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216 JUAN F. GONZALEZ
ral; como así también cual es la corrupción efectiva del
menor.
El primer problema ha tenido la virtud de dividir a
los tratadistas, de modo que esta dificultad no resulta aparente
sino real; así tenemos que maestros del derecho como:
Carrara, f), Crivellari (2), Impallomeni (3), Y Viazzi
(4) , sostienen que el delito se perfecciona con la corrupción
física, por la contaminación corpórea; y por otra parte,
otros escritores de no menos autoridad científica como:
Pozzolini (5), E. Majno (6) y Manfredini C); sostienen
a su vez con una tendencia más moderna, que no debe
hablarse de corrupción física o moral, sino de medios físicos
y morales como elementos de corrupción.
Exigiendo el código italiano además la corrupción efectiva
del menor, se ha planteado otra cuestión no menos interesante:
cuando la víctima es una persona corrompida
el acto es o no incriminable?
Viazzi, es el que argumentando lógicamente, sostiene
que no se puede corromper lo que ya está corrompido y se
inclina en este caso por la inexistencia del delito.
Pozzolini, citado por Salvagno Campos, (8) llega a la
misma conclusión. En igual sentido la jurisprudencia Italiana:
H No existe delito cuando ocurre sobre la persona de
una muchacha ya pervertida o corrompida, o cuando la mujer
cede al amplexo por invencible tendencia hacia el hombre".
(Casazione, junio 23 de 1911; v. en Scuola Positiva,
1912 pág. 74). ce Si una menor ha llegado a la total corrupción
no es jurídicamente posible en daño de ella el delito de
corrupción de menores". (Casazione, Marzo 2O de 1912, v.
!bid 1922, 11 pág. 220). H Obra citada ".
El reciente código italiano en su artículo 53O, también
(1) Programrna Pte. esp. VI, 2978.
(2) II Codo Pen., VII, pág. 487.
(a) II Códice Penale Ilustrato, III, pág. 83.
(4) Su i reatt ReSR, pág. 78.
(5) Dei del c. 11 buon cost., pág. 94.
(6) ReatU seas, N? 24.
(7) Del c. 11 buon cost., pág. 197.
(H) Delftos Sexuales, pág. 374, cita Ir.