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32 JUAN F. GONZALEZ
es que ~o se admite excepción de verdad, y desapareciendo
así la necesidad de saber si la imputación era falsa o verdadera.
desaparezca con ello la definición de calumnia; 3°,
que excepcionalmente se admita la prueba de la verdad en
los casos en que un interés especial lo exija.
El proyecto argentino de 1891, conservó la definición
de la calumnia, entendiendo que la constituye la falsa imputación
de un delito que dé lugar a la acción pública: con ello
quedó también la excepción de verdad en todos los casos
de imputación de delitos, como regla sin excepción.
Conservó así mismo el concepto de la injuria como estaba
definido en el código, y propuso adoptar para los casos de
injurias las reglas sobre prueba de la verdad de la imputación
que se hallaban en los códigos extranjeros, más especialmente
referidas a la difamación que a la injuria.
Llamado, por designación del gobierno de mi país, a
colaborar en el segundo proyecto de código, pendiente ahora
de la consideración del congreso nacional, me sentí con
ánimo suficiente para proponer una reforma fundamental
en esta materia, y la sometí a la comisión de que formaba
parte. Si el tiempo, las lecciones de la experiencia y nuevas
reflexiones sobre el asunto me habían sido de algún provecho,
no podía menos que abandonar las ideas del proyecto
de 1890, y su conformidad con el código penal en vigor para
sostener la reforma que a mi juicio requiere la ley, no en el
sentido de seguir fielmente el concepto o las reglas de leyes
extranjeras, sino para proponer lo que entendía más justo
y razonable, y más conforme con el criterio común del medio
en que la misma sería implantada.
Debo advertir aquí, que concebidas, aunque no formuladas
y escritas las bases que enseguida expongo, llegó a
mis manos el ante-proyecto del código penal suizo de Carlos
Secos, en que hallé la mayor aproximación con mis propias
concepciones sobre algunos puntos de mi ante-proyecto.
He aquí las bases que propuse para la represión de
los delitos contra el honor:
1$. Según el método observado en nuestro proyecto
para todos los demás delitos especiales, una disposición
general contendría la represión de toda ofensa al honor o