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372 JUAN F. GONZALEZ
Zanardelli, en su Proyecto, patrocinaba el empleo de
los medios adecuados para llegar a la sustitución o suposición
de estado y por eso establecía: ct El que oculta o cambia
un niño con el fin de alterar o suprimir el estado civil
". Es decir que de acuerdo a este criterio el hecho de la
ocultación o cambio de niño implicaba con el propósito la
consumación del delito. Pero el legislador Italiano se apartó
de este criterio y siguió un sistema completamente opuesto
modificando el texto de la ley: H El que ocultando o cambiando
un niño, suprimiere o alterare el estado civil". Es
decir, que exigió la existencia de la lesión real y definitiva
del derecho para la consumación del delito.
Existe en cambio un tercer sistema que es en mi entender
el que más se ajusta a la disposición de nuestra ley.
Por él, el delito se consume cuando se hiciere incierto, se
alterare, o se suprimiere el estado civil de una persona empleando
los medios señalados por la ley. Se diferencia del
primer sistema, en que el solo empleo de medios sin lesión
alguna de derecho no es suficiente para la consumación del
-delieo; y del segundo sistema, en que no exige que la lesión
sea de carácter permanente, bastando la modificación del estado
civil aunque sea ésta temporal para configurarlo.
Nuestro Código sigue este tercer sistema, y el solo
hecho de hacer incierto, alterar, o suprimir el estado civil,
es suficiente para la consumación del atentado. De modo
que para nosotros el delito se configura con la ocultación
del niño, el abandono, el cambio, o cualquier maniobra
que haya hecho incierto, alterado o suprimido el estado civil
aunque sea momentáneamente. La sola existencia de la
lesión jurídica implica su consumación.
* * *
De la tentativa. - Hemos visto que el atentado contra
el estado civil es una infracción material que exige para
su consumación la existencia real de la lesión jurídica, de
modo que entre la iniciación del atentado por los medios
empleados y la finalidad perseguida, existen episodios intermedios
que pueden importar un principio de ejecución y
que doctrinariamente configuran la tentativa.