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LOS TAOÍSTAS
Y
EL PLAN DEL PADRE
IV
LOS OCHO INMORTALES CELESTES
LI TIEH KUAI LÜ TUNG PIN
CHANG KUO LAO HO HSIEN YU
T´ SAO KUO CHIU LAN T´ SAI HO
HAN HSIAN TZU CHUN LI CH´ UAN

PRÓLOGO
EL CONVOCANTE
En la convocatoria a los Inmortales experimenté una energía distinta a
la de las otras experiencias.
YUKTESWAR
Si vives atentamente la experiencia, la energía te resultará familiar.
Todo es así, la Energía es una sola, aunque puedan ser millones sus
formas de manifestación.
Lo erróneo es creer en la multiplicidad, en falsas identidades, en individualidades
autónomas.
Cuando te unes a la verdadera identidad, esta te conecta con lo Universal,
y lo Universal es El Padre.
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INTRODUCCIÓN
Los inmortales fueron durante siglos uno de los temas preferidos del arte chino. Se
los representó con el cuerpo cubierto de plumas o montados en grullas (aves grandes
de pico y patas largas), ya que según una antigua creencia éstas alcanzaban
más de mil años de vida, y su cabeza de color rojo simbolizaba el Yang, esto es la
fuerza vital.
También en la escritura, originalmente el ideograma o símbolo chino, significó “levantarse”,
“subir por el aire”. Más tarde los ideogramas representan “hombre” y
“montaña”, que puede interpretarse como el ser que ha alcanzado la máxima altura
espiritual.
En la literatura taoísta encontramos diversos grupos de Inmortales, con dos grandes
divisiones, terrestres y celestes.
Los terrestres habitan los bosques y los montes, mientras los celestes el Cielo y las
Islas de los Inmortales.
Los Inmortales celestes son los que alcanzaron el más alto grado de realización, y
se los describe ascendiendo al Cielo montados en grullas o dragones, como también
con figuras de animales viajando por las nubes o ascendiendo desde la profundidad
de los ríos y los lagos a las cumbres de las altas montañas. Explican los textos que
estos seres lograron la inmortalidad al haberse apartado de todos los deseos y ambiciones
mundanos.
Los Inmortales terrestres, que desarrollaron facultades mágicas, como las de someter
demonios, atravesar los bosques haciéndose invisibles para no ser atacados por
los animales salvajes, han decidido no morir pero renunciaron a entrar al Cielo.
¿Qué quiere mostrarnos con estas descripciones de los Inmortales la mitología taoísta?
Simplemente la única opción que inevitablemente tiene que tomar el alma en
su experiencia en la Tierra. El Inmortal terrestre ha elegido el poder en el mundo
para perpetuarse en la ilusión. En el Inmortal celeste la sagrada sabiduría lo ha
llevado a buscar la inmortalidad celestial, que no es otra cosa que la eternidad en
El Padre.
En esta convocatoria vamos a llamar al grupo de los “Ocho Inmortales Celestes”,
cuyos nombres aparecen en los relatos transmitidos durante la dinastía Ming.
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LI TIEH KUAI
Aparece representado con una muleta de hierro
y una calabaza que contiene drogas mágicas.
La leyenda dice que Lao Tsé bajó del Cielo para
instruir a Li Tieh Kuai en la doctrina taoísta. Poco
después alcanzó la inmortalidad y abandonó su
cuerpo para trasladarse al sagrado monte Hua.
Un discípulo debía velar por el cuerpo, con la
orden de incinerarlo si Li no retornaba en el término
de siete días. Al sexto día, el discípulo se enteró
que su madre agonizaba, entonces para poder
cumplir con su deber filial incineró el cuerpo de su
maestro. Al retornar al séptimo día, Li se encontró
con un montón de cenizas, y se vió obligado a entrar
en el cuerpo de un mendigo recién fallecido.
