reinfecciones (control <strong>de</strong> incorporaciones, control <strong>de</strong> acceso a la granja,<br />

etc.). La reducción <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> infección se traducirá, a corto plazo, en un menor<br />

número <strong>de</strong> animales seropositivos y por tanto, en <strong>una</strong> disminución rápida <strong>de</strong> la<br />

prevalencia por animal y pPa. Dicha disminución se observará a medio y largo plazo en<br />

la prevalencia por rebaño, ya que los animales seropositivos mantendrán sus Acs <strong>de</strong> por<br />

vida alcanzándose la seronegatividad <strong>de</strong>l rebaño cuando sean eliminados (<strong>de</strong>svieje,<br />

muerte, venta, etc.) (Houe, 1999; Mainar-Jaime y cols., 2001).<br />

Al agrupar <strong>las</strong> granjas por tamaño, se observó <strong>una</strong> relación estadísticamente<br />

significativa entre la positividad y el tamaño <strong>de</strong>l rebaño. La consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l tamaño<br />

<strong>de</strong>l rebaño como un factor <strong>de</strong> riesgo es respaldada por otros autores (Álvarez y cols.,<br />

1994; Corrales y cols., 2001; Gómez-Pacheco y cols., 2006; Guercio y cols., 2004;<br />

Mockeliuniene y cols., 2004), salvo en un estudio realizado sobre los rebaños <strong>de</strong> la<br />

Comunidad <strong>de</strong> Madrid (Vega y cols., 2004), en la que esta diferencia no se observó,<br />

seguramente porque sólo se establecieron 2 grupos <strong>de</strong> estudio, rebaños <strong>de</strong> más y menos<br />

<strong>de</strong> 100 cabezas.


110<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Para conocer el riesgo <strong>de</strong> infección, se realizó <strong>una</strong> c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños<br />

en 4 grupos según la prevalencia: sin riesgo <strong>de</strong> infección (< 5% <strong>de</strong> prevalencia), bajo<br />

riesgo <strong>de</strong> infección (5-25%), riesgo medio <strong>de</strong> infección y probabilidad <strong>de</strong> tener PI o<br />

haberlos tenido (25-65%) y alto riesgo <strong>de</strong> presencia <strong>de</strong> PI (> 65% <strong>de</strong> prevalencia), ya<br />

que en los rebaños con infección activa, la difusión <strong>de</strong>l virus es muy rápida y la<br />

seroprevalencia aumenta rápidamente (Pritchard, 2001).<br />

El 56,7% <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong>l 2000 y el 62,5% <strong>de</strong> los <strong>de</strong>l 2004 presentan un<br />

riesgo bajo <strong>de</strong> infección (< 25% <strong>de</strong> prevalencia) <strong>de</strong> los cuales algo más <strong>de</strong>l 30% <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

granjas <strong>de</strong> ambos estudios <strong>son</strong> consi<strong>de</strong>radas no infectadas (< 5% <strong>de</strong> prevalencia). Estos<br />

datos reflejaron que la circulación <strong>de</strong>l virus no es tan elevada como se podría <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong><br />

los valores <strong>de</strong> prevalencia real hallados. La disminución significativa <strong>de</strong>l número <strong>de</strong><br />

rebaños <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> medio y alto riesgo en <strong>las</strong> granjas <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG es un reflejo,<br />

<strong>de</strong> nuevo, <strong>de</strong> la evolución positiva que supone la implementación <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> control<br />

para la BVD en <strong>las</strong> explotaciones.<br />

Por otro lado, el menor porcentaje <strong>de</strong> rebaños <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l 2004 con animales<br />

seropositivos < 24 meses refleja, igualmente, la evolución positiva que supone la<br />

aplicación <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> luchas frente al BVD, ya que los animales jóvenes <strong>son</strong> los<br />

indicadores <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> infecciones recientes y/o <strong>de</strong> circulación vírica (Alenius y<br />

cols., 1996).<br />

El 71,4% <strong>de</strong> los rebaños, con animales < 24 meses seropositivos, se encontraban<br />

en el grupo <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> alto riesgo <strong>de</strong> infección; el 24,7% en el grupo <strong>de</strong> riesgo<br />

medio; el 16,5% en los rebaños con riesgo bajo. No se encontró ningún rebaño con<br />

prevalencia < 5% con animales < 24 meses seropositivos. Este hallazgo, corrobora <strong>las</strong><br />

i<strong>de</strong>as expuestas con anterioridad, <strong>de</strong> que los animales jóvenes <strong>son</strong> los indicadores <strong>de</strong><br />

infecciones recientes y que éstas, se encuentran en los rebaños con mayores<br />

seroprevalencias (> 25%).<br />

Una vez establecido el riesgo <strong>de</strong> infección en <strong>una</strong> explotación, es necesario<br />

conocer el grupo o grupos <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s en los que se encuentran los animales positivos,


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 111<br />

para saber si existe infección y, si ésta es reciente o antigua (Alenius y cols., 1996;<br />

Houe, 1999). Los resultados obtenidos revelaron la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> relación directa<br />

entre la edad y la positividad, aumentando la probabilidad <strong>de</strong> que un animal sea<br />

seropositivo a medida que aumenta su edad. Cuanto mayor es un animal más<br />

probabilidad existe <strong>de</strong> que en algún momento <strong>de</strong> su vida haya tenido contacto con el<br />

virus <strong>de</strong> la BVD (Mockeliuniene y cols., 2004). A su vez, los Acs <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>una</strong><br />

infección natural, comienzan a <strong>de</strong>tectarse a <strong>las</strong> 2-3 semanas p.i. y alcanzan su nivel<br />

máximo a <strong>las</strong> 5-6 semanas, para permanecer toda la vida (Álvarez, 1997; Luzzago y<br />

cols., 1999; Mockeliuniene y cols., 2004).<br />

IBR<br />

II.4.2.- DISCUSIÓN DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE LA<br />

La comparación, <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong> seroprevalencia obtenidos en nuestros<br />

estudios, con otros trabajos existentes en España, fue complicada ya que suelen<br />

referirse a poblaciones muy concretas. Aún así, Suárez y cols., en 1995, consi<strong>de</strong>raron<br />

que la IBR era <strong>una</strong> enfermedad enzoótica en <strong>las</strong> zonas <strong>de</strong> mayor <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> ganado<br />

vacuno <strong>de</strong> España (Galicia, Asturias y Cantabria).<br />

La prevalencia por animal en España se pue<strong>de</strong> establecer, <strong>de</strong> manera<br />

aproximada, entre el 25-40% siendo la seropositividad <strong>de</strong>bida tanto a Acs <strong>de</strong> infección<br />

natural como <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción, por lo que se presume que la prevalencia real <strong>de</strong> la<br />

infección será menor (Fernán<strong>de</strong>z, 2007; Juste, 2007; Suárez y cols., 1995).<br />

La prevalencia por rebaño, observada en otros estudios, fue también muy<br />

variada. Los datos hallados en otros trabajos <strong>de</strong> investigación sobre poblaciones<br />

similares a <strong>las</strong> nuestras, reflejaron que por ejemplo, en Asturias, la prevalencia por<br />

rebaño fue <strong>de</strong>l 55% (Fernán<strong>de</strong>z-Cabezas, 2007), en Cantabria <strong>de</strong>l 75% (Fernán<strong>de</strong>z,<br />

2007) y en el País Vasco <strong>de</strong>l 45,8% (Juste, 2007).


112<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

La situación <strong>de</strong> otros países <strong>de</strong> la UE, difiere mucho <strong>de</strong> <strong>una</strong>s regiones a otras.<br />

Así Borchers en 2006, estableció <strong>una</strong> prevalencia en Europa entre el 10-80% <strong>de</strong> los<br />

rebaños. Existen países como Finlandia, Noruega, Suecia, Austria, Dinamarca, Suiza y<br />

Bolzano (Italia), que tras la aplicación <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> erradicación durante décadas,<br />

están reconocidas por la OIE como zonas libres <strong>de</strong> la IBR <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2003. Otros países<br />

como Hungría, Holanda, Bélgica y Francia también están adoptando medidas <strong>de</strong> lucha<br />

contra IBR (Ackerman y cols., 2006; Pálfi y cols., 2006). Un tercer grupo, en el que se<br />

halla España, está formado por los países en los que no existe ningún programa <strong>de</strong> lucha<br />

frente a esta enfermedad.<br />

La prevalencia por rebaño y por animal, obtenida en nuestro estudio, es<br />

similar e incluso menor, que la observada en países europeos que no tienen programas<br />

<strong>de</strong> lucha contra la IBR: Portugal, con un 47,2% <strong>de</strong> prevalencia en los rebaños <strong>de</strong> carne<br />

(Soares y cols., 2006), Italia con el 61% <strong>de</strong> prevalencia en los rebaños <strong>de</strong> leche no<br />

vac<strong>una</strong>dos (Cavinari, 2006), Bélgica con 84% <strong>de</strong> prevalencia en los rebaños <strong>de</strong> leche,<br />

53% en los <strong>de</strong> carne y 89% en los mixtos y con el 35%, 31% y 43% <strong>de</strong> prevalencia en<br />

los animales <strong>de</strong> aptitud láctea, cárnica o <strong>de</strong> rebaños mixtos respectivamente (Boelaert y<br />

cols., 2000). Estos valores también <strong>son</strong> similares a los que presentaban países como<br />

Alemania con el 50% <strong>de</strong> prevalencia (Teuffer, 2006) o Hungría con el 80% (Pálfi y<br />

cols., 2006) antes <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> erradicación.<br />

El ELISA empleado no distingue entre los Acs producidos tras la vac<strong>una</strong>ción y<br />

los Acs <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección <strong>de</strong> campo, así pues, la seroprevalencia hallada es<br />

mayor que los valores verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> infección en la cabaña gallega (Nar<strong>de</strong>lli y cols.,<br />

1999). Un animal seropositivo podrá ser un animal vac<strong>una</strong>do o que ha sufrido <strong>una</strong><br />

infección. Los animales que superan <strong>una</strong> infección pue<strong>de</strong>n ser portadores latentes,<br />

pudiendo reactivarse la infección en casos <strong>de</strong> estrés o inmunosupresión (parto,<br />

corticoi<strong>de</strong>s, transporte, enfermedad, etc.) (Ackermann y cols., 2006; Muylkens y cols.,<br />

2007). El hecho <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r distinguir entre los Acs <strong>de</strong> origen vac<strong>una</strong>l <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rivados<br />

<strong>de</strong> infección, hace que en los programas <strong>de</strong> erradicación, se consi<strong>de</strong>re como infectado,<br />

cualquier animal que presente Acs frente a la IBR (Beer y König, 2006; Furtado-Flores<br />

y cols., 1993).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 113<br />

Así, al conocer la situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción <strong>de</strong> 859 <strong>de</strong> los rebaños lecheros,<br />

incluídos en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, se comprobó el aumento <strong>de</strong> la seroprevalencias al<br />

incrementarse el número <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos. Del estudio <strong>de</strong> los 222 rebaños<br />

vac<strong>una</strong>dos, también se pue<strong>de</strong> concluir, la existencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> mala aplicación <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

pautas vac<strong>una</strong>les. El 7,7% <strong>de</strong> estos rebaños, presentaban <strong>una</strong> prevalencia < 60%.<br />

La mayor HTP obtenida, en ambos estudios, para <strong>las</strong> explotaciones lácteas, se<br />

pue<strong>de</strong> atribuir al hecho <strong>de</strong> que se consi<strong>de</strong>ró como positiva toda explotación en la que al<br />

menos uno <strong>de</strong> sus animales lo era. Los rebaños <strong>de</strong> leche tienen un número <strong>de</strong> cabezas<br />

significativamente mayor que los <strong>de</strong> carne y mixtos. Los porcentajes <strong>de</strong> positividad<br />

obtenidos, por tamaño <strong>de</strong> rebaño, avalaron esta teoría al reflejar, un aumento<br />

significativo en el porcentaje <strong>de</strong> positividad <strong>de</strong> <strong>las</strong> granjas al aumentar el número <strong>de</strong><br />

animales que <strong>las</strong> integran. Estos resultados coinci<strong>de</strong>n con otros trabajos que<br />

<strong>de</strong>mostraron que cuanto mayor es un rebaño mayor probabilidad existe <strong>de</strong> positividad<br />

(Guitián y cols., 1998; McDermott y cols., 1997; Nar<strong>de</strong>lli y cols., 1999; Solis-Cal<strong>de</strong>rón<br />

y cols., 2003).<br />

En este sentido, la vac<strong>una</strong>ción está más extendida en los rebaños <strong>de</strong> leche y <strong>de</strong><br />

mayor tamaño (Guitián y cols., 1998). El hecho <strong>de</strong> que <strong>las</strong> vac<strong>una</strong>s marcadoras aún no<br />

tuvieran un uso extendido y que el ELISA empleado fue <strong>de</strong> Acs gB, aumentó la<br />

probabilidad <strong>de</strong> que <strong>una</strong> granja gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> leche fuera positiva, por este motivo.<br />

La TP por animal fue también mayor en los animales pertenecientes a los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche, en comparación con los <strong>de</strong> carne y mixtos, por varios motivos. El<br />

manejo intensivo y la mayor <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> animales en los rebaños <strong>de</strong> leche y en <strong>las</strong><br />

zonas gana<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> leche, frente a los manejos extensivos o semi-extensivos <strong>de</strong> los<br />

rebaños <strong>de</strong> carne y mixtos, facilitan la circulación vírica, aumentando la probabilidad <strong>de</strong><br />

que animales sanos entren en contacto con animales infectados (Guitián y cols., 1998;<br />

Muylkens y cols., 2007). Igualmente, en este caso, el empleo <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción incrementó<br />

los valores <strong>de</strong> seroprevalencia.


