08.05.2015 Views

o_19koohlu11ggm1joh6p01pp51fe93b.pdf

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Conflictos personales constantes 81<br />

de Platón, y todo lo que en alguna manera glorificaba el ocultismo. Luego<br />

tiré una serie de poemas que había escrito en los días en que todavía estaba<br />

enamorado de la India.<br />

Esto cambió de manera dramática la atmósfera espiritual a mi alrede~<br />

dor. Fue como pasar del alba a la clara luz del día.<br />

Tengo una verdadera preocupación por el gran número de cristia~<br />

nos que tardan en reconocer el intenso odio de Dios hacia cada forma de<br />

ocultismo. El tolerar cualquier tipo de influencia ocultista continuada en<br />

nuestras vidas nos expone a fuerzas que amenazan a nuestro bienestar<br />

espirituaL<br />

Recuerdo cuando la serie de televisión Embrujada trajo el ocultismo<br />

dentro de nuestras casas de una manera que parecía entretenida e inofen~<br />

siva. Reconociendo su seducción, advertí a otros cristianos sobre el peli~<br />

gro de permitir que tales influencias entraran en sus mentes y espíritus.<br />

Treinta años más tarde los programas ocultistas están proliferando en la<br />

pantalla de la televisión y, en muchos casos, están teniendo un efecto sutil<br />

y destructivo sobre las familias. Esto no es menos verdadero con relación a<br />

Internet y, a una escala mucho mayor, el cine, los vídeos, losjuguetes y otras<br />

formas de diversión para los niños.<br />

Luchando con el miedo<br />

Mi liberación de los demonios ha sido progresiva, quizás a causa de<br />

mi pasado y herencia ocultista. De vez en cuando todavía he tenido que<br />

buscar al Señor por liberación para mí mismo. Uno de los enemigos que me<br />

ha atacado de manera persistente es un espíritu de temor que empezó en<br />

mi niñez. En ciertas circunstancias era tomado por el miedo. Mi estómago<br />

se ponía rígido, mi cuerpo se ponía cada vez más tenso y algunas veces mi<br />

cara se volvía pálida, aunque, por el ejercicio de mi voluntad, generalmente<br />

conseguía mantener el control externo, de manera que las personas no se<br />

percataban de la lucha que se estaba librando dentro de mí.<br />

Tengo el vívido recuerdo de cuándo experimenté por primera vez este<br />

tipo de miedo. Tenía nueve años, estaba sentado en el asiento trasero de un<br />

automóvil que bajaba una cuesta inclinada a demasiada velocidad. Todo mi<br />

cuerpo se puso tenso y de repente sentí un hormigueo en mis pies que se

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!