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134 JUAN F. GONZALEZ
ción que constituyan o revelen los actos de ejecución que
debían producirse como resultado del delito.
(( En este sentido pues, existe una sentencia del Tribunal
Supremo de Justicia pronunciada el 8 de Mayo de
1871, por la que se calificó de tentativa de adulterio el hecho
de encontrarse una mujer casada en actitud de desnudarse
en su alcoba, acompañada de un hombre que no era
su marido, en cuya situación la sorprendió éste. Sin embargo,
la Audiencia que conoció de esta causa, calificó el acto
de delito frustrado, por lo que el Tribunal Supremo de Justicia,
al tiempo de casar la sentencia, declaró que aquélla
Audiencia había cometido error de derecho al hacer tal calificación,
infringiendo el arto 3 del Código Penal ".
Pero no obstante el fallo citado, forzoso es reconocer el
terreno inseguro y equívoco para el juez al pretender apreciar
la tentativa en el delito de adulterio. Dificultad que se
vuelve insalvable en la mayoría de los casos, corriendo el
inminente peligro de abrir una puerta a la maledicencia y al
escándalo, que en realidad resulta más grave que el delito
mismo.
* * *
La cuestión pre-judicial. - El hecho de que el cónyuge
culpable pretenda excusar su responsabilidad alegando
la inexistencia del delito al sostener la nulidad del matrimonio,
importa una cuestión pre-judicial. Porque planteada la
cuestión de la nulidad del contrato matrimonial, es a la justicia
civil a la que corresponde declarar la validez o nulidad
del mismo, de acuerdo a la tesis del artículo 1104 del Código
civil, concordante con el artículo 86 de la Ley de Matrimonio
Civil.
En este caso la justicia criminal debe esperar la resolución
de la cuestión planteada. Sin embargo nuestros tratadistas
están divididos. Tanto el Dr. González Roura, como
Rodolfo Moreno, están de acuerdo en que alegar la nulidad
del matrimonio, implica plantear una cuestión pre-judicial
debiendo paralizarse el proceso hasta el fallo civil sobre
la nulidad alegada. .