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EL CODICO PENAL y LA JURISPRUDENCIA 345
ción en este delito, no es más que una excepción aceptada
por el legislador a las reglas que deben regir las consecuencias
generales del delito instantáneo.
El profesor uruguayo José Irureta Goyena, C) pro.
clama el carácter permanente de la infracción, desde que
tiene en cuenta no sólo el acto de la celebración del matrimonio,
sino también los efectos del vínculo creado y en este
sentido afirma: ce No me parece acertado que se estime que
un delito es instantáneo por su propia naturaleza, cuando
existen motivos de política criminal que obligan, luego, a
encararlo como delito permanente. El jurista debe moverse
de los hechos a la doctrina y no de la doctrina a los hechos".
Consecuente con su tesis establece especialmente en el Código
Penal de que es autor, una disposición que rige la prescripción
en este delito (2): ce Artículo 265. El término para
la prescripción en la bigamia, empieza a correr desde
que uno de los dos matrimonios haya quedado disuelto por
la muerte de alguno de los cónyuges, o desde que el se·
gundo haya sido declarado nulo por la causal de bigamia".
Nuestro código penal no nos resuelve expresamente la
cuestión y como siempre, nos deja en la estacada. De modo
que, de la discusión doctrinaria se ha hecho eco nuestra jurisprudencia
y de aquí que, según sea el sistema adoptado,
resulten sentencias contradictorias.
Toda la dificultad consiste en el criterio que se tenga
del delito de bigamia. Si la prescripción debe vincularse al
momento consumativo del delito como lo sostiene Carrara,
Nipels y entre nosotros Rodolfo Rivarola, ella principia a
correr desde el momento de la celebración del matrimonio.
Si en cambio se considera la bigamia como un delito contínuo,
corno un estado delictuoso, la prescripción debe principiar
a correr desde la cesación de ese estado, que se rnanifiesta
por la muerte de uno de los cónyuges o por la declaración
de la nulidad del segundo matrimonio por la causal
de bigamia.
(1) Obras Completas, tomo V, pág. 110 Y 11I.
(2) Nuevo Código Penal del Uruguay. Es el mismo sistema
adoptado por el Código Italiano.