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EL CODICO PENAL y LA JURISPRUDENCIA 121
desde que estaba incapacitada por la ley para intervenir en
los juicios públicos.
Fué Constantino, quien modificó la legislación romana,
haciendo del adulterio un delito privado y suprimió la
acusación pública. La misma desorientación que en los legisladores
romanos se observa en todos los pueblos de la
edad media.
En el Fuero Juzgo, los Visigodos daban la acción al
marido y le imponían como una obligación moral la persecución
de la adúltera, de lo contrario lo calificaban con el
mote de marido sandio y entonces pasaba la acción a los
hijos y a falta de estos, a los extraños.
El Fuero Real, lo consideró como un delito de acción
pública dando a todos el derecho de acusarlo, sólo que el
marido podía oponerse a la acusación y en este caso la demanda
no podía prosperar. Pero la renuncia del marido a
ejercitar la acción importaba la pérdida de los derechos hereditarios
a los bienes de su cónyuge.
Las leyes de Partidas, aceptaron las modificaciones de
Constantino y consideraron el delito como de carácter privado,
y es desde aquí, a partir desde entonces, que siempre
se ha considerado el adulterio como un delito doméstico
de carácter esencialmente privado.
Groizard nos enseña: ce Aceptamos que la garantía
social protectora de la sanidad del matrimonio y de los altos
intereses morales y materiales que con el matrimonio se
crean, se sustituya por la garantía personal, que a la justicia
ofrezcan los maridos, como los jueces los más competentes
de su honor y más interesados que nadie en la conservación
del prestigio moral y de la fortuna en su familia;
aceptamos todo esto y convenimos aunque con pena, en que
los legisladores no deben inspirarse nunca en principios exclusivamente
éticos; en que no deben dictar leyes para sociedades
tal como esas sociedades debieran ser, sino como
realmente son, y por tanto, que han obrado bien los autores
del presente artículo, escribiendo en nuestro código esta
regla: No se impondrá pena por delito de adulterio, sino
en virtud de querella del marido ofendido".
Este es el criterio de las viejas leyes de partidas que