114<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

Por otra parte, en los rebaños pequeños es más difícil que la infección se<br />

mantenga, por la baja tasa <strong>de</strong> nuevas infecciones, mientras que en los gran<strong>de</strong>s, existe<br />

<strong>una</strong> mayor posibilidad <strong>de</strong> contacto entre animales infectados y susceptibles,<br />

manteniéndose en el tiempo, por tanto, la posibilidad <strong>de</strong> aumentar el número <strong>de</strong><br />

animales infectados (Guitián y cols., 1998). A<strong>de</strong>más en los rebaños gran<strong>de</strong>s suele existir<br />

mayor movimiento <strong>de</strong> per<strong>son</strong>as y animales (incorporaciones, ferias, etc.) que aumentan<br />

la posibilidad <strong>de</strong> infección (Guitián y cols., 1998; Muylkens y cols., 2007).<br />

<strong>Las</strong> menores prevalencias por rebaño y animal <strong>de</strong>tectadas en <strong>las</strong> ADSG, en<br />

comparación con el estudio <strong>de</strong>l 2000, se <strong>de</strong>bieron a la disminución significativa <strong>de</strong> la<br />

positividad en los animales <strong>de</strong> aptitud láctea ya que en los <strong>de</strong> carne existe un aumento<br />

significativo <strong>de</strong> la seropositividad. Esta situación se pudo <strong>de</strong>ber, a la diferente<br />

intensidad, a la hora <strong>de</strong> aplicar medidas <strong>de</strong> control y que, al igual que en otros países<br />

europeos, <strong>las</strong> explotaciones <strong>de</strong> carne suelen tener sistemas <strong>de</strong> producción extensivos que<br />

dificultan la aplicación <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> bioseguridad. En el caso <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche,<br />

<strong>de</strong> producción mayoritariamente intensiva, <strong>son</strong> más sencil<strong>las</strong> <strong>de</strong> incluír en la rutina <strong>de</strong><br />

trabajo (Guitián, 2001).<br />

Por otra parte, los rebaños que solicitan su entrada en <strong>una</strong> ADSG, suelen haber<br />

aplicado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pasado, medidas para evitar <strong>las</strong> infecciones por el BHV-1, como <strong>son</strong><br />

el control <strong>de</strong> <strong>las</strong> incorporaciones y el muestreo periódico para la <strong>de</strong>tección precoz <strong>de</strong><br />

nuevas infecciones (Álvarez-Martínez y cols., 2002).<br />

En ambos estudios, la pPa se estableció alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 50%, siendo mayor en los<br />

rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea. La positividad se concentra en un grupo explotaciones, bien<br />

sea por infección o vac<strong>una</strong>ción con vac<strong>una</strong> convencional.<br />

Una vez establecida la seroprevalencia <strong>de</strong> la IBR, se estudió el porcentaje <strong>de</strong><br />

rebaños por grupos <strong>de</strong> prevalencia: < 5% prevalencia, 5-20%, 20-60% y > 60%<br />

(Pritchard, 2001).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 115<br />

El 46,2% <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l 2000 se hallaban en el grupo <strong>de</strong> no<br />

infectados (< 5%) y el 20,7%, en el grupo <strong>de</strong> alto riesgo <strong>de</strong> infección (> 60%). En el<br />

estudio <strong>de</strong>l 2004, el 48,4% <strong>de</strong> los rebaños pertenecían al grupo <strong>de</strong> no infectados y el<br />

23,1% al <strong>de</strong> alto riesgo. Este porcentaje sería realmente menor teniendo en cuenta que,<br />

el 77,1% <strong>de</strong> los rebaños integrantes <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> > 60% <strong>de</strong> prevalencia, podrían poseer<br />

Acs por vac<strong>una</strong>ción. De ahí la importancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>r con vac<strong>una</strong>s<br />

convencionales.<br />

La disminución, en el estudio <strong>de</strong>l 2004, <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> rebaños que poseían<br />

animales menores <strong>de</strong> 24 meses seropositivos, aún sin significación estadística, indica<br />

<strong>una</strong> menor presencia <strong>de</strong> infecciones y <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción sistemática.<br />

El estudio <strong>de</strong> la seropositividad <strong>de</strong> los animales, según su edad, permitirá<br />

establecer el grado <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> la cabaña y la antigüedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> infecciones y<br />

vac<strong>una</strong>ciones. En ambos estudios, existe un aumento, extremadamente significativo, <strong>de</strong>l<br />

porcentaje <strong>de</strong> seropositividad al aumentar la edad <strong>de</strong> los animales, siendo un resultado<br />

esperado, ya que cuanto mayor es la edad <strong>de</strong>l animal más probabilidad tiene <strong>de</strong> haber<br />

sido vac<strong>una</strong>do o haber estado expuesto a <strong>una</strong> infección natural (Nar<strong>de</strong>lli y cols., 1999;<br />

Solis-Cal<strong>de</strong>rón y cols., 2003). Los Acs <strong>de</strong> infección natural comienzan a <strong>de</strong>tectarse a los<br />

8-10 p.i. y permanecen en el animal <strong>de</strong> por vida (Álvarez-Martínez y cols., 2000;<br />

Muylkens y cols., 2007) y los <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ciones durante años (Nar<strong>de</strong>lli y cols.,<br />

1999; Van <strong>de</strong>r Poel y cols., 1995).<br />

La disminución <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> positividad entre los animales jóvenes <strong>de</strong> los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche y el aumento en los <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> carne, observada en el estudio <strong>de</strong><br />

2004 reflejó, <strong>de</strong> nuevo, el beneficio que conlleva la aplicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas <strong>de</strong><br />

control, mucho más estrictas en <strong>las</strong> granjas <strong>de</strong> aptitud láctea. La disminución <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

infecciones se observa, en primer lugar, en los grupos <strong>de</strong> animales jóvenes mientras que,<br />

en el grupo <strong>de</strong> adultos, esta situación es previsible que se <strong>de</strong>tecte a largo plazo, al ir<br />

eliminando a los animales seropositivos más viejos e incorporando a los animales<br />

seronegativos <strong>de</strong> los otros grupos <strong>de</strong> edad (Arnaiz y cols., 2006; Lehmann y cols., 2002,<br />

Nar<strong>de</strong>lli y cols., 1999).


116<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

II.4.3.- DISCUSIÓN DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE LA<br />

NEOSPOROSIS BOVINA<br />

La prevalencia hallada en nuestro estudio es difícil <strong>de</strong> comparar con la existente<br />

en otras zonas <strong>de</strong> España y <strong>de</strong> Europa, <strong>de</strong>bido a la variabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> poblaciones<br />

estudiadas y <strong>las</strong> técnicas <strong>de</strong> diagnóstico empleadas (Bartels y cols., 2006; Pereira-Bueno<br />

y cols., 1999a).<br />

Así, observando varios estudios realizados en España, el rango <strong>de</strong> positividad se<br />

estableció entre el 10,0-83,2% para los rebaños <strong>de</strong> leche y aproximadamente, el 50%<br />

para los <strong>de</strong> carne (Arnaiz y cols., 2001; Bartels y cols., 2006; Caballero y cols., 2001;<br />

Mainar-Jaime y cols., 1999; Quintanilla-Gozalo y cols., 1999).<br />

Comparando los resultados obtenidos en estudios, <strong>de</strong> regiones próximas a<br />

Galicia, po<strong>de</strong>mos observar que por ejemplo, en Asturias, la prevalencia en los animales<br />

<strong>de</strong> leche se estableció en un 30,6% (Mainar-Jaime y cols., 1999). Esta prevalencia es<br />

mucho mayor que la observada en nuestro estudio, aunque es necesario tener en cuenta<br />

que el estudio <strong>de</strong> Asturias se realizó sobre rebaños con historial <strong>de</strong> abortos. Otro<br />

ejemplo, es el estudio realizado sobre la cabaña gana<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> León, en el que se observó<br />

positividad en el 83,2% <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche y el 55,1% <strong>de</strong> los <strong>de</strong> carne y con el<br />

36,8% <strong>de</strong> prevalencia en los animales <strong>de</strong> leche y el 17,9% en los <strong>de</strong> carne (Quintanilla-<br />

Gozalo y cols., 1999). Estos resultados se aproximan más a los obtenidos en nuestro<br />

estudio <strong>de</strong> 2004, seguramente, porque el ELISA empleado presentaba <strong>una</strong> Se <strong>de</strong>l 100%<br />

y <strong>una</strong> Sp <strong>de</strong>l 93,8%.<br />

En Europa se aprecian, igualmente, gran<strong>de</strong>s diferencias <strong>de</strong> seropositividad entre<br />

regiones, aptitu<strong>de</strong>s y antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> patologías abortivas (Pereira-Bueno y cols.,<br />

1999a). Por ejemplo, en la región <strong>de</strong>l Alto Minho portugués se <strong>de</strong>tectó un 11,9% <strong>de</strong><br />

animales seropositivos (Lopes y cols., 2006). En <strong>las</strong> regiones italianas <strong>de</strong> Basilicata y<br />

Venetto la positividad fue <strong>de</strong>l 44,1% <strong>de</strong> los rebaños y el 11% <strong>de</strong> los animales (Otranto y<br />

cols., 2003). En Francia la prevalencia en los animales <strong>de</strong> leche fue <strong>de</strong>l 26% y <strong>de</strong>l 14%<br />

en los <strong>de</strong> carne (Klein y cols., 1997).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 117<br />

En un estudio comparativo, realizado en 4 países europeos, por Bartels y cols.,<br />

2006, se observó <strong>una</strong> prevalencia en los rebaños <strong>de</strong> leche entre el 30%-80% (Alemania<br />

50%; Suecia 30%; Holanda 80%; España 63%) y en los <strong>de</strong> carne entre el 41%-71%<br />

(Alemania 41%; Holanda 71%; España 46%). En los animales <strong>de</strong> leche la<br />

seroprevalencia osciló entre el 0,5%-16,2% (Alemania 1,6%; Suecia 0,5%; Holanda<br />

9,9%; España 16,2%) y en los <strong>de</strong> carne entre el 4,1%-15,8% (Alemania 4,1%; Holanda<br />

13,3%; España 15,2%).<br />

Los resultados obtenidos en el estudio <strong>de</strong>l 2000 con el 25,8% <strong>de</strong> los rebaños<br />

positivos y el 15,9% <strong>de</strong> los animales seropositivos, permiten pensar que la situación <strong>de</strong><br />

la cabaña gallega es mejor que la <strong>de</strong> muchas regiones españo<strong>las</strong> y europeas. Por el<br />

contrario, los resultados obtenidos en el estudio <strong>de</strong>l 2004 con el 80,6% <strong>de</strong> los rebaños y<br />

el 23,2% <strong>de</strong> los animales positivos parecen indicar un empeoramiento significativo <strong>de</strong> la<br />

situación, aunque existen varias razones que pue<strong>de</strong>n explicar esta situación.<br />

En primer lugar, se consi<strong>de</strong>ró como positivo, todo rebaño en el que al menos uno<br />

<strong>de</strong> sus animales lo era. El mayor tamaño <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, frente a los <strong>de</strong>l<br />

estudio <strong>de</strong>l 2000, aumenta la probabilidad <strong>de</strong> que un rebaño <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG,<br />

sea positivo.<br />

En segundo lugar, el empleo <strong>de</strong> ELISA diferentes para cada estudio podría<br />

influir en los resultados (Aguado-Martínez y cols., 2006; Bjorkman y cols., 1999;<br />

Dubey y Schares, 2006). El ELISA <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> 2004, presenta un valor <strong>de</strong> Se mucho<br />

mayor que el <strong>de</strong>l ELISA empleado en el 2000, mientras que los valores <strong>de</strong> Sp <strong>son</strong><br />

similares, aunque superiores en el 2004. Esta situación, supondría la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> un<br />

mayor número <strong>de</strong> animales positivos en el estudio <strong>de</strong> 2004, como se <strong>de</strong>muestra, en la<br />

comparación realizada con los 161 sueros positivos, próximos al punto <strong>de</strong> corte con el<br />

ELISA <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l 2004, que fueron negativos al analizarlos con el ELISA <strong>de</strong>l<br />

estudio <strong>de</strong>l 2000. Esta diferencia podría justificar la mayor TP por animal y HTP <strong>de</strong>l<br />

estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> 2004.


118<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

En este sentido, el trabajo presentado por Aguado-Martínez y cols., en 2006,<br />

reflejó la gran variedad, en cuanto a Se y Sp, <strong>de</strong> los ELISA existentes en el mercado.<br />

Incluso <strong>de</strong>tectaron variaciones <strong>de</strong> estos valores, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo ELISA, al emplear<br />

muestras <strong>de</strong> animales positivos por infección natural o experimental. En el diagnóstico<br />

<strong>de</strong> un rebaño sería necesario hallar distintos puntos <strong>de</strong> corte para aproximar la Se y la Sp<br />

a valores más a<strong>de</strong>cuados para el tipo <strong>de</strong> estudio que se quiera realizar.<br />

En el diagnóstico individual es necesario tener en cuenta que la Se y Sp <strong>de</strong> los<br />

ELISA también pue<strong>de</strong>n variar con la edad <strong>de</strong>l animal, la fase <strong>de</strong> gestación, número <strong>de</strong><br />

partos, etc. siendo también necesario, en estos casos, ajustar los puntos <strong>de</strong> corte para<br />

cada situación (Álvarez-García y cols., 2003; Arnaiz y cols., 2004; Stenlund y cols.,<br />

1999).<br />

A pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> limitaciones <strong>de</strong>l estudio, la inexistencia <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción en España<br />

frente a la neosporosis bovina, permitió que los valores <strong>de</strong> seroprevalencia hallados<br />

reflejen la difusión real <strong>de</strong> la infección en <strong>las</strong> poblaciones analizadas. Un animal<br />

seropositivo será aquel que sufrió <strong>una</strong> infección y seguirá siendo infectivo <strong>de</strong> por vida,<br />

pudiendo contagiar a su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia en el 78-88% <strong>de</strong> los casos <strong>de</strong> manera consecutiva<br />

o alternativa (Álvarez y cols., 1999; Paré y cols., 1996) hasta al menos 5 o 6<br />

generaciones (Björkman y cols., 1996; Frössling y cols., 2005).<br />

En ambos estudios, se observó <strong>una</strong> prevalencia significativamente mayor en los<br />

rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea <strong>de</strong>bido, probablemente, a que los rebaños <strong>de</strong> leche <strong>son</strong> <strong>de</strong><br />

mayor tamaño que los <strong>de</strong> carne, con lo que la probabilidad <strong>de</strong> que alguno <strong>de</strong> sus<br />

animales sea positivo es mayor (Bartels y cols., 2006; Otranto y cols., 2003). Esta teoría<br />

se <strong>de</strong>mostró al agrupar los rebaños por número <strong>de</strong> reses, confirmando un aumento <strong>de</strong><br />

positividad estadísticamente significativa al aumentar el tamaño <strong>de</strong>l rebaño,<br />

coincidiendo con <strong>las</strong> conclusiones <strong>de</strong> otros autores (Bartels y cols., 2006; Pereira-Bueno<br />

y cols., 1999b) Sin embargo, Quintanilla-Gozalo y cols., 1999, no encontraron esta<br />

asociación en los rebaños <strong>de</strong> leche, pero sí en los <strong>de</strong> carne, aunque la mayor positividad<br />

la hallaron en los rebaños <strong>de</strong> tamaño medio (11-49 animales).


