MaquetaciŠn 1 - Saber Alternativo

36 SABER ALTERNATIVO
DESARROLLO PERSONAL
LA CONSCIENCIA DE DAR A LUZ
La vida es Una. Espíritu, mente, emoción
y materia están unidos en la vida y mucho
más en el momento del nacimiento,
donde hay dos máximos protagonistas
implicados y de cuya interacción depende
todo: El que nace y el que da a luz, el
niño y su madre…. Siendo cada uno de
estos dos seres, espíritu, mente, emoción
y materia, en el nacimiento se debe atender
a todos estos aspectos.
La sabiduría instintiva contempla los cuatro
aspectos de la vida y, sin negar ninguno,
los integra en una danza amorosa de
recibimiento y donación.
¿Y que hacemos cuando la civilización
actual nos hace adormecer los instintos
naturales? Pues es entonces cuando entra
en juego el poder de nuestra consciencia,
el darnos cuenta de quienes somos y de lo que podemos hacer,
el dar paso a nuestra sabiduría interior, a nuestra capacidad de elegir,
de conocernos y de fiarnos de nuestra propia sensibilidad.
La mitad de la humanidad somos mujeres y en lo que nos diferenciamos
de la otra mitad es en nuestra capacidad de concebir, gestar,
parir y amamantar a
nuestras crías. De este
hecho dependen todas las
demás diferencias: emocionales,
mentales, de
sensibilidad y corporales.
Como mujeres conscientes
no debemos permitir
que se nos ofenda en ninguno
de los aspectos
antes nombrados, porque
el nacimiento es un acto
físico, sí; pero también es
un acto emocional, en el
que están implicadas toda
la cantidad hormonas y
substancias que unen
nuestro amor con nuestra
fisiología, como la prolactina
y la oxitocina, y es un acto espiritual,
pues es sagrado el momento en que nuestro
hijo se desprende de nosotras para salir
a la luz, conectándonos con todo el misterio
de la creación.
Y nos ofenden y violentan cuando nos gritan,
cuando no nos informan, cuando nos
impiden la intimidad innecesariamente,
cuando nos aturden con órdenes, cuando
nos insultan o hacen gestos despectivos
de nuestro proceso de parto, cuando no
nos dan las gracias por haber presenciado
el sagrado nacimiento de nuestro bebé,
cuando nos separan de él sin motivo justificado,
cuando no permiten la lactancia
temprana, cuando nos manipulan emocional,
mental, y/o corporalmente, haciendo
violencia en nosotras o en nuestros niños.
Ya somos muchas las mujeres, con la maternidad dolida, que
levantamos nuestras voces para conseguir en todas partes lo
que ya se está consiguiendo en algunas:
- Respeto al propio proceso de parto, evitando medicación e inducciones
innecesarias, para no provocar cesáreas u otras intervenciones
innecesarias también.
-Información veraz.
-Derecho a la intimidad y luces tenues.
-Posibilidad de dar a luz en casa.
-Profesionales conscientes y sensibles, que solo intervengan en
caso de necesidad.
-Libertad de movimiento y de postura.
-No separación madre-hijo. Iniciación temprana a la lactancia.
- Elegir el acompañamiento en el parto.
Consiguiendo todo esto habremos dado un gran paso no solo en
la atención al nacimiento de nuestros hijos, también en nuestra propia
percepción como mujeres y personas dignas, elevando nuestra
consciencia y la de nuestros niños. Desterrando el maltrato de
madres e hijos en el sagrado momento del nacimiento. Fabricando,
dando a luz, un mundo mejor.
María Fuertes Soto
La casa del alba