el ambiente psicosocial de trabajo y la salud - CCOO de Catalunya

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10.05.2015 Views

74 ESTADO DE LA CUESTIÓN ¿AYUDA LA EXPOSICIÓN LABORAL A EXPLICAR EL GRADIENTE DE CLASE SOCIAL EN LA SALUD? Un número creciente de resultados sugiere que la diferencia de clases en la exposición a una organización del trabajo adversa (en especial en lo que respecta al control o falta de control) puede ser una causa importante de la proporción de la relación entre clase social y salud. La investigación más detallada de esta relación ha sido el estudio Whitehall de los funcionarios británicos realizado por Marmot y sus colegas, quienes han detectado que una buena parte del gradiente social inverso en las enfermedades coronarias se puede explicar por las diferencias en el entorno psicosocial del trabajo. Ellos afirman que la mayor contribución al gradiente de clase en las enfermedades cardiovasculares puede atribuirse a las diferencias de control en el trabajo. Más recientemente la investigación del cohorte de Whitehall ha demostrado que el gradiente social en la angina de pecho se explica parcialmente por los cambios longitudinales en el desequilibrio esfuerzo/recompensa. Los hombres que redujeron este desequilibrio con el tiempo, tuvieron menos riesgo de padecer angina de pecho y fueron aquellos de categorías superiores los que tenían mayores probabilidades de reducirlo en comparación con los de categorías inferiores. Un número creciente de estudios ha aportado resultados similares: • En Dinamarca, un amplio estudio potencial detectó que alrededor de dos tercios del gradiente social en la autopercepción de la salud puede explicarse por una combinación de factores de entorno laboral y posible estilo de vida, cuya mayor contribución pertenece a factores de origen laboral. • Otro estudio danés de Anderson analizó el efecto de la autonomía y las exigencias en el gradiente de clase social del infarto del miocardio y detectó que sólo la autonomía tenia un claro efecto. • En Holanda, las características del entorno laboral también explicaban una proporción sustancial del gradiente de clase social que se atribuía a la diferencia de distribución de bajo control y condiciones de trabajo peligrosas a través de las clases laborales. • En Suecia, aproximadamente el 25% del gradiente de ingresos en la autopercepción de la salud en hombres y el 29% en mujeres puede explicarse por una combinación de exposición ergonómica, así como por diferencias en la influencia y la autonomía. Los autores destacan que las exigencias psicológicas en el trabajo no contribuyeron a explicar las desigualdades, ya que eran más comunes en empleos con altos ingresos. • En Canadá, los investigadores utilizaron la Encuesta Nacional sobre Salud de la Población para analizar el gradiente de clase social en el cambio de la autopercepción de la salud en un período de tiempo y detectaron que la disminución en el estado de salud se reducía moderadamente después del ajuste de los hábitos de vida y de los factores psicosociales en el trabajo. • En los EEUU, resultados intersectoriales recientes también sugieren que el entorno físico y psicosocial en el trabajo juegan un importante papel regulador en la relación entre salud y estatus socioeconómico y explican algunos, aunque no todos los gradientes. • En Francia, los resultados de las investigaciones del estudio Gazel indican que aproximadamente el 20% del gradiente de clase en las ausencias por enfermedad puede atribuirse a la exposición tanto física como psicológica. Existía una característica específica del efecto de la exposición psicológica que explica la porción del gradiente para las ausencias relacionadas con factores psiquiátricos y musculoesqueléticos, mientras que la exposición física explicaba las ausencias relacionadas con las lesiones. • En Finlandia, las investigaciones del Instituto de Salud de Helsinki demostraron que una proporción sustancial del gradiente de clase en la salud sexual y reproductiva puede atribuirse al control sobre el trabajo. Los investigadores también detectaron que cuando las exigencias psicológicas en el trabajo eran controladas, la relación entre la salud sexual y reproductiva y la clase social se reforzaba. Aunque existen evidencias considerables y crecientes de que las características del entorno psicosocial en el trabajo explican una proporción significativa –aunque no la totalidad– del gradiente de clase en la salud, continúa existiendo cierto debate sobre la interpretación de estos resultados. Una explicación alternativa es que es la desventaja material y no los factores psicosociales, lo que probablemente explica el gradiente de clase en la salud. Según esta perspectiva, como los factores psicosociales adversos y las desventajas materiales están tan estrechamente relacionados, es difícil discernir qué grupo de factores es el que tiene una verdadera relación causal con las diferencias de clase en la salud. La conclusión es