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 119<br />

Por otra parte, la existencia <strong>de</strong> más reproductoras en los rebaños <strong>de</strong> leche<br />

permite <strong>una</strong> mayor proporción <strong>de</strong> reposición interna que, si se hace a partir <strong>de</strong><br />

individuos seropositivos, pue<strong>de</strong> establecer “<strong>una</strong> estirpe” <strong>de</strong> animales que perpetúe y<br />

aumente el número <strong>de</strong> animales infectados, ya que la transmisión vertical es la forma<br />

más efectiva <strong>de</strong> persistencia y difusión <strong>de</strong> la infección (Ferre y cols., 2003; Frössling y<br />

cols., 2005; Ortega-Mora, 1999).<br />

Por último, suele existir <strong>una</strong> mayor prevalencia asociada a los rebaños lecheros<br />

(manejo intensivo) frente a los rebaños cárnicos (manejo extensivo <strong>de</strong> razas autóctonas<br />

en pastos con baja <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> animales), más por el tipo <strong>de</strong> manejo que por <strong>una</strong><br />

predisposición racial (Pereira-Bueno y cols., 1999a; Quintanilla-Gozalo y cols., 1999).<br />

Así varios autores evi<strong>de</strong>nciaron que el hacinamiento <strong>de</strong> los animales aumenta la tasa <strong>de</strong><br />

transmisión horizontal o postnatal (Otranto y cols., 2003; Schares y cols., 2003).<br />

Igualmente, en un estudio realizado en la provincia <strong>de</strong> Pontevedra, sobre el censo total<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> “vacas <strong>de</strong> monte”, que <strong>son</strong> animales <strong>de</strong> aptitud cárnica <strong>de</strong> razas autóctonas,<br />

mantenidos en libertad en el monte, la prevalencia por animal se estimó en un 6,2%,<br />

frente al 19,1% <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche y al 13,8% <strong>de</strong> los <strong>de</strong> carne<br />

(Arnaiz y cols., 2001).<br />

En el estudio <strong>de</strong> 2000, se observó mayor TP en los animales <strong>de</strong> leche, mientras<br />

que en el <strong>de</strong> 2004, dicho grupo presentaba un porcentaje <strong>de</strong> seropositividad menor. Sin<br />

embargo, la pPa fue, en ambos estudios, mayor para los rebaños <strong>de</strong> aptitud cárnica. Es<br />

<strong>de</strong>cir, los rebaños positivos <strong>de</strong> aptitud cárnica tienen mayor porcentaje <strong>de</strong> animales<br />

positivos que los <strong>de</strong> leche. Al ser rebaños <strong>de</strong> menor tamaño, la presencia <strong>de</strong> un animal<br />

seropositivo aumenta mucho el porcentaje <strong>de</strong> prevalencia intrarrebaño (Bartels y cols.,<br />

2006).<br />

Al agrupar los rebaños, según el nivel <strong>de</strong> prevalencia, se observó que el 12% <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>l 2000 y el 20% <strong>de</strong> los <strong>de</strong>l 2004, presentan más <strong>de</strong>l 40% <strong>de</strong> prevalencia. Este<br />

grupo es el más problemático, para po<strong>de</strong>r establecer un programa <strong>de</strong> lucha frente a la<br />

neosporosis, porque al aumentar el número <strong>de</strong> animales infectados, aumenta la<br />

probabilidad <strong>de</strong> que exista transmisión horizontal (Bartels y cols., 2006). Igualmente, el


120<br />

CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

grupo <strong>de</strong> reproductoras seronegativas disminuye y con él, la posibilidad <strong>de</strong> cubrir <strong>las</strong><br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> recría <strong>de</strong> manera interna, disparándose los gastos <strong>de</strong> reposición y<br />

aumentando el riesgo <strong>de</strong> incorporación <strong>de</strong> animales positivos (Pereira-Bueno y cols.,<br />

1999b).<br />

El menor porcentaje <strong>de</strong> animales positivos < 24 meses, observado en los<br />

rebaños <strong>de</strong> carne <strong>de</strong> ambos estudios podría <strong>de</strong>berse, en primer lugar, a la menor tasa <strong>de</strong><br />

transmisión vertical ya que, la tasa <strong>de</strong> reposición interna es mucho menor que en los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche. En segundo lugar, también es menor la tasa <strong>de</strong> transmisión horizontal,<br />

por la menor <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> animales, <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l manejo extensivo <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los<br />

rebaños <strong>de</strong> esta aptitud (Bartels y cols., 2006). Y por último, existe un menor<br />

movimiento <strong>de</strong> animales y <strong>una</strong> tasa <strong>de</strong> reposición externa menor, que minimizan el<br />

riesgo <strong>de</strong> entrada <strong>de</strong> animales infectados en el rebaño (Bartels y cols., 2006; Otranto y<br />

cols., 2003; Quintanilla-Gozalo y cols., 1999).<br />

Al agrupar a los animales, según la edad, se observó, en ambos estudios, <strong>una</strong><br />

relación significativa entre la edad y la positividad. Diversos autores no evi<strong>de</strong>nciaron<br />

esta relación en sus estudios (Lopes y cols., 2006; Otranto y cols., 2003; San<strong>de</strong>r<strong>son</strong> y<br />

cols., 2000). Otros autores, por el contrario, observaron que en <strong>las</strong> novil<strong>las</strong> y animales<br />

<strong>de</strong> primer y segundo parto existen gran<strong>de</strong>s fluctuaciones <strong>de</strong> Acs (con períodos incluso<br />

<strong>de</strong> seronegatividad), mientras que en los mayores <strong>de</strong> 3 años, estos valores parecer<br />

mantenerse en niveles altos sin gran<strong>de</strong>s variaciones, siendo más fácilmente <strong>de</strong>tectables<br />

(Arnaiz y cols., 2004; Hemphill y cols., 2000; Romero y cols., 2002).<br />

La observación <strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> los valores medios <strong>de</strong> IRPC y <strong>de</strong>l coeficiente<br />

S/P, <strong>de</strong> los animales seropositivos, en los estudios <strong>de</strong>l 2000 y 2004, respectivamente,<br />

permitió corroborar igualmente la teoría <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> un mayor nivel <strong>de</strong> Acs en<br />

los animales seropositivos <strong>de</strong> mayor edad.<br />

Por otra parte, la mayor seropositividad <strong>de</strong>tectada en los animales adultos, podría<br />

reflejar la existencia <strong>de</strong> la transmisión horizontal (Bartels y cols., 2006; Davi<strong>son</strong> y cols.,<br />

1999) o, lo que es más probable, <strong>de</strong>berse al hecho <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>svieje se realiza, en


CAP.II: ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA 121<br />

Galicia, más tar<strong>de</strong> que en otras regiones y países europeos, prolongándose el tiempo<br />

medio <strong>de</strong> permanencia <strong>de</strong> los animales en el rebaño (mayor porcentaje <strong>de</strong> adultos en el<br />

rebaño) y el mantenimiento <strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> infección (Bartels y cols., 2006).<br />

El estudio expuesto en el presente capítulo, supone el primer paso para la lucha<br />

frente a la neoporosis bovina, ya que permitió i<strong>de</strong>ntificar a los rebaños y animales libres<br />

<strong>de</strong> N. Caninum, que serán <strong>de</strong> gran utilidad como fuente <strong>de</strong> reposición para el resto <strong>de</strong><br />

los rebaños.<br />

Los resultados obtenidos, en los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia presentados,<br />

revelaron la necesidad <strong>de</strong> <strong>una</strong> aplicación estricta <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> control <strong>de</strong> neosporosis<br />

bovina, que se realiza en <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> Galicia. Dicho programa se basa en la<br />

eliminación <strong>de</strong> los animales seropositivos con historial <strong>de</strong> abortos, en el <strong>de</strong>secho <strong>de</strong>l<br />

resto <strong>de</strong> los animales infectados como productores <strong>de</strong> recría y, la reposición con<br />

animales seronegativos. También será importante incidir en actuaciones que minimicen<br />

el riesgo <strong>de</strong> transmisión horizontal, evitando la contaminación <strong>de</strong> pastos, comida y<br />

bebida con ooquistes <strong>de</strong>l parásito y el hacinamiento <strong>de</strong> animales. Así se reducirá, <strong>de</strong><br />

manera rápida, la prevalencia por animal y más lentamente, la prevalencia por rebaño,<br />

hasta la eliminación total <strong>de</strong> los animales seropositivos y por tanto, <strong>de</strong> la infección en el<br />

rebaño (Álvarez y cols., 1999; Dubey y cols., 2007; Hall y cols., 2005; Ortega-Mora,<br />

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Veterinario AVEDILA, 28: 2-8.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 131<br />

III.1.- INTRODUCCIÓN<br />

El ELISA-Ac es un método <strong>de</strong> análisis ampliamente utilizado en el diagnóstico<br />

rutinario <strong>de</strong> poblaciones e individuos, <strong>de</strong>bido a la gran oferta comercial existente, su<br />

rapi<strong>de</strong>z, su sencillez <strong>de</strong> realización y, por ser la técnica más económica, para el análisis<br />

<strong>de</strong> un número <strong>de</strong> muestras elevado (Beau<strong>de</strong>au y cols., 2001a; Sánchez-Vizcaíno, 2000).<br />

El suero sanguíneo fue la muestra más empleada tradicionalmente para la<br />

realización <strong>de</strong> la técnica <strong>de</strong> ELISA-Ac. Los avances en la evolución <strong>de</strong> esta técnica se<br />

encaminaron hacia la creación <strong>de</strong> test cada vez más robustos, sensibles y específicos, a<br />

su empleo en <strong>una</strong> amplia gama <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s y también, a <strong>una</strong> mayor diversificación<br />

en cuanto a la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras empleadas. En la actualidad, existen ELISA<br />

comerciales que <strong>de</strong>tectan Acs a partir <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> distinto origen (fluidos fetales,<br />

leche, etc.) lo que permite escoger la más a<strong>de</strong>cuada en cada circunstancia (Beau<strong>de</strong>au y<br />

cols., 2001a; Beau<strong>de</strong>au y cols., 2001b; Kirkbri<strong>de</strong> y cols., 1989; Kramps y cols., 2004).<br />

El <strong>de</strong>sarrollo y adaptación <strong>de</strong> <strong>las</strong> técnicas <strong>de</strong> ELISA-Ac, para el empleo <strong>de</strong> la<br />

muestra <strong>de</strong> LT, constituye <strong>una</strong> alternativa barata y fiable en el control <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los rebaños lecheros ya que, pue<strong>de</strong> dar información sobre la<br />

situación <strong>de</strong> un grupo numeroso <strong>de</strong> individuos (animales en lactación) a partir <strong>de</strong> <strong>una</strong><br />

única muestra (Obando y cols., 2003; Pritchard, 2001).<br />

Para po<strong>de</strong>r emplear el ELISA-Ac a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT en los programas<br />

<strong>de</strong> control frente a la BVD y a la IBR se establecieron los siguientes pasos que<br />

constituyen también los objetivos <strong>de</strong> este capítulo:<br />

El primer paso <strong>de</strong> este capítulo, consistió en la realización <strong>de</strong> un estudio <strong>de</strong><br />

repetibilidad, para todos los ELISA-Ac que se emplearon en los estudios <strong>de</strong><br />

equivalencia entre la muestra <strong>de</strong> LT y la prevalencia frente a BVD e IBR. Los ELISA-<br />

Ac escogidos para el estudio fueron aquellos que se empleaban con más frecuencia en el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> ambas enfermeda<strong>de</strong>s, en Galicia.


132<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

El segundo paso, fue la realización <strong>de</strong> un estudio comparativo, para valorar la<br />

correlación existente entre los resultados alcanzados a partir <strong>de</strong> <strong>una</strong> muestra <strong>de</strong> suero,<br />

empleada como prueba <strong>de</strong> referencia, por ser la muestra con la que se optimizaron los<br />

ELISA-Ac, y <strong>de</strong> leche individual <strong>de</strong>l mismo animal, analizadas con varios ELISA-Ac<br />

comerciales frente a la BVD y a la IBR.<br />

El tercer y último paso <strong>de</strong> este capítulo, fue la realización <strong>de</strong> un estudio que<br />

permitiera establecer la concordancia entre los valores <strong>de</strong> Acs en la muestra <strong>de</strong> LT y la<br />

prevalencia <strong>de</strong> BVD e IBR <strong>de</strong>l rebaño, empleando diferentes ELISA-Ac comerciales.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 133<br />

III.2.- MATERIALES Y MÉTODOS<br />

III.2.1.- ANIMALES Y EXPLOTACIONES MUESTREADOS<br />

A continuación se reflejan <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras empleadas para<br />

po<strong>de</strong>r alcanzar los objetivos <strong>de</strong>scritos.<br />

III.2.1.1.- Repetibilidad <strong>de</strong> diferentes ELISA-Ac frente a la BVD y la<br />

IBR con muestras <strong>de</strong> LT<br />

Para el estudio <strong>de</strong> BVD se empleó la muestra <strong>de</strong> LT <strong>de</strong> 4 explotaciones con<br />

prevalencia conocida (1: 78%, 2: 24%, 3: 69% y 4: 0%) y para el <strong>de</strong> IBR, la <strong>de</strong> 4<br />

rebaños con prevalencia, igualmente, conocida (1: 97%, 2: 10%, 3: 94% y 4: 0%). Para<br />

comprobar el comportamiento <strong>de</strong> los ELISA-Ac, en muestras <strong>de</strong> diferente positividad,<br />

se escogieron muestras <strong>de</strong> LT pertenecientes a rebaños con distintos niveles <strong>de</strong><br />

seroprevalencia.<br />

Todas <strong>las</strong> muestras fueron analizadas por cuadriplicado en cada placa, en 5 días<br />

diferentes y por 3 técnicos <strong>de</strong> laboratorio distintos (Jacob<strong>son</strong>, 1998).<br />

III.2.1.2.- Correlación <strong>de</strong> niveles <strong>de</strong> Acs frente a la BVD y a la IBR<br />

entre muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales, por el método <strong>de</strong> ELISA-Ac<br />

Se recogieron muestras <strong>de</strong> leche (mezcla <strong>de</strong> los 4 cuarterones) y <strong>de</strong> sangre sin<br />

anticoagulante, <strong>de</strong> todos los animales en lactación <strong>de</strong> 14 explotaciones (603 animales)<br />

para BVD y <strong>de</strong> 11 explotaciones (366 animales) para IBR, <strong>de</strong> diferentes tamaños y<br />

prevalencias <strong>de</strong> rebaño, recibidas en el Laboratorio <strong>de</strong> Sanida<strong>de</strong> e Produción Animal <strong>de</strong><br />

Galicia (LASAPAGA), en el año 2004, para el análisis completo <strong>de</strong> todos los animales.


134<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

El tamaño <strong>de</strong> rebaño y la seroprevalencia <strong>de</strong> los rebaños empleados en el estudio, se<br />

resumen en la tabla 3.1.<br />

<strong>Las</strong> sangres se obtuvieron, por venopunción con tubos <strong>de</strong> vacío, <strong>de</strong> la vena<br />

caudal y fueron <strong>de</strong>sueradas a temperatura ambiente. En <strong>las</strong> leches, se realizó la<br />

eliminación <strong>de</strong> la fracción grasa tras 24 horas en reposo en refrigeración. Posteriormente<br />

todas <strong>las</strong> muestras fueron almacenadas a -20ºC hasta el momento <strong>de</strong> su análisis.<br />

BVD<br />

% prev 0,0 2,3 5,3 5,4 6,5 15,3 15,4 17,9 20,0 28,0 67,8 85,7 86,2 90,0<br />

T. rebaño 33 44 57 92 46 59 13 56 15 36 59 14 29 50<br />

IBR<br />

% prev 0,0 3,2 8,9 36,1 46,2 77,8 98,3 100,0 100,0 100,0 100,0<br />

T. rebaño 14 32 56 36 13 36 59 15 59 13 33<br />

Tabla 3.1.- Porcentaje <strong>de</strong> prevalencia (% prev) <strong>de</strong> Acs frente a BVD e IBR y nº <strong>de</strong> animales (T. rebaño) <strong>de</strong> los rebaños<br />

empleados en los estudios <strong>de</strong> correlación <strong>de</strong> Acs <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero y leche individual para BVD e IBR.<br />

III.2.1.3.- Concordancia entre la muestra <strong>de</strong> LT y la prevalencia <strong>de</strong><br />

rebaño frente a la BVD y la IBR por la técnica por ELISA-Ac<br />

Se recogieron un total 292 muestras <strong>de</strong> LT para el estudio <strong>de</strong> BVD y 221 para el<br />

estudio <strong>de</strong> IBR. En todos los rebaños se conocía la seroprevalencia por haberse<br />

realizado, previamente, el análisis <strong>de</strong>l suero <strong>de</strong> todos los animales que estaban en<br />

lactación en el momento <strong>de</strong> la recogida <strong>de</strong> la muestra. El número <strong>de</strong> muestras empleadas<br />

fueron <strong>las</strong> disponibles en el momento <strong>de</strong>l estudio.<br />

La situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción y el número <strong>de</strong> rebaños pertenecientes a cada grupo<br />

<strong>de</strong> prevalencia, para BVD, se resumen en <strong>las</strong> tab<strong>las</strong> 3.2.<br />

Vac<strong>una</strong>ción<br />

Grupos <strong>de</strong> prevalencia BVD<br />

< 5% 5-25% 25-65% > 65% Totales<br />

Vac<strong>una</strong>da 13 23 21 14 71<br />

No vac<strong>una</strong>da 79 58 39 45 221<br />

Totales 92 81 60 59 292<br />

Tabla 3.2.- Nº <strong>de</strong> rebaños empleados en el estudio <strong>de</strong> equivalencia entre la<br />

muestra <strong>de</strong> LT y la prevalencia <strong>de</strong> BVD según su situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción y el<br />

grupo <strong>de</strong> prevalencia al que pertenecen (Pritchard, 2001).