Así, tomó un cuerpo de cabeza puntiaguda, cabello
enmarañado, una pierna coja y ojos enormes.
Li no quería permanecer en ese cuerpo pero Lao
Tsé le pidió que no lo abandonara, y le proporcionó
una banda de oro para sujetar la enmarañada
cabellera y una muleta de hierro para que se apoyara
al andar.
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Li va caminando ayudado por su muleta de hierro, pero no está solo pues lo siguen
todos los que de algún modo están carentes de algo, físico o psíquico.
Este enjambre humano llega hasta el borde de un abismo no muy profundo, y cuyo
fondo constituye la orilla que bordea el mar de la purificación.
LI
Aquél que se resista a arrojarse al vacío jamás será liberado de aquello que lo
atormenta.
La prueba es dura pero el premio es grande.
La libertad los espera.
Li es el primero que se arroja al abismo, y uno a uno sus seguidores lo van imitando.
Ha sido tan fuerte la imantación que Li produjo sobre la muchedumbre que lo
acompañó en ese peregrinaje hacia el abismo que pocos dudaron, pues la mayoría
estaba embargada por esa fe que invade a quienes soportan una cruz consciente y
quieren liberarse de ella.
Son muy pocos los que se resisten, y permanecen paralizados en el borde del abismo.
Entonces un último peregrino se acerca al grupo de los que han dudado. Es el
maestro Yukteswar que sin decir absolutamente nada, los mira fijamente hasta el
fondo del alma para después él mismo arrojarse al abismo. A los que se resistían ya
no les queda ni el temor ni la duda, y sin vacilar siguen al maestro en su viaje a la
libertad.
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CHANG KUO LAO
Taoísta de la dinastía T´ ang. Según la leyenda
poseía un asno blanco que era capaz de recorrer
mil millas diarias, y además podía plegarse como
un pañuelo y meterse en el bolsillo; para revivirlo
bastaba con echarle un poco de agua con la mano.
El emblema de Chang es el llamado “pez tambor”,
instrumento de percusión.
Chang era un alto funcionario que despertó la
curiosidad del Emperador. Entonces preguntó sobre
él a un célebre maestro taoísta. Este le respondió
que sabía quien era Chang pero no se atrevía a
revelarlo, pues de hacerlo moriría; solo si el Emperador
en persona, descalzo y rapado, acudía a
Chang para que le perdonara esa traición, podría
volver a la vida. El Emperador así lo prometió y el
maestro taoísta le confió que Chang Ku Lao era la
encarnación del Caos Primordial, tras lo cual cayó
muerto. El Emperador cumplió la promesa, y
Chang resucitó al maestro taoísta, rociándolo con
agua. Poco después Chang se retiró a las montañas
donde murió hacia el 746. Cuando los discípulos
abrieron el ataúd lo encontraron vacío.
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Una lluvia ocupa el campo de manifestación.
La lluvia está contenida en un espacio que le impide desbordarse.
Esta lluvia es Chang, y donde se traslada riega el lugar con la naturaleza de su sabiduría.
La transmisión de esta sabiduría se produce a través de la lluvia.
Todo aquel que es humedecido por esta lluvia alcanza la comprensión y el sentido
del deber.
Estas son las características principales de los dones que aporta el contacto con la
lluvia.
Chang se mueve con libertad y discreción, prodigando su virtud donde es necesario.
Chang realiza su actividad en un bosque donde se encuentran Yogananda y Yukteswar
meditando.
YUKTESWAR
Gracias Chang por refrescar esta calurosa tarde.
Chang se manifiesta físicamente y le pide disculpas a los maestros por no haber advertido
su presencia. Yukteswar lo invita a compartir la meditación y le dice:
Propón un tema para meditar.
CHANG
Meditemos en el lugar que concentra todo, y donde todo se expande.
¿Por qué elegiste ese tema?