ESTADO DE LA CUESTIÓN 75 en estos autores que el estrés no es una explicación plausible del gradiente de clase y las asociaciones observadas son probablemente artificiales y se deben más a confusiones en la medición o a informes sesgados. Aunque estos autores aportan un corrección válida a la tendencia de “psicologizar” la realidad social, en su crítica sugieren que el entorno psicosocial en el trabajo puede reducirse exclusivamente a una cuestión de sentimientos que uno pueda tener acerca de, por ejemplo, el control o la falta de control en el trabajo. Esto nos hace plantearnos la pregunta: ¿Por qué es verdaderamente importante la salud? ¿Se trata de nuestros sentimientos o “sentido de control” sobre el proceso de trabajo o de nuestra capacidad real de controlar nuestro ritmo y métodos de trabajo? Consideramos que el hecho de controlar o no nuestra vida laboral cotidiana constituye una realidad material. Como vamos a explicar en la próxima sección, el control sobre el trabajo ha sido un campo muy disputado históricamente entre la élite económica y la clase trabajadora. En este sentido, el poder de controlar el proceso de trabajo es muy real y constituye el eje central de las estrategias de gestión para intensificar la producción, que se han integrado a los principios de gestión científica y producción eficiente. LA DESIGUALDAD CRECIENTE Y EL CAMBIO DEL EQUILIBRIO DE FUERZAS ENTRE LAS CLASES Aunque los sistemas de clase sociales y laborales basados en el acceso a los recursos sociales y/o niveles de habilidad o prestigio son útiles para describir la distribución y el impacto de la exposición a una organización del trabajo adversa, nos dicen poco sobre por qué los sistemas de clase existen o si la correlación de fuerzas entre clases afecta la salud. En esta sección de conclusiones utilizamos la perspectiva relacional de clase social que introdujimos anteriormente para analizar los cambios recientes en el proceso de trabajo y en el nivel creciente de desigualdad entre clases sociales. La teoría relacional de clase comienza con la identificación de la clase élite cuyos intereses predominan en la sociedad y cuyo bienestar continuo implica la continua explotación de una clase subordinada o trabajadora. Existen claramente grandes diferencias estructurales entre las clases en cuestión de propiedad de bienes y control sobre los lugares de trabajo. La estructura de clase de la sociedad moderna es una expresión de las fuerzas dinámicas, políticas y económicas que operan de manera creciente a nivel macrosocial y global. Aunque las clases sociales han estado presentes desde la revolución agrícola y los primeros asentamientos urbanos, su forma actual surgió con la revolución industrial y el crecimiento del capitalismo centralizado y el mercado como principales factores determinantes de la estructura de clase. En las economías capitalistas la clase más poderosa está compuesta por aquellos que poseen y controlan los medios de producción de la sociedad –las empresas–. Como se ha mencionado anteriormente en este documento, Clement y Myles se refieren a este grupo élite como a la clase ejecutiva-capitalista que definen por su propiedad económica sobre las empresas corporativas y su capacidad de decisión estratégica sobre la sociedad en general. Esta clase constituye lo que Coburn llama la “clase empresarial”, lo que Wright describe como “capitalistas”, y lo que Harvey sugiere que es una clase dominante formada por una élite cuyos intereses implican “la liberación del poder empresarial y corporativo y el restablecimiento de la libertad de mercado”. En una sociedad capitalista, los intereses de esta clase élite y la forma que estos intereses toman en relación con otras clases, en especial la clase trabajadora, están irrevocablemente a su propiedad y control sobre las grandes corporaciones. Para poder sobrevivir en el entorno competitivo del capitalismo, las corporaciones tienen que continuar invirtiendo para mejorar la eficiencia y reducir los costes al mismo tiempo que aumentan el ritmo al que se generan los beneficios. La competencia entre corporaciones ha llevado históricamente al aumento del tamaño de las empresas a medida que éstas luchan para conseguir una mayor cuota de mercado y realizan a la vez inversiones capitales para reducir costes y mejorar la eficiencia. Al aumentar el tamaño de las empresas, se hace más exigente el aumento de ritmo de retorno del capital invertido. En diferentes períodos históricos las élites corporativas han perseguido estrategias marcadamente diferentes para la acumulación de capital. La estrategia del presente período, que Harvey sugiere que comenzó en 1980, hace énfasis, según este autor, en la flexibilidad global y el movimiento del capital financiero, así como en la estrategia neoliberal de “acumulación por desposesión”. A lo largo de una buena parte del siglo XX, la estrategia predominante de acumulación del capital se centró en la mejora de la eficiencia productiva transformando el proceso de trabajo a través de innovaciones tec-

