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198 Echarán Fuera Demonios<br />
Ceguera, sordera, mudez y artritis<br />
En Hawaii unjoven nos trajo a Ruth y a mí a su abuela, que tenía cerca<br />
de ochenta años y era ciega. Ella procedía de la Suiza francófona, y su idio~<br />
ma materno era el francés. Aunque no soy consciente de que tuviera una<br />
gran fe, Ruth y yo empezamos a orar por ella. Luego, hablándole en inglés,<br />
ordené al espíritu de ceguera que saliera de la mujer. Tras unos pocos ins~<br />
tantes, la mujer se volvió hacia mí y me dijo en francés: "Je vous voi" ("Le veo<br />
a usted"). ¡Yo estaba tan asombrado como maravillado!<br />
En 1985, Ruth y yo lideramos un equipo ministerial en Pakistán.<br />
Porque se había hecho publicidad de que oraríamos por los enfermos, las<br />
personas vinieron de todo Pakistán. La mayoría de ellas eran analfabe~<br />
tas y muy indisciplinadas. Un día, las mujeres, quienes en esas culturas<br />
se sientan separadas de los hombres, estaban extremadamente ruidosas y<br />
desordenadas. Procurando establecer la disciplina, anuncié: "Esta mañana<br />
oraremos solamente por los hombres".<br />
Inmediatamente, cerca de doscientos hombres se apresuraron hacia<br />
nuestro equipo, todos queriendo oración. Ruth y yo encontramos un hom~<br />
bre que primero tocó sus labios, luego sus oídos, indicando que era sordo~<br />
mudo. Recordando queJesús había expulsado un espíritu que era sordomu~<br />
do, decidí hacer 10 mismo. No puedo decir que tenía ninguna fe especial.<br />
"Tú, espíritu sordomudo", dije, "en el nombre de Jesús, te ordeno que<br />
salgas de este hombre".<br />
Sabía que el hombre no me podía oír, y que tampoco entendería inglés.<br />
¡Pero el demonio entendió!<br />
Cuando le dije al hombre: "Ahora diga aleluyá', él abrió su boca y gritó:<br />
"¡Aleluya!". Lo llevé al líder que estaba en la plataforma, quien empezó a<br />
contarle a la gente en Urdu acerca del milagro.<br />
Este relato suscitó la fe en la gente, y empezaron a traernos a otros sor~<br />
domudos. (En una nación musulmana hay una proporción inusualmente<br />
alta de casos como ese). En los próximos minutos Ruth y yo echamos fuera<br />
espíritus sordomudos de por 10 menos otros diez hombres o muchachos, y<br />
todos fueron sanados. Un caso excitante fue el de un niño de unos cinco<br />
años cuya primera palabra fue umma (mamá).