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152 JUAN F. GONZALEZ
también en algunas legislaciones la prescripción legal tiene
el carácter de absoluta, es decir: que encontrándose la víctima
dentro del término señalado por la ley, el atentado adquiere
la configuración de la violación sin admitir prueba
en contra.
Así tenemos que el nuevo Código Italiano establece en
su artículo 539: u Cuando los delitos previstos en este título
sean cometidos en daño de un menor de catorce años,
el culpable no podrá invocar como excusa, la ignorancia de
la edad del ofendido". Nuestro Código no tiene esta disposición
tan absoluta, y consistiendo el dolo que caracteriza
el delito en el conocimiento pleno de los hechos viola torios
de la ley, cuando el desarrollo de la víctima pueda aparentemente
inducir en error, la buena fe del victimario, de haber
celebrado el hecho con la voluntad de la menor en la creencia
de que ésta tuviese más de la edad señalada, debe indiscutiblemente
favorecerlo.
El Dr. Octavio González Roura, C) se plantea esta
misma cuestión al tratar sobre el estupro y dice: ce Pero
puede ocurrir que la víctima aparente mayor edad, tanto
por su físico cuanto por la clase de vida que lleve, y hasta
que así se lo de a entender al imputado. No creo que en este
caso deba aplicarse la ley a la letra, pues sería necio exigir
que en semejante clase de relaciones se pretenda que
el hombre haya de requerir de la mujer la presentación de
la partida de nacimiento. La buena fe lo favorecería".
A la misma conclusión llega el Dr. Salvagno Campos
(2) quien cita en apoyo de su tesis a Pozzolino.
Es indiscutible que la situación legal para interpretar
el límite de la edad señalada por el legislador, tanto en la
violación como en el estupro es la misma, de modo que la
solución le es también aplicable. Pero debemos convenir que
esta cuestión prácticamente es más aceptable que se plantee
en el estupro y no en la violación. Pues en el primero importa
la inexistencia del delito; en cambio en el segundo caso
varía la calificación del mismo, a no ser que se sostuviera
(1) Derecho Penal, tomo 111, pá,g. 90.
(2) Los deUtos sexuales, pá,g. 156.