74 ESTADO DE LA CUESTIÓN<br />

¿AYUDA LA EXPOSICIÓN LABORAL A EXPLICAR EL GRADIENTE DE CLASE SOCIAL EN LA SALUD?<br />

Un número creciente <strong>de</strong> resultados sugiere que <strong>la</strong> diferencia <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ses en <strong>la</strong> exposición a una organización<br />

d<strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> adversa (en especial en lo que respecta al control o falta <strong>de</strong> control) pue<strong>de</strong> ser una causa importante<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> proporción <strong>de</strong> <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación entre c<strong>la</strong>se social y <strong>salud</strong>. La investigación más <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>da <strong>de</strong> esta r<strong>el</strong>ación<br />

ha sido <strong>el</strong> estudio Whitehall <strong>de</strong> los funcionarios británicos realizado por Marmot y sus colegas, quienes<br />

han <strong>de</strong>tectado que una buena parte d<strong>el</strong> gradiente social inverso en <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s coronarias se pue<strong>de</strong> explicar<br />

por <strong>la</strong>s diferencias en <strong>el</strong> entorno <strong>psicosocial</strong> d<strong>el</strong> <strong>trabajo</strong>. Ellos afirman que <strong>la</strong> mayor contribución al gradiente<br />

<strong>de</strong> c<strong>la</strong>se en <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s cardiovascu<strong>la</strong>res pue<strong>de</strong> atribuirse a <strong>la</strong>s diferencias <strong>de</strong> control en <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong>.<br />

Más recientemente <strong>la</strong> investigación d<strong>el</strong> cohorte <strong>de</strong> Whitehall ha <strong>de</strong>mostrado que <strong>el</strong> gradiente social en<br />

<strong>la</strong> angina <strong>de</strong> pecho se explica parcialmente por los cambios longitudinales en <strong>el</strong> <strong>de</strong>sequilibrio esfuerzo/recompensa.<br />

Los hombres que redujeron este <strong>de</strong>sequilibrio con <strong>el</strong> tiempo, tuvieron menos riesgo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer<br />

angina <strong>de</strong> pecho y fueron aqu<strong>el</strong>los <strong>de</strong> categorías superiores los que tenían mayores probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> reducirlo<br />

en comparación con los <strong>de</strong> categorías inferiores. Un número creciente <strong>de</strong> estudios ha aportado resultados<br />

simi<strong>la</strong>res:<br />

• En Dinamarca, un amplio estudio potencial <strong>de</strong>tectó que alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dos tercios d<strong>el</strong> gradiente social en <strong>la</strong><br />

autopercepción <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>salud</strong> pue<strong>de</strong> explicarse por una combinación <strong>de</strong> factores <strong>de</strong> entorno <strong>la</strong>boral y posible estilo<br />

<strong>de</strong> vida, cuya mayor contribución pertenece a factores <strong>de</strong> origen <strong>la</strong>boral.<br />

• Otro estudio danés <strong>de</strong> An<strong>de</strong>rson analizó <strong>el</strong> efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> autonomía y <strong>la</strong>s exigencias en <strong>el</strong> gradiente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se<br />

social d<strong>el</strong> infarto d<strong>el</strong> miocardio y <strong>de</strong>tectó que sólo <strong>la</strong> autonomía tenia un c<strong>la</strong>ro efecto.<br />

• En Ho<strong>la</strong>nda, <strong>la</strong>s características d<strong>el</strong> entorno <strong>la</strong>boral también explicaban una proporción sustancial d<strong>el</strong> gradiente<br />

<strong>de</strong> c<strong>la</strong>se social que se atribuía a <strong>la</strong> diferencia <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> bajo control y condiciones <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> p<strong>el</strong>igrosas<br />

a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses <strong>la</strong>borales.<br />

• En Suecia, aproximadamente <strong>el</strong> 25% d<strong>el</strong> gradiente <strong>de</strong> ingresos en <strong>la</strong> autopercepción <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>salud</strong> en hombres<br />

y <strong>el</strong> 29% en mujeres pue<strong>de</strong> explicarse por una combinación <strong>de</strong> exposición ergonómica, así como por diferencias<br />

en <strong>la</strong> influencia y <strong>la</strong> autonomía. Los autores <strong>de</strong>stacan que <strong>la</strong>s exigencias psicológicas en <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> no contribuyeron<br />

a explicar <strong>la</strong>s <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, ya que eran más comunes en empleos con altos ingresos.<br />

