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310 JUAN F. GONZALEZ
efectuado dentro del matrimonio y ya hemos establecido al
estudiar este delito que el acceso carnal contra la voluntad
de la esposa no configura la violación.
* * *
De la nulidad. - Declarada la nulidad del matrimonio
en virtud de haber sido celebrado mediante algún impedimento
legal entre los contrayentes, se plantea un nuevo
problema que puede acarrearnos alguna dificultad.
Como siempre nuestro legislador nada nos dice sobre
las consecuencias que esta nulidad debe tener en el proceso
y sin embargo constituye esta cuestión una seria dificultad
que hay que resolver en la práctica.
Groizard se plantea este problema en la legislación
española cuya disposición similar a la nuestra no resuelve
expresamente el caso. Aquél aprecia el problema estudiando
la clase de impedimento causante de la nulidad; si ésta es
subsanable el problema no ofrece ninguna dificultad por
cuanto con una simple ratificación puede salvarse.
Cuando el impedimento legal es insalvable entonces
el problema adquiere una seria dificultad. El autor citado
lo resuelve teniendo en cuenta la buena fe del contrayente;
y sostiene que cuando el matrimonio se ha celebrado desconociendo
la existencia del impedimento, esta situación
debe favorecer al procesado y en cambio la responsabilidad
subsiste cuando el matrimonio se ha realizado a sabiendas
de su nulidad, porque este nuevo acto doloso no
constituye más que una nueva acción delietuosa. Este criterio
es compartido por Salvagno Campos, C) pero nosotros
no obstante la autorizada opinión de los maestros citados,
nos permitimos respetuosamente disentir.
Si el impedimento es insalvable los efectos jurídicos
de la nulidad vuelven las cosas al estado en que se encontraban
antes del acto celebrado. Aquí no podemos considerar
ni la buena, ni la mala fe del contrayente, pues ante
la nulidad del matrimonio sólo queda el propósito de repa-
(1) Los deUtos sexuales, pAgo 178.