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EL CODlGO PENAL y LA JUBI5PRUDENCI.\ 277
y por último, el elemento subjetivo que como dijimos
anteriormente estaba constituido por la conciencia y la voluntad
del agente, traduce el dolo con que ese hecho es
cometido.
En el campo doctrinario italiano, existen dos sistemas
para apreciar este elemento del delito. Uno que exige sólo
que el hecho se haya verificado con conciencia y voluntad,
sin entrar a averiguar sobre la finalidad, ni el móvil que impulsó
al agente. Este es el sistema francés y de la casi totalidad
de la jurisprudencia europea. El otro sistema exige
además de la perpetración voluntaria de los hechos, el propósito
determinado de ultrajar al pudor público, es decir,
que para la configuración del delito se requiere un dolo especial,
representado además por la finalidad del agente.
Pincherli, (1) uno de los primeros comentaristas del
antiguo Código Italiano, al tratar el elemento intencional
de este delito decía: H En cuanto al elemento intencional,
creo que sea necesario que los actos hayan sido cometidos
con el preciso propósito de ultrajar al pudor o a las buenas
costumbres, y que una obscenidad cometida por diversión,
por capricho o por otro motivo similar, debe caer bajo la
sanción del artículo 490 ".
Nosotros nos inclinamos por el primer sistema que es
el que acepta la doctrina francesa, ya que en nuestra legislación
el delito de ultraje al pudor no puede adquirir el carácter
de una falta y menos el de un delito culposo.
Basta entonces que el acto lesivo de la moral sea cometido
con conciencia y voluntad para que el delito exista,
sin tener en cuenta la objetividad ideológica de la infracción.
El nuevo sistema adoptado por el código italiano, nos
trae la novedad de considerar esta figura del derecho criminal
en su doble característica de delito doloso y culposo.
(Art. 527. Código Penal Italiano de 1931).
En nuestro derecho el ultraje público al pudor, no
(1) 11 Códice Penale annotato, Boca. Turfn 1890, pág. 47I.
Salvagno Campos, Los delitos sexuales, pág:. 291.