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 135<br />

Así mismo, <strong>las</strong> características <strong>de</strong> los rebaños empleados en el estudio <strong>de</strong> IBR, se<br />

resumen en la tabla 3.3.<br />

Vac<strong>una</strong>ción<br />

Grupos <strong>de</strong> prevalencia IBR<br />

< 5% 5-20% 20-60% > 60% Total<br />

Vac<strong>una</strong>da 0 3 1 44 48<br />

No vac<strong>una</strong>da 71 34 33 26 164<br />

Desconocida 5 3 1 0 9<br />

Totales 76 40 35 70 221<br />

Tabla 3.3.- Nº <strong>de</strong> rebaños empleados en el estudio <strong>de</strong> equivalencia entre la<br />

muestra <strong>de</strong> LT y la prevalencia <strong>de</strong> IBR según su situación <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ción y el<br />

grupo <strong>de</strong> prevalencia al que pertenecen (Pritchard, 2001).<br />

III.2.2.- ELISA-AC EMPLEADOS EN LOS ESTUDIOS DE<br />

REPETIBILIDAD, EQUIVALENCIA Y CONCORDANCIA PARA BVD E IBR<br />

Para el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero, empleadas en el estudio <strong>de</strong><br />

equivalencia <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> Acs, entre <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales, frente a<br />

la BVD, se utilizó un ELISA <strong>de</strong> competición (Institut Pourquier BVD/MD/BD p80<br />

monocúpula) para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs anti- p80 <strong>de</strong>l virus en suero, p<strong>las</strong>ma y leche con<br />

Se y Sp <strong>de</strong>l 100% (datos fabricante). Los puntos <strong>de</strong> corte empleados, para la<br />

interpretación <strong>de</strong> los resultados fueron los recomendados por el fabricante (%<br />

inhibición): Positivo ≤ 50% y negativo > 50%.<br />

El análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche individuales y <strong>de</strong> tanque, para los estudios<br />

<strong>de</strong> repetibilidad, equivalencia y concordancia, se realizó con 4 ELISA-Ac comerciales,<br />

aplicando igualmente, los puntos <strong>de</strong> corte recomendados por el fabricante, para la<br />

interpretación <strong>de</strong> los resultados. Los ELISA A y B, <strong>de</strong> competición, <strong>de</strong>tectaban Acs<br />

anti-p80, mientras que los ELISA C y D, indirectos, <strong>de</strong>tectaban Acs totales. <strong>Las</strong><br />

características <strong>de</strong> estos ELISA se resumen en la tabla 3.4.


136<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

ELISA A ELISA B ELISA C ELISA D<br />

Fabricante Pourquier Hipra I<strong>de</strong>xx Svanova<br />

Denominación<br />

BVD/MD/BD Civtest bovis BVD<br />

p80 monocúpula p80<br />

Herdchek BVDV Svanovir BVDV-Ab<br />

Tipo <strong>de</strong> ELISA Competición Competición Indirecto Indirecto<br />

Muestra Leche Suero y leche Suero y leche Suero y leche<br />

% inhibición % inhibición M/P DO<br />

Puntos <strong>de</strong><br />

Positivo < 80% Positivo ≥ 30% Positivo ≥ 0,3 Positivo > 2 x DO CN<br />

corte<br />

Negativo ≥ 80% Negativo < 30% Negativo < 0,3 Negativo < 0,1<br />

Tabla 3.4.- Características <strong>de</strong> los ELISA-Ac empleados en el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche individual y <strong>de</strong><br />

tanque para el estudio <strong>de</strong> Acs frente a la BVD.<br />

Para el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero, empleadas en el estudio <strong>de</strong><br />

equivalencia <strong>de</strong> la muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales, para Acs frente a la IBR, se<br />

utilizó un ELISA <strong>de</strong> competición (I<strong>de</strong>xx HerdChec IBRgB) que <strong>de</strong>tecta Acs específicos<br />

frente a la gB en suero y leche, con <strong>una</strong> Se <strong>de</strong>l 95,4% y Sp <strong>de</strong>l 99% en suero (Kramps et<br />

al., 2004). Para la interpretación <strong>de</strong> los resultados se emplearon los puntos <strong>de</strong> corte<br />

recomendados por el fabricante (% inhibición): Positivo ≥ 45% y negativo < 45%. Se<br />

utilizó este ELISA, porque era el que empleado rutinariamente en el LASAPAGA.<br />

El análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche individuales y <strong>de</strong> tanque, para los estudios<br />

<strong>de</strong> repetibilidad, equivalencia y concordancia, se realizó, con 4 ELISA-Ac comerciales<br />

frente a IBR, aplicando igualmente, para la interpretación <strong>de</strong> los resultados, los puntos<br />

<strong>de</strong> corte recomendados por el fabricante. El ELISA A, <strong>de</strong> competición, fue el mismo<br />

empleado para <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero. Los otros 3 ELISA empleados (B, C y D) eran<br />

indirectos y para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs específicos. <strong>Las</strong> características principales <strong>de</strong> estos<br />

ELISA se resumen en la tabla 3.5.<br />

ELISA A ELISA B ELISA C ELISA D<br />

Fabricante I<strong>de</strong>xx Svanova Bommeli-Chekit Pourquier<br />

Denominación<br />

HerdChec<br />

Trachitest milk<br />

IBR-Ab Svanovir<br />

IBRgB<br />

monophasic<br />

IBR monocúpula<br />

Tipo <strong>de</strong> ELISA Competición Indirecto Indirecto Indirecto<br />

Muestra Suero y leche Suero y leche Leche Suero y leche<br />

% inhibición DO % M/P % M/P<br />

Puntos <strong>de</strong><br />

Positivo ≥ 45% Positivo > 2 x DO CN Positivo ≥ 40% Positivo > 25%<br />

corte<br />

Negativo < 45% Negativo < 0,2 Negativo < 40% Negativo ≤ 25%<br />

Tabla 3.5.- Características <strong>de</strong> los ELISA-Ac empleados en el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche individual y <strong>de</strong><br />

tanque para el estudio <strong>de</strong> Acs frente a la IBR.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 137<br />

III.2.3.- ANÁLISIS ESTADÍSTICO<br />

El programa empleado para el análisis estadístico <strong>de</strong> los datos obtenidos en los 3<br />

objetivos <strong>de</strong> este capítulo fue el SPSS 11.5.<br />

Para la interpretación <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> repetibilidad se<br />

calcularon, con un 95% <strong>de</strong> confianza, los coeficientes <strong>de</strong> correlación (CC) intrac<strong>las</strong>e,<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>una</strong> placa (intraplaca), entre placas y entre observadores. <strong>Las</strong> muestras fueron<br />

analizadas por cuadriplicado en cada placa, en 5 días diferentes y por 3 técnicos <strong>de</strong><br />

laboratorio distintos (Jacob<strong>son</strong>, 1998). Se consi<strong>de</strong>ró que existía <strong>una</strong> buena repetibilidad<br />

si el valor <strong>de</strong>l CC era mayor <strong>de</strong>l 0,750 (Delgado y cols., 2005).<br />

Los resultados obtenidos, en el estudio <strong>de</strong> correlación <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> suero y<br />

<strong>de</strong> leche individuales, se or<strong>de</strong>naron en tab<strong>las</strong> <strong>de</strong> contingencia 2x2, con el fin <strong>de</strong> hallar<br />

los valores <strong>de</strong>l coeficiente Kappa, para cada uno <strong>de</strong>l los ELISA empleados. Tomando<br />

como prueba <strong>de</strong> referencia el resultado <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> suero individual, se calcularon<br />

los valores <strong>de</strong> Se y Sp <strong>de</strong> cada ELISA, para <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche. A partir <strong>de</strong> la<br />

obtención <strong>de</strong> <strong>las</strong> curvas Características Operativas <strong>de</strong> Recibidor (ROC), se pudieron<br />

i<strong>de</strong>ntificar los puntos <strong>de</strong> corte que permitían mejorar la Se o la Sp <strong>de</strong> la prueba o, fijar el<br />

punto <strong>de</strong> corte con la mejor combinación <strong>de</strong> ambos parámetros.<br />

Para la valoración <strong>de</strong> los resultados obtenidos en el estudio <strong>de</strong> la concordancia,<br />

entre el valor <strong>de</strong> Acs en la muestra <strong>de</strong> LT y la prevalencia <strong>de</strong>l rebaño, se empleó el<br />

estadístico <strong>de</strong> correlación ANOVA mediante <strong>una</strong> aproximación categórica. Se<br />

dividieron <strong>las</strong> explotaciones en 4 grupos, en función <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> animales<br />

seropositivos <strong>de</strong>l rebaño. Los 4 grupos para el estudio <strong>de</strong> BVD fueron: < 5%, 5-25%,<br />

25-65% y > 65% <strong>de</strong> prevalencia y para el estudio <strong>de</strong> IBR fueron: < 5%, 5-20%, 20-60%<br />

y > 60%. Posteriormente, se establecieron los IC y los puntos <strong>de</strong> corte para cada grupo<br />

<strong>de</strong> prevalencia, a partir <strong>de</strong> los valores medios <strong>de</strong> DO corregida, obtenida <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras<br />

<strong>de</strong> la LT.


138<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

La concordancia se estimó mediante los coeficientes Kappa lineal y cuadrático.<br />

A su vez, mediante la elaboración <strong>de</strong> gráficos <strong>de</strong> dispersión, se pudo valorar la misma<br />

correlación <strong>de</strong> forma cuantitativa.<br />

Para establecer los extremos <strong>de</strong> los intervalos <strong>de</strong> valores, que permitieran<br />

c<strong>las</strong>ificar un rebaño <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> prevalencias establecidos, se partió<br />

<strong>de</strong> los valores medios obtenidos y <strong>de</strong>l error típico obtenido mediante el test ANOVA,<br />

aplicando coeficientes <strong>de</strong> confianza, siguiendo la fórmula:<br />

(error típico <strong>de</strong>l grupo x coef. confianza) +/- valor medio <strong>de</strong>l grupo


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 139<br />

III.3.- RESULTADOS<br />

III.3.1.- REPETIBILIDAD DE LOS DIFERENTES ELISA-AC FRENTE A<br />

LA BVD Y LA IBR A PARTIR DE MUESTRAS DE LT<br />

En la tabla 3.6, se pue<strong>de</strong>n observar, los CC hallados en el estudio <strong>de</strong><br />

repetibilidad <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac empleados para BVD.<br />

Correlación ELISA A ELISA B ELISA C ELISA D<br />

t1 0,980 0,932 0,995 0,996<br />

t2 0,995 0,945 0,994 0,835<br />

Intraplaca t3 0,980 0,981 0,997 0,996<br />

t4 0,990 0,941 0,961 0,999<br />

t5 0,955 0,991<br />

Entre placas 0,936 0,915 0,950 0,750<br />

Entre técnicos 0,980 0,927 0,994 0,901<br />

Tabla 3.6.- Coeficientes <strong>de</strong> correlación para los 4 ELISA-Ac empleados<br />

en el estudio <strong>de</strong> repetibilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque para<br />

BVD. t1, t2, t3, t4 y t5: diferentes días <strong>de</strong> realización <strong>de</strong> los ELISA.<br />

En la tabla 3.7, se observan, los CC obtenidos en el estudio <strong>de</strong> IBR. Tanto en el<br />

caso <strong>de</strong> BVD como <strong>de</strong> IBR, los CC fueron estadísticamente significativos (p < 0,05).<br />

Correlación ELISA A ELISA B ELISA C ELISA D<br />

t1 0,997 0,996 0,985 0,967<br />

t2 0,994 0,977 0,982<br />

Intraplaca t3 0,999 0,986 0,982<br />

t4 0,998 0,979 0,994 0,985<br />

t5 0,999 0,999 0,998 0,993<br />

Entre placas 0,952 0,984 0,977 0,956<br />

Entre técnicos 0,995 0,993 0,986 0,972<br />

Tabla 3.7.- Coeficientes <strong>de</strong> correlación para los 4 ELISA-Ac empleados<br />

en el estudio <strong>de</strong> repetibilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque para<br />

IBR. t1, t2, t3, t4 y t5: diferentes días <strong>de</strong> realización <strong>de</strong> los ELISA.<br />

III.3.2.- CORRELACIÓN DE LOS NIVELES DE ACS FRENTE A BVD E<br />

IBR ENTRE MUESTRAS DE SUERO Y LECHE INDIVIDUALES<br />

Los 603 animales, incluídos en el estudio <strong>de</strong> BVD, fueron testados, en primer<br />

lugar, a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> suero, obteniendo un total <strong>de</strong> 174 animales positivos y


140<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

429 negativos. Posteriormente, se realizó el análisis <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> leches con 4 ELISA<br />

comerciales.<br />

En el ELISA B, se eliminaron <strong>de</strong>l análisis 5 animales con resultado positivo en<br />

suero, al no po<strong>de</strong>r ser testados a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> leche.<br />

Los resultados obtenidos, recogidos en la tabla 3.8, al igual que en el estudio <strong>de</strong><br />

IBR, <strong>de</strong>muestran <strong>una</strong> alta correlación en todos los casos.<br />

Elisa A: p80<br />

Suero<br />

Elisa C: totales<br />

Suero<br />

K = 0,95 Positivo Negativo K = 0,86 Positivo Negativo<br />

Positivo 173 13<br />

Positivo 172 36<br />

Leche<br />

Leche<br />

Negativo 1 416 Negativo 2 393<br />

Elisa B: p80<br />

Suero<br />

Elisa D: totales<br />

Suero<br />

K =0,86 Positivo Negativo K = 0,75 Positivo Negativo<br />

Positivo 157 29<br />

Positivo 164 56<br />

Leche<br />

Leche<br />

Negativo 12 400 Negativo 10 373<br />

Tabla 3.8.- Tab<strong>las</strong> <strong>de</strong> contingencia y valores <strong>de</strong>l coeficiente kappa para los ELISA empleados en el estudio <strong>de</strong><br />

comparación <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales frente a la BVD.<br />

tabla 3.9:<br />

La Se y Sp obtenidos, para cada uno <strong>de</strong> los ELISA-Ac testados se resumen en la<br />

ELISA A (IC) ELISA B (IC) ELISA C (IC) ELISA D (IC)<br />

Se 99,4% (99,1-99,7) 92,9% (92,6-93,2) 98,9% (98,6-99,2) 94,3% (93,9-94,6)<br />

Sp 97% (96,8-97,1) 93,2% (93,1-93,4) 91,6% (91,5-91,7) 87% (86,8-87,1)<br />

Tabla 3.9.- Valores <strong>de</strong> Se y Sp obtenidos en el estudio <strong>de</strong> comparación <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> suero y<br />

leche individuales frente a la BVD.<br />

Calculando <strong>las</strong> curvas ROC, figura 3.1, se obtuvieron los valores <strong>de</strong>l área bajo la<br />

curva, para un IC <strong>de</strong>l 95%, siendo para el ELISA A: 0,996; para el ELISA B: 0,964;<br />

para el ELISA C: 0,991 y, para el ELISA D: 0,961. Estos valores reflejan <strong>una</strong> buena<br />

concordancia, para los 4 ELISAs testados ya que, la curva ROC perfecta tiene un área<br />

bajo la curva <strong>de</strong> 1,000 (Maldonado, 2004).