YUKTESWAR
CHANG
Mi corazón es ese lugar, por momentos se contrae y por momentos se expande,
y en ese juego de contracción y expansión es que encontré al Padre.
Es Él Quien siempre me acompaña y por momentos experimento el éxtasis
concentrándome en su Existencia, y en otros me maravillo en su expansión.
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T´ SAO KUO CHIU
T´sao vivió en el siglo XI d. C., durante la
dinastía Sung. Impactado y avergonzado por un
asesinato que cometió su hermano, se retiró a las
montañas para vivir como ermitaño.
Un día lo encontraron los maestros Chung Li
Chüan y Lü Tung Pin y le preguntaron qué hacía
en la montaña. T´sao respondió que investigaba la
Vía, y los maestros volvieron a preguntarle si sabía
donde estaba esa Vía. T´sao señaló el Cielo y
Ching Li Chüang sonrió y le dijo: “El corazón es
el Cielo, el Cielo es la Vía. Tú conoces el Origen
de las cosas”. Ambos maestros lo instruyeron en el
camino de la perfección y T´sao se convirtió en un
Inmortal.
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T´sao está meditando sentado a orillas de un inmenso mar.
Del mar salen tres ninfas.
Las ninfas se acercan a T´sao e intentan distraerlo de su meditación, las tres son
muy bellas pero él ignora la tentación.
Entonces las tres ninfas se convierten.
La primera es una enorme serpiente que intenta devorarlo. T´sao sigue indiferente
conectado en la meditación y la serpiente se disuelve.
La segunda se transforma en un guerrero que intenta atacarlo y matarlo. T´sao con
su indiferencia vence al guerrero.
La tercera ninfa se convierte en un poderoso mago que mediante su magia pretende
dominar su conciencia. El mago también sucumbe ante la indiferencia de T´sao
Se presenta el maestro Yukteswar y le pregunta:
¿Cuál es el poder de tu concentración para no distraerte ante tales apariciones?
T´ SAO
Así como tú mismo que estás ante mí, todo lo manifestado proviene del Padre.
Mientras lo tenga a Él en mi corazón, nada podrá distraerme.
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HAN HSIAN TZU
Era sobrino de un célebre letrado y estadista
de la dinastía T´ang. Su tío y maestro fue Han Yü
que tuvo que enfrentarse con un discípulo de fuerte
temperamento y además dotado de poderes psíquicos.
Debido a estos poderes en cierta oportunidad
hizo florecer, en pleno invierno, peonías de todos
los colores en cuyos pétalos aparecía escrito un
poema:
“Nubes ocultan la cima del Ch´ in Ling.
¿Dónde está tu hogar?
Profunda es la nieve en el paso de Lan.
Los caballos no avanzan”.
Han Hsiang Tzu vió en estas líneas un oculto
sentido, pero su tío descartó esa idea como absurda.
Poco después Hän Yu cayó en desgracia y fue
desterrado. Al llegar al paso de Lan (lugar de China)
la nieve era tan profunda que resultaba imposible
seguir adelante. Apareció su sobrino y despejó
la nieve del camino, prediciéndole además que
pronto volvería a su cargo de funcionario en el
Imperio, y se reencontraría con su familia. Efectivamente
así ocurrió.
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La escena vista desde arriba muestra a Han caminando por un sendero, hasta que
de pronto Han desaparece de la mirada.
¿Cómo ha ocurrido esto? Simplemente porque ese sendero no es horizontal sino
vertical y Han se ha elevado, desapareciendo de la observación, gracias a la entrega
y a la fe con que lo ha transitado.
Pero no todo ha sido tan fácil, pues hubo inconvenientes en el camino que él fue
sorteando con una infinita paciencia, pero logra llegar a la meta y allí se encuentra
con un puente que es el maestro Yukteswar.
En este encuentro no hay palabras, simplemente el maestro le tiende su mano, y
gracias a esta ayuda se produce su pasaje a otro plano.
