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EL CODICO PENAL y LA JURISPRUDENCIA 285
ro acepta que cuando es menor puede servir de víctima.
Cuando el atentado se llegase a perpetrar contra un
hombre, no es seguramente la clasificación del rapto la
que técnicamente correspondería. Debemos buscar otra más
apropiada de las que caracterizan la restricción de la libertad
y el atentado a la honestidad, como el plagio, la extorsión
o la violación, pero debemos abandonar definitivamente
para estos casos la clasificación del rapto.
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Elementos constitutivos. - De la disposición de nuestro
precepto legal se infieren los elementos estructurales
que unidos configuran el rapto y ellos son tres a saber: 1°.
La abductio, o sea la sustracción y retención de la mujer,
por medio del traslado de un punto a otro; 2°. La violencia,
representada por la fuerza, la intimidación o el fraude y 3Q.
La objetividad ideológica, equivalente a los propósitos que
inspiraron la finalidad del agente.
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10. La abductio. - El hecho de la sustracción requiere
un cambio de lugar, y los antiguos juristas la hacían consistir
en el traslado de un punto a otro, (abductio de loco ad 10­
cum). Este requisito es fundamental para la existencia del
delito; ahora bien, jurídicamente es indiferente a donde ha
sido trasladada la víctima, si cerca o lejos del lugar de su
residencia. Basta sólo que la H abductio" se verifique imposibilitando
el auxilio de los familiares o allegados, pues
en este aislamiento consiste la sustracción y nace el peligro
que da origen a uno de los elementos necesarios del delito.
Esto sentado, puede encontrarse la víctima en sus propios
dominios; basta la imposibilidad de comunicarse con
sus allegados para que se considere efectuado el traslado.
El hecho de llevar a la víctima de una pieza a otra para consumar
el atentado contra la honestidad, no podemos considerarlo
como rapto, porque no existe en este caso H la ahductio
"; podrá existir estupro, violación, abuso deshonesto