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 141<br />

Curva COR<br />

Curva COR<br />

1,0<br />

1,0<br />

0,8<br />

Área 0,996 Área 0,964<br />

0,8<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

0,2<br />

ELISA A<br />

0,2<br />

ELISA B<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4 0,6<br />

1 - Especificidad<br />

0,8<br />

1,0<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4 0,6<br />

1 - Especificidad<br />

0,8<br />

1,0<br />

Curva COR<br />

Curva COR<br />

1,0<br />

1,0<br />

0,8<br />

Área 0,991<br />

0,8<br />

Área 0,961<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

0,2<br />

ELISA C<br />

0,2<br />

ELISA D<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4 0,6<br />

1 - Especificidad<br />

0,8<br />

1,0<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4 0,6<br />

1 - Especificidad<br />

0,8<br />

1,0<br />

Figura 3.1.- Curvas ROC <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac frente a BVD.<br />

Observando los valores <strong>de</strong> Se y Sp, para cada punto <strong>de</strong> la curva ROC, se pue<strong>de</strong>n<br />

ajustar los puntos <strong>de</strong> corte <strong>de</strong> cada ELISA, con el fin <strong>de</strong> maximizar la Se o la Sp o, para<br />

po<strong>de</strong>r establecer el punto <strong>de</strong> corte que posea la mejor combinación <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> Se<br />

y Sp. Estos valores se agrupan en la tabla 3.10.


142<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

ELISA A<br />

(% inh)<br />

ELISA B<br />

(% inh)<br />

ELISA C<br />

(m/p)<br />

ELISA D<br />

(DO)<br />

Int. M.Se M.Sp Int. M.Se M.Sp Int. M.Se M.Sp Int. M.Se M.Sp<br />

Ptos corte 73,298 98,33 35,07 25,88 - 5,82 69,83 0,30 0,11 1,24 0,1035 0,057 2,91<br />

Kappa 0,96 0,36 0,88 0,79 0,05 0,55 0,86 0,95 0,30 0,75 0,24 0,008<br />

% Se 99,4 100 83,3 95 100 45,6 98,9 100 23,6 96 100 0,57<br />

% Sp 98,1 49,2 100 89 8,9 100 91,6 76,5 100 86 35,9 100<br />

Tabla 3.10.- Valores <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong> corte y Kappa para obtener la máxima Se (M.Se), la máxima Sp (M.Sp) o el punto con mejor<br />

combinación Se-Sp (Int.) para BVD.<br />

Los 366 animales, incluídos en el estudio <strong>de</strong> IBR fueron testados, en primer<br />

lugar, a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> suero, obteniendo un total <strong>de</strong> 229 animales positivos y<br />

137 negativos. Posteriormente se realizó el análisis <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche con<br />

los 4 ELISA comerciales <strong>de</strong>scritos.<br />

Los resultados obtenidos, al comparar <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales<br />

y, los valores <strong>de</strong>l coeficiente kappa, para cada uno <strong>de</strong> los ELISA, recogidos en la tabla<br />

3.11, mostrando <strong>una</strong> alta correlación en todos los casos.<br />

Elisa A<br />

Suero<br />

Elisa B<br />

Suero<br />

K = 0,98 Positivo Negativo K = 0,93 Positivo Negativo<br />

Positivo 225 0<br />

Positivo 216 0<br />

Leche<br />

Leche<br />

Negativo 4 137 Negativo 13 137<br />

Elisa C<br />

Suero<br />

Elisa D<br />

Suero<br />

K = 0,98 Positivo Negativo K = 0,96 Positivo Negativo<br />

Positivo 225 0<br />

Positivo 228 5<br />

Leche<br />

Leche<br />

Negativo 4 137 Negativo 1 132<br />

Tabla 3.11.- Tab<strong>las</strong> <strong>de</strong> contingencia y valores <strong>de</strong>l coeficiente kappa para los ELISA empleados en el estudio <strong>de</strong><br />

comparación <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales frente a la IBR.<br />

Los valores <strong>de</strong> Se y Sp obtenidos, empleando los puntos <strong>de</strong> corte recomendados<br />

por los fabricantes, para cada uno <strong>de</strong> los ELISA testados se resumen en la tabla 3.12:<br />

ELISA A (IC) ELISA B (IC) ELISA C (IC) ELISA D (IC)<br />

Se 98,3% (98-98,5) 94,3% (94,1-94,6) 98,3% (98-98,5) 99,6% (99,3-99,8)<br />

Sp 100% (99,6-100) 100% (99,6-100) 100% (99,6-100) 96,4% (96-96,7)<br />

Tabla 3.12.- Valores <strong>de</strong> Se y Sp obtenidos en el estudio <strong>de</strong> comparación <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong><br />

suero y leche individuales frente a la IBR y para cada uno <strong>de</strong> los ELISA.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 143<br />

Calculando <strong>las</strong> curvas ROC, figura 3.2, se obtuvieron los valores <strong>de</strong>l área bajo la<br />

curva, 95% <strong>de</strong> confianza, siendo para el ELISA A: 1,000; para el ELISA B: 0,998; para<br />

el ELISA C: 1,000 y, para el ELISA D: 0,999. Los resultados obtenidos evi<strong>de</strong>ncian <strong>una</strong><br />

buena correlación para los 4 ELISA.<br />

Curva COR<br />

Curva COR<br />

1,0<br />

1,0<br />

0,8<br />

Área 1,000<br />

0,8<br />

Área 0,998<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

0,2<br />

Elisa A<br />

0,2<br />

Elisa B<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4<br />

0,6<br />

0,8<br />

1,0<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4<br />

0,6<br />

0,8<br />

1,0<br />

1 - Especificidad<br />

1 - Especificidad<br />

Curva COR<br />

Curva COR<br />

1,0<br />

1,0<br />

0,8<br />

0,8<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

Área 1,000<br />

Sensibilidad<br />

0,6<br />

0,4<br />

Área 0,999<br />

0,2<br />

Elisa C<br />

0,2<br />

Elisa D<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4 0,6<br />

1 - Especificidad<br />

0,8<br />

1,0<br />

0,0<br />

0,0<br />

0,2<br />

0,4 0,6<br />

1 - Especificidad<br />

0,8<br />

1,0<br />

Figura 3.2.- Curvas ROC para los 4 ELISA-Ac frente a IBR.<br />

Observando los valores <strong>de</strong> Se y Sp, para cada punto <strong>de</strong> la curva ROC, se pue<strong>de</strong>n<br />

ajustar los puntos <strong>de</strong> corte <strong>de</strong> cada ELISA, con el fin <strong>de</strong> maximizar la Se o la Sp o, para<br />

po<strong>de</strong>r establecer el punto <strong>de</strong> corte que posea la mejor combinación <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> Se<br />

y Sp (Maldonado, 2004).


144<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

Los valores kappa, Se y Sp para los puntos <strong>de</strong> corte establecidos, para cada uno<br />

<strong>de</strong> los ELISA-Ac empleados, se reflejan en la tabla 3.13.<br />

ELISA A<br />

(% inh)<br />

ELISA B<br />

(DO)<br />

ELISA C<br />

(% M/P)<br />

ELISA D<br />

(% M/P)<br />

Int. M.Se M.Sp Int. M.Se M.Sp Int. M.Se M.Sp Int. M.Se M.Sp<br />

Pto corte 21,41 21,41 35,05 0,104 0,965 0,18 28,96 28,046 30,2 28,23 20,05 45,73<br />

Kappa 0,99 0,99 0,99 0,94 0,94 0,93 0,99 0,99 0,99 0,97 0,97 0,97<br />

% Se 100,0 100,0 99,1 99,1 100,0 94,8 99,6 100,0 99,2 99,6 100,0 99,6<br />

% Sp 99,3 99,3 100,0 94,2 92,8 100,0 99,3 98,5 100,0 96,4 96,4 100,0<br />

Tabla 3.13.- Valores <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong> corte y Kappa para obtener la máxima Se (M.Se), la máxima Sp (M.Sp) o el punto con<br />

mejor combinación Se-Sp (Int.) para IBR.<br />

III.3.3.- ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE LOS NIVELES DE ACS EN<br />

MUESTRAS DE LT Y LA PREVALENCIA DEL REBAÑO FRENTE A LA BVD Y A LA IBR<br />

Analizadas <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> LT, mediante los 4 ELISA <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs<br />

frente a la BVD, se obtuvieron los valores medios para cada uno <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> riesgo<br />

<strong>de</strong> infección. En los ELISA C y D para <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> Acs totales se realizó, a<strong>de</strong>más, la<br />

observación <strong>de</strong> dichos valores medios para el grupo <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> LT <strong>de</strong> granjas<br />

vac<strong>una</strong>das y no vac<strong>una</strong>das <strong>de</strong> manera diferenciada. Estos valores se <strong>de</strong>tallan en <strong>las</strong><br />

tab<strong>las</strong> 3.14 y 3.15.<br />

ELISA A ELISA B<br />

65% 15,32 67,59<br />

Tabla 3.14.- Valores medios <strong>de</strong> los<br />

ELISA <strong>de</strong> Ac anti-p80 <strong>de</strong> BVD para<br />

cada grupo <strong>de</strong> prevalencia.<br />

ELISA C<br />

ELISA D<br />

Todos No vac Vac Todos No vac Vac<br />

65% 1,050 1,028 1,121 1,198 1,108 1,481<br />

Tabla 3.15.- Valores medios <strong>de</strong> los ELISA <strong>de</strong> Ac totales <strong>de</strong> BVD para<br />

cada grupo <strong>de</strong> prevalencia diferenciando los rebaños vac<strong>una</strong>dos (vac) y<br />

<strong>de</strong> los no vac<strong>una</strong>dos (no vac).<br />

Aplicando el test ANOVA, con un 95% <strong>de</strong> confianza, se <strong>de</strong>tectaron diferencias<br />

significativas entre los valores medios obtenidos para cada uno <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong><br />

prevalencia en los 4 ELISA testados (p < 0,001).<br />

En el ELISA C se observaron diferencias significativas (p < 0,05) entre los<br />

valores medios <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> rebaños < 5% <strong>de</strong> prevalencia. En el caso <strong>de</strong>l ELISA D estas


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 145<br />

diferencias se observaron en los grupos < 5% y 5-25% con valores <strong>de</strong> p = 0,007 y<br />

p = 0,047, respectivamente.<br />

Los puntos <strong>de</strong> corte para establecer el intervalo <strong>de</strong> valores, que permitirán<br />

c<strong>las</strong>ificar un rebaño <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> prevalencia correspondiente, se resumen en la<br />

tabla 3.16.<br />

ELISA Ac anti-p80<br />

ELISA Ac totales<br />

Intervalo<br />

%prev Intervalo %prev No vac Vac<br />

84,32 65% < 27,28 >65% > 0,79 > 0,80<br />

61,88 >65% > 0,82 > 0,92<br />

Tabla 3.16.- Intervalos <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> corte para cada grupo <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> los<br />

ELISA empleados en BVD. N vac = rebaños no vac<strong>una</strong>dos. Vac = rebaños<br />

vac<strong>una</strong>dos. * Existen diferencias significativas en los valores medios <strong>de</strong> DO <strong>de</strong> los<br />

ELISA entre rebaños vac<strong>una</strong>dos y no vac<strong>una</strong>dos.<br />

Los valores <strong>de</strong> concordancia, Kappa lineal y cuadrática, se hallaron para los 4<br />

ELISA. En el caso <strong>de</strong> los ELISA C y D también se hallaron, <strong>de</strong> manera diferenciada,<br />

para los rebaños vac<strong>una</strong>dos y no vac<strong>una</strong>dos, como se pue<strong>de</strong> observar en la tabla 3.17.<br />

Kappa lineal Kappa cuadrática<br />

Todos No vac Vac Todos No vac Vac<br />

ELISA A 0,66 0,79<br />

ELISA B 0,75 0,85<br />

ELISA C 0,74 0,76 0,67 0,86 0,88 0,80<br />

ELISA D 0,65 0,71 0,60 0,77 0,81 0,72<br />

Tabla 3.17.- Índices <strong>de</strong> concordancia kappa para los 4 ELISA-Ac <strong>de</strong>l<br />

estudio <strong>de</strong> equivalencia para BVD.


146<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

Al observar los gráficos <strong>de</strong> dispersión <strong>de</strong> la figura 3.3 se pue<strong>de</strong> apreciar un buen<br />

agrupamiento <strong>de</strong> los datos para los 4 ELISA.<br />

% inhibición<br />

120,00<br />

80,00<br />

40,00<br />

0,00<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

% inhibición<br />

75,00<br />

50,00<br />

25,00<br />

0,00<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

ELISA A<br />

Prevalencia por rebaño<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

ELISA B<br />

Prevalencia por rebaño<br />

m/p<br />

1,50<br />

1,00<br />

0,50<br />

0,00<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

D.O<br />

2,00<br />

1,00<br />

0,00<br />

-1,00<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

ELISA C<br />

Prevalencia por rebaño<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

ELISA D<br />

Prevalencia por rebaño<br />

Figura 3.3.- Gráficos <strong>de</strong> dispersión <strong>de</strong> la correlación entre los valores <strong>de</strong> Acs <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque y la<br />

prevalencia <strong>de</strong> rebaño <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac empleados en el estudio <strong>de</strong> BVD.<br />

Los resultados presentados en el estudio <strong>de</strong> IBR pertenecen, únicamente, a los<br />

rebaños no vac<strong>una</strong>dos (164). Se <strong>de</strong>scartaron los rebaños vac<strong>una</strong>dos ya que todos ellos lo<br />

estaban con vac<strong>una</strong> no marcadora y se <strong>de</strong>tectaron irregularida<strong>de</strong>s, como por ejemplo, la<br />

vac<strong>una</strong>ción <strong>de</strong> los efectivos <strong>de</strong> forma anárquica o, la presencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> seroprevalencia


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 147<br />

muy baja en el rebaño. Al no disponer <strong>de</strong> muestras homogéneas, los resultados<br />

obtenidos no fueron interpretables y por tanto, eliminados <strong>de</strong>l estudio.<br />

Al observar los valores medios obtenidos, resumidos en la tabla 3.18, se<br />

evi<strong>de</strong>nciaron diferencias significativas, para todos los grupos <strong>de</strong> prevalencia y en los 4<br />

ELISA testados (p < 0,001).<br />

Acs gB<br />

Acs totales<br />

ELISA A ELISA B ELISA C ELISA D<br />

60% 79,11 1,11 147,61 150,45<br />

Tabla 3.18.- Valores medios <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> Acs frente a la IBR<br />

para cada grupo <strong>de</strong> prevalencia y cada ELISA.<br />

En la tabla 3.19, se pue<strong>de</strong> observar los intervalos obtenidos para cada grupo <strong>de</strong><br />

prevalencia y para cada ELISA-Ac.<br />

%prev Intervalo %prev Intervalo<br />

69,66 >60% > 111,13<br />

0,79 >60% > 126,47<br />

Tabla 3.19.- Intervalos <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> corte para cada grupo <strong>de</strong><br />

prevalencia <strong>de</strong> los ELISA empleados en IBR.<br />

Seguidamente, se hallaron los índices <strong>de</strong> concordancia Kappa, tanto lineal como<br />

cuadrática, que se recogen en la tabla 3.20.<br />

K lineal K cuadrática<br />

ELISA A 0,59 0,71<br />

ELISA B 0,48 0,58<br />

ELISA C 0,53 0,62<br />

ELISA D 0,51 0,62<br />

Tabla 3.20.- índices <strong>de</strong> concordancia kappa para los 4 ELISA-<br />