Una vez hecho esto, Yukteswar retorna por el sendero, esto es, hace el camino a la
inversa, verificando que este quede abierto como vía de aceso a todo aquel que se
anime a transitarlo.
Yukteswar se encuentra con Han y el diálogo se establece en un triángulo.
HAN
Los tres (vértices del triángulo) más los dos (Han y Yukteswar) sumamos
cinco, manifestándose así el pentagrama.
Ya puedes preguntar aquello que te interesa.
YUKTESWAR
¿Cómo puedes haber ascendido tanto y conservar tu creencia en algo mágico?
HAN
Aunque no lo creas, el pentagrama es creación del Padre, como todo lo que
está manifiesto a nuestros pies.
Que quienes lo usen sean ignorantes, no soy yo quien deba aclarártelo.
YUKTESWAR
Tienes razón, no hay porqué juzgar lo justo.
Son reales tus palabras, por lo tanto dejemos las cosas donde están y pidamos
al Padre, que en una más de sus manifestaciones oriente la creencia de lo mágico
a través de la Verdad.
Esto será otro modo para lograr que el corazón del hombre encuentre el sentido
real de su existencia.
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LÜ TUNG PIN
Nació en la China septentrional en el año
798, en una familia donde sus parientes eran funcionarios
del Imperio.
Apenas había superado la adolescencia cuando
emprendió un viaje al Sur de China, teniendo
como destino los montes Lü. Allí se encontró con
el dragón de fuego, quien le obsequió una espada
mágica que le permitía esconderse en el Cielo.
En otro viaje, esta vez a una ciudad, se encontró
con el Inmortal Chung Li Chüan, que estaba
calentando vino, y como buen anfitrión lo invitó
a beber. Víctima de la borrachera Lü se durmió
profundamente y soñó que lo habían invitado a
ocupar un alto cargo con el que obtuvo grandes riquezas.
Vivió cincuenta años en la abundancia,
pero las intrigas de sus enemigos lo condujeron al
destierro y a la matanza de su familia. Cuando
despertó comprobó que todo no había sido más
que un sueño de unos minutos. Impresionado por
lo que había soñado, renunció a seguir la carrera
de funcionario, y se hizo discípulo de Chung Li
Chüan quien lo inició en la alquimia y en el arte
de la esgrima.
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Lü llegó a ver en la misericordia el camino
para lograr la perfección. La espada, que era su
emblema, no era símbolo de la destrucción sino la
victoria sobre la ambición, el odio y la ignorancia.
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Lü montado en su caballo y enarbolando una espada avanza en una impresionante
carrera, esparciendo llamaradas de fuego, y quemando todo lo que se encuentra en
su camino.
Pero no es destrucción lo que siembra a su paso sino purificación mediante ese fuego
que quema los contenidos densos de la mente.
Así Lü continúa una largo trecho, saneando el espacio de la conciencia por donde
transita.
De pronto se detiene, algo llama su atención.
En el centro del paisaje un ser luminoso se manifiesta.
Lü respetuosamente baja de su caballo y se presenta ante ese ser.
Todo el ámbito se llena de luz, envolviendo a las dos figuras.
LÜ
Señor, ¿quién eres? ¿A qué debo tu presencia?
El maestro se muestra y le dice:
Vengo a guiarte al otro mundo, dado que en éste tu tarea está cumplida.
LÜ
No entiendo lo que me dices, aún tengo mucho que hacer en este mundo.
YUKTESWAR
No es que tu tarea se interrumpa, un doble tuyo continuará con ésta, dado
que será transferido en él tu fuerza, tu decisión y tu programa.
Quedarás libre de la tarea, pero esta seguirá cumpliéndose sin ti.
¿Y cómo es esto posible?
LÜ
YUKTESWAR
Muy simple. Las energías materializan una forma que por su fuerza e inercia
siguen largamente actuando, y esto es así tanto para lo bueno como para lo malo.
