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44 Echarán Fuera Demonios<br />
Fue como un incidente que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial<br />
mientras servía como enfermero médico en las fuerzas británicas en el norte<br />
de África.<br />
Un soldado británico había entrado en la estación de recepción con<br />
una herida de metralla causada por una bomba que explotó cerca de éL Se<br />
quitó la camisa, exponiendo una pequeña herida por objeto puntiagudo en<br />
un hombro. El borde de la herida estaba ligeramente negro.<br />
Pensando en los vendajes estériles listos para usar que eran parte de<br />
nuestro equipamiento médico, le dije al oficial médico: "¿Le traigo unos<br />
vendajes de primeros cuidados, señor?"<br />
"No, no es eso 10 que necesitamos", contestó del doctor. "Tráeme una<br />
sonda".<br />
El doctor le hizo sentar al hombre en una silla. Luego metió la varilla<br />
de metal plateado en la herida del hombre y le daba vueltas delicadamente<br />
durante algunos momentos. De repente el hombre dejó salir un grito y<br />
saltó en el aire.<br />
"Ahora acérqueme las pinzas", dijo el doctor.<br />
Le di las pinzas, el cual metió en la herida en el área donde la sonda<br />
había localizado un cuerpo extraño. Cautelosamente extrajo un pequeño<br />
trozo de metal negro. Después de limpiar la herida, finalmente me dijo:<br />
"Ahora puede usted traer el vendaje".<br />
Luego explicó: "Verá, el trozo de metralla que causó la herida todavía<br />
estaba allí. Si uno sólo cubre esa metralla con un vendaje sin sacarla, será<br />
una continua fuente de infección y causará complicaciones posteriores".<br />
Al volver a mirar hacia mi período de ministerio en Londres, me doy<br />
cuenta de que a veces cometí el mismo tipo de error que en la estación de<br />
recepción durante la guerra. Al ayudar a algunas personas que venían a mí,<br />
intenté aplicar primero el vendaje de primeros socorros a una herida que aún<br />
contenía unafuente demoníacade "infección". Antes de que pudiera realmente<br />
ayudar a esas personas, necesitaba dos piezas esenciales del equipamiento<br />
espiritual: la "sonda" del discernimiento y las "pinzas" de la liberación.<br />
En los capítulos siguientes, describiré cómo Dios se movió en mi vida<br />
para proveerme esas dos herramientas esenciales del ministerio.