08.05.2015 Views

o_19koohlu11ggm1joh6p01pp51fe93b.pdf

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Mi lucha contra la depresión 33<br />

embargo yo tenía una continua sensación interior de frustración. Una voz<br />

inaudible parecía susurrar: Otros podrán tener éxito, pero tú no lo tendrás.<br />

Mi experiencia hasta ese tiempo había sido una serie de éxitos. Elegido<br />

como un becado del Rey en Eton a la edad de trece años, había proseguido<br />

y llegado a King's College, Cambridge, como el estudiante número uno de<br />

mi año. Tras graduar con honores en ambas partes del Classical Tripos (El<br />

curso de estudios oficial en los idiomas latín y griego, cultura e historia),<br />

había sido seleccionado como el estudiante de investigación senior de la uni~<br />

versidad por dos años. Finalmente, a los 24 años, había sido elegido para<br />

una codiciada posición como un Fellow del King's College, Cambridge.<br />

Durante la guerra mi serviciojunto al Cuerpo Médico en un papel no com~<br />

batiente me había impedido de acceder a la promoción a un oficial de ran~<br />

go. No obstante, había destacado con la cualificación de carácter más alta<br />

que el Ejército Británico tenía para otorgar: ejemplar.<br />

Durante mi servicio militar experimenté un encuentro sobrenatural<br />

con Jesucristo que revolucionó mis metas en la vida. Desde que me licen~<br />

cié del ejército pude ver cómo Dios me había guiado paso a paso hacia mi<br />

presente ministerio como pastor. Esa era la ironía que no podía resolver.<br />

Mientras había estado abriéndome mi propio camino en la vida, ignorán~<br />

dole a Dios, tuve una continua cadena de éxitos ininterrumpidos. Con todo<br />

ahora, cuando estaba buscando sinceramente seguir el plan de Dios para<br />

mi vida, estaba oprimido por una continua sensación de que nunca podría<br />

esperar tener éxito.<br />

En todo esto nunca dudé de la realidad de mi salvación. Era demasiado<br />

profunda y demasiado permanente. Pero a veces la depresión descendía<br />

sobre mí como una niebla gris que envolvía mi cabeza y mis hombros.<br />

Escapar de esa niebla se asemejaba a intentar escapar de una prisión. Me<br />

sentía aislado y solo, separado de la comunicación con sentido, incluso con<br />

los más cercanos a mí: mi esposa e hijas. No conocía a ningún ministro<br />

maduro a quien pudiera acudir para conseguir ayuda.<br />

Intenté todos los medios espirituales que conocía para deshacerme de<br />

esa depresión. Leía mi Biblia fielmente por lo menos dos veces al día y ayu~<br />

naba un día a la semana. A veces dedicaba varios días o una semana a la<br />

oración intensa y al ayuno. En esa época la depresión se levantaba por un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!