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LA GRAN RECEPCIÓN AL PADRE<br />

I I<br />

ASCETAS CRISTIANOS


JESÚS<br />

Muy pocos entendieron la esencia de mi mensaje, entre estos se encuentran los<br />

ascetas quienes intuyeron que las experiencias no eran en este plano, y pudieron a<br />

través de la conexión con mi Energía, realizar su verdadera identidad.<br />

Hoy son convocados para dar testimonio de la veracidad de mis palabras, y así<br />

canalizar la Energía Divina en un estado más puro.<br />

Yo estaré con ellos, y ellos viven en Mi.<br />

3


SAN ANTONIO ANACORETA<br />

San Antonio repite un mantram<br />

Señor, perdona mis pecados.<br />

Jesús le responde<br />

Libérate de toda idea de pecado.<br />

Brilla en tu primitiva pureza, y deja<br />

que El Padre despierte Mi Esencia<br />

dentro tuyo.<br />

5


SAN PABLO DE TEBAS<br />

San Pablo camina por el desierto repitiendo un mantram.<br />

Padre, que pueda yo ver tu rostro.<br />

Padre, tus rostros son infinitos.<br />

El Padre le dice:<br />

Más allá de todos los rostros,<br />

Te hallarás en Mi Presencia.<br />

6


SANTA MARÍA EGIPCIACA<br />

Santa María arrodillada canta un mantram.<br />

Este plano no es real,<br />

Padre, muéstrame tu morada.<br />

Jesús se le acerca, la mira en los ojos, diciéndole:<br />

Su morada se encuentra en tu interior,<br />

mantén la chispa encendida,<br />

y Él la transformará en el fuego<br />

devorador de la ignorancia.<br />

7


APA DOULAS<br />

Su presencia no es visible.<br />

Se ve la corteza de un gran árbol, en cuyo tronco<br />

está abierto un espacio muy luminoso que muestra<br />

toda su red nerviosa y de alimentación.<br />

Esta imagen puede ser la de cualquier ser viviente.<br />

Los canales son espacios donde la armonía es la fluidez,<br />

si estos se obstruyen se manifiesta la inarmonía.<br />

Cada canal de conducción, además de tener esa función,<br />

tiene características sutiles que no son conscientes para el ser que las posee.<br />

Estas características son:<br />

trasladar sin retener,<br />

no excluir, no calificar.<br />

Si estas funciones se mantienen en un grado óptimo,<br />

la evolución del organismo será rápida y eficiente.<br />

¿Qué la hace rápida y eficiente? Su paridad de vibración con el resto<br />

del organismo, Cuando ésta se altera se produce la disfunción, entonces<br />

nace esa distorsión llamada enfermedad.<br />

Cada disfunción tendrá las características de la calidad y particularidad de<br />

los canales de conducción alterados.<br />

No es el encarar externamente el problema lo que produce el retorno a la<br />

función armónica, sino el detectar cual es la fuente de energía que está alterada.<br />

Por lo tanto hay que pasar del análisis de la disfunción del canal, al centro de<br />

energía que lo alimenta.<br />

Puede suponerse que el campo que produce la energía es múltiple,<br />

pero no es así. El campo es uno solo y desde esa unidad se genera la energía<br />

que alimenta las distintas funciones.<br />

En este campo o núcleo de energía hay áreas activadas y otras sin actividad.<br />

La energía consiste en la parte activada.<br />

Esta energía se proyecta en forma de canal cuando se manifiesta en el plano y<br />

al neutralizarse encontrándose activa, produce el centro de equilibrio,<br />

y así su función será perfecta.<br />

Es importante considerar que los agentes que producen la alteración no son externos,<br />

sino que tienen su origen en la envoltura de la energía.<br />

Apa Doulas ha ofrecido una enseñanza del Padre y cumplida la misión su invisible<br />

vibración se va esfumando.<br />

8


APA ELÍAS<br />

Parada en el desierto luce una roca perfectamente recortada, circular y casi chata,<br />

semejando una gran moneda de piedra. Atrás está Elías escuchando el llamado que le<br />

hace el maestro Yukteswar.<br />

ELÍAS: ¿Para qué me llamas?<br />

YUKTESWAR: ¿Qué haces en el desierto?<br />

ELÍAS: Oculto puedo ver mis miserias y las del mundo. Este desierto me permite no<br />

olvidarme ni distraerme de la existencia de esas miserias.<br />

Aquí las puedo tomar una por una y analizarlas a través del corazón, ya que en el<br />

desierto el calor funde y derrite la mente. Así se aviva el fuego del corazón, a través de<br />

cuya luz puedo ver y experimentar esas miserias y quemarlas.<br />

YUKTESWAR: ¿No crees que es hora de abandonar las miserias y llegar a un plano superior<br />

de conciencia?<br />

ELÍAS: Aún no es tiempo. Ese tiempo llegará cuando el último habitante de este planeta haya<br />

quemado en su recuerdo la última vibración del registro de la miseria.<br />

YUKTESWAR: ¿Quieres hacer un viaje para llegar a un lugar desde donde se te permitirá ver<br />

la quema de la miseria de los demás hombres?<br />

Elías acepta y el maestro lo lleva a un planeta luminoso, donde ingresa por la parte<br />

inferior y sale por la superior. Experimenta entonces con gran arrebato la<br />

magnificencia del espectáculo que tiene ante su visión, contemplando la purificación de<br />

las almas de sus miserias.<br />

ELÍAS: Nunca antes en las experiencias vividas, había tenido un registro tan pleno y<br />

profundo.<br />

YUKTESWAR. ¿Deseas ir a tu planeta personal para continuar tu evolución?<br />

El asceta asciende y apoyado en ese corazón que sabe acumular la energía, hace<br />

contacto con El Padre y a través de Él, se va elevando hacia su planeta personal.<br />

9


APA BESSARION<br />

Con aspecto de anciano, camina descalzo por el desierto, sus ropas son humildes y lleva<br />

una vara en la mano.<br />

Yogananda se presenta como el doble de Bessarion.<br />

YOGANANDA: Hermano te acompaño en el camino.<br />

El maestro y el asceta continuan juntos el camino.<br />

Aparece Vivekananda como triplicado de Bessarion.<br />

VIVEKANANDA: Hermano te acompaño en el camino.<br />

Los tres lentamente siguen viajando en el desierto.<br />

Aurobindo corre detrás de ellos y le pide que lo esperen, sentándose los cuatro a descansar.<br />

AUROBINDO. ¿Quiénes son los que te acompañan Bessarion?<br />

BESSARION: Me extraña tu pregunta, puesto que los conoces.<br />

AUROBINDO: Si los conozco, pero a través de su esencia y no de su apariencia; por eso te<br />

pregunto: ¿quiénes te acompañan con esa apariencia?<br />

BESSARION: La esencia es lo importante, la apariencia puede ser cualquiera, por eso lo que<br />

me preguntas no tiene sentido.<br />

Aurobindo queda fijado en la escena. No pregunta pero tampoco se retira,<br />

transformándose en la apariencia de Bessarion uniéndose al grupo.<br />

Chidananda los está esperando en el camino.<br />

CHIDANANDA: Me parece Bessarion que eres un gran mago y con el tema de la apariencia<br />

estás absorbiendo a mis compañeros.<br />

BESSARION: ¿Es para ti visible e identificable la esencia de cada uno?<br />

CHIDANANDA: Por supuesto<br />

BESSARION: Si esto es así, no hay magia ni mago.<br />

10


También Chidananda se transforma en la apariencia de Bessarion. Sivananda, que<br />

estuvo a cierta distancia observando lo que ocurría, explica el sentido de este extraño<br />

juego.<br />

SIVANANDA: La apariencia es el elemento contenedor, no importa cual sea, lo importante<br />

es el contenido.<br />

Contenido y forma pueden ser distintos, y la forma puede confundir distrayendo el<br />

acceso al contenido. Esta manifestación dual es característica del mundo binario.<br />