Por lo tanto tu tarea está cumplida.
Ahora debes continuar tu experiencia en otro plano.
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Ambos desaparecen, dejando el maestro un haz de luz para la comprensión y guía
de quienes deban trascender su experiencia en el plano.
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HO HSIEN YU
Es el único personaje femenino del grupo de
los Ocho Inmortales. Según la tradición era de la
época de la dinastía T´ang, teniendo a los catorce
años la revelación de un espíritu que en sueños le
ordenó frotar una piedra denominada “madre de
las nubes”, hasta convertirla en un polvo que luego
debería ingerir. Ho cumplió con lo que el espíritu
le había ordenado y desde ese momento tuvo
la facultad de volar, desplazándose de cumbre en
cumbre, recogiendo frutos para su madre porque
ella ya no necesitaba alimento. Un día la Emperatriz
la llamó a su corte pero desapareció en el viaje
y se convirtió en una Inmortal.
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Ho está en el centro de un lago circular sin vegetación en sus orillas.
Ho comienza a girar y a medida que gira va ascendiendo.
Las aguas del lago también giran y ascienden con Ho, y presentan la imagen de la
prolongación de su vestido.
En este ascenso las aguas se retiran, dejando ver el fondo seco del lago de donde
surge un dragón.
El dragón con sus lenguas de fuego vaporiza el agua que se transforma en nubes
que cubren toda la región.
Las nubes estallan en lluvia, haciendo florecer la vegetación de las orillas, y devolviéndole
sus aguas al lago.
Así la región se transforma en un lugar fértil y próspero.
Ho entonces se retira por un sendero que nace en el lago y se dirige a la montaña.
Ho siente que en el camino algo la acompaña.
Es algo que la protege y que invisiblemente evita las dificultades.
Ho llega a la montaña, y allí con la vista puesta en el lago de donde salió, se pone a
meditar.
Todo el paisaje gira alrededor del pico de la montañay en un último giro todo desaparece.
Ahora Ho va subiendo en una escalera al Cielo.
De pronto la escalera se termina pero su fe le permite seguir ascendiendo.
Un espacio de tiempo marca la diferencia, porque delimita que lo adquirido hasta
ese punto no se pierde jamás. Este es el que hace de basamento para concluir el
tramo que le falta.
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LAN T´SAI HO
Lan aparece vestido con andrajos, luce un
cinto de madera negra y solo un pie lo tiene calzado
con una bota, mientras que el otro lo lleva descalzo.
En verano usaba un grueso manto y en invierno
se vestía con ropas ligeras, obteniendo calor
de su respiración ardiente. Iba por las calles
mendigando, tocando las castañuelas y generalmente
borracho. Arrastraba un cordel donde ensartaba
las monedas que le daban, y cuenta la leyenda,
que un día al entrar a una posada, se desnudó y
montado sobre una grulla desapareció entre las
nubes.
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En el centro de un bosque algo se mueve debajo de una gruesa capa de hojas.
Por fin Lan aparece.
Lan se ha despertado de una muy prolongada siesta.
Teniendo en cuenta las capas de hojas que han dejado los sucesivos otoños, la siesta
de Lan duró varios años.
Pero Lan despierta como si esa siesta hubiese durado un instante, se sacude las
hojas y emprende la marcha.
Sale del bosque que protegió su siesta, y encara un camino como si ya lo conociera.
Lan atraviesa pueblos, sembradíos, desiertos, nuevos pueblos y así sin parar llega a
un monasterio.
Cansado y hambriento golpea las puertas y sale a atenderlo un monje muy pequeñito,
que lo provee de lo que necesita, cerrando después las puertas y dejándolo afuera.
Lan protesta, vuelve a golpear enojado las puertas y nuevamente el pequeño monje
sale a atenderlo.
Él le pide pasar para descansar, entonces el monje le dice que tiene que pasar por
tres pruebas para ingresar al monasterio.
