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EL CODIGO PENAL y LA JURISPRUDENCIA 181
riormente, que nuestro legislador ha creado un freno o mejor
dicho, una restricción al derecho de libertad sexual en la
mujer, y esta prohibición tiene limitada su extensión, la
que principia a los doce y termina a los quince años. Es decir,
que si el atentado es llevado contra una menor de doce
años, debe considerarse el hecho como una violación no
obstante el consentimiento de la víctima; pero cuando el
acceso carnal se produce con una menor mayor de quince
años, el hecho escapa a la previsión del legislador y si se
desarrolla con el beneplácito de la mujer no puede llegar
a constituir ningún delito.
Nuestro legislador habla de una menor de quince años,
pero puede en la práctica presentarse el caso que ya hicimos
notar en la violación, de que la víctima aparentase tener
más de la edad fijada por el precepto, y que el estuprador
cuando ha tenido contacto carnal con la misma, ha creído
sinceramente yacer con una menor mayor de quince
años. En este caso creemos con González Roura, que la buena
fe debe favorecerlo, ya que el dolo consiste en la conjunción
carnal a sabiendas con una menor de quince años.
Este es un caso excepcional que el juez debe apreciar
con mucha cautela; de lo contrario, todos los estupradores
se acogerían para eludir su responsabilidad en la
ignorancia de la edad de su víctima. De modo que el dolo
se presume; pero demostrado que sea el error la buena fe
debe favorecer al acusado.
Esta es la misma solución que dimos al tratar de la
violación. Criterio que también comparte, entre otros, el
Dr. C. Salvagno Campos.
N o en todas las legislaciones se ha fijado un límite
uniforme con respecto a la edad de la víctima. Así tenemos
que en el Código del Perú de 1924, la edad fijada para el
estupro, es entre los diez y seis y veintiún años (art. 201);
en el Código Uruguayo últimamente sancionado elevó la
edad. de quince a veinte años (art. 275); Y en nuestro código
la edad fijada como es sabido es de doce a quince
años. (art. ~20).
Entiendo que la honra y la honestidad de la mujer debe
estar siempre a cargo de la propia interesada y no bajo