A todo contenedor le corresponde un contenido. Contenedor y contenido solo pueden<br />

captarse en su unidad a través de la percepción purificada de quien pudo atravesar su<br />

experiencia y comprender su yo real.<br />

11


JUAN COLOBOS<br />

En el fantasmático espacio del desierto se dibuja la figura de un hombre muy delgado,<br />

con el cuerpo cubierto por una túnica ajada y el rostro quemado por el Sol. Sus ojos<br />

lucen suplicantes y está parado en un remolino de arena que en forma enloquecida no<br />

cesa de girar, llevándolo sin rumbo.<br />

En el centro de la escena Yukteswar extiende su brazo y con la energía que surge de la<br />

palma de su mano detiene el remolino. El asceta cae mareado sobre la arena caliente y<br />

el maestro lo ayuda a levantarse.<br />

YUKTESWAR: ¿Con qué fin permanecías en ese remolino?<br />

JUAN COLOBOS: Estoy pidiendo a Dios que me libere de esta pesadilla.<br />

YUKTESWAR: Entonces sabías que estabas sobre tu propia pesadilla. ¿No debías haberte<br />

corrido?<br />

Juan Colobos comienza a darse cuenta que esa hubiese sido la solución en vez de<br />

suplicar y rogar desesperado la respuesta y la salvación.<br />

YUKTESWAR: Ahora que el remolino no está ¿qué harás?<br />

JUAN COLOBOS: Encontraré el verdadero sentido de la experiencia que algún día vine a<br />

hacer aquí al desierto.<br />

YUKTESWAR. Pues hazlo, no titubees. Hacia arriba es la dirección indicada. No sigas<br />

tropezando con la arena y quedando enredado en sus remolinos.<br />

Luego de decir esto, el maestro comienza a desvanecer su imagen dejando solo sus<br />

huellas sobre la arena, que a medida que se aleja también se desvanecen.<br />

El asceta con la mente más clara y el corazón más abierto que nunca, alza sus ojos y<br />

descubre el verdadero camino. Un haz de luz lo envuelve y empieza su proceso de<br />

purificación.<br />

12


JUAN CASIANO<br />

La imagen es la de un monje de edad avanzada, de espaldas y con bastón muy largo.<br />

Frente a él se abre un mandala de energía de mucha intensidad, teniendo con el mismo<br />

una conexión fuerte y clara. Este mandala irradia todas las experiencias que debe<br />

enfrentar el hombre, tanto como la actitud que tenga y el resultado que coseche.<br />

A medida que la irradiación se hace evidente Juan Casiano se transparenta hasta<br />

que se integra al mandala, desapareciendo en este. Al integrarse a este mandala surge<br />

la enseñanza traducida a nivel humano.<br />

Es notable la dificultad que existe para el hombre común de acceder a ella. Sólo está<br />

para el hombre con pureza de corazón, quien puede recepcionar esta enseñanza en su<br />

forma práctica y correcta. Recién entonces podrá transmitirla a niveles inferiores y esto<br />

se debe hacer como la madre que enseña a su hijo mediante gestos y sonidos, las<br />

primeras y balbuceantes palabras. Entonces como el niño, aunque no entienda el<br />

sentido, se apropia de las palabras por un principio de imitación, de igual manera el<br />

hombre común va recepcionando superficialmente dichos conceptos, que de algún<br />

modo una vez incorporados, van produciendo su efecto. Así inconscientemente despierta<br />

estados que no conoce pero que posee.<br />

13


ABAD MOISES<br />

Tres luces violetas forman un triángulo en un plano horizontal. Del mismo surge una<br />

figura alta y delgada, muy rígida como si fuera una escultura de metal. Las tres fuentes<br />

de luz violeta van intensificando su luminosidad, pasando a un violeta más claro,<br />

iluminando fuertemente a esa figura.<br />

Al recibir a dicha luz el Abad Moises, va cambiando su rigidez, transformándose en<br />

algo muy vivo y cálido. Es un calor que se irradia desde su corazón y va sembrando en<br />

los hombres la tibieza del mismo.<br />

La emanación es permanente porque la fuente que lo inspira es infinita.<br />

Este tibio calor tiene el poder de equilibrar todo aquello que toca, y cuando lo hace<br />

nunca más abandona a quien tiene la gracia de recibirlo.<br />

14


ABAD TEODORO<br />

El Abad Teodoro con un látigo en la mano va en un carro invisible que se desliza en un<br />

camino de dos orillas.<br />

Este látigo es de plata y no lo agita sobre las bestias que tiran el carro, sino que los<br />

latigazos los distribuye contra los hombres que transitan a lo largo de las dos orillas.<br />

Aquel que es alcanzado por el látigo recibe la violencia de la claridad. Esta es violenta<br />

porque irrumpe sin pedir permiso, y va invadiendo a aquel al que azota.<br />

15


ABAD SERENO<br />

El Abad Sereno también aparece con un látigo de plata conduciendo un carro. Atrás del<br />

vehículo corre una jauría de animales que cuando son tocados por el látigo quedan<br />

paralizados.<br />

Los que no fueron tocados huyen despavoridos en medio del caos y la confusión. Los<br />

que fueron tocados por el látigo de plata permanecen inmutables e invisibles para el<br />

resto, ya que han sido metamorfoseados.<br />

16


HESIQUIO DE BATOS<br />

Conduce un carruaje chato y de una sola rueda tirado por un caballo.<br />

Transita un camino muy árido y tiene que hacer mucho equilibrio pero el resultado es<br />

positivo.<br />

Al llegar al final del camino el caballo se transforma en un ángel, el conductor en un<br />

corazón y el carruaje en una nube que los contiene a ambos y los eleva hasta Dios.<br />

17


FILOTEO EL SINAITA<br />

Una aguja muy larga y brillante penetra en el espacio y abre una perforación en el<br />

entrecejo de Filoteo. Por allí ingresa el conocimiento, primero con dificultad, pero a<br />

medida que se va cumpliendo el proceso, el orificio se ensancha transformándose en<br />

una abundante corriente que alimenta todo el plano, modificando su vibración.<br />

18


ISAAC DE NÍNIVE<br />

Hay un bosque donde cada tronco es de oro puro y las copas y follajes de luminosos<br />

cristales transparentes.<br />

Todo viajero que atraviesa ese bosque sale transformado.<br />

Dos dragones custodian la salida (no la entrada) y con el fuego de sus bocas fijan para<br />

siempre lo que el viajero aprendió en el bosque.<br />

Isaac de Nínive es el asceta que imparte la enseñanza en ese bosque.<br />

19


CALISTO E IGNACIO XANTOPOULOS<br />

Un canal de luz muestra a los ascetas descendiendo cada uno de una nube, y penetrando<br />

en el plano oscuro. Desde su luz observan asombrados la oscuridad circundante. Se<br />

esfuerzan por encontrar en el plano algunos puntos de luz.<br />

CALISTO: Padre ¿cuál es el sentido que nos hallas enviado aquí?<br />

EL PADRE: Para que no olviden que alguna vez estuvieron en este plano.<br />

IGNACIO: ¿Y cuál es el sentido de este recuerdo?<br />

EL PADRE: Ahondar en el conocimiento de la Naturaleza Esencial y en el desarrollo aún más<br />

profundo de la piedad.<br />

CALISTO.: ¿Qué hay de este oscuro plano que alguna vez fue morada para nosotros?<br />

EL PADRE: Un Plan Cósmico de rescate de sus habitantes. La Gracia Divina ha inundado el<br />

plano.<br />

IGNACIO: Padre, alabamos Tu Misericordia.<br />

EL PADRE: Seguid siendo luminarias en este plano.<br />

20


EVAGRIO PÓNTICO<br />

En un templo casi en penumbras Evagrio Póntico escribe. Su cabeza está cubierta por<br />

un manto. Yogananda lo saluda.<br />

YOGANANDA: ¿Qué escribes?<br />

EVAGRIO PÓNTICO: Son recordatorios para encontrar el camino del Ser.<br />

VIVEKANANDA: Descubre tu cabeza (Evagrio obedece). ¿Por qué estas aquí?<br />

EVAGRIO PÓNTICO: Para encontrar el camino del Ser.<br />

AUROBINDO: ¿Lo encontraste?<br />

EVAGRIO PÓNTICO: Debo desprenderme antes de la idea del Ser, del deseo de encontrarlo.<br />