La primera es demostrar que es más grande que el monje.
La segunda es que puede ser más agudo que el filo de una espada.
La tercera, visualizar a aquel que es el espíritu del monasterio.
Lan se ríe ante la primera dificultad.
LAN
¿Cómo no voy a ser más grande que tú si a la vista está?
EL PEQUEÑO MONJE
Has perdido a causa de tu vanidad y tu ceguera, aunque no puedes comprenderlo.
Para tratar de entenderlo enfrenta la segunda prueba.
LAN
Puedo perforar lo más pequeño de lo pequeño sin que este sienta el más mínimo
dolor.
La espada le responde:
Has perdido porque lo más pequeño de lo pequeño es la Nada, y la Nada no
se puede perforar.
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El pequeño monje se ríe y Lan continúa sin comprender.
LA ESPADA
Pasa a la tercera prueba, quizás ahí tendrás tu oportunidad.
Lan se concentra tratando de establecer la conexión con el espíritu del monasterio,
pero son tales su vergüenza y su desconcierto por las pruebas anteriores que su
concentración es muy distinta a la habitual, tan distinta que se concentra de tal modo
que llega a encontrarse en la presencia del Padre, que le dice:
Gracias a fracasar en las dos primeras pruebas lograste el despojamiento que
te trajo hasta mí.
Regresa y agradece al maestro monje y al maestro espada la oportunidad que
te brindaron para lograr tu conexión.
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CHUNG LI CH´ UAN
Se lo representa como un hombre corpulento,
con la barba hasta el ombligo, pelado, colgándole
dos rulos desde las sienes. Comenta la leyenda que
era un general que tras perder una batalla contra
los tibetanos se retiró a las montañas donde encontró
a cinco santos que lo iniciaron en la doctrina de
la inmortalidad. Después de muchos años de preparación,
una noche, entre los sones de una música
celestial, fue transportado en una nube a las regiones
de los Inmortales.
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Aparece un libro dorado de tapas rojas.
El libro se abre y de sus páginas surge un aroma que se transforma en la figura de
Chung.
Este libro pertenece a un templo del cual Chung es devoto.
Entre el libro y Chung hay una relación muy profunda.
Chung es la manifestación física de los contenidos de ese libro que exalta la virtud y
eleva la Verdad, hasta un plano que le está velado a los hombres, pero que puede
ser comprendido por el solo hecho de leerlo.
Chung sale del templo donde se encuentra el libro y emprende la marcha por un
camino paralelo al mismo. Este camino paralelo al templo tiene dos direcciones,
una hacia el Este y otra hacia el Oeste.
Chung para cumplir con los mandatos se divide en dos, y en cada una de sus partes
emprende el camino en direcciones opuestas.
Ambas partes recorren el mundo hasta encontrarse nuevamente en el punto de partida.
Al encontrarse transmutan sus identidades y cada una realiza la otra mitad del camino,
completando así el círculo perfecto.
Cuando vuelven a unirse en las puertas del templo, el tiempo pasado ha sido inconmensurable,
pero he aquí que en la unión de la suma de experiencias el objeto
que ha resultado se quiebra en mil pedazos, y los pedazos se transforman en polvo,
y el polvo transportado por el viento del Este y del Oeste se esparce por todo el planeta.
Este polvo lleva el corazón de la experiencia y será transmitido a todo aquel que
tenga la capacidad de absorberlo y procesarlo.
Es increíble el efecto que esto produce, integrándose esta experiencia al Gran Plan
del Padre que de distintos modos y formas increíblemente manifestadas, va sembrando
el planeta para posibilitar la experiencia a todos aquellos que tengan un
poco de fe, aunque sea del tamaño de una semilla de mostaza.
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EPÍLOGO
YUKTESWAR
¿Qué es la inmortalidad?
nada más.
No es una idea, no es un concepto, es un estado en el cual Yo soy Yo y
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