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EL CODlGO PENAL y LA JURISPRUDENCIA 61
ficultad está practicamente resuelta, desde que corresponde al
juez apreciar el carácter del hecho injurioso para aplicar
la sanción penal dentro del amplio margen dado por el legislador.
* * *
De la tentativa. - Es esta una cuestión interesante.
¿Puede existir la tentativa en estos delitos? En las injurias
y calumnias inferidas por escritos puede surgir doctrinariamente
la figura de la tentativa. Entre la carta injuriosa
y la recepción de la misma, puede interponerse algún episodio
que impida la consumación del atentado, dando origen
a un principio de ejecución que configura técnicamente
la tentativa.
Ante un escrito de carácter injurioso o calumnioso,
donde un acontecimiento cualquiera haya impedido al destinatario
la recepción del mismo, no podemos hablar de un
hecho consumado, sino de un principio de ejecución, porque
el delito se perfecciona cuando se recibe el escrito que
contiene la injuria; otra será la solución si el libelo ha visto
la luz pública, porque en este caso no es necesario la notificación
personal para la consumación del atentado.
Pero en cambio, cuando se trata de injurias verbales
desaparece la figura de la tentativa.
Esta es una distinción puramente doctrinaria, ya que
en el terreno de la práctica resulta imposible localizarla y
por regla general no se la reprime.
* * *
La sanción penal. - El criterio que impera en esta
clase de delito es el de benignidad, ya que se considera eficiente
la sanción de una pena leve pero segura, porque estas
sentencias llevan en sí, más que la finalidad del castigo, la
sanción de una alta lección de moralidad y de convivencia
social. Fundado en eso el legislador pensó primitivamente
en una sanción puramente económica y estableció la pena de
cien a mil pesos de multa.
Esta sanción económica fué criticada argumentándose