CHIDANANDA: Sal de este lugar.<br />

LAHIRI MAHASAYA: ¿No te cansaste de escribir?<br />

EVAGRIO PÓNTICO: Creo que es la forma de transmitirle a los hombres el camino del<br />

abandono, del despojo.<br />

LAHIRI MAHASAYA: Ahora Jesús y El Padre te pide que ayudes desde otro lugar.<br />

JESÚS: El Padre está elaborando un Plan para este desierto disonante.<br />

Los escritos se pierden en el tiempo y se desvirtúan en las interpretaciones de los<br />

lectores. En el Plan del Padre lo primero es la purificación para que las almas sedientas<br />

de luz puedan encontrar el camino del Ser.<br />

Evagrio Póntico abandona la pluma y el papel, se levanta de su asiento y sale afuera del<br />

templo. Junto con Jesús y Chidananda, se elevan desde la arena del desierto hasta el<br />

Sol, que en realidad es el Padre.<br />

21


MARCO EL ERMITAÑO<br />

Marco se encuentra en la soledad de una cueva.<br />

MARCO: ¿Quién me llama?<br />

Yogananda se presenta y lo saluda, siendo reconocido por el ermitaño.<br />

YOGANANDA: Has sido convocado para formar parte del Plan Divino<br />

Los dos se funden en una llama, que en su resplandor ilumina al mandala de maestros<br />

que se ha hecho presente en el interior de la cueva. Marco entonces reconoce a<br />

Vivekananda y se dirige al maestro.<br />

MARCO: Me has acompañado en las largas noches solitarias<br />

LAHIRI MAHASAYA: ¿Por qué elegiste este lugar?<br />

MARCO: Era el lugar más propicio para entablar la lucha interior y el quiebre del ego.<br />

LA MADRE DIVINA: Te acompañé en las noches de lucha y he sido un paño de agua fría<br />

que calmó tus heridas.<br />

MARCO: Desde hacia mucho tiempo que esperaba ser útil al Padre.<br />

Babaji lo saluda, mostrando la imagen de una vida en la India en la que Marco fue<br />

discípulo del gran Maestro. Luego ese grupo de chelas se desparramó y el ermitaño<br />

continuó su proceso en una cueva del desierto.<br />

Krishna danza alrededor de la llama, desprendiéndose una energía que envuelve toda la<br />

cueva.<br />

Lahiri y Yukteswar lo levantan en brazos y lo sacan de la cueva, llevándolo a un bosque<br />

inundado por el Sol, que es la Luz del Padre.<br />

EL PADRE: La experiencia de la cueva fue tu autodisciplina a través de la cual fuiste<br />

comprendiendo las verdades del alma. Pero esos días ya acabaron.<br />

MARCO: Elegí este lugar para librar la verdadera batalla. Desde este lugar, en mis visiones,<br />

he visto con decepción como la gente se ha dejado llevar cada vez más por las imágenes<br />

del mundo.<br />

22


LAHIRI: No se puede llevar a todos los hombres a las cuevas. El Plan es que las almas se<br />

purifiquen en cualquier lugar del mundo que habiten y así puedan regresar al Padre.<br />

MARCO: Estuve mucho tiempo encerrado.<br />

El ermitaño reconoce a Haydée de otra vida, cuando fue una fiel y humilde sierva del<br />

Señor y la bendice.<br />

MATAJI: Te agradezco haber acompañado a mi hermano durante mucho tiempo, y hemos<br />

aprendido mucho de tu tesón y disciplina. Recibe de nuestra parte la invitación para<br />

formar parte del mandala.<br />

Marco acepta, inclinando la cabeza en actitud de humildad.<br />

JESÚS: Eres un viejo hermano retirado.<br />

MARCO: Que me hallas llamado hermano es una bendición, un honor que no merezco.<br />

JESÚS: Lo mereces si estás dispuesto a servir al Padre.<br />

MARCO: Nunca me han ofrecido algo mejor. Es la única lucha con sentido y con gusto la<br />

voy a entablar.<br />

Los maestros y Marco se funden en una llama, que al irse extendiendo va invadiendo<br />

todo el planeta Tierra.<br />

MARCO: Es el Planeta de la destrucción<br />

Los hombres necesitan retornar a sí mismos, ya han dedicado demasiado tiempo al<br />

mundo.<br />

El cuerpo debe ser su cueva, allí deben encontrar al Señor y librar la batalla.<br />

23


MÁXIMO, EL CONFESOR<br />

De rodillas y con la mirada elevada al cielo, Máximo está rezando. Percibe la presencia<br />

de los maestros.<br />

MÁXIMO: ¿Qué desean de mí?<br />

YUKTESWAR: Ayudarte a que puedas continuar tu proceso evolutivo.<br />

MÁXIMO: ¿Quién me ofrece ayuda?<br />

YUKTESWAR: El Padre es quien la ofrece.<br />

Máximo duda que este ofrecimiento pueda ser una trampa del demonio. Entonces El<br />

Padre le envía su Energía.<br />

YUKTESWAR: ¿Puedes sentir y reconocer la Energía del Padre?<br />

MÁXIMO: Puedo sentirla y reconocerla. Estoy asombrado porque durante tantos años busqué<br />

a Dios y pensé que el real encuentro iba a ser cuando muriera, hasta que comprobé que<br />

la muerte era sólo una apariencia y que debía continuar la búsqueda del Padre y seguir<br />

purificándome. Ahora dime, ¿qué es lo que tengo que hacer?<br />

YUKTESWAR: Permítele a Jesús que te lleve a tu planeta personal a continuar tu<br />

purificación junto a su presencia para que puedas llegar a ese lugar.<br />

El planeta al que Jesús conduce a Máximo es el del Amor.<br />

JESÚS: Tienes que llegar a sentir el Amor Verdadero, el Amor del Padre. Cuando alcances ese<br />

estado serás liberado.<br />

MÁXIMO: Agradezco mucho esta ayuda del Señor.<br />

24


POIMÉN<br />

Aparece orando en el desierto, teniendo sus ojos fijos en una pintura con el rostro de<br />

Cristo. Yogananda lo saluda, y él le retribuye el saludo confundiéndolo con otro eremita<br />

del desierto.<br />

POIMÉN: Estoy muy contento con tu visita. ¿En qué puedo servirte?<br />

YOGANANDA: Vengo a decirte que tienes la oportunidad de seguir las enseñanzas de Jesús,<br />

que son las del Padre, y acelerar tu camino de liberación.<br />

La energía viene del Padre y tú debes decidir si quieres seguir ese camino.<br />

POIMÉN: Es lo que más deseo, y te agradezco profundamente que hayas venido a traerme ese<br />

mensaje del Padre.<br />

Yogananda lo traslada a su planeta personal para comenzar la experiencia de la nueva<br />

purificación. Entonces puede ver muchas de sus vidas pasadas, y el momento en que<br />

eligió el camino del desierto cuando decidió apartarse de la religiosidad oficial.<br />

25


SILVANO<br />

Está en su ermita clasificando hierbas medicinales.<br />

Es un hombre alto y de aspecto sereno. Yogananda y Yukteswar se presentan a su lado.<br />

