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196 JUAN F. CONZALEZ
diente, afín en línea recta, hermano, sacerdote o encargado
de la educación o guarda y cuando el atentado fuese cometido
por dos o más personas.
Este mismo sistema fué el que aceptó el Proyecto de
1906 y el que figura en la disposición del artículo 122 del
código vigente, que pasamos a considerar.
* * *
Tres son las situaciones que contempla la disposición
del artículo y que vamos a estudiar especialmente, a saber:
1 9 El grave daño en la salud de la víctima; 2 9 El abuso de
autoridad en las relaciones familiares; 3 9 La superioridad
numérica de los delincuentes.
* * *
1 9 El grave daño en la salud de la víctima. - Considera
en este caso la ley, no sólo el delito de violación en sí
mismo, sino también la enfermedad o lesión que pudiera
resultar como consecuencia del delito y causando un grave
daño en la salud de la víctima; razón por la cual resulta
más repugnante y cobarde el atentado, señalando una peligrosidad
refinada en el sujeto y justificando la razón del
agravante.
Una de las complicaciones que puede acarrear en la
práctica el atentado de la violación, es la trasmisión de una
enfermedad. Por eso no trepidamos en afirmar que el
agravante que contempla la ley, es el delito de contagio venéreo
que va ganando plaza en las legislaciones modernas.
La violación y el contagio venéreo constituyen para
nuestra ley un delito complejo; es decir que en el presente
caso no se aplican las disposiciones que rigen el concurso
de delitos, para considerar en una forma especial el delito
de violación cuando deje como consecuencia del atentado
un daño que se traduce en una enfermedad contagiosa
para la víctima.
Habla la ley de un grave daño en la salud, y entonces
debemos de plantearnos el problema: de qué clase de
enfermedades son las que deben constituir el agravante.