MaquetaciŠn 1 - Saber Alternativo

34 SABER ALTERNATIVO
DESARROLLO PERSONAL
MOBBING O ACOSO MORAL EN EL TRABAJO
OBBING es una palabra inglesa asociada al verbo “To
M
mob”-asaltar o acosar- y se define como el ataque de
una coalición de miembros débiles de una misma especie
contra otro individuo más fuerte que ellos. En el
ámbito laboral, el mobbing señala el continuo y deliberado
maltrato que recibe una persona por parte de otra u otras,
quienes se comportan con ella cruelmente con intención de
afectarla psicológicamente y obtener su salida de la organización.
Se habla entonces de acosador/a o banda de acosadores
y acosado/a u hostigador/a y victima.
Los efectos del acoso moral en el trabajo sobre la persona pueden
parecerse en cierta medida a los que provoca el estrés laboral
(insomnio, falta de concentración, dificultad ocular, agobio,
irritabilidad, dolor de cuello y de cabeza, fatiga, etc…) pero no se
deben confundir.
El acoso moral se genera cuando una persona empieza a tener
celos o envidia de otra por lo que tiene o representa (sus facultades
intelectuales, sus habilidades comunicativas y humanas, su
vida privada, su equilibrio psico-afectivo, su forma de ser, etc…) la
percepción de la realidad del/de la acosador/a está alterada porque
en vez de desarrollar su propio potencial para superar su complejo
de inferioridad, que esconde detrás de una corraza de
superioridad y poder, busca de forma incansable e inconsciente,
destruir a su victima (que se acabe sintiendo peor que el/ella) o eliminarla
(que deje de ocupar su puesto). Actuando así dejará de ver
reflejada su propia mediocridad día tras día comparándose con su
victima. El/la acosadora vivencia la relación de trabajo como un
campo de batalla, donde cree que toda iniciativa, decisión, acto o
pensamiento de su victima es una ofensa hacia él/ella con el fin de
destronarle.
Es un mecanismo psicológico de los más perversos y sus efectos
son devastadores. Hoy en día en España más de millón y medio
de trabajadores en activo sufren de mobbing y en la mayoría de
los casos los/las hostigadores/as (pueden ser superiores o compañeros/as)
siguen trabajando aunque las victimas ya no ocupan
sus puestos. Generalmente acaban despedidas o han pedido traslado
a otro departamento o lugar de trabajo o han renunciado
voluntariamente a su trabajo por no aguantar más la situación de
acoso, con las temibles consecuencias en torno a su economía y
su empleabilidad.
Es un proceso largo y continuo que ocasiona el deterioro de
la confianza de la victima en si misma y en sus capacidades
profesionales así como su desvalorización personal y su perdida
de manejo en el entorno social o familiar. Los efectos del
acoso moral en la salud física y psíquica de la víctima son muchos
y pueden conducir a la persona a no recobrar jamás su capacidad
laboral incluso en casos muy extremos llevarla al suicidio. En efecto,
sumado a la dificultad de convivir a diario con el acoso, mientras
perdure la situación laboral, se suele encontrar la víctima con
una falta de apoyo externo oyendo comentarios como: “si te pasa
esto será por algo” o “te estás poniendo paranoico” o “no es para
tanto”… de allí que muy fácilmente vaya introyectando la culpa y
pierda toda capacidad de distanciarse de las acciones de acoso
dirigidas hacia ella. Poco a poco va enfermando somatizando al
nivel físico toda la carga acumulada al nivel psico-emocional, y entra
en el círculo vicioso de las bajas laborales. Se va recuperando cuando
se aleja de la presencia del/de la hostigador/a y vuelve a derrumbarse
cuando se reincorpora al trabajo. El/la acosador/a utiliza
contra ella el argumento del ausentismo, la inutilidad profesional y
la justificación de lo que viene diciendo desde hace meses de forma
encubierta: esta persona no vale, no rinde, no cumple, crea problemas
relacionales en su entorno laboral, es un peso para la
empresa, será mejor despedirla. Cuando se hace efectiva la despedida
o se retira la víctima del escenario, ha alcanzado su objetivo
el/la acosador/a…