YOGANANDA: ¿Qué haces?<br />

SILVANO: Estoy clasificando estas hierbas medicinales.<br />

YUKTESWAR: ¿Por qué haces eso?<br />

SILVANO: Es el fruto de mi experiencia en el desierto. Pasé mucho tiempo recolectando<br />

todas estas hierbas.<br />

YUKTESWAR: ¿Eran realmente esos los frutos que debías recolectar?<br />

Silvano titubea y Yogananda proyecta la imagen de un corazón que está sembrado de<br />

yuyos.<br />

YOGANANDA: Tu verdadera misión era sacar de tu corazón estos yuyos, y recoger los frutos<br />

que sembraba El Padre.<br />

El eremita se da vuelta y mira toda su colección comprendiendo que no le sirvió de<br />

nada. Entonces enciende una fogata donde arroja las hierbas y les pide a los maestros<br />

que lo lleven a buscar al Sembrador.<br />

26


SAN PACOMIO<br />

UNA VOZ: La cantidad no hace la calidad.<br />

San Pacomio está sentado en medio de una multitud de gente.<br />

YOGANANDA: El camino de Dios puede hacerse de diferentes maneras. Tú fuiste enviado<br />

para colaborar en la transmisión del mensaje y no limitaste el número a quienes se los<br />

ofrecías. Justamente eso hizo que muchas veces se perdiera la esencia misma del<br />

mensaje.<br />

SAN PACOMIO: Era tan necesario enseñar que decidí no medir el número.<br />

YOGANANDA: Ese método fue bueno, como sembrar en todos lados como para que en<br />

algún momento algo germine en algún lugar.<br />

SAN PACOMINO: Esa fue mi idea para colaborar con el Plan del Padre.<br />

San Pacomino se encuentra emocionado por haberse encontrado con alguien del nivel<br />

espiritual del maestro Yogananda.<br />

VIVEKANANDA: Te convocamos para que amplíes tu experiencia.<br />

YUKTESWAR: Has sido muy disciplinado, lo que es muy conveniente para este proceso.<br />

Pero no estuvo claro en tu experiencia la idea del silencio ya que aunque haya silencio<br />

externo absoluto, no quiere decir que se esté en contacto con Dios.<br />

El sentido de la disciplina del silencio es despertar en los humanos esa intuición de<br />

Dios. No debes confundir la disciplina con la verdadera intuición, si bien una es<br />

necesaria para el logro de la otra.<br />

SAN PACOMIO: En el momento de mi vida terrenal creí que esto era lo mejor. Instruir dar a<br />

conocer el mensaje, ayudar a lograr la conexión.<br />

AUROBINDO: La intención era buena, pero la disciplina podía quedarse en la apariencia y<br />

confundir a los discípulos.<br />

San Pacomio queda en el centro del mandala y le envían energía para purificarlo.<br />

EL PADRE: Tus intenciones para ayudar a los demás fueron buenas. Te bendigo y ahora<br />

debes tomar parte en el Plan para seguir sembrando semillas, ayudando a que germinen.<br />

SAN PACOMIO: Es un honor para mí poder servirte Padre.<br />

27


JUAN CLIMACO<br />

Camina por el desierto con túnica y bastón, Yogananda se acerca y lo saluda.<br />

JUAN CLIMACO. ¿Quién eres?<br />

YOGANANDA. Soy un maestro que junto con otros maestros estamos en la misión de ayudar<br />

a las almas a regresar a Dios.<br />

JUAN CLIMACO: El camino espiritual nunca fue seguido por muchos, pero en la medida que<br />

los tiempos fueron cambiando, las almas se fueron alejando cada vez más del deseo de<br />

una vida espiritual.<br />

YOGANANDA: Los maestros te preguntamos si estas dispuesto a enseñar a otras almas tus<br />

experiencias espirituales.<br />

JUAN CLIMACO: Se trata de trabajar para deshacerse del ego, liberarse de él, pero la gente<br />

ve esta experiencia como imposible.<br />

YOGANADA: Precisamente la tarea es ardua, pero su fruto es el único que realmente tiene<br />

valor para El Padre.<br />

VIVEKANANDA. ¿Cómo explicarías tu experiencia espiritual?<br />

JUAN CLIMACO: Consiste en la oración y en el control de sí mismo.<br />

AUROBINDO. Llegaste al desierto a renunciar al otro estilo de vida.<br />

JUAN CLIMACO: Yo lo pude hacer, pero no es una experiencia que pueda recomendar a<br />

todas las almas. Para hacer esta forma de vida hay que tener una fe muy grande, los<br />

ataques de los demonios son proporcionalmente equivalentes a esa fe.<br />

CHIDANANDA. ¿Quieres colaborar con la tarea que están haciendo los maestros?<br />

JUAN CLIMACO: En la medida que me necesiten estoy dispuesto.<br />

SIVANANDA. ¿Eres escéptico respecto a la conducta de la gente común?<br />

JUAN CLIMACO. Realmente pienso que es una senda para pocos.<br />

RAMANA MAHARSHI: Precisamente por eso queremos abrir esa senda.<br />

JUAN CLIMACO. Por ser la Voluntad del Padre, me entrego a colaborar con El Plan Divino.<br />

YUKTESWAR. No es un trabajo fácil, sino por el contrario muy dificultoso.<br />

Juan Climaco y los maestros sonríen y reciben la energía de los maestros solares.<br />

JUAN CLIMACO. Agradezco la convocatoria de los maestros y les pido la bendición.<br />

28


MACARIO EL GRANDE<br />

Macario, que viste una túnica muy sencilla, está rodeada por algunos discípulos.<br />

Yogananda lo saluda como a un maestro.<br />

YOGANANDA: Con tu experiencia puedes unirte a nosotros, para ayudar a que las almas<br />

recuerden las enseñanzas de Cristo, y así puedan llegar al Padre.<br />

Grande es la sorpresas de Macario ante la presencia de los maestros del mandala,<br />

saludándolos con alegría y humildad. Vivekananda se le acerca enviándole una fuerte<br />

vibración de energía solar para que pueda terminar su purificación.<br />

AUROBINDO: Eres una de las almas escogidas que escucharon y supieron vivir el mensaje de<br />

Cristo.<br />

MACARIO: Tuve la gracia del maestro que me llevó por el sendero de la Verdad.<br />

Chidananda le muestra los ángeles y las almas muy evolucionadas que fueron sus<br />

acompañantes en los años de su vida terrenal en el desierto.<br />

MACARIO: Estos ángeles y estas almas fueron las bendiciones de Dios para que pudiera<br />

perseverar en la búsqueda de la Verdad. Sin estos mensajeros de Cristo no hubiera<br />

podido lograrlo.<br />

MILAREPA: Tu alma fue recompensada por el gran trabajo que has hecho.<br />

Sivananda y los demás maestros lo confirman envolviéndolo de energía para acelerar su<br />

purificación final.<br />

RAMANA MAHARSHI: Ahora que has logrado la liberación, pasarás a un plano superior<br />

donde experimentarás una energía mucho más sutil.<br />

YUKTESWAR: Esperamos tu colaboración para nuestro trabajo en la Tierra.<br />

Macario se siente completamente transformado.<br />

MACARIO: Estoy dispuesto a colaborar con los maestros en lo que me pidan.<br />

29


LAHIRI MAHASAYA: Con la energía de Cristo pudiste interpretar correctamente los Libros<br />

Sagrados.<br />

Babaji le da su bendición y Mataji le envía energía para ascender a su nuevo plano de<br />

evolución.<br />

JESÚS: Eres mi hijo bien amado y a través tuyo espero recuperar muchos de mis hijos<br />

amados.<br />

Jesús le envía a Macario El Espíritu Santo.<br />

BUDA: ¿Cómo te sientes en el Nirvana?<br />

Macario no le contesta con palabras sino con una energía de muchos colores que vibra<br />

en la alegría y la paz absoluta. Sankaracharya le sigue enviando energía.<br />

KRISHNA: Vas camino a la Madre Divina.<br />

RAMAKRIHNA: Envía esa poderosa energía que ahora posees, a las almas que están en la<br />

Tierra.<br />

Haydée lo saluda mientras Macario va hacia un planeta luminoso y La Madre Divina lo<br />

atrae hacia ella.<br />

EL PADRE: Hijo mío, bienvenido.<br />

30


SAN JUAN CRISÓSTOMO<br />

Un monje con túnica marrón muestra su corazón muy abierto a la luz. A su lado<br />