Ac <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> equivalencia para IBR.


p _p<br />

q<br />

148<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

En los gráficos <strong>de</strong> dispersión, figura 3.4, se pue<strong>de</strong> apreciar que existe poca<br />

dispersión <strong>de</strong> los datos y que, los que no <strong>son</strong> correctos, se incluyen en grupos próximos.<br />

100,00<br />

50,00<br />

% inhibición<br />

0,00<br />

-50,00<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

D.O<br />

2,00<br />

1,50<br />

1,00<br />

0,50<br />

0,00<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

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<br />

<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

ELISA A<br />

Prevalencia por rebaño<br />

ELISA B<br />

Prevalencia por rebaño<br />

<br />

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% m/p<br />

200,00<br />

100,00<br />

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0,00<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

<br />

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<br />

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<br />

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<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

% m/p<br />

200,00<br />

100,00<br />

0,00<br />

<br />

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<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

0,00 0,25 0,50 0,75 1,00<br />

ELISA C<br />

Prevalencia por rebaño<br />

ELISA D<br />

Prevalencia por rebaño<br />

Figura 3.4.- Gráficos <strong>de</strong> dispersión <strong>de</strong> la correlación entre los valores <strong>de</strong> Acs <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque y la<br />

prevalencia <strong>de</strong> rebaño <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac empleados en el estudio <strong>de</strong> IBR.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 149<br />

III.4.- DISCUSIÓN<br />

III.4.1.- ESTUDIO DE REPETIBILIDAD DE LOS ELISA-AC FRENTE A<br />

BVD E IBR A PARTIR DE MUESTRAS DE LT<br />

En los estudios <strong>de</strong> repetibilidad, los CC dan <strong>una</strong> medida <strong>de</strong> la similitud existente,<br />

entre los valores observados para cada muestra, en <strong>las</strong> diferentes condiciones <strong>de</strong> análisis<br />

a <strong>las</strong> que fueron sometidas.<br />

El CC intrac<strong>las</strong>e, permite valorar la repetibilidad intraobservadores al valorar<br />

cada muestra, así como la repetibilidad entre observadores, al valorar el grado <strong>de</strong><br />

coinci<strong>de</strong>ncia entre 2 o más técnicos <strong>de</strong> laboratorio, en la valoración <strong>de</strong> <strong>una</strong> misma<br />

muestra (Delgado y cols., 2005).<br />

Los CC obtenidos, en todas <strong>las</strong> pruebas <strong>de</strong> repetibilidad y para los 4 ELISA-Ac<br />

frente a BVD, superan el límite <strong>de</strong> aceptación (> 0,750), salvo el coeficiente <strong>de</strong><br />

correlación obtenido para la repetibilidad entre placas <strong>de</strong>l ELISA D, que está en el<br />

límite aceptable (Delgado y cols., 2005). Esta situación se produjo, por la obtención <strong>de</strong><br />

valores inferiores, en la muestra <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque <strong>de</strong>l 69% <strong>de</strong> prevalencia, en 2 <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

placas, mientras que los valores <strong>de</strong> los controles, positivo y negativo, fueron correctos.<br />

Este fallo podría <strong>de</strong>berse a <strong>una</strong> mala homogenización <strong>de</strong> la muestra.<br />

En el estudio para los 4 ELISA-Ac frente a IBR, todos los resultados fueron<br />

aceptables (> 0,750). Es <strong>de</strong>cir, fueron estables frente <strong>las</strong> variaciones que pudieran existir<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>una</strong> misma placa, en diferentes días (temperatura ambiental, equipos, etc.),<br />

por diferentes técnicos <strong>de</strong> laboratorio (experiencia, rapi<strong>de</strong>z, etc.) y para muestras con<br />

diferentes niveles <strong>de</strong> Acs (Delgado y cols., 2005).


150<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

III.4.2.- CORRELACIÓN DE LOS NIVELES DE ACS FRENTE A BVD E<br />

IBR ENTRE MUESTRAS DE SUERO Y LECHE INDIVIDUALES<br />

En el estudio <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac frente a BVD, <strong>de</strong>bemos tener en cuenta que los<br />

ELISA A y B <strong>de</strong>tectan Acs anti-p80, al igual que el ELISA empleado para el análisis <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero, mientras que los ELISA C y D <strong>de</strong>tectan Ac totales.<br />

Comparando, en primer lugar, los ELISA-Ac anti-p80, la mayor Se correspon<strong>de</strong><br />

al ELISA A (99,4%) y la menor al ELISA B (92,9%) coincidiendo con la disminución<br />

<strong>de</strong>l número <strong>de</strong> animales “falso negativo” (A: 1; B: 12). La existencia <strong>de</strong> estos animales<br />

se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ber al hecho <strong>de</strong> que el nivel <strong>de</strong> Acs en suero pue<strong>de</strong> ser hasta 20 o 40 veces<br />

mayor que en leche (Dannachers et al., 1984; Kerkhofs et al. 1991; Kramps et al.,<br />

1999).<br />

El valor <strong>de</strong> Sp más elevado correspon<strong>de</strong> también al ELISA A (97%) y el menor<br />

al ELISA B (93,2%). El aumento <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> este parámetro se correspon<strong>de</strong> con <strong>una</strong><br />

disminución en el número <strong>de</strong> animales “falso positivo” (A: 13; B: 29). La existencia <strong>de</strong><br />

estos resultados podrían ser atribuidos probablemente a la dificultad que presenta la<br />

eliminación, mediante el lavado, <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong>l leche <strong>de</strong> <strong>las</strong> placas <strong>de</strong> reacción<br />

(Diéguez, 2007).<br />

Los valores <strong>de</strong> Kappa hallados reflejan <strong>una</strong> alta correlación para los 2 ELISA-<br />

Ac anti-p80 testados pudiendo ser a<strong>de</strong>cuado su empleo para el diagnóstico rutinario. La<br />

elección <strong>de</strong> uno u otro <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s y objetivos establecidos. En nuestro<br />

caso, el ELISA <strong>de</strong> elección <strong>de</strong>berá poseer <strong>una</strong> alta Se, ya que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> usarlo para el<br />

análisis <strong>de</strong> animales <strong>de</strong> manera individual, también se empleará para la vigilancia <strong>de</strong><br />

rebaños a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT.<br />

Al realizar la comparación con los 2 ELISA-Ac totales (C y D), se observó <strong>una</strong><br />

Se mayor en el ELISA C (98,9%) con 2 resultados “falso negativo” frente al 94,3% <strong>de</strong>l<br />

ELISA D con 10 “falso negativo”.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 151<br />

Así, se apreció que existía un nº elevado <strong>de</strong> animales con serología negativa y<br />

positividad en la muestra <strong>de</strong> leche. Seguramente se trataba <strong>de</strong> animales vac<strong>una</strong>dos con<br />

vac<strong>una</strong> inactivada que no fueron <strong>de</strong>tectados al emplear el ELISA-Ac anti-p80, pero sí al<br />

emplear ELISA-Ac totales.<br />

La mayor Sp correspon<strong>de</strong> igualmente al ELISA C (91,6 %) que presenta un<br />

menor número <strong>de</strong> animales “falso positivo” (36) que el ELISA D (56). Los resultados<br />

“falso positivo” podrían pertenecer a animales vac<strong>una</strong>dos con vac<strong>una</strong> inactivada que se<br />

<strong>de</strong>tectan con los ELISA-Ac totales, en <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche, pero no con el ELISA-Ac<br />

anti-p80 empleado en el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero.<br />

Los valores <strong>de</strong> Kappa hallados en el caso <strong>de</strong> los ELISA-Ac totales (C y D), a<br />

pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> excepciones comentadas, también presentan <strong>una</strong> buena correlación aunque,<br />

con valores menos favorables que los que presentan los ELISA A y B, para <strong>de</strong>tección <strong>de</strong><br />

Acs anti-p80.<br />

<strong>Las</strong> áreas <strong>de</strong> <strong>las</strong> curvas ROC halladas reflejan, igualmente, <strong>una</strong> alta correlación<br />

para los 4 ELISA testados, por tanto, todos los kits <strong>son</strong> aptos para ser empleados en el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> rutina y la elección <strong>de</strong> unos u otros, así como el ajuste <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong><br />

corte <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la población objeto <strong>de</strong> estudio.<br />

En el estudio <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac testados frente a IBR, la mayor Se hallada<br />

correspon<strong>de</strong> al ELISA D (99,6%) y la menor al ELISA B (94,3%). El ELISA D será<br />

pues, capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar un mayor número <strong>de</strong> animales positivos. Por otra parte, el<br />

número <strong>de</strong> animales “falso negativo” en <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche (animales positivos que<br />

no <strong>son</strong> <strong>de</strong>tectados) aumenta al disminuir el valor <strong>de</strong> Se <strong>de</strong>l ELISA (A: 4; B: 13; C: 4; D:<br />

1). La existencia <strong>de</strong> animales “falso negativo” se pue<strong>de</strong> justificar teniendo en cuenta que<br />

el nivel <strong>de</strong> Acs en suero pue<strong>de</strong>n ser hasta 20 o 40 veces mayor que en leche, como así<br />

recogen diferentes autores en estudios similares (Dannachers et al., 1984; Kerkhofs et<br />

al. 1991; Kramps et al., 1999). A<strong>de</strong>más el ELISA empleado para el análisis <strong>de</strong> los<br />

sueros era frente a la gB mientras que los ELISA B, C y D eran frente a Acs totales. Los


152<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

ELISA-gB presentan mayor Se (Beer y König, 2006; Kramps y cols., 1994; Kramps y<br />

cols., 2004; Schelp y Egli, 2006).<br />

Los valores <strong>de</strong> Sp <strong>de</strong> los 4 ELISA-Ac fueron <strong>de</strong>l 100% en los ELISA A, B y C<br />

y <strong>de</strong>l 96,4% en el ELISA D. Este valor aumentó, al disminuir el número <strong>de</strong> muestras<br />

“falso positivo” (animales negativos <strong>de</strong>tectados como positivos) (A: 0; B: 0; C: 0; D: 5).<br />

La existencia <strong>de</strong> estos resultados podrían ser atribuidos probablemente a la falta <strong>de</strong><br />

homogeneidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche y a la dificultad que presenta la eliminación,<br />

mediante lavado, <strong>de</strong> dichas muestras <strong>de</strong> <strong>las</strong> placas <strong>de</strong> reacción (Diéguez, 2007; Kramps<br />

y cols., 2004).<br />

Los valores <strong>de</strong> Kappa y <strong>las</strong> áreas <strong>de</strong> <strong>las</strong> curvas ROC hallados, reflejan <strong>una</strong><br />

alta correlación para los 4 ELISA testados, por tanto, todos los kits <strong>son</strong> aptos para ser<br />

empleados en el diagnóstico <strong>de</strong> rutina. La elección <strong>de</strong> unos u otros, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> varios<br />

factores. Así por ejemplo, <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la población a estudiar, el objetivo <strong>de</strong>l<br />

estudio, la disponibilidad, el precio, la facilidad <strong>de</strong> manejo, la estabilidad en el tiempo,<br />

etc. En nuestro caso, el objetivo fundamental, es el empleo para vigilancia <strong>de</strong> los<br />

rebaños, con el fin <strong>de</strong> eliminar <strong>las</strong> infecciones existentes y evitar la entrada <strong>de</strong> nuevas<br />

infecciones. Por tanto, se empleará un ELISA-Ac con <strong>una</strong> alta Se, que permitirá<br />

i<strong>de</strong>ntificar a todos los animales con posible infección y alertar con rapi<strong>de</strong>z la entrada <strong>de</strong><br />

<strong>una</strong> nueva infección.<br />

Así mismo, observando los puntos <strong>de</strong> correlación <strong>de</strong> <strong>las</strong> curvas ROC, se podrían<br />

ajustar los puntos <strong>de</strong> corte según la necesidad <strong>de</strong>l momento, mediante el aumento o<br />

disminución <strong>de</strong> la Se y la Sp, como ya se observó en trabajos anteriores (Beau<strong>de</strong>au y<br />

cols., 2001a; Beau<strong>de</strong>au y cols., 2001b).<br />

Debido a los buenos resultados <strong>de</strong> correlación obtenidos en el estudio que<br />

acabamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar se podría consi<strong>de</strong>rar la muestra <strong>de</strong> leche como <strong>una</strong> buena<br />

elección para la realización <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> Acs frente a la BVD y la IBR, aunque es<br />

necesario ajustar los puntos <strong>de</strong> corte para <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> leche (Kramps y cols., 2004;<br />

Obando y cols., 2003). La obtención <strong>de</strong> dicha muestra <strong>de</strong> manera incruenta, disminuiría


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 153<br />

el estrés que plantea la recogida <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> suero, así como el riesgo <strong>de</strong> los<br />

operarios y la reducción en el coste y en el tiempo <strong>de</strong> la obtención <strong>de</strong> la muestra<br />

(Beau<strong>de</strong>au y cols., 2001a; Beau<strong>de</strong>au y cols., 2001b).<br />

III.4.3.- CONCORDANCIA ENTRE LOS NIVELES DE ACS EN MUESTRAS DE LT Y<br />

LA PREVALENCIA DEL REBAÑO FRENTE A LA BVD Y A LA IBR<br />

En el estudio <strong>de</strong> concordancia para BVD se emplearon 2 ELISA-Ac anti-p80 y 2<br />

ELISA-Ac totales. Estudiando, por separado, los grupos <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos y no<br />

vac<strong>una</strong>dos, sólo se obtuvieron diferencias significativas en los valores <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong><br />

baja prevalencia en los ELISA-Ac totales. Esta diferencia se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ber a que los<br />

animales con infección natural tienen unos niveles <strong>de</strong> Acs mucho mayores que los<br />

generados en los animales vac<strong>una</strong>dos (Houe y cols., 1995). <strong>Las</strong> vac<strong>una</strong>s suelen inducir<br />

mayor respuesta celular que humoral y ésta varía con el tipo <strong>de</strong> vac<strong>una</strong> tanto en el<br />

tiempo <strong>de</strong> aparición <strong>de</strong> los Acs neutralizantes como en el nivel <strong>de</strong> los mismos<br />

(DesCôteaux y cols., 2003; Fulton y cols., 2003). En <strong>las</strong> explotaciones con niveles altos<br />

<strong>de</strong> seroprevalencia, <strong>las</strong> lecturas <strong>de</strong> DO se compensan pero, en <strong>las</strong> <strong>de</strong> bajo nivel <strong>de</strong><br />

prevalencia (< 25%), <strong>las</strong> diferencias entre niveles <strong>de</strong> Ac pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>tectables.<br />

Los índices Kappa reflejan <strong>una</strong> buena correlación para los 4 ELISA-Ac testados,<br />

pudiendo ser empleados para los estudios <strong>de</strong> prevalencia <strong>de</strong> rebaño. Así mismo, los<br />

gráficos <strong>de</strong> dispersión obtenidos para cada ELISA reflejan un buen agrupamiento <strong>de</strong> los<br />

resultados.<br />

En el estudio <strong>de</strong> concordancia para IBR, inicialmente se analizaron <strong>las</strong> muestras<br />

<strong>de</strong> todos los rebaños en conjunto y posteriormente, <strong>las</strong> <strong>de</strong> los <strong>de</strong> rebaños vac<strong>una</strong>dos y no<br />

vac<strong>una</strong>dos por separado. Debido a los resultados dispares obtenidos y al bajo número <strong>de</strong><br />

muestras <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque <strong>de</strong> explotaciones vac<strong>una</strong>das (48), se <strong>de</strong>cidió la exclusión <strong>de</strong><br />

dichas muestras <strong>de</strong>l estudio. Por tanto, los resultados reflejados en este apartado se<br />

refieren, únicamente, a <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> LT <strong>de</strong> los rebaños no vac<strong>una</strong>dos.


