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214 JUAN F. GONZALEZ
ralizadora del legislador, quien emplea el precepto de la
ley como un medio de profilaxia social.
En nuestro.Código hoy
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el problema de la prostitución
está considerado bajo sus dos aspectos fundamentales:
en uno prevé el legislador el delito de corrupción de
menores, como vamos a estudiar enseguida; y después lo
contempla bajo el aspecto de la prostitución de mayores
donde funciona el engaño y la violencia como elemento
constitutivo. Es decir en este segundo aspecto está contemplado
el verdadero problema de la prostitución conocido
más vulgarmente con el nombre de delito de trata de blancas.
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El bien jurídico protegido. -
El bien jurídico protegido
en esta clase de atentados contra la honestidad, no
puede ser otro que el de la pública moralidad. Es cierto
que el precepto ampara también los intereses privados del
menor y de la familia; pero debemos reconocer que sobre
todo ello, existe un derecho social interesado en mantener
cierto grado de cultura en cuanto a las relaciones sexuales
de las generaciones que deben constituir la colectividad.
Es por esto que el legislador, dando mayor importancia
al derecho social de la pública moralidad, que al interés
privado de la víctima, ha hecho de esta figura delictuosa
un delito de acción pública. y así tenemos que es el único
de todos los delitos que constituyen el título de los atentados
contra la honestidad de nuestro Código, cuya acción
no está supeditada a la denuncia ni de la víctima, ni de sus
representantes legales, pues ella debe iniciarse de oficio.
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Diversos sistemas de considerar el delito. - Teóricamente
el elemento material deben constituirlo los actos deshonestos
o las maniobras capaces de poner en peligro la
moralidad del menor. Pero esta opinión no es aceptada
de una manera uniforme, y entonces pasamos a exponer
los sistemas distintos de considerar este- delito.