Yukteswar y Yogananda lo protegen.<br />

YUKTESWAR: ¿Qué vas a hacer cuando entres en este plano?<br />

SAN JUAN CRISÓSTOMO: Mi intención es ayudar.<br />

San Juan Crisóstomo ingresa a una iglesia antigua y oscura. La luz de los maestros y<br />

los Rishis va ingresando por el chakra de su corazón que opera como canal de<br />

purificación.<br />

31


SAN GREGORIO ILUMINADOR<br />

Su rostro luminoso tiene una barba blanca, y una túnica con mucha luz cubre su cuerpo.<br />

Camina apoyado en un bastón.<br />

YOGANANDA: ¿Cuál es tu misión?<br />

SAN GREGORIO: La iluminación, iluminar el camino.<br />

YOGANANDA: ¿Por qué vienes ahora?<br />

SAN GREGORIO: El camino es muy oscuro y tiene muchos obstáculos para que la<br />

humanidad lo pueda transitar correctamente. Fui llamado para iluminar ese camino<br />

interior.<br />

Yukteswar le da la bienvenida y los maestros que no lo conocían se van presentando.<br />

San Gregorio es informado acerca de las cargas que obstruyen los canales de<br />

purificación.<br />

Los maestros van purificando a San Gregorio que entra en una cueva. La misión del<br />

santo es purificar esa cueva poblada por los hombres y mujeres de todas las razas,<br />

credos e idiomas, y de este modo ir ayudándoles en su liberación.<br />

32


SAN ROMUALDO<br />

Esta sentado con las manos en el pecho en postura de oración.<br />

YOGANANDA: ¿Qué hace el monje?<br />

SAN ROMUALDO: Intenta vaciar su mente.<br />

YOGANANDA: ¿Y lo consigue?<br />

SAN ROMUALDO: A duras penas.<br />

YOGANANDA: ¿Cuál es el método que empleas?<br />

SAN ROMUALDO: Observar los pensamientos y tratar de ir más allá de ellos, pero siempre<br />

siguen apareciendo pensamientos escondidos.<br />

YOGANANDA: Es que los pensamientos son interminables. ¿Puedo sugerir un método?<br />

SAN ROMUALDO: Te escucho, pero ¿Tú, quién eres?<br />

YOGANANDA: Alguien que al igual que tú, ha buscado trasponer la mente y lo ha<br />

conseguido. Al comienzo emplee métodos similares al tuyo, pero gracias a la ayuda de<br />

los maestros me he encontrado con la ciencia de la meditación.<br />

SAN ROMUALDO: ¿Y en qué consiste esta ciencia de la meditación?<br />

YOGANANDA: En darse cuenta que la mente no sirve de instrumento para salir de esa misma<br />

mente. No hay que agotar los pensamientos sino disolverlos estando más allá del estado<br />

mental.<br />

SAN ROMUALDO: ¿Y cómo lo logro?<br />

YOGANANDA: Lleva tu mente al corazón, conéctate con este y deja que mi energía lo<br />

purifique.<br />

Ahora acompáñame.<br />

El maestro lleva a San Romualdo al mar de la purificación.<br />

SAN ROMUALDO: Maestro, te agradezco esta experiencia reveladora.<br />

YOGANANDA: Ya sabes como contactarme, el conocimiento se irá revelando paso a paso.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

33


La convocante va en búsqueda de San Romualdo y encuentra al santo en una cueva, en<br />

total soledad.<br />

SAN ROMUALDO: Estoy en paz con mi silencio interior. La solitaria cueva es sólo una<br />

proyección que te ofrezco para representar mi estado, pero podrían aparecer otros miles<br />

de paisajes, y sería lo mismo porque en realidad no existen ni la cueva ni los paisajes.<br />

Sólo existe mi ser esencial y su paz, no importan las escenografías, por eso conéctate<br />

con mi corazón y experimenta también el gozo del alma.<br />

Muy corto o muy largo es el camino para llegar al Padre. En mi época se me hizo<br />

muy largo por las etapas que consideré que tenía que pasar y no me di cuenta de esta<br />

prolongación innecesaria hasta que me encontré con el maestro Yogananda y me enseñó<br />

que el camino podía ser muy corto si conocía el método.<br />

Encontré la paz y ahora quisiera tener la posibilidad de transmitirla a mis<br />

seguidores. Muchas veces no se entendió mi mensaje y en principio yo tampoco entendí<br />

que eran pocos los que podían seguir esta disciplina. Aún hoy me cuesta entender, como<br />

se ha desvirtuado todo, como se ha perdido el verdadero deseo de regresar al Padre.<br />

No importa mucho como te muevas afuera siempre que puedas mantener tu estado<br />

interno buscando continuamente al Señor. Búscalo que Él está, que Él te escucha,<br />

trasciende los pensamientos y pronto hallarás la luz.<br />

Yo te bendigo a ti y a todos los que estén en el camino. Rezaré por las almas<br />

oscuras.<br />

Ya tienes el mensaje. Ahora continua con tu propio camino, y no te detengas hasta<br />

que llegues al final.<br />

34


SAN BRUNO, EL CARTUJO<br />

San Bruno se aproxima en una nube y ve el mandala de maestros. Reconoce a Jesús y<br />

comprueba la luminosidad de los otros maestros.<br />

SAN BRUNO: (Se arrodilla ante Jesús). Maestro agradezco tu presencia e imploro tu<br />

misericordia.<br />

JESÚS: Levántate, sabes que estoy contigo. Hoy aprenderás una lección.<br />

SAN BRUNO: Maestro, que Tu Voluntad se cumpla en mi.<br />

JESÚS: Estos seres que ves, son maestros que han alcanzado la liberación. Tu estás avanzado<br />

en el camino, pero debes despojarte de mi figura. Reconoce al Padre en cada uno de los<br />

maestros. Yo Soy el Hijo del Padre, al igual que ellos, y tú también lo eres.<br />

SAN BRUNO: Maestro, yo no podría compararme contigo.<br />

JESÚS: Esa es una limitación de tu mente. Realmente debes realizar tu Unidad Conmigo, ya<br />

que Tu y Yo somos Uno. Todo lo que emana del Padre debe retornar a Él.<br />

SAN BRUNO: ¿Cómo este ser impuro puede compararse a Ti?<br />

JESÚS: Deja de identificarte con el error.<br />

Reclama tu Herencia Divina.<br />

Fúndete en el Océano Cósmico.<br />

Siente la Bienaventuranza del Ser.<br />

Los maestros envuelven a San Bruno en el Fuego Cósmico.<br />

SAN BRUNO: Realmente Tu y Yo somos Uno.<br />

San Bruno tuvo una devoción tal vez demasiado externa. Lo agitaban muchas dudas y<br />

careció de esa fe ciega, imprescindible para la búsqueda del Padre.<br />

JESÚS: Quisiste formar una orden basada en reglas muy estrictas, cuando tú no habías<br />

encontrado el camino.<br />

Te faltaba ese real deseo interior y confundiste todo el movimiento externo con la<br />

verdadera búsqueda del alma.<br />

Meditaste en Mi, pero no te entregaste. Tu disciplina fue exterior, y cuando llegaba tu<br />

final en la Tierra, recién ahí te diste cuenta que no habías avanzado, y esa parálisis se<br />

debió a que confundiste el discernimiento con el deseo.<br />

Deberías haber guardado silencio.<br />

35


Deberías haber hecho más retiros a tu interior.<br />

Ahora debes arrojarte de la mente al vacío y entonces El Padre te va a recibir.<br />