154<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

En el momento <strong>de</strong>l estudio, la vac<strong>una</strong>ción se realizaba con vac<strong>una</strong> convencional<br />

no marcadora. Como cabía esperar, no existe ningún rebaño vac<strong>una</strong>do con < 5% <strong>de</strong><br />

prevalencia, pero sí se encontraron 3 rebaños con <strong>una</strong> prevalencia entre el 5-20%, tal<br />

vez <strong>de</strong>bido a fallos en la vac<strong>una</strong>ción. Existe otro rebaño con prevalencia entre el 20-<br />

60% que o bien, presentó un fallo en la vac<strong>una</strong>ción o bien, no vacunó a todo el efectivo<br />

<strong>de</strong>l rebaño. Los 44 rebaños restantes poseían <strong>una</strong> prevalencia > 60%.<br />

Por tanto, los intervalos hallados permitirán, según el valor obtenido a partir <strong>de</strong><br />

la muestra <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque, establecer la prevalencia <strong>de</strong> IBR en un rebaño no<br />

vac<strong>una</strong>do o que emplea vac<strong>una</strong> marcadora. Para rebaños vac<strong>una</strong>dos con vac<strong>una</strong> no<br />

marcadora, sería necesario realizar un estudio más amplio ya que, a priori, no parece<br />

que los valores obtenidos para los rebaños no vac<strong>una</strong>dos sean aplicables directamente a<br />

dicho colectivo.<br />

Por otro lado, los índices kappa obtenidos reflejan un correlación mo<strong>de</strong>rada para<br />

los 4 ELISA-Ac utilizados, por tanto, es importante seleccionar el ELISA más a<strong>de</strong>cuado<br />

en cada caso. Como era <strong>de</strong> esperar, los valores <strong>de</strong> kappa lineal fueron menores que los<br />

<strong>de</strong> kappa cuadrática porque la primera penaliza igual a todos los valores erróneos<br />

mientras que, la cuadrática, penaliza mucho más a los valores extremos que a los que,<br />

siendo erróneos, se incluyen en un grupo próximo al que sería el correcto. Ésta situación<br />

se observó los gráficos <strong>de</strong> dispersión, elaborados para cada uno <strong>de</strong> los ELISA-Ac<br />

empleados en el estudio. Se pue<strong>de</strong> apreciar que existió <strong>una</strong> baja dispersión <strong>de</strong> los<br />

valores y, que los valores que se encuentraban fuera <strong>de</strong>l intervalo correspondiente,<br />

solían hallarse en los grupos adyacentes.<br />

El establecimiento <strong>de</strong> la concordancia, entre los valores en los niveles <strong>de</strong> Acs en<br />

la muestra <strong>de</strong> LT con la prevalencia <strong>de</strong>l rebaño, constituye <strong>una</strong> herramienta más en el<br />

control <strong>de</strong> la BVD y <strong>de</strong> la IBR en un rebaño. Así, se pue<strong>de</strong> realizar <strong>una</strong> c<strong>las</strong>ificación<br />

inicial <strong>de</strong> un rebaño y ayudar, mediante la monitorización a partir <strong>de</strong> dicha muestra, al<br />

control y vigilancia en el tiempo, como se pue<strong>de</strong> observar en muchos programas <strong>de</strong><br />

control <strong>de</strong> dichas enfermeda<strong>de</strong>s en diferentes regiones o países.


CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO 155<br />

Así por ejemplo, en el programa <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la BVD en Bretaña, se empleó la<br />

muestra <strong>de</strong> LT para la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños <strong>de</strong> leche en 3 categorías: < 10% <strong>de</strong><br />

prevalencia, entre el 10-30% y > <strong>de</strong>l 30% (Beau<strong>de</strong>au y cols., 2001c; Joly y cols., 2005).<br />

En los programas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la BVD en Escandinavia, se empleó para la distinción<br />

entre los rebaños infectados y no infectados y para su posterior monitorización (Hult y<br />

cols., 2005; Lindberg y cols., 1999; Rikula y cols., 2005). En el programa <strong>de</strong> control<br />

danés para la IBR, la muestra <strong>de</strong> LT se empleó para la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

explotaciones infectadas y libres (Nylin y cols., 2000). Otro ejemplo fue el empleo <strong>de</strong><br />

dicha muestra en la c<strong>las</strong>ificación inicial <strong>de</strong> los rebaños, para IBR y BVD, en Perú (Stahl<br />

y cols., 2002).<br />

Aún así, es necesario tener en cuenta <strong>las</strong> excepciones que podrían provocar <strong>una</strong><br />

incorrecta c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños respecto a la prevalencia. Es posible que la<br />

existencia <strong>de</strong> un pequeño grupo <strong>de</strong> animales con títulos <strong>de</strong> Acs elevados, <strong>de</strong> lugar a un<br />

alto nivel <strong>de</strong> Acs en la muestra <strong>de</strong> LT, reflejando <strong>una</strong> HTP mayor <strong>de</strong> la real (Frediksen y<br />

cols., 1998). Por el contrario, la presencia <strong>de</strong> animales PI en el grupo <strong>de</strong> lactación pue<strong>de</strong><br />

provocar, que el virus excretado por dichos animales neutralice los Acs presentes en la<br />

muestra <strong>de</strong> LT, produciendo <strong>una</strong> menor lectura en los niveles <strong>de</strong> Acs en la muestras <strong>de</strong><br />

LT, reflejando <strong>una</strong> HTP menor <strong>de</strong> la real (Carnero y cols., 2007; Niskanen, 1995).<br />

Igualmente, <strong>una</strong> única muestra <strong>de</strong> LT no es suficiente para conocer la antigüedad<br />

<strong>de</strong> <strong>una</strong> infección, ya que no permite distinguir un rebaño con <strong>una</strong> infección activa <strong>de</strong><br />

otro con <strong>una</strong> infección eliminada recientemente. Sin embargo, el seguimento en el<br />

tiempo a partir <strong>de</strong>l tanque, sí permite conocer la evolución <strong>de</strong>l rebaño, comparando los<br />

niveles <strong>de</strong> Acs observados en los muestreos periódicos (Franken, 2006; Valle y cols.,<br />

2001).


156<br />

CAP.III: ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

III.5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />

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Beau<strong>de</strong>au, F.; Belloc, C.; Seegers, H.; Assié, S. ; Pourquier, P. ; Joly, A. (2001b).<br />

Informative value of an indirect enzyme-linked inmunosorbent assay (ELISA)<br />

for the <strong>de</strong>tection of bovine viral diarrhoea virus (BVDV) antibodies in milk. J.<br />

Vet. Med. B, 48: 705-712.<br />

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immune responses in dairy heifers vaccinated with 3 different commercial<br />

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Diéguez, F.J. (2007). Programa <strong>de</strong> control <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s infecciosas endémicas <strong>de</strong>l<br />

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Tesis doctoral. Faculta<strong>de</strong> <strong>de</strong> Veterinaria <strong>de</strong> Lugo. Universida<strong>de</strong> <strong>de</strong> Santiago <strong>de</strong><br />

Compostela.


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Franken, P. (2006). BoHV-1 eradication: costs and benefits, the dutch experience.<br />

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160<br />

CAP.IV: CONCLUSIONES


CAP.IV: CONCLUSIONES 161<br />

Conclusión 1.- La seroprevalencia <strong>de</strong> BVD, en el estudio <strong>de</strong> 2000, fue <strong>de</strong>l 60,5% para<br />

los rebaños y <strong>de</strong>l 30,1% para los animales. Se observó <strong>una</strong> mayor<br />

prevalencia en los rebaños <strong>de</strong> leche y en los animales <strong>de</strong> aptitud cárnica.<br />

En el estudio <strong>de</strong> 2004, la seroprevalencia por rebaño se estableció en el<br />

52,0% y por animal en el 25,0%. En esta ocasión, la seropositividad fue<br />

mayor para los rebaños y animales <strong>de</strong> aptitud cárnica. Comparando<br />

ambos estudios se <strong>de</strong>tectó <strong>una</strong> mejor situación en la población <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

ADSG.<br />

Conclusión 2.- La seroprevalencia <strong>de</strong> IBR, en el estudio <strong>de</strong> 2000, se situó en el 50,4%<br />

<strong>de</strong> los rebaños y el 38,4% <strong>de</strong> los animales, siendo más elevada en los<br />

rebaños <strong>de</strong> aptitud láctea. En el estudio <strong>de</strong>l 2004, la seroprevalencia se<br />

estableció en el 47,2% para los rebaños y en el 35,7% para los animales,<br />

siendo igualmente, mayor en los rebaños <strong>de</strong> leche. Comparando ambos<br />

estudios, no se observaron diferencias significativas entre ambas<br />

poblaciones. Los valores <strong>de</strong> seroprevalencia hallados no indican,<br />

realmente, el grado <strong>de</strong> infección, ya no se pudo distinguir entre los Acs<br />

<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección y los <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la vac<strong>una</strong>ción.<br />

Conclusión 3.- La seroprevalencia <strong>de</strong> neosporosis bovina, en el estudio <strong>de</strong>l 2000, se<br />

estableció en el 25,8% <strong>de</strong> los rebaños y el 15,9% <strong>de</strong> los animales, siendo<br />

mayor para los rebaños y animales <strong>de</strong> aptitud láctea. En el estudio <strong>de</strong>l<br />

2004 la prevalencia por rebaño se estableció en un 80,6% y por animal<br />

en un 23,2%. En este caso, la seroprevalencia fue mayor para los<br />

rebaños <strong>de</strong> leche y para los animales <strong>de</strong> carne.<br />

Conclusión 4.- Tanto en los estudios <strong>de</strong> BVD, como <strong>de</strong> IBR y neosporosis bovina, se<br />

observó que el porcentaje <strong>de</strong> seropositividad aumentaba, <strong>de</strong> manera<br />

significativa, al incrementarse el tamaño <strong>de</strong> los rebaños y la edad <strong>de</strong> los<br />

animales. A pesar <strong>de</strong> ello, se observó un menor riesgo <strong>de</strong> infección por


162<br />

CAP.IV: CONCLUSIONES<br />

BVD y menor porcentaje <strong>de</strong> seropositividad frente a IBR, en los rebaños<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG.<br />

Conclusión 5.- Todos los ELISA <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> anticuerpos frente a BVD e IBR,<br />

empleados en el estudio comparativo entre <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero leche<br />

individuales, presentaron buenos resultados <strong>de</strong> correlación, por lo que se<br />

pue<strong>de</strong> concluír, que la muestra <strong>de</strong> leche es válida para el estudio <strong>de</strong><br />

anticuerpos <strong>de</strong> manera individual.<br />

Conclusión 6.- Los 4 ELISA <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> anticuerpos frente a BVD, empleados en<br />

el estudio <strong>de</strong> concordancia <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> anticuerpos <strong>de</strong> la muestra<br />

<strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque con la prevalencia <strong>de</strong>l rebaño, presentaron buenos<br />

valores <strong>de</strong> concordancia. Así, se pudieron establecer los puntos <strong>de</strong> corte<br />

e intervalos, que permitirán realizar <strong>una</strong> c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños,<br />

según el nivel <strong>de</strong> seroprevalencia, frente a BVD y la monitorización<br />

para el seguimento periódico <strong>de</strong>l mismo.<br />

Conclusión 7.- Los 4 ELISA <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> anticuerpos frente a IBR, empleados en el<br />

estudio <strong>de</strong> concordancia <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> anticuerpos <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong><br />

leche <strong>de</strong> tanque con la prevalencia <strong>de</strong>l rebaño, presentaron valores<br />

mo<strong>de</strong>rados <strong>de</strong> concordancia, para los rebaños no vac<strong>una</strong>dos. En los<br />

rebaños vac<strong>una</strong>dos con vac<strong>una</strong> marcadora no se pudo realizar el estudio.<br />

Por tanto, aunque la muestra <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque pue<strong>de</strong> ser útil para la<br />

monitorización <strong>de</strong> los rebaños, en la c<strong>las</strong>ificación inicial <strong>de</strong> los mismos<br />

podría presentar problemas en algunos rebaños.


CAP.V: RESUMEN 163<br />

En esta tesis doctoral, se realizó el primer acercamiento a la importancia que la<br />

BVD, la IBR y la neosporosis bovina tienen en la cabaña gana<strong>de</strong>ra gallega.<br />

Se comenzó el trabajo por la realización <strong>de</strong> un estudio <strong>de</strong> seroprevalencia en<br />

Galicia en el año 2000. Los resultados obtenidos permitieron comprobar la amplia<br />

expansión <strong>de</strong> los 3 procesos. En el caso <strong>de</strong> la IBR, los resultados <strong>de</strong> seroprevalencia<br />

hallados, no reflejan el grado real <strong>de</strong> infección. La vac<strong>una</strong>ción frente a la IBR está muy<br />

extendida y, en el momento <strong>de</strong>l estudio, se realizaba con vac<strong>una</strong>s convencionales y el<br />

ELISA empleado <strong>de</strong>tecta Acs frente a la gB. Por tanto, no se pue<strong>de</strong> diferenciar si los<br />

Acs <strong>de</strong>tectados proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> infecciones naturales o <strong>de</strong> vac<strong>una</strong>ciones.<br />

Aunque los valores <strong>de</strong> seroprevalencia hallados <strong>son</strong> altos, no <strong>son</strong> peores que los<br />

<strong>de</strong> otros países <strong>de</strong> nuestro entorno. El hecho <strong>de</strong> que haya países con programas <strong>de</strong><br />

erradicación en curso y que España y Galicia, sean eminentemente importadores <strong>de</strong><br />

ganado, hace necesario el establecimiento <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> control en España, para<br />

evitar ser los receptores <strong>de</strong> animales <strong>de</strong>sechados <strong>de</strong> dichos países.<br />

Al constituirse <strong>las</strong> ADSG en Galicia, se consi<strong>de</strong>ró necesaria la inclusión <strong>de</strong><br />

programas sanitarios obligatorios para la BVD, la IBR y la neosporosis bovina, entre<br />

otros. Ante esta situación, se realizó el estudio <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong>l 2004, sobre los<br />

rebaños <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, como paso previo para la aplicación <strong>de</strong>l programa sanitario, con<br />

<strong>las</strong> medidas más a<strong>de</strong>cuadas para cada caso.<br />

Con este segundo estudio <strong>de</strong> seroprevalencia, se pudo conocer la importancia <strong>de</strong><br />

dichos procesos en los rebaños pertenecientes a <strong>las</strong> ADSG. Mediante el análisis <strong>de</strong><br />

todos los animales mayores <strong>de</strong> 1 año, <strong>de</strong> todos los rebaños <strong>de</strong> <strong>las</strong> ADSG, también se<br />

pudieron i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> explotaciones libres <strong>de</strong> BVD, IBR o neosporosis bovina que<br />

jugarán un papel fundamental, como fuente <strong>de</strong> reposición para el resto <strong>de</strong> los rebaños.<br />

Se i<strong>de</strong>ntificaron, igualmente, los rebaños con infecciones recientes <strong>de</strong> BVD e IBR y <strong>las</strong><br />

reproductoras con infección por N. caninum.


