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290 JUAN F. GONZALEZ
La finalidad de contraer matrimonio, es precisamente
una de las razones que pueden justificar la configuración especial
de este delito, ya que la finalidad de los propósitos
deshonestos, está reprimida con las diversas sanciones que
rigen los atentados contra la honestidad.
El maestro Groizard, (1) al considerar el punto, parecería
que escribiese para nosotros y en su crítica sana y doctrinaria
nos enseña: u A lo que no puede extenderse el alcance
de las palabras de la ley, es, por desgracia, hasta apreciar
dentro de la incriminación al que roba a una mujer,
contra su voluntad, con el fin de obligarla a contraer matrimonio.
El que tal hace, comete solamente un rapto con
miras reprobadas, dignas de censura y de castigo; pero no
puede decirse que lo hace con miras deshonestas. De esta
interpretación, ajustada a los recomendados principios de
la ciencia, resulta un duro reproche contra el artÍculo cuyo
comentario estamos escribiendo, porque en él ha quedado
fuera del círculo de imputación el acto que más caracteriza
la naturaleza propia del delito de rapto, en su concepto
moderno, el único que justifica la necesidad social de hacer
de él una entidad jurídica especial ".
ct' La estrecha noción del delito de rapto que, inspirándose
en los códigos de Francia y del Brasil, nuestros legisladores
nos han dado en el texto actual, es, bajo aquel
punto de vista, sumamente desgraciada. La violencia y el
fraude a que las mujeres podían verse sujetas a consecuencia
de las miras deshonestas de sus raptores, no reclamaban
en términos absolutos esa protección especial por parte
de la ley, pues castigadas estaban implícitamente con las
penas señaladas para la represión de actos de violación y
de abusos deshonestos consumados, y de delito frustrado y
de tentativa de este linaje de hechos. Lo que sí necesitaba
y necesita sanción particular, r por tanto, lo que vendría
a justificar la creación de la nueva especie, es la situación
jurídica creada por el que roba una mujer, no con ningún
fin lúbrico sino con los propósitos matrimoniales".
(1) Derecho Penal, tomo V, pAg..211 '7 212.