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212 JUAN F. GONZALEZ
también si el autor fuera ascendiente, marido, hermano, tutor
o persona encargada de su educación o guarda o que hiciera
con ella vida marital.
* * *
La corrupción de menores ante nuestros antecedentes.
- Nuestro Código al considerar los delitos de violación y
estupro, que consisten en el acceso carnal fuera de matrimonio,
contra la voluntad presunta y manifiesta de la víctima,
o por medio de la seducción teniendo en cuenta la edad de
la menor, se ocupa de los delitos contra la honestidad, donde
tanto la violencia o seducción se emplean para satisfacer
los propios apetitos sexuales; pero ahora, en el artículo
125 considera esta situación jurídica bajo otro aspecto distinto,
y es por eso que entran como elementos de corrupción
la finalidad del lucro y la satisfacción también de los
apetitos propios o ajenos.
Existen diversos antecedentes en nuestra legislación
sobre este delito. El Código de Tejedor, bajo el aspecto
de corrupción de menores, lo consideraba protegiendo a estos
hasta la edad de veinte años, exigiendo el hábito y el abuso
de autoridad, como elementos básicos del delito; es decir,
que castigaba sólo a los profesionales de la corrupción.
Ya el Proyecto de los Dres. Villegas, U garriza y García,
introdujo una modificación importante, pues consideraba
el delito de corrupción sin exigir la habitualidad del
delincuente, concepto fundamental que evitaba la discusión
sobre la existencia de uno de los elementos del mismo,
y extendía el castigo al simple corruptor.
El Código de 1886, amparó al menor hasta los diez
y ocho años, y los elementos del delito eran los mismos
que legislaba el Proyecto Tejedor, agravando la penalidad
de acuerdo a la edad de la víctima. Pero este concepto
fué posteriormente modificado por el Proyecto de
1891, donde se suprimió como elemento del delito de corrupción
de menores, el ejercicio habitual y el abuso de autoridad
o confianza.
La Ley de Reformas al Código de 1886, consideró el
delito bajo el mismo criterio que había 'sido tratado en el