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138 JUAN F. GONZALEZ
Ores. Sixto Villegas, Andrés U garriza y Juan Agustín García,
al definir el delito de violación hablan de obligar a la
mujer a sufrir la aproximación sexual por medio de la violencia
o amenazas. Por aproximación sexual se entendía la conjunción
de los órganos sexuales y es por eso que en la nota
explicativa al primitivo proyecto se establecía que los elementos
de este delito consistían: C) H 1Q El empleo de la violencia,
ya resulte de vías de hecho directas o de amenazas
contra el cuerpo o la vida, vis vel metus; 2 Q • La unión corporalo
conjunción de los órganos sexuales; 3 Q • La falta de
consentimiento de parte de la persona atacada. Por 10 demás
importa poco que el crimen se dirija contra un hombre
o contra una mujer, contra una mujer honrada u otra
que no lo sea, porque esta misma no ha perdido la disposición
de su cuerpo ".
El Código de 1886 cambió la ideología de este delito
y así vemos que en su artículo 127, para la perpetración del
mismo, establecía la simple aproximación sexual aunque el
acto no llegue a consumarse. Pero esta manera de considerar
la violación ha sido reformada en nuestra legislación. La
ley 4189 siguiendo la orientación del Proyecto de 1891,
exigía para la perpetración del delito el concúbito fuera de
matrimonio conseguido por la violencia efectiva o presunta.
Este es el criterio que con alguna modificación ha pasado
a nuestro Código vigente, de modo que para saber en
qué consiste el acceso carnal que constituye el delito, veamos
el informe del Proyecto de 1891, que es el que cambió
nuestro antiguo sistema y orientó a los modernos proyectos
que sirvieron de lógico antecedente del Código Penal.
Dice el referido Proyecto en su informe: (2) ce Desde
luego, establecemos que, para que haya violación, es menester
el concúbito ilegítimo, en las condiciones enunciadas,
y no simplemente, como dispone el Código, que haya" aproximación
sexual aunque el acto no llegue a consumarse".
La violación requiere el acceso carnal, el acto de yacer. Así
se ha entendido y se entiende en la doctrina, así lo prescri-
(1) Proyecto Tejedor, tomo 11, pág. 315.
(2) Proyecto de 1891, pág. 169.