Pilar Fernández Beites - Ciudad Redonda
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Antropología cultural y antropología filosófica<br />
Para justificar la tesis que acabo de enunciar, propongo fijarnos<br />
de nuevo en el existencialismo de Heidegger, que ha logrado sacar a<br />
la luz el dato básico acerca del carácter dinámico de la vida humana:<br />
el hombre no es una realidad ya hecha de antemano, sino que ha de<br />
hacerse. El agua es agua desde siempre, desde siempre cuenta con<br />
su esencia (como el oro o la arena o la mesa…). Pero el hombre ha<br />
de intervenir en la construcción de su propia esencia. El individuo<br />
humano no nace con una esencia totalmente invariable, sino que en<br />
buena medida la vida del hombre consiste en la construcción de su<br />
esencia, en el ir haciéndose a sí mismo 83 . Esto es lo que quiere mostrar<br />
Heidegger cuando define al hombre como existencia, como serahí<br />
(Da-sein): los entes no humanos tienen ser, esencia, pero al<br />
hombre le corresponde, no tanto el tener ser, sino el tener que ser,<br />
no la esencia, sino la existencia. El «qué (Was-sein)» del hombre<br />
(esencia) no consiste en un «qué» de contenido material, como mesa,<br />
silla, sino que consiste en el «ser relativamente a (Zu-sein)» sus posibilidades,<br />
en el tener que hacerse eligiendo entre sus posibilidades<br />
(existencia) 84 .<br />
Esto implica que el hombre –y la sociedad y la cultura– no están<br />
hechos desde siempre, sino que han de hacerse. Y es en su hacerse<br />
donde parece claro que ha de desempeñar un papel decisivo el deber<br />
ser del que hablaba Radcliffe-Brown. Pero para entender el deber<br />
ser, creo que es inevitable alejarse de Heidegger y recuperar algunas<br />
tesis del fundador de la antropología filosófica. Y es que<br />
Scheler incluye en la esencia del hombre una peculiar estructura<br />
afectiva, un ordo amoris, capaz de abrir a la persona a un ámbito de<br />
valores que fundamenta el deber ser (Heidegger, sin embargo, niega<br />
toda esencia al hombre y sin sujeto humano no es fácil entender la<br />
tiene que ser normativa. Esto es una exigencia muy elevada para la ciencia del<br />
hombre tal como ha existido hasta ahora. Pero la gente que busca tareas fáciles<br />
debería mejor renunciar a cualquier ambición de ser científica», Insight. Estudio<br />
sobre la comprensión humana. Sígueme, Salamanca, 2004, p. 295.<br />
83 Como ya indiqué, Heidegger va más lejos y no admite ninguna esencia<br />
más allá de la mera existencia: «La “esencia” del ser ahí reside en su existencia<br />
(Existenz)», Sein und Zeit, &9, p. 42.<br />
84 «El ser mismo relativamente al cual puede conducirse y se conduce siempre<br />
de alguna manera el ser ahí, lo llamamos existencia (Existenz). Y porque la<br />
definición de la esencia de este ente no puede darse indicando un qué de contenido<br />
material, sino que su esencia reside en que tiene que ser en cada caso su<br />
ser como ser suyo (es je sein Sein als seiniges zu sein hat), se ha elegido para<br />
designar este ente el término ser ahí, que es un término que expresa puramente<br />
el ser», Sein und Zeit, &4, p. 12.<br />
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