08.05.2015 Views

o_19koohlu11ggm1joh6p01pp51fe93b.pdf

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

54 Echarán Fuera Demonios<br />

más tarde que uno de mis miembros había estado grabando el culto en<br />

una grabadora profesional. Más adelante, escuchando la cinta, fui capaz de<br />

evaluar el contenido de mi mensaje con objetividad, así como los eventos<br />

que siguieron.<br />

El tema de mi mensaje era: No importa lo que haga el diablo, Dios<br />

siempre tiene la última palabra. Dios empezó a traer ejemplos a mi mente.<br />

"Egipto tenía a sus magos", dije, "pero Dios tenía a Su Moisés. Baal<br />

tenía a sus profetas, pero Dios tenía a Su Elías".<br />

Entonces, me vino el pensamiento de que cuando Dios quiso mostrarle<br />

a Abraham cómo serían sus descendientes, le sacó en una noche oscura,<br />

le mostró las estrellas del cielo y dijo: "Así será tu descendencia" (Génesis<br />

15:5).<br />

"Todos nosotros somos la descendencia de Abraham por la fe en<br />

Jesucristo", dije, "y somos como las estrellas. Cuando todas las otras luces<br />

están brillando, no ves a las estrellas, pero cuando todas las demás luces se<br />

apagan, las estrellas son más brillantes que nunca. Así es cómo será al final<br />

de esta era. Cuando el resto de las luces se hayan apagado, nosotros, que<br />

somos la descendencia de Abraham (a través de la fe en]esucristo), vamos<br />

a brillar como las estrellas".<br />

Cuando hablé estas palabras, una joven que se sentaba sola en la primera<br />

fila dejó escapar un chillido prolongado y escalofriante, alzó sus brazos<br />

en el aire y se tiró al suelo en una postura nada propia de una señora.<br />

Ella estuvo allí echada en el suelo, retorciéndose y gruñendo delante de mi<br />

púlpito.<br />

Esto era el reto de Satanás a la declaración de que no importa lo que<br />

haga el diablo, Dios tiene la última palabra (¡una manifestación demoníaca<br />

delante de mi púlpito!). Tenía dos alternativas: probar lo que estaba predicando<br />

o dejar de predicarlo.<br />

En ese momento decidí que no me echaría atrás delante de Satanás.<br />

Por otro lado, sentí que necesitaba alguna ayuda, así que llamé a mi esposa,<br />

Lydia, al frente. Sabía que podía contar con ella. Sintiendo que necesitaba<br />

más refuerzos, examiné con la vista las caras de mis buenos miembros de<br />

iglesia pentecostal. Todos estaban en un estado de shock. Luego, al fondo,<br />

vi a nuestros amigos presbiterianos, los Faulkner, y les llamé al frente.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!