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348 JUAN F. CONZALEZ
que configura el delito mismo, de modo que es innecesaria
la ratificación de la vida matrimonial.
Nuestra Cámara del Crimen ha resuelto la prescripción
en el delito de bigamia, y al confirmar el pronunciamiento
del juez, proclama la tesis francesa del delito instantáneo y
entonces la prescripción comienza a correr desde la celebración
del segundo matrimonio que perfila la consumación
del delito.
Como dijimos, el legislador no ha sido claro, ni ha estado
feliz al abordar esta cuestión, ya que debió tener en
cuenta la discusión doctrinaria sobre la clasificación de este
delito, para establecer expresamente, como los códigos de
Alemania, Zurich, Toscana, Italia, Uruguay, Paraguay, etc.
desde cuando principia a correr la prescripción. Silenciarlo,
es trasladar la discusión doctrinaria al terreno del derecho
positivo dividiendo la jurisprudencia.
Entiendo que todo precepto legal debe ser claro y estar
fuera de toda discusión, para evitar cuestiones inútiles que
redundan en desprestigio de la propia ley.
* * *
La tentativa. - Existiendo diversos episodios entre la
iniciación del contrato y la celebración del matrimonio,
puede ésta ser interrumpida contra la voluntad de los contratantes,
y en consecuencia estaríamos en presencia de un
principio de ejecución que configuraría técnicamente la tentativa.
Manzini sostiene la tesis contraria; argumenta que si
el matrimonio nulo aunque sea celebrado con las formalidades
legales no constituye la bigamia, menos debe caracterizar
la tentativa un simple acto preparatorio de ese contrato.
Entiendo que hay que distinguir entre la existencia material
de ese matrimonio y su valor jurídico. La ley al referirse
a la bigamia, no puede exigir la existencia jurídica
del segundo matrimonio, porque éste resultaría siempre nu­
10; luego, se refiere únicamente a su realización externa y en
este sentido la interrupción de los actos que implican esta
realización constituyen la tentativa.