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Por qué algunas personas no son liberadas 235<br />
3. Motivaciones equivocados<br />
El apóstol Santiago, analizando los motivos por los cuales las personas<br />
a veces oran pero no reciben aquello por lo que oran, escribió: "Pedís, y no<br />
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (Santiago 4:3).<br />
Esto, con frecuencia, se aplica a las personas que están orando por liberación<br />
de demonios. Han llegado a reconocer que la atadura demoníaca es,<br />
en diferentes grados, desagradable y frustrante. Es una barrera para sus placeres.<br />
Piensan que podrían sacar más disfrute de la vida si fueran liberadas.<br />
Pero esto no es suficiente razón como para que Dios conteste sus oraciones.<br />
Cuando nos acercamos a Él para recibir liberación, Él escudriña<br />
nuestras motivaciones. Ofrece libertad a los que la usarán para servir a<br />
Cristo más eficazmente, no a aquellos que desean continuar en una vida de<br />
placeres egoístas.<br />
4. Centrarse en sí mismo-un deseo<br />
de atraer atención<br />
Algunas personas siempre se sienten ignoradas y que no son importantes.<br />
Quieren estar en el centro del escenario, pero la vida las mantiene entre<br />
bastidores. Sienten que nadie se preocupa por ellas. Una posible razón:<br />
Están oprimidas y anuladas por demonios.<br />
Cuando buscan liberación, de pronto se encuentran en el centro de<br />
las atenciones y lo disfrutan. Pero tras una cierta medida de liberación,<br />
vuelven a caer en las sombras. Las demás personas ya no les hacen demasiado<br />
caso. Entonces, se encuentran algún nuevo aspecto de su "problema"<br />
para discutir y alguna nueva área en la cual necesitan liberación. En lo más<br />
profundo de sí mismas, no quieren realmente ser liberadas, sino que lo que<br />
quieren es atención. Son como la mujer descrita por Pablo en 2 Timoteo<br />
3:7: "están siempre aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la<br />
verdad".<br />
Está bien tener compasión de esas personas y presentar, de manera<br />
clara, las condiciones para recibir liberación. Pero llega un punto en el cual<br />
debemos retarlas a aceptar la liberación completa (y la responsabilidad que<br />
conlleva, como se ha delineado en el capítulo 21).