LAS SITUACIONES DE PRECARIEDAD EN LOS HOGARES CON ...

emuneración y de derechos laborales), generan un caldo de cultivo para la
precarización, la exclusión y el riesgo de pobreza. Entendemos que son precisamente
estos hogares los que deberían ser objeto de mayor protección puesto que los niños que
residen en estos hogares deberían contar con todo el apoyo institucional de cara a
protegerles de situaciones de grave precariedad.
Los resultados obtenidos hasta la fecha, muestran que las dimensiones de mayor
precariedad para los años 2005 y 2010 son la dimensión de consumo y la dimensión
laboral, mientras que la vivienda y la salud se mantienen en niveles relativamente
pequeños de precariedad. Sin embargo, estos resultados hay que leerlos con precaución
puesto que es más que probable que sean debidos a que el consumo y el empleo sean las
dimensiones en las que primero se haya hecho notar el efecto de la crisis, mientras que
la precariedad en la vivienda esté aumentando en los dos últimos años (2011 y 2012)
por lo que no estén reflejados en estos datos. Por este motivo, creemos necesario
replicar estos indicadores para estos dos últimos años con el objetivo de comprobar si
los hogares analizados han empeorado durante el 2011 y 2l 2012 en estas dimensiones.
En relación a los hogares de mayor precariedad, se constata que son los hogares
monoparentales, seguidos de las familias numerosas y de otros hogares con niños los
que peor situación presentan frente a las familias biparentales, tanto las de un solo hijo
como las de dos.
Por otra parte, los resultados provisionales de las regresiones realizadas muestran que
una de las variables clave en la precariedad para los años estudiados (2005 y 2010) es el
nivel de estudios frente a las otras variables analizadas. Se constata así el carácter
protector de la formación frente a los procesos de precarización vital. Sin embargo, sería
necesario replicar estos análisis para los años 2011 y 2012 para conocer si el carácter
protector de los estudios se mantiene a lo largo de la crisis o si, la precarización llega
también a aquellos con estudios superiores. En este sentido, destaca también la brecha
de género puesto que de manera mayoritaria en todas las dimensiones, las mujeres
cuentan con mayor riesgo de sufrir precariedad que los hombres en situaciones iguales.
Es por todo lo comentado, que creemos imprescindible un cambio en la agenda política
para que se incluya en ella la protección a la infancia, la cual pasa por un apoyo a las
familias y a los hogares en los que residen niños, bien mediante apoyos económicos
directos, como también mediante un completo y complejo sistema de apoyos