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Preparándose para la liberación 209<br />

Si nos acercamos a Dios con una actitud de orgullo, Él nos resiste y no<br />

tenemos ningún acceso a Él. Así que, nuestro primer paso en dirección a<br />

Dios debe ser humillarnos, para decirle a Dios: "¡Te necesito!"<br />

Dios nunca ofrece hacernos humildes. A 10 largo de toda la Biblia, Él<br />

pone sobre nosotros la responsabilidad. Dios puede humillarnos, y a veces<br />

lo tiene que hacer; pero sólo nosotros podemos hacernos humildes a no~<br />

sotros mismos. Si estamos dispuestos, sin embargo, Dios nos dará toda la<br />

gracia que necesitamos.<br />

Cuando buscamos liberación de demonios, puede llegar un punto en<br />

el cual tenemos que escoger entre la dignidad y la liberación. Si la dignidad<br />

llega a ser más importante que la liberación, no nos hemos arrepentido<br />

realmente de nuestro orgullo.<br />

La mujer de un médico se acercó a mí una vez en el Deep South (en el<br />

mero sur) de los Estados Unidos-una mujer amable, de corte antiguo,<br />

quien dijo: "Sr. Prince, si le he entendido bien, cuando busco la liberación<br />

tal y como usted la describe, tal vez pueda terminar gritando".<br />

"Podría pasar", contesté.<br />

"Pero, fui criada con la enseñanza de que una señora no grita en<br />

público".<br />

"Pues," dije, "suponga que estuviese usted ahogándose en un río, a pun~<br />

to de sumergirse por tercera vez, y pensara que podría haber alguien en<br />

la orilla que la podría rescatar. ¿Insistiría usted en comportarse como una<br />

señora hasta el punto que esto le impediría gritar?"<br />

No necesité decir nada más.<br />

Si no estás preparado para humillarte, no estarás dispuesto a dar los<br />

pasos que siguen.<br />

Paso N° 3: Confiese cualquier pecado conocido<br />

Dios no se compromete, en ningún lugar en la Biblia, a perdonar pe~<br />

cados que no se han confesado. Pero para los que confiesan, Su promesa<br />

es clara: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros<br />

pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). Dios es fiel porque

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