Ayudado por los maestros San Bruno da el salto.<br />

Ahora comprendiste.<br />

No existen los errores, solo existe el tiempo perdido.<br />

Recupera el tiempo perdido, ahora que conociste al Padre.<br />

Aprende el nuevo camino, ahora que despertaste empieza a caminar.<br />

Recibe la bendición del Padre como a uno más de sus hijos.<br />

36


JAN VAN RUYSBROEC<br />

Vivió en una época muy recargada de teología, lo que significaba el peligro de caer<br />

atrapado en el juego de un mundo conceptual y perder el sentido del objetivo de la<br />

experiencia, esto es el encuentro con El Padre. A pesar de todo Ruysbroec tuvo una<br />

búsqueda sincera de Dios. En la escena se encuentra rodeado del mandala de maestros<br />

quienes acuden a su llamado para que pueda completar su proceso purificador y llegar<br />

a la liberación total.<br />

YOGANANDA: Sabemos que estás en la búsqueda del encuentro final con El Padre, por eso<br />

estamos aquí para ayudarte en tu liberación.<br />

VIVEKANANDA: Tienes que abrir tu alma, no cerrar la idea y el amor de Dios a un<br />

concepto, debes traspasar esa frontera para avanzar en el camino de la liberación.<br />

JAN VAN RUYSBROEC: Necesito la guía de los maestros porque este camino no es fácil.<br />

Logré alguna intuición, y hasta en algún momento me confundí y creí haber tenido un<br />

contacto directo con Dios.<br />

AUROBINDO: Tienes que deshacerte totalmente del ego para poder llegar a esa comunión<br />

con Dios. Sabes que hacerlo solo es muy difícil, y lo único que puede facilitarte la<br />

experiencia es tener contacto con almas que se hallan liberado. El error es caer en la<br />

teoría y en la retórica porque este es un engaño del demonio que te hace creer que<br />

lograste un estado que realmente estás muy lejos de haberlo logrado.<br />

Veo que estás sufriendo y te lamentas al darte cuenta que de algún modo caíste en esa<br />

tentación, pero ahora no es momento ni de lamentarte ni de sufrir, sino de estar en el<br />

camino correcto.<br />

Aurobindo le transmite una energía dorada que se convierte en una estrella en el chakra<br />

Ajna de Ruysbroec.<br />

CHIDANANDA: Esa estrella es la que te va a purificar y guiar en el camino.<br />

La estrella va recorriendo todos los chakras, y el místico va sintiendo por primera vez una<br />

purificación real.<br />

SIVANANDA: Cuando esa energía llegue al corazón vas a empezar a tener otra conciencia y<br />

entrar en otro estado.<br />

RAMANA MAHARSHI: Esta energía en el corazón tiene como modelo a Cristo, y es su<br />

Amor por todas las almas el que se manifestó con su prédica.<br />

37


YUKTESWAR. No hay un solo momento que perder, tienes que concentrarte en el Amor<br />

Verdadero, que es la Realidad de Dios, porque así podrás consumir totalmente tu karma.<br />

LAHIRI MAHASAYA: (Lo va llevando a otro plano). Los cambios de plano o de conciencia<br />

son parte de ese camino de liberación, pero para consolidarte en esta experiencia debes<br />

desprenderte totalmente del ego, de todo lo concerniente a la Tierra, a lo físico, a lo<br />

denso.<br />

Ruysbroec empieza a sentirse libre de esa carga religiosa de su época mientras los<br />

maestros lo van llevando hacia su corazón.<br />

Babaji le muestra varias máscaras con que se envuelve lo espiritual y se disfraza la<br />

religión, y esto no ha ocurrido solo en su época, sino en todas las épocas.<br />

Mataji le muestra otros horizontes, otros planetas y Ruysbroec se entrega muy confiado<br />

a estas nuevas vivencias, y observa la alegría de Jesús que se muestra satisfecho que él<br />

se haya abierto a esta experiencia.<br />

JAN VAN RUYSBROEC: (A Jesús). He tratado de seguirte, de buscarte, tus enseñanzas<br />

fueron muy valiosas para mí.<br />

BUDA: Todos los caminos verdaderos conducen a la liberación, a la comunión con Dios.<br />

JAN VAN RUYSBROEC: Intuía estas riquezas espirituales que ahora estoy viviendo. Estos<br />

mensajes de los maestros hubiesen sido maravillosos para la gente de mi época, ellos<br />

tenían la fe necesaria para percibirlo.<br />

MILAREPA: Este trabajo es para tu liberación, por eso los maestros te pedimos si puedes<br />

contribuir, como parte de ese proceso, a ayudar a tantas almas que lo necesitan.<br />

JAN VAN RUYSBROEC: Sí, absolutamente estoy al servicio de Dios y de los maestros.<br />

SANKARACHARYA: Las flores de la devoción que recogiste de la Madre Divina, fueron las<br />

que te ayudaron en tu camino hacia Dios.<br />

JAN VAN RUYSBROEC: Mi contacto con la Madre Divina, que se realizó a través de mi<br />

devoción a la Virgen María, fue el que me abrió a la experiencia del Padre.<br />

El mandala de maestros le da su bendición y le muestra un sendero amplio y luminoso por<br />

donde transitará hacia El Padre.<br />

38


EL ANÓNIMO AUTOR DE “LA NUBE DEL NO SABER”<br />

Se percibe que hay alguien en una torre de piedra circular, que parece una nave<br />

espacial. Ese alguien está de espaldas en la parte inferior del edificio, que no tiene<br />

ventanas, por lo que es imposible verlo desde el exterior. Yogananda toca con sus<br />

manos la pared de la torre y de este modo su habitante lo puede reconocer.<br />

YOGANANDA: ¿Por qué estás encerrado?<br />

EL ANÓNIMO AUTOR: No estoy encerrado, yo elegí este lugar que es donde puedo pensar y<br />

meditar con mayor profundidad.<br />

YOGANANDA: ¿Y por qué el anonimato?<br />

EL ANÓNIMO AUTOR: Soy anónimo porque todos lo somos cuando el desprendimiento del<br />

ego es total, entonces no hay personaje y por lo tanto no existo para los demás, sino que<br />

Yo Soy.<br />

YOGANANDA: ¿Entonces tu forma de pensamiento tiene la misma estructura de lo anónimo?<br />

EL ANÓNIMO AUTOR: Así es, lo que busco no tiene imagen ni forma. Tampoco busco su<br />

existencia en este plano porque la realidad no puede manifestarse aquí.<br />

Debo ir a su encuentro, modificando permanentemente mi estado hasta llegar al<br />

equivalente de esta Realidad.<br />

Encima de la torre donde se encuentran el anónimo autor y Yogananda, surge la visión<br />

de una oscuridad transparente y voluminosa, pero a diferencia de la oscuridad común<br />

que produce temor, emana un atractivo para ser penetrada. Esto es porque tiene<br />

vibraciones que se conectan emotiva e intelectualmente con aquél que accede a la<br />

experiencia. De este modo los procesos que dan acceso a esa penetración se<br />

transforman en un goce espiritual al participar profundamente de ese espacio.<br />

El maestro Yogananda que presencia esta experiencia está conmovido porque es algo<br />

no accesible a todos, pues para ingresar en esa dimensión es necesario una gran y<br />

profunda fe.<br />

YOGANANDA: ¿Cómo sería posible que este proceso fuera accesible a una mayor cantidad<br />

de almas?<br />

EL ANÓNIMO AUTOR: No es posible, porque para acceder a esta experiencia es necesario<br />

superar determinado nivel.<br />

La masa oscura desciende de su plano envolviendo a la torre, a Yogananda y al<br />

anónimo autor con una muy fuerte Energía de Amor donde se van disolviendo.<br />

39


PSEUDIONISIO O DIONISIO AEROPAGITA<br />

Aparece en negativo el contorno de un hombre corpulento. Está recostado sumido en<br />

sus pensamientos y sus rasgos, desdibujados en su luminosidad, no son visibles.<br />

