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256 JUAN F. GONZALEZ
venéreo, nos enseña los diferentes casos en que se puede
presentar este delito:
~~ 1 9 • Delito culposo de contagio venéreo, en que es
consciente la causa y previsto el efecto. Es el caso más o menos
general que se presenta en la práctica, y se diferencia del
dolo eventual, en que si el agente supiera fijamente que iba
a contagiar S1;1 mal no ejecutaría el hecho.
2 9 Delito culposo de contagio venéreo, en que es consciente
la causa pero imprevisto el efecto. Es el caso vulgar
de los enfermos que tratados ligeramente creen que su enfermedad
no es contagiosa.
3 9 • Delito culposo de contagio venéreo, donde es in.
consciente la causa e imprevisto el efecto. Es el caso de los
que por su incultura o su extrema juventud ignoran la existencia
de la enfermedad ".
De los tres casos los dos primeros son los que debemos
tener en cuenta y sobre todo el primero, que es el que por
regla general se presenta en la práctica. Pero la responsabilidad
no podemos considerarla dolosa, porque en el peor de
los casos habría dolo eventual que confina con la culpa
consciente, y sabemos que nuestro legislador no ha considerado
esta figura doctrinaria del dolo para el delito de trasmisión
de una enfermedad contagiosa. El dolo eventual po·
dría tener aplicación en la disposición del artículo 81, inciso
(b).
Estas son las razones que nos guían para aplicar en
estos casos la disposición del artículo 203. Y sólo cuando
la objetividad ideológica del delito sea el contagio de la
enfermedad, debemos aplicar la disposición del artículo 202;
pero si el contagio fué sólo una consecuencia del atentado,
debemos considerarlo como culposo.