• En Canadá, los investigadores utilizaron <strong>la</strong> Encuesta Nacional sobre Salud <strong>de</strong> <strong>la</strong> Pob<strong>la</strong>ción para analizar <strong>el</strong><br />

gradiente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se social en <strong>el</strong> cambio <strong>de</strong> <strong>la</strong> autopercepción <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>salud</strong> en un período <strong>de</strong> tiempo y <strong>de</strong>tectaron<br />

que <strong>la</strong> disminución en <strong>el</strong> estado <strong>de</strong> <strong>salud</strong> se reducía mo<strong>de</strong>radamente <strong>de</strong>spués d<strong>el</strong> ajuste <strong>de</strong> los hábitos <strong>de</strong> vida<br />

y <strong>de</strong> los factores <strong>psicosocial</strong>es en <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong>.<br />

• En los EEUU, resultados intersectoriales recientes también sugieren que <strong>el</strong> entorno físico y <strong>psicosocial</strong> en <strong>el</strong><br />

<strong>trabajo</strong> juegan un importante pap<strong>el</strong> regu<strong>la</strong>dor en <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación entre <strong>salud</strong> y estatus socioeconómico y explican algunos,<br />

aunque no todos los gradientes.<br />

• En Francia, los resultados <strong>de</strong> <strong>la</strong>s investigaciones d<strong>el</strong> estudio Gaz<strong>el</strong> indican que aproximadamente <strong>el</strong> 20%<br />

d<strong>el</strong> gradiente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se en <strong>la</strong>s ausencias por enfermedad pue<strong>de</strong> atribuirse a <strong>la</strong> exposición tanto física como psicológica.<br />

Existía una característica específica d<strong>el</strong> efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> exposición psicológica que explica <strong>la</strong> porción d<strong>el</strong><br />

gradiente para <strong>la</strong>s ausencias r<strong>el</strong>acionadas con factores psiquiátricos y musculoesqu<strong>el</strong>éticos, mientras que <strong>la</strong> exposición<br />

física explicaba <strong>la</strong>s ausencias r<strong>el</strong>acionadas con <strong>la</strong>s lesiones.<br />

• En Fin<strong>la</strong>ndia, <strong>la</strong>s investigaciones d<strong>el</strong> Instituto <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> H<strong>el</strong>sinki <strong>de</strong>mostraron que una proporción sustancial<br />

d<strong>el</strong> gradiente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se en <strong>la</strong> <strong>salud</strong> sexual y reproductiva pue<strong>de</strong> atribuirse al control sobre <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong>. Los investigadores<br />

también <strong>de</strong>tectaron que cuando <strong>la</strong>s exigencias psicológicas en <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> eran contro<strong>la</strong>das, <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación<br />

entre <strong>la</strong> <strong>salud</strong> sexual y reproductiva y <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se social se reforzaba.<br />

Aunque existen evi<strong>de</strong>ncias consi<strong>de</strong>rables y crecientes <strong>de</strong> que <strong>la</strong>s características d<strong>el</strong> entorno <strong>psicosocial</strong> en <strong>el</strong><br />

<strong>trabajo</strong> explican una proporción significativa –aunque no <strong>la</strong> totalidad– d<strong>el</strong> gradiente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se en <strong>la</strong> <strong>salud</strong>, continúa<br />

existiendo cierto <strong>de</strong>bate sobre <strong>la</strong> interpretación <strong>de</strong> estos resultados.<br />

Una explicación alternativa es que es <strong>la</strong> <strong>de</strong>sventaja material y no los factores <strong>psicosocial</strong>es, lo que probablemente<br />

explica <strong>el</strong> gradiente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se en <strong>la</strong> <strong>salud</strong>. Según esta perspectiva, como los factores <strong>psicosocial</strong>es<br />

adversos y <strong>la</strong>s <strong>de</strong>sventajas materiales están tan estrechamente r<strong>el</strong>acionados, es difícil discernir qué grupo <strong>de</strong><br />

factores es <strong>el</strong> que tiene una verda<strong>de</strong>ra r<strong>el</strong>ación causal con <strong>la</strong>s diferencias <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se en <strong>la</strong> <strong>salud</strong>. La conclusión es

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