Pilar Fernández Beites - Ciudad Redonda
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Antropología cultural y antropología filosófica<br />
La radical diferencia entre el hombre y el animal también ha sido<br />
puesta de manifiesto por un filósofo español, Xavier Zubiri, cuyo estudio<br />
sobre el hombre merece contarse en la lista de las grandes antropologías<br />
filosóficas. Zubiri muestra que el hombre como «animal<br />
de realidades» es esencialmente distinto del resto de animales que<br />
son «animales de estímulos». Podemos decir que el sentir animal es<br />
en cierto modo intencional, porque en él aparece lo otro –la comida,<br />
el enemigo, etc.–, pero, como ha mostrado Zubiri, la alteridad de lo<br />
otro consiste en ser un mero estímulo, es decir, en ser algo que se<br />
agota en suscitar una determinada respuesta por parte del animal.<br />
Por el contrario, el hombre se caracteriza por captar lo real como real.<br />
En el sentir humano, que es un sentir intelectivo, lo otro no se<br />
agota en suscitar respuesta, sino que se da como real. Para el hombre,<br />
el calor no sólo calienta, sino que es caliente, no sólo provoca<br />
una respuesta de huida, sino que es real, es «de suyo». En una palabra,<br />
los animales son animales de estímulos, frente al hombre que es<br />
un animal de realidades 13 . Y esto le permite concluir a Zubiri que el<br />
hombre es el único ser capaz de salirse del mundo, es un «ab-soluto»,<br />
porque está suelto, separado del mundo, sin formar parte de él 14 .<br />
Es justamente esta peculiaridad del hombre la que le permite crear<br />
la cultura, la que le convierte en un animal que posee cultura. En<br />
efecto, podemos empezar por señalar que, como dice Arnold Gehlen,<br />
la cultura es una necesidad biológica, pues biológicamente el<br />
hombre es un «ser carencial» 15 y sólo logra sobrevivir gracias a la<br />
cultura. Además, Adolf Portmann 16 muestra que la biología humana<br />
es la que permite que el hombre se inserte plenamente en un mundo<br />
cultural, pues, comparado con sus parientes biológicos más cercanos,<br />
el hombre nace aproximadamente un año antes de tiempo.<br />
Este nacimiento prematuro supone que el propio desarrollo biológico<br />
sólo acaba fuera del seno materno, ya en un entorno social, produciéndose<br />
así un enlace esencial de lo biológico y lo cultural.<br />
13 Lo interesante de las descripciones hechas es que muestran que la peculiaridad<br />
humana se da ya en el ámbito de la mera sensibilidad, antes de acudir a<br />
niveles superiores, como el ámbito de la «razón», como capacidad de abstracción<br />
(de captación de universales) o el de la «reflexión».<br />
14 «Su modo de implantación en la realidad no es formar parte de ella sino<br />
ser suyo como realidad frente a toda realidad. No es formar parte sino que es<br />
otra cosa: es un modo de realidad ab-soluto» (El hombre y Dios. Alianza Editorial,<br />
Madrid, 1985, 2ª ed., p. 51).<br />
15 GEHLEN, Arnold: Der Mensch. Athenäum Verlag, Frankfurt am Main-Bonn,<br />
Siebente, durchgesehene Auflage, 1962.<br />
16 Biologische Fragmente zu einer Lehre vom Menschen. Basel, 1944.<br />
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