164<br />

CAP.V: RESUMEN<br />

La carga <strong>de</strong> trabajo, el coste económico, el incremento <strong>de</strong> los rebaños que<br />

ingresan cada año en <strong>las</strong> ADSG y los trabajos <strong>de</strong> seguimento <strong>de</strong> los rebaños ya incluídos<br />

en estas asociaciones, evi<strong>de</strong>nciaron la necesidad <strong>de</strong> disminuir el número <strong>de</strong> análisis sin<br />

disminuir la eficacia y fiabilidad <strong>de</strong>l diagnóstico <strong>de</strong> laboratorio, parte fundamental <strong>de</strong>l<br />

programa <strong>de</strong> control.<br />

En este sentido, se pensó en el empleo <strong>de</strong> muestras colectivas, como la muestra<br />

<strong>de</strong> LT. Como paso previo, se realizó el estudio <strong>de</strong> correlación <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> Acs,<br />

entre <strong>las</strong> muestras <strong>de</strong> suero y leche <strong>de</strong> un mismo animal. Los resultados obtenidos<br />

evi<strong>de</strong>nciaron, que la muestra <strong>de</strong> leche tiene la misma vali<strong>de</strong>z que la muestra <strong>de</strong> suero<br />

para el análisis individual <strong>de</strong> Acs frente a BVD e IBR. Podría ser empleada como<br />

alternativa, por ser <strong>una</strong> muestra que los gana<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n recoger <strong>de</strong> manera segura y<br />

sencilla, disminuyendo el tiempo invertido por el veterinario en cada explotación.<br />

Los buenos resultados obtenidos en este estudio previo, permitieron pensar que<br />

el empleo <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT, a través <strong>de</strong>l diagnóstico <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> animales en<br />

lactación, podría ser útil, para conocer la prevalencia <strong>de</strong>l rebaño y realizar el<br />

seguimiento <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> infecciones. Con el estudio <strong>de</strong>sarrollado en esta tesis,<br />

se pudo establer la concordancia entre los niveles <strong>de</strong> Acs <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT y la<br />

seroprevalencia <strong>de</strong> la BVD en un rebaño. También se halló dicha concordancia para la<br />

IBR, pero sólo en los rebaños no vac<strong>una</strong>dos o vac<strong>una</strong>dos con vac<strong>una</strong> marcadora.<br />

Este trabajo cumplió <strong>las</strong> expectativas establecidas inicialmente. En los rebaños<br />

<strong>de</strong> leche, a partir <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT, se podrá establecer la seroprevalencia inicial, que<br />

permitirá aplicar <strong>las</strong> medidas más a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong>l programa sanitario e igualmente,<br />

realizar <strong>una</strong> vigilancia en el tiempo, mediante un muestreo períodico. Así, se podrá<br />

conocer la evolución <strong>de</strong> los rebaños tras la eliminación <strong>de</strong> <strong>una</strong> infección y se podrá<br />

<strong>de</strong>tectar <strong>de</strong> manera precoz la presencia <strong>de</strong> <strong>una</strong> nueva infección.<br />

El empleo <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> LT, el muestreo <strong>de</strong> los animales por grupos <strong>de</strong> edad<br />

y el análisis <strong>de</strong> todos los animales <strong>de</strong> nueva incorporación, en otros, <strong>son</strong> herramientas<br />

fundamentales en los programas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la BVD y la IBR.


CAP.VI:SUMMARY 165<br />

The studies presented in the present doctoral thesis were the first approximation<br />

realized to the importance that the IBR, BVD and neosporis have in the Galician cattle<br />

population, one of the most important cattle areas from Spain.<br />

The work was begun by the accomplishment of a seroprevalence study from<br />

Galicia in 2000, choosing the 3 mentioned diseases by the diverse rea<strong>son</strong>s.<br />

The fact that many European countries are free of IBR or <strong>de</strong>velope control<br />

programs, can supposes hobbles for the traffic of IBR seropositive animals.<br />

The BVD virus infection in the Galician cattle population and the economic<br />

losses generated, that were proved by diverse finds realized in the LASAPAGA, so<br />

much of serological studies, as by the often i<strong>de</strong>ntification of the etiological agent in<br />

animals or fetuses from herds with respiratory, enteric or reproductive pathologies.<br />

Finally, neosporosis was appearing, in a lot of Spanish and European papers as<br />

one of the principal cause of abortion in cattle, being able to be the response of many<br />

abortions in which the causal agent was not i<strong>de</strong>ntified.<br />

Once realized the seroprevalence study, it was verified the expansion of 3<br />

processes, though in case of the IBR the values found probably are overvalued. The<br />

vaccination against IBR is wi<strong>de</strong>spread in Galicia and in the moment of the study it was<br />

realized mainly by means of non-marker vaccines.<br />

Though the seroprevalence values found were high, they were not worse than<br />

those of other close countries. The fact that there are countries with eradication<br />

programs in process and that Spain and Galicia are eminently importing of cattle, it<br />

makes necessary the establishment of programs with strict control of purcahsed cattle.


166<br />

CAP.VI: SUMMARY<br />

With the creation of the ADSG in Galicia, the sanitary authorities, on the basis<br />

of the results obtained in 2000, consi<strong>de</strong>red to be necessary the incorporation of<br />

compulsory programs for IBR, BVD and neosporosis. Before this situation, arose the<br />

need to realize the seroprevalence study of 2004 in herds belonging to ADSG as<br />

previous step for the future application of the programs.<br />

With this second study it was possible to know the importance of the mentioned<br />

processes in herds from the ADSG. By means of serological analysis of all animals<br />

ol<strong>de</strong>r than 1 year, there could be i<strong>de</strong>ntified herds free of IBR, BVD or neosporosis that<br />

will play a fundamental role as source of reinstatement for the rest of the herds. The<br />

herds were i<strong>de</strong>ntified equally by IBR and BVD recent infections and the breeding cows<br />

by N. caninum infection, which will allow to establish the optimal measures in every<br />

herd.<br />

The load of work, the economic cost, the increase of the herds that <strong>de</strong>posit every<br />

year the ADSG and the follow-up works already inclu<strong>de</strong>d in these associations,<br />

<strong>de</strong>monstrated the need to diminish the number analysis without diminishing the<br />

efficiency and reliability of the laborator diagnosis, which is a fundamental part of the<br />

control program.<br />

In this respect several actions were thought. First, the employment of sera<br />

samples mix of several animals for the analysis of different age groups.<br />

Secondly, the employment of milk samples for the individual examination of the<br />

animals. In this respect, with the study of correlation inclu<strong>de</strong>d in this work, was<br />

observed that the sample of milk could have also validity, though bit less sensitive than<br />

the sample of serum for the individual analysis of antibodies against to IBR and BVD.<br />

Thirdly, it was thought about the employment of the sample of bulk tank milk to<br />

be able, thouhg othe diagnosis of the group animals in lactation, to know the prevalence<br />

of the herd and realize the follow-up of the evolution of the infections. The study<br />

presented in this thesis allowed to establish the agreement between the levels of


CAP.VI:SUMMARY 167<br />

antibodies of the sample of bulk tank milk and the seroprevalence of the herd for IBR<br />

and BVD.


ÍNDICE<br />

I.- INTRODUCCIÓN GENERAL<br />

I.1.- PROCESOS PATOLÓGICOS REPRODUCTIVOS ................................................................ 1<br />

I.2.- DIARREA VÍRICA BOVINA (BVD) .............................................................................. 3<br />

I.2.1.- Etiología ............................................................................................. 3<br />

I.2.2.- Epi<strong>de</strong>miología .................................................................................... 5<br />

I.2.2.1.- Prevalencia .................................................................................. 5<br />

I.2.2.2.- Factores <strong>de</strong> riesgo ........................................................................ 7<br />

I.2.3.- Patogenia y Cuadro clínico ................................................................. 8<br />

I.2.3.1.- Infección aguda ........................................................................... 8<br />

I.2.3.2.- Infección fetal ............................................................................ 10<br />

I.2.3.3.- Enfermedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> mucosas ...................................................... 11<br />

I.2.4.- Diagnóstico ....................................................................................... 12<br />

I.2.4.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> rebaños infectados ......................................... 12<br />

I.2.4.2.- Detección <strong>de</strong> PI ......................................................................... 13<br />

I.2.4.3.- Investigación <strong>de</strong> fetos y animales muertos ................................ 14<br />

I.2.5.- Control y Prevención ........................................................................ 15<br />

I.2.5.1.- C<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños según su estado sanitario ............. 15<br />

I.2.5.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados ....................................... 16<br />

I.2.5.3.- Vigilancia y monitorización ...................................................... 16


I.2.6.- Impacto económico .......................................................................... 17<br />

I.3.- RINOTRAQUEÍTIS INFECCIOSA BOVINA (IBR)........................................................... 19<br />

I.3.1.- Etiología ........................................................................................... 19<br />

I.3.2.- Epi<strong>de</strong>miología .................................................................................. 20<br />

I.3.2.1.- Prevalencia ................................................................................ 20<br />

I.3.2.2.- Factores <strong>de</strong> riesgo ...................................................................... 22<br />

I.3.3.- Patogenia y Cuadro clínico ............................................................... 23<br />

I.3.3.1.- Forma respiratoria-ocular .......................................................... 23<br />

I.3.3.2.- Forma reproductiva ................................................................... 24<br />

I.3.3.3.- Forma nerviosa o meningoencefalítica ...................................... 24<br />

I.3.3.4.- Forma sistémica ......................................................................... 25<br />

I.3.3.5.- Latencia ..................................................................................... 25<br />

I.3.4.- Diagnóstico ....................................................................................... 25<br />

I.3.4.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> rebaños infectados ......................................... 26<br />

I.3.4.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados ....................................... 27<br />

I.3.4.3.- Investigación <strong>de</strong> fetos y animales muertos ................................ 28<br />

I.3.5.- Control y Prevención ........................................................................ 28<br />

I.3.5.1.- C<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los rebaños según su estado sanitario ............. 28<br />

I.3.5.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados ....................................... 29


I.3.5.3.- Vigilancia y monitorización ...................................................... 30<br />

I.3.6.- Impacto económico .......................................................................... 31<br />

I.4.- NEOSPOROSIS BOVINA ............................................................................................. 33<br />

I.4.1.- Etiología ........................................................................................... 33<br />

I.4.2.- Epi<strong>de</strong>miología…….……………………....…………… …………..36<br />

I.4.2.1.- Prevalencia ................................................................................ 36<br />

I.4.2.2.- Factores <strong>de</strong> riesgo ...................................................................... 37<br />

I.4.3.- Patogenia y cuadro clínico ............................................................... 39<br />

I.4.3.1.- Infección aguda ......................................................................... 39<br />

I.4.3.2.- Infección crónica y reactivación ................................................ 40<br />

I.4.4.- Diagnóstico ....................................................................................... 40<br />

I.4.4.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> rebaños infectados ......................................... 40<br />

I.4.4.2.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> animales infectados ....................................... 41<br />

I.4.4.3.- Investigación <strong>de</strong> fetos ................................................................ 41<br />

I.4.5.- Control y prevención ........................................................................ 42<br />

I.4.5.1.- I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los rebaños y animales infectados ................. 43<br />

I.4.5.2.- Vigilancia y monitorización ...................................................... 43<br />

I.4.6.- Impacto económico .......................................................................... 44<br />

I.5.- ENTORNO GEOGRÁFICO Y ECONÓMICO .................................................................... 46<br />

I.6.- PERFIL DE LA TESIS ................................................................................................... 50


I.7.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................ 51<br />

II.- ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y NEOSPOROSIS BOVINA<br />

II.1.- INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 81<br />

II.2.- MATERIALES Y MÉTODOS ........................................................................................ 82<br />

II.2.1.- Muestras .......................................................................................... 82<br />

II.2.1.1.- Estudio <strong>de</strong> seroprevalencia en Galicia en el año 2000 ............. 82<br />

II.2.1.2.- Estudio <strong>de</strong> seroprevalencia en <strong>las</strong> ADSG <strong>de</strong> Galicia en el año<br />

2004 ....................................................................................................... 87<br />

II.2.2.- Técnicas <strong>de</strong> diagnóstico .................................................................. 90<br />

II.2.3.- Análisis estadístico .......................................................................... 91<br />

II.3.- RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS DE SEROPREVALENCIA DE BVD, IBR Y<br />

NEOSPOROSIS BOVINA ...................................................................................................... 94<br />

II.3.1.- Resultados <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la BVD .............. 94<br />

II.3.2.- Resultados <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la IBR ............... 98<br />

II.3.3.- Resultados <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> Neosporosis<br />

bovina ........................................................................................................ 102<br />

II.4.- DISCUSIÓN ............................................................................................................ 106<br />

II.4.1.- Discusión <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la BVD ............. 106<br />

II.4.2.- Discusión <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la IBR ............... 111


II.4.3.- Discusión <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> seroprevalencia <strong>de</strong> la neosporosis<br />

bovina ........................................................................................................ 116<br />

II.5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................................. 122<br />

III.- ESTUDIO DE CONCORDANCIA ENTRE EL NIVEL DE ACS DE LA MUESTRA DE LT Y LA<br />

PREVALENCIA DE BVD E IBR DEL REBAÑO<br />

III.1.- INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 131<br />

III.2.- MATERIALES Y MÉTODOS .................................................................................... 133<br />

III.2.1.- Animales y explotaciones muestreados ....................................... 133<br />

III.2.1.1.- Repetibilidad <strong>de</strong> diferentes ELISA-Ac frente a la BVD y la<br />

IBR con muestras <strong>de</strong> LT ........................................................................ 133<br />

III.2.1.2.- Correlación <strong>de</strong> niveles <strong>de</strong> Acs frente a la BVD y a la IBR entre<br />

muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales, por el método <strong>de</strong> ELISA-Ac . 133<br />

III.2.1.3.- Concordancia entre la muestra <strong>de</strong> LT y la prevalencia <strong>de</strong><br />

rebaño frente a la BVD y la IBR por la técnica por ELISA-Ac ............ 134<br />

III.2.2.- ELISA-Ac empleados en los estudios <strong>de</strong> repetibilidad, equivalencia<br />

y concordancia para BVD e IBR ............................................................... 135<br />

III.2.3.- Análisis estadístico ...................................................................... 137<br />

III.3.- RESULTADOS ....................................................................................................... 139<br />

III.3.1.- Repetibilidad <strong>de</strong> los diferentes ELISA-Ac frente a la BVD y la IBR<br />

a partir <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> LT ......................................................................... 139<br />

III.3.2.- Correlación <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> Acs frente a BVD e IBR entre<br />

muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales ..................................................... 139


III.3.3.- Estudio <strong>de</strong> concordancia entre los niveles <strong>de</strong> Acs en muestras <strong>de</strong><br />

LT y la prevalencia <strong>de</strong>l rebaño frente a la BVD y a la IBR ...................... 144<br />

III.4.- DISCUSIÓN ........................................................................................................... 149<br />

III.4.1.- Estudio <strong>de</strong> repetibilidad <strong>de</strong> los ELISA-Ac frente a BVD e IBR a<br />

partir <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> leche <strong>de</strong> tanque ....................................................... 149<br />

III.4.2.- Correlación <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> Acs frente a BVD e IBR entre<br />

muestras <strong>de</strong> suero y leche individuales ..................................................... 150<br />

III.4.3.- concordancia entre los niveles <strong>de</strong> Acs en muestras <strong>de</strong> LT y la<br />

prevalencia <strong>de</strong>l rebaño frente a la BVD y a la IBR ................................... 153<br />

III.5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 156<br />

IV.- CONCLUSIONES…………………………………….……………………………..161<br />

V.- RESUMEN………………………………………………………….………………163<br />

VI.- SUMMARY………………………………………….…………….……………….165

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