Yogananda, también en negativo muestra su silueta luminosa. La escena se desarrolla<br />

en una cámara oscura donde sólo se puede percibir la vibración de luz de ambos<br />

personajes.<br />

YOGANANDA: ¿Qué haces?<br />

PSEUDIONISIO: Pienso.<br />

YOGANANDA: ¿En qué piensas?<br />

PSEUDIONISIO: En la manifestación de lo dual.<br />

YOGANANDA: ¿Y cuál es tu conclusión?<br />

PSEUDIONISIO: Si lo Uno Existe su Existencia para ser comprendida tiene que ser negada.<br />

YOGANANDA: ¿Cómo es eso?<br />

PSEUDIONISIO: Venimos al mundo con la experiencia de la carencia. Si viniéramos<br />

completos no habría necesidad de ningún tipo de experiencia por lo tanto en las<br />

experiencias busco obtener lo que me falta.<br />

YOGANANDA: Por favor, puedes ser más explícito para que puedan comprender lo que<br />

dices los hombres de poco entendimiento.<br />

PSEUDIONISIO: El hambre es un buen ejemplo. Este es producido por la carencia de<br />

alimento y cuando puedo alimentarme se produce mi saciedad.<br />

Lo mismo ocurre con Aquello del plano superior de lo cual no estoy completo. Así,<br />

ahora desde un registro interior, debo tratar de alcanzarlo.<br />

YOGANANDA: ¿Por qué la negación?<br />

PSEUDIONISIO: Esto es porque si afirmo su Existencia no puede haber asimilación, puesto<br />

que la aceptación es siempre externa y mental.<br />

La negación produce una reacción de la naturaleza interior, por lo tanto el despertar a su<br />

Existencia es mucho más profundo.<br />

YOGANANDA: Así como te pedí que fueras más claro para aquel de corto entendimiento,<br />

ahora te pido aclares desde que lugar esta experiencia es posible.<br />

PSEUDIONISIO: Mi naturaleza es la limpieza, pero cuando la niego estoy permitiendo el<br />

ingreso de aquello que no pertenece a ésta o sea la suciedad, el abandono, el desorden.<br />

Pero esto se vuelve insoportable de sostener por mucho tiempo, entonces nace el muy<br />

40


fuerte e incontenible anhelo de recuperar el origen de Mí Mismo, pero como esta<br />

Realidad está más allá del mundo mental y su afirmación imaginaria, solo la negación<br />

puede operar como el impulso que trasciende el plano de la mente, desapegándose del<br />

mismo, impacte en la profundidad y despierte mi olvidada naturaleza real.<br />

Yogananda se disuelve, y las siluetas de los maestros se disipan en una gran masa de<br />

luz.<br />

41


TOMÁS DE KEMPIS<br />

Su aspecto es el de un monje delgado que debajo del brazo izquierdo lleva un libro<br />

enorme, fuera de toda proporción, y del derecho una imagen de Jesús hecha con cartón.<br />

Por detrás aparece Yogananda.<br />

YOGANANDA: Kempis, detente y escucha.<br />

Deja tu Cristo de cartón y veamos que es lo que te ha inspirado.<br />

El monje abre ese inmenso libro, y del mismo se desprenden Jesús y Yukteswar,<br />

quedando Kempis aplastado y escondido debajo del mamotreto.<br />

Jesús hace una señal en el aire y el libro abre sus páginas justo en el medio. Yogananda<br />

y Yukteswar, sin tocarlo, van registrando su contenido, y borran todo aquello que no<br />

corresponde. Una vez que los maestros hubieron terminado su trabajo, Jesús cierra el<br />

libro y se lo entrega a Kempis.<br />

JESÚS: Bueno, ahora puedes difundir esta obra.<br />

42


GREGORIO PALAMAS<br />

Tiene la figura clásica del santo, con su atavío de monje y una aura luminosa, va<br />

descendiendo lentamente por una pendiente.<br />

La visión va girando y entonces se puede ver que Gregorio camina hacia un valle<br />

tranquilo y arbolado. Desde la altura solo se pueden ver las copas de los árboles pero a<br />

medida que desciende, debajo de ese clima sereno se le presenta un mundo infernal, que<br />

se manifiesta con un gran movimiento laboral, una producción desmesurada, una<br />

enorme competitividad, donde la envidia y el odio son moneda corriente.<br />

Gregorio continua su descenso y comprueba que en su paso por el mundo nada se<br />

modifica, y lo esencial de su presencia es ignorada por los hombres.<br />

GREGORIO PALAMAS: Es posible que este mundo no cambie jamás.<br />

Mientras Gregorio camina desconcertado, en un recodo de ese mundo incomprensible,<br />

se le presenta Jesús.<br />

JESÚS: En ti está la respuesta, dado que tu también emergiste de este mundo.<br />

No te olvides que este mundo es un crisol donde de pronto, por la gran presión que<br />

soporta, produce un brillante, tal como ocurre en las entrañas de la tierra.<br />

Pero del mismo modo que un hombre debe tener la sensibilidad despierta para<br />

percibir la magnitud de la belleza de un brillante, de igual manera para que los humanos<br />

comprendan quién eres y la verdad que vienes a ofrecerles, deberán pasar por un proceso<br />

de purificación, y para eso hacen falta intermediarios que los ayuden a pulir su mirada.<br />

GREGORIO PALAMAS: ¿Y cómo puedo hallar a aquellos que debo guiar?<br />

JESÚS: No hace falta que los busques, ellos solos vendrán a ti, y serán a los únicos que<br />

entregarás lo que traes.<br />

Jesús se retira y el santo comienza a ver que detrás suyo comienza a formarse un<br />

pequeño grupo. Entonces, seguido por el grupo, se dirige a un claro del valle, donde<br />

penetra la luz del Sol y lo hace todo muy transparente al disiparse las sombras. Una vez<br />

que están reunidos en ese lugar, por imposición de manos les transmite aquello que trae<br />

como misión.<br />

Concluida su tarea, Gregorio se eleva por el canal de luz que el Sol ha proyectado,<br />

quedando nuevamente el valle sumido en su oscuridad habitual. Pero, quienes han<br />

asistido a la prueba han quedado impregnados de esa luz con la que van iluminando<br />

partes del valle.<br />

El santo observa desde arriba y reflexiona.<br />

GREGORIO PALAMAS: Era verdad lo que Jesús afirmaba.<br />

La misión está cumplida.<br />

43


CABASILLAS<br />

(Discípulo de Gregorio Palamas)<br />

Una cruz surge del centro del encuentro de cuatro cuadrados. Esta cruz, estructurada<br />

por nervaduras, tiene una fuerza increíble y dos sitios de manifestación. Uno es el<br />

centro del corazón de Cabasillas y otra en la organización que ha montado para<br />

difundir la fe. La imagen expresa la gran fuerza entre lo que se cree y lo que se hace,<br />

como ejemplo de coherencia en la actividad religiosa. Entonces la imagen da su<br />

mensaje.<br />

LA IMAGEN: Todo lo que se hace desde el corazón proyecta su misma naturaleza.<br />

Verifiquen los contenidos del corazón y así será el producto de vuestras vidas.<br />

44


JUAN GERSON<br />

Juan Gerson explica el mensaje anterior.<br />

JUAN GERSON: Abre bien los ojos de tu percepción para ver los contenidos de tu corazón,<br />

porque por allí pasa todo lo que aprendiste, bueno o malo, no hay diferencia para<br />

acumular, pero si la hay para reproducir lo acumulado.<br />

Esto dará como efecto la imantación de más de lo mismo, con lo cual el corazón crecerá<br />

hasta poder alojar en él los contenidos de Jesús, pues en un corazón pequeño<br />

difícilmente quepa semejante grandeza.<br />

45


ENRIQUE HERP<br />

El Monje está dispuesto a transmitir a los hombres un mensaje del Padre.<br />

ENRIQUE HERP: Haced la prueba de separar cuidadosamente una idea negativa,<br />

comprobando que ni la más mínima fracción de ésta quede impregnada en la mente.<br />

Colocadla luego sobre el microscopio de la reflexión controlada, y así podéis observar<br />

que ella desaparece, se disuelve inevitablemente.<br />

Bien, esto significa que las ideas negativas son productos del apagón de la luz, y<br />

cuando volvéis a prender ésta, las mismas desaparecen. Pero también las ideas positivas<br />

sucumben ante la luz, porque en realidad no hay ideas, sólo hay luz.<br />

46


DIONISIO DE RIJKEC<br />

EL CARTUJO<br />

San Dioniso no aparece, pero en cambio se va proyectando una luz que viene de lo alto,<br />

como el filo de un cuchillo, que se va introduciendo en la mente del hombre, ocupando<br />

el lugar que le corresponde entre los dos hemisferios, entre el bien y el mal, entre la<br />

certeza y la duda, y entre toda la dualidad que se manifiesta en el plano. Este filo tiene<br />

la particularidad de unir y dividir<br />

Esta línea tan sutil comienza a girar y lo que antes era división se transforma en<br />

Unidad.<br />

Ahora si aparece San Dionisio.<br />

SAN DIONISIO: Esto es muy fácil de explicar, y aún más de entender, escuchen con<br />

atención.<br />

Todo proceso sometido a división, divide su fuerza de manifestación al polarizar la<br />

situación. Esto quiere decir que el fenómeno de la polaridad va debilitando la fuerza<br />

originaria.<br />

Cuando el filo comienza a girar, y esto ocurre por una toma de conciencia, las<br />

fuerzas dispersas vuelven a unirse, generándose la energía necesaria para el ascenso.<br />

Hagan conscientes este proceso que une y eleva.<br />

47


NICOLÁS HERMAN<br />

(HERMANO LORENZO)<br />

Dice el hermano Lorenzo mostrando un candelabro de siete brazos.<br />

Juguemos a las asociaciones: ¿qué tenemos aquí? Un candelabro que porta siete velas. ¿Y<br />

cuál es su función? Iluminar.<br />

Asociemos entonces este candelabro con los siete centros de energía que hacen que la vida<br />

del hombre se ensombrezca o se ilumine. Les voy a explicar:<br />

Si los siete centros están lubricados con buen aceite, funcionaran adecuadamente, en<br />

cambio si el aceite es rancio y está lleno de impurezas, la luz que proyecte en los centros<br />

de energía solo manifestará una confusa tiniebla cargada de sombras.<br />

Bien, ¿Cómo diferencias un buen aceite de uno malo? Muy simple, sabiendo quien es el<br />

proveedor. Es fácil darse cuenta porque sólo hay dos fuentes que alimentan estos<br />

centros. Si podéis distinguir el buen proveedor aplicaos a Él y el producto será excelente,<br />

pero si vuestra capacidad es confusa, seguid observando y en algún momento, os daréis<br />

cuenta.<br />

48


HUGO DE SAN VICTOR<br />

He sido siempre una presencia de luz.<br />

Comprendí tempranamente la ilusión del mundo y me dediqué a la búsqueda de lo<br />

verdadero.<br />

La Gracia Divina, está hoy mucho más presente que en otros tiempos.<br />

Súbanse a este cohete que regresa a su Origen.<br />

49


RICARDO DE SAN VICTOR<br />

Montado en mi corcel de la libertad,<br />

recorro las vastedades de la eternidad.<br />

50


TOMÁS GALLINS<br />

Que cada uno de tus actos te acerque a vuestra esencia,<br />

en cuyo seno encontrarás saciados todos tus deseos.<br />

51


GILBERTO DE POTIER<br />

Más allá del mundo de las palabras,<br />

se encuentra el reino de la energía siempre renovada,<br />

que nunca se desvanece,<br />

esa es una luz radiante a la que se accede sin esfuerzo.<br />

Busquen ese estado.<br />

52


ISAAC STELLA<br />

La bondad puede ser un camino, cuando se la entiende como<br />

bondad para el alma.<br />

¿Qué es bondadoso y qué no lo es?. Compruebo que<br />

un acto es bondadoso cuando me acerca a mi esencia,<br />

y no lo es cuando me aleja.<br />

La bondad nada tiene que ver con los parámetros<br />

tergiversados con que se la entiende habitualmente.<br />

53


ROBERTO GROSSETESTE<br />

La carencia de bien, no se la vive como angustiosa<br />

cuando se la ha reemplazado por la percepción de<br />

una total percepción interna.<br />

54


MAESTRO TAULER<br />

No sean indigentes con las mentes, hay una realidad que las trasciende,<br />

sólo en ella puede alcanzar descanso el alma,<br />

sólo en ella el Padre puede revelarse,<br />

sólo en ella, aquello obtenido jamás se desvanece.<br />

55


ENRIQUE SUSSO<br />

El silencio es necesario,<br />

porque sólo en él se manifiestan las oscuras intenciones<br />

de la mente.<br />

El silencio no es una forma externa sino una necesidad<br />

interna de aquel que busca su esencia y el camino de retorno al Padre.<br />

56


NICOLÁS DE CUSA<br />

El brillo del alma supera todo lo conocido.<br />

Es lo único que merece el esfuerzo de ser conquistado.<br />

57


VICENTE AGGSBACH<br />

El Hombre en su naturaleza inferior tiende al pecado.<br />

Sólo en la entrega su ser interno es imantado<br />

a la Divinidad, y entonces sus cicatrices se borran<br />

y es perdonado.<br />

58


HUGO DE BALMA<br />

No es la forma externa sino la actitud interna<br />

la que nos acerca a una experiencia interior.<br />

59


LUDOVICO DE SAJONIA<br />

Entiende que nada puedes hacer,<br />

deja entonces que Cristo haga en ti.<br />

Él disolverá el apego a tu falsa identidad,<br />

y te llevará de regreso a tu morada.<br />

60


FRANCISCO DE OSUNA<br />

El camino de regreso no es de esfuerzo,<br />

en la entrada dejamos de lado el fardo de la oscuridad,<br />

y nos sentimos cada vez más livianos.<br />

La experiencia no la hace el ego,<br />

si hay entrega es la Gracia que opera.<br />

61


BERNARDINO DE LAREDO<br />

Busquen la esencia en todas las cosas,<br />

nada es ajeno a su Creador.<br />

62


SAN JUAN DE ALIZA<br />

Aprovechen esta oportunidad,<br />

la luz los llama de regreso.<br />

¿Por qué seguir sufriendo en las sombras<br />

cuando la dicha eterna se encuentra<br />

delante de ustedes?<br />

63


LUIS DE GRANADA<br />

Cualquiera sea la manifestación que elijas,<br />

ella es solo una cáscara de tu existencia real.<br />

Buscad el fruto,<br />

no eres la cáscara.<br />

64


SANTA CATALINA DE SIENA<br />

En la llama del corazón está presente todo el universo,<br />

para que este pueda manifestarse,<br />

tu corazón debe estar<br />

vacío de toda oscuridad.<br />

Pedid el descenso de esta energía.<br />

65


LAS SIETE CUERDAS<br />

CANTO DE JESÚS A LOS ASCETAS<br />

Estás en el centro de un espacio que no tiene horizonte ni objetos que lo definan.<br />

Tienes en tus manos un instrumento de siete cuerdas.<br />

Tañes la primera y sale un sonido dulce y embriagador.<br />

Luego al tañir la segunda arriba un coro de ángeles que cantan las maravillas del<br />

Señor.<br />

La tercera transmite los rugidos de las furias de los procesos que vienen de lo<br />

profundo.<br />

Tocas la cuarta, y ésta extrae los sonidos de los mares que emergen de los más<br />

recónditos rincones de la conciencia.<br />

La quinta despliega las maravillas de la Naturaleza, el misterio de las<br />

transformaciones y de las conversiones.<br />

La sexta despierta todos los colores, los que existen y los que no existen, las<br />

luces y las sombras.<br />

Por fin, la séptima cuerda desata el silencio que opaca todas las otras y las<br />

absorbe, y al